POR:MANUEL MALAVER.
El circo de ayer fue en la Asamblea Nacional, y el de anteayer en la Avenida Los Próceres, pero a comienzos de semana hubo uno en Los Flores de Catia, y a mediados otro en Petare y otro en Miraflores.
En fin, que más derroche de miles de horas/hombre de trabajo donde siempre sucede lo mismo, se habla lo mismo y promete lo mismo.
Una espiral giratoria, incontenible e inhaprensible cuya razón fundamental reside en que, a diferencia de otras modalidades de socialismo, el petrolero y televisivo requiere para sus puestas en escena de la movilización de cientos de personas que deben garantizar las transmisiones, su colocación en los satélites, su envío vía microondas, editar el material para la retrasmisión y la publicidad, y, sobre todo, no permitir que uno solo de los hogares venezolanos pase un día ayuno de las inspiraciones, ideas, sueños, pensamientos y regaños del “líder”.
Pero eso, sin contar los cientos de guardias de seguridad, agentes de inteligencia, policías, militares de todos los rangos, y cuadrillas de médicos y paramédicos que, bien en el entorno cercano, o no más allá de centenas de metros, deben estar alertas y preparados para cualquier imprevisto que ponga en peligro la seguridad del presidente devenido en showman.
No hablemos de los miles de militantes, simpatizantes o simples burócratas que son trasladados desde el día o la noche anterior al escenario o teatro del mitin, acto, o “Aló presidente”, auténtico sacudón que involucra tropeles de autobuses, tanquetas de guerra, cabinas portátiles desde donde se le hace seguimiento a los acontecimientos, ambulancias y consultorios de emergencia, y en conjunto, de todos los enseres se podrían necesitar si el líder es objeto, no digamos de una bala o una piedra, de una bizna que pase rozándole el pelo,
Desde luego que se trata de eventos, a pesar de las multitudes que congregan, férreamente anillados, cuadriculados y certificados, planificados con días y hasta semanas de anticipación para que ni asistencia ni gestos, ni palabras ni deslices, ocurran al margen de guiones que por repetidos no requieren de ensayos o pruebas que den lugar a lo malo, y mucho menos, o lo peor.
O sea, que todo, en estricto sensus, puede compararse con ventaja a lo que se capta en un estudio o set de televisión donde lo fluido o espontáneo de la vida es imitado para que no sea diferente a lo real y las masas, como ocurre con las telenovelas, no se pierdan este, ni el próximo capítulo.
De ahí que en todos se capitule siempre lo mismo: la niña maltratada (el pueblo) por su madrasta y hermanastras (la oligarquía, la burguesía, el capitalismo, el imperialismo), que es invitada por un hada a un baile en palacio (la revolución), donde conoce al príncipe que la redime, la convierte en su esposa y la hace feliz de una vez y para siempre.Pero eso en el show, en el teatro, el guión, o la puesta en escena (llámase “Alo presidente”, acto en el Teresa Carreño, o mitin en San Fernando de Apure, Santa Bárbara del Zulia, o barrio La Bombilla de Petare), porque lo que sucede en la realidad es que Chávez no es “un príncipe” enamorado del pueblo sino de sí mismo, de su necesidad física de repetir una y otra vez su rol de redentor, de liberador y salvador de la humanidad, mientras la humanidad en concreto, los pobres, los humillados y ofendidos, pasan ahora a desempeñarse como los eternamente agradecidos y adoradores del salvador.
En otras palabras: que es un caudillo que les exige poco, como no sea contribuir al emplazamiento férreo de una dictadura donde la única voz, las únicas órdenes, los únicos pensamientos y las únicas imágenes sean las suyas.
Claro que a un precio altísimo, el de la libertad y la dignidad, pero que, cómo puede estar soslayado por la necesidad de sobrevivir con bienes elementales como los que se suministran a través de las libretas de racionamiento, entonces terminan obviándose y cuando no…olvidándose.
Desde luego que estamos frente a una monstruosidad o mecanismo que permite el establecimiento de dictaduras neototalitarias a un costo bajísimo, baratísimo, porque ya ni ejércitos, ni cuerpos represivos, ni cámaras de torturas, ni paredones de fusilamiento son necesarias para implantarlas, sino estas estructuras producto del desarrollo de los medios de comunicación electrónicos para que las masas, como los niños frente a un Play Station, o un Nintendo, jueguen a ganar o perder frente a batallas o enemigos ficticios.
De ahí que los medios que se aproximan a la verdad, a la realidad, sean tan peligrosos, como intolerables, y tan proclives a ser constituidos en objetivos de guerra, en ejércitos que es necesario controlar o vencer.
Y es que son ellos, los únicos en capacidad de desmontar el circo y revelar las tramoyas, en quitarle el maquillaje a los clownes y los disfraces a los payasos, los únicos que dicen que las promesas de hoy tienen 12 años de viejas, y que metros o kilómetros más abajo o más arriba el hambre, la miseria o la promesa no es cuestión de estadísticas o interpretaciones sino de hombres o mujeres concretos, niños o viejos en vías de morirse o avanzar por el infierno de la desnutrición.
Pero también los que denuncian que ya no hay administración de justicia porque es Chávez quien desde el circo decide cómo tiene que ser la sentencia que reduce a las personas a penas de cárcel que pueden extenderse hasta el tiempo que él se acuerde que están presos o pueden salir o continuar entre rejas.
El caso de la jueza, María Lourdes Afiuni, es emblemáticamente doloroso en este orden, culpable del delito de haber actuado conforme a derecho dándole una merecida libertad condicional a un ciudadano, Eligio Cedeño, a quien durante casi 2 años se le negó el derecho ser juzgado en libertad.
Pero como ella, Iván Simonovis, los comisarios Vivas y Forero, Alejandro Peña Esclusa, Otto Gebauer, Biaggo Pilieri, José Santos “Mazuco”, y tantos otros víctimas de una “justicia” que, ciertamente, no es ejercida desde estrados, o tribunales, sino desde las mismas tablas y carpas del circo.
Vía radio y televisión en cadenas que trasmiten discursos que pueden durar hasta un día entero y frente a los cuales no hay leyes, códigos o defensores que puedan salvar a ningún acusado.
En el circo de ayer, justo es reconocerlo, Chávez introdujo variantes, pero es solo porque ha sido acorralado por la opinión pública nacional e internacional por haber desconocido los resultados de las elecciones parlamentarias del 26 de diciembre pasado haciéndose aprobar una Ley Habilitante que lo faculta para legislar sobre lo humano y lo divino durante 18 meses.
O sea, que suspendió el Poder Legislativo durante casi dos años, los mismos que faltan para las elecciones presidenciales del 2012, y en el curso de los cuales piensa montar el fraude que permita continuar su presidencia vitalicia de 30 años y más.
Pero ojo, solo si el circo de ayer puede repetirse hasta las próximas elecciones presidenciales y no es arrasado por las multitudes que incendiaron al de otro dictador, al de Zine Ben Alí, en Túnez, el fin de semana.
La historia de otro dictador que incautó los derechos del pueblo tunecino durante 20 años para terminar huyendo en un avión sin destino conocido.
Es el final de todos los dictadores, por más que uno de ellos, Chávez, se esmere en un país de Sudamérica por demostrar que ahora si llegó el momento de cambiar el curso y decurso de la historia. Y para ello:
Es el final de todos los dictadores, por más que uno de ellos, Chávez, se esmere en un país de Sudamérica por demostrar que ahora si llegó el momento de cambiar el curso y decurso de la historia. Y para ello:
“Luz, cámara, acción”
1 comentario:
Por:Gustavo Coronel.
Diez minutos de verdades, siete horas de mentiras
Dos horas tarde, siete horas de paja, doce años perdidos
Bastan diez minutos para desmontar las siete horas de mentiras y barrabasadas de Hugo Chávez ante sus focas de la Asamblea Nacional. Esto es documentable:
Los 180 millones de kilos de comida podrida importada a un costo de $2200 millones. Este crimen es responsabilidad de Rafaél Ramírez y sus cómplices de PDVSA
$350.000 diarios de probable sobreprecio en la gabarra hundida Aban Pearl. Quien se robó ese dinero? Se niegan a investigarlo.
La destrucción del Fondo de Estabilización Macroeconómica .
El asesinato de 17.000 venezolanos durante 2010, muchos a manos de las mismas policías del régimen. Venezuela es el país más violento del hemisferio.
La inflación más alta del mundo, 28 por ciento.
El único país del mundo donde la Asamblea Nacional no legisla sino que delega sus atribuciones y sus deberes al dictador
El riesgo país más alto del mundo, después de Grecia
Una declinante producción petrolera venezolana, en 2.2 millones de barriles diarios según informes oficiales de la OPEP. Exportaciones a USA han caído en un 30 por ciento desde 1998.
Inversión Extranjera Directa negativa. En 2010 hubo más fuga de capitales que inversión
Deuda nacional llegando a $130.000 millones, seis veces mayor que cuando Chávez llegó al poder.
Demandas de empresas extranjeras, en tribunales y centros de arbitraje foráneos, por más de $20.000 millones. El país no tendría dinero con que pagarlas si los fallos son en su contra.
Parte de la faja del orinoco hipotecada a China por diez años, a cambio de $20.000 millones para la re-elección en 2012.
Devaluación significativa del bolívar.
Control de cambios con mucha corrupción. Chávez admite que si elimina el control de cambios, todo el mundo se lleva los reales del país.
El único país latinoamericano, excepto Haití, que no ha crecido en 2010 ni lo hará en 2011.
Criminal venta de petróleo a China a $5 el barril, según admitieron algunos directores de la empresa no identificados todavía por la embajada de USA
Una crisis de electricidad que llegó a niveles nunca vistos en 2010, con millones de dólares despilfarrados en compras de urgencia que no funcionaron.
El país con más secuestros en el hemisferio.
La producción de SIDOR al mismo nivel de hace 30 años.
Empresas de Guayana están en quiebra
Pérdida de las elecciones legislativas y de todas las elecciones estudiantiles durante 2010.
Oferta de seis millones de dólares a los congresistas paraguayos para que voten por su entrada a Mercosur.
Conversión del Metro de Caracas en una pocilga
Prisión injusta de la juez Afiuni, Alejandro Peña Esclusa, comisarios y otros ciudadanos venezolanos .
La promoción que hace Jorge Giodani de un fraude financiero, con el presupuesto para 2011, al estimar el barril de petróleo a $40.
Refugiados de Vargas aún errantes, después de casi 12 años, mientras que los nuevos refugiados van al Meliá Caracas y a Miraflores, en show mediático.
Importando cemento de Cuba
Mayoría de los dueños de empresas expropiadas en espera de compensación. El prestigio internacional de Venezuela está por el suelo.
Una diplomacia venezolana, en manos de Maduro, Arias Cárdenas, Chaderton y otros invertebrados convertida en el hazmerreir del hemisferio.
Un ex-guerrillero, traidor a la patria, como presidente de la Asamblea Nacional.
Una mayoría de venezolanos ya sabe que Hugo Chávez siempre llega dos horas tarde, que es un presidente que no concilia, que no inspira, que no guia. Es un presidente que destruye, que insulta, que expropia lo que es nuestro, que promueve el odio, que es ignorante, que se ha convertido en el hazmerreir del hemisferio. Es despreciado por una mayoría del pueblo venezolano.
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