miércoles, marzo 12, 2014

"La persecución penal de Leopoldo López"." El Gobierno de Venezuela no ha presentado una sola prueba válida contra el dirigente opositor, al que mantiene en una prisión militar"




POR.JOSÉ MIGUEL VIVANCO.

Mientras cancilleres latinoamericanos se reúnen en Chile esta semana para tratar la situación en Venezuela, Leopoldo López, uno de los líderes más prominentes de la oposición política venezolana, se encuentra detenido en una prisión militar esperando a que una jueza provisoria (sin inamovilidad en el cargo) decida si será sometido a juicio, sin que hasta ahora se haya exhibido ninguna evidencia válida en su contra.

La violencia desatada a raíz de las manifestaciones de estudiantes y opositores que comenzaron el 12 de febrero en Venezuela ha dejado como saldo más de 20 muertos, decenas de heridos, cientos de detenidos y serias denuncias de brutalidad, torturas y vejámenes cometidos por las fuerzas de seguridad. El Estado, además, ha tolerado y colaborado con grupos armados civiles que apoyan al gobierno. La Fiscalía, a regañadientes –y gracias a los vídeos y la presión de la opinión pública–, ha dado algunos pasos para investigar las verdaderas responsabilidades en estos hechos. Sin embargo, sigue avanzando con una velocidad notable para atribuirle responsabilidad penal por la violencia a la oposición política.

Altas autoridades del Gobierno venezolano sostuvieron que López, dirigente de Voluntad Popular, era el “autor intelectual” de la violencia, y la Fiscalía solicitó su detención, acusándolo de todo: disturbios, muertes y lesiones. Luego acusó también a Carlos Vecchio, quien le sigue a López en la directiva de Voluntad Popular, y a otros dos miembros de la oposición por hechos similares, invocando teorías conspirativas en vez de presentar pruebas que los incriminen.

Al Gobierno venezolano le resulta relativamente fácil utilizar el sistema judicial como un instrumento político desde que, en 2004, el chavismo depuró al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) y nombró a jueces afines en el más alto tribunal. Desde entonces, el poder judicial ha dejado de actuar efectivamente como un poder independiente del gobierno. A través de la Comisión Judicial del TSJ, que cuenta con facultades para nombrar y remover jueces inferiores provisorios y temporales –que hoy son la mayoría de los jueces en el país– esta politización de la justicia se propagó al resto del poder judicial.

El 18 de febrero, López se entregó a las autoridades y desde entonces se encuentra detenido en Ramo Verde, una prisión militar, en la cual solo tiene contacto con su familia cercana y sus abogados, y solamente sale de su celda cuando es posible que tome aire sin tener contacto con otros presos.

Ante la contundente evidencia que hizo pública el periódico venezolano Últimas Noticias, que sugería que uniformados junto con civiles armados eran los autores de una de las muertes ocurridas el 12 de febrero, la propia Fiscalía debió dar marcha atrás y eliminar los cargos por homicidio imputados inicialmente a López. Sin embargo, López sigue sujeto a investigación por varios delitos, incluido el de asociación para delinquir, que tiene una pena de hasta 10 años.

Es muy improbable que López sea liberado próximamente. Legalmente, podría permanecer detenido preventivamente hasta 45 días, cuando la Fiscalía debería acusarlo, archivar el caso, o sobreseerlo, pero en la práctica estos plazos rutinariamente no se respetan en Venezuela.

En un Estado de derecho, la libertad de López debería estar garantizada si las autoridades no presentaran pruebas creíbles de que él podría ser responsable de la comisión de un delito. Sin embargo, en Venezuela es muy difícil para un juez adoptar una decisión conforme a derecho si esta va contra intereses del Gobierno.

Por ejemplo, en 2009, la justicia venezolana detuvo arbitrariamente a la jueza María Lourdes Afiuni por cumplir con una recomendación de Naciones Unidas y dejar en libertad condicional a un opositor del Gobierno chavista. Afiuni, que era jueza titular con estabilidad en el cargo, estuvo un año en prisión, dos en arresto domiciliario y continúa sujeta a proceso penal por delitos que no cometió. Antes del caso Afiuni, los jueces temían perder su empleo si adoptaban decisiones contrarias a los intereses del gobierno. Ahora, también temen ir presos.

En un país donde el poder judicial carece de independencia, el futuro de Leopoldo López está en manos de una jueza que podría ser removida por un telegrama sin mediar ninguna explicación, como ha ocurrido rutinariamente en el pasado. La decisión sobre el futuro de la jueza, a su vez, está en manos de magistrados del TSJ, un órgano que habitualmente avala políticas del Gobierno.

La reunión de la OEA de la semana pasada, celebrada a puerta cerrada, terminó con una declaración que parece describir la situación en Venezuela como si fuera una catástrofe natural, en vez de responsabilizar al Gobierno venezolano por violaciones de derechos humanos como la censura y la brutalidad de las fuerzas de seguridad. ¿Habrá alguna posibilidad de que la reunión en Santiago lleve a un resultado distinto, exigiendo que Venezuela asuma sus obligaciones jurídicas internacionales de respetar los derechos humanos? Específicamente, ¿se exigirá esta vez que cesen los abusos contra manifestantes y la liberación y el respeto de las garantías del debido proceso de quienes fueron detenidos arbitrariamente, como Leopoldo López?

José Miguel Vivanco es director de la División de las Américas de Human Rights Watch.

 Fuente:http://elpais.com/elpais/2014/03/11/opinion/1394552584_665141.html

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Carta al Secretario General y embajadores, OEA
Marzo 12, 2014

OEA
Señor secretario general y
Señores embajadores:
El 14 de Febrero de este año el Dr. Asdrúbl Aguiar les envió una carta en la cual solicitaba al Sr. José Miguel Insulza la convocatoria del Consejo Permanente de esa organización, para analizar los desvíos anti-democráticos del gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela. Habló el Dr. Aguiar en esa carta de las violaciones del artículo 20 de la Carta Democrática Interamericana por el régimen Venezolano, añadiendo que la iniciativa del Secretario General de la organización sería suficiente para llevar a cabo esa convocatoria.
En carta del 4 de Marzo de este año el Dr. Alvaro Rotondaro les envió una nueva carta en la cual señalaba que el Sr. José Miguel Insulza no solamente habia hecho caso omiso del pedimento del Dr. Aguiar sino que había adelantado juicio público sobre el caso Venezolano, en artículo publicado en el diario La Tercera, de Chile, con fecha 22 de febrero de este año. En ese artículo el Sr. Insulza dijo textualmente, entre otras apreciaciones cargadas de gran sesgo político: “Que nadie espere de la OEA que emita condenas, que ahonde la división o que rechace la protesta legítima”.
En base a esta actuación del Secretario General de la OEA, considerada como no cónsona con el correcto ejercicio de su cargo, el Dr. Rotondaro pidió en su carta que, en base al ordinal b) del artículo 116 de la carta de la OEA, el Sr. Insulza fuese separado de su cargo.
Menciono estas dos misivas de abogados Venezolanos para ilustrar la trágica pasividad actual de esa organización y como esa pasividad contrasta con la dinámica actuación del Sr. Insulza en los casos de Honduras y de Paraguay y en sus intentos de hacer re-ingresar el dictatorial régimen cubano al seno de la OEA, un doble estándar aparente hasta para el más desprevenido observador de esa organización.
Gustavo Coronel

Anónimo dijo...

Carta al Secretario General y embajadores, OEA
Señores: Más allá de las disposiciones reglamentarias, legales y formales de la organización, en las cuales son muy pocos los expertos, existe una dimensión ética que si es comprensible y comprendida por millones de latinoamericanos. Los habitantes de nuestra región ven con asombro e indignación como esa dimensión languidece en el seno de esa organización y se preguntan si alguna vez podremos verla actuar en concordancia con los deseos de justicia, de democracia y de libertad para la cual fue creada.
La decisión de esa organización en el caso venezolano, ese acuerdo inodoro, incoloro e insulso con el cual han despachado la reunión convocada por el gobierno de Panamá, que no a iniciativa del secretario general, es una paletada más de tierra en el ataúd de esa organización. Contiene dos conceptos burdamente manipulados en un intento de significar lo que en realidad no significan en el caso venezolano: diálogo y no intervención.
Diálogo significa conversación entre dos seres racionales, intelectualmente honestos y llenos de la mejor intención para llegar a acuerdos y dirimir diferencias. Este no es el caso venezolano, en el cual el régimen usa la invitación al diálogo como estratagema política para que todo siga igual. Demuestra insensibilidad y cinismo ese pedido de la organización a un diálogo que no puede darse en el marco de la realidad venezolana que ya conoce el mundo entero. Esta es una realidad con muertos, heridos, arrestados y torturados, todos del lado de los manifestantes, quienes – después de 15 largos años de sufrir humillaciones y abusos por parte del régimen – han salido a las calles a pedir democracia, comida, medicinas y hasta papel higiénico, recibiendo plomo a cambio.
La no intervención, por su parte, es un concepto que debe coexistir con la Carta Democrática Interamericana, a ser aplicables, cada cual, en el caso apropiado. La manera como el acuerdo sobre Venezuela utiliza el concepto de la no-intervención hace inoperante, letra muerta, la carta que ustedes están obligados a defender y utilizar, si es que esa organización ha de tener alguna razón de ser. Ustedes actuaron en el caso de Cuba hace muchos años. ¿Intervinieron? Cuando actuaron en el caso de Honduras y de Paraguay. ¿Intervinieron? El régimen de Cuba está actualmente enquistado en Venezuela, lo cual está ampliamente documentado. ¿Es esa una buena intervención? Cuando el canciller Venezolano Nicolás Maduro se reunió con generales Paraguayos para incitarlos a dar un golpe de estado, ¿era esa una buena intervención?
¿Por qué dice el acuerdo que el uso de la Carta Democrática Interamericana en el caso de Venezuela sería equivalente a una intervención?
Esta actitud pasiva, reñida con la ética, de la organización los lleva al total descrédito, con la excepción de Canadá, Panamá y Estados Unidos, los cuales salvaron su dignidad al discrepar del acuerdo. De allí que el siguiente editorial del diario El País, de Madrid, del 10 de Marzo de este año, diga lo que está en la mente de todos los latinoamericanos amantes de la justicia y de la democracia cuando piensan en la OEA:



Gustavo Coronel

Anónimo dijo...

Carta al Secretario General y embajadores, OEA

“el silencio de los países vecinos resulta ominoso. La crisis venezolana ha ratificado la absoluta inoperancia de la Organización de Estados Americanos (OEA), donde el Gobierno de Caracas se garantiza lealtades a base de petrodólares (cada vez más escasos) e intimidación (ahí está la ruptura de relaciones con Panamá y la suspensión del pago de sus deudas). La pasividad continental contrasta con las encendidas condenas que provocó en su día la destitución de los presidentes de Honduras y Paraguay. Este doble rasero no ayuda a las democracias regionales a apuntalar su credibilidad internacional. Y que Cuba condene la “intromisión extranjera” en Venezuela es ya el colmo de los despropósitos. El régimen castrista, que necesita de Caracas para su propia supervivencia, es quien mueve los hilos y mantiene anclada a una cúpula chavista desbordada.

Señores: no creo que deban ustedes sentirse orgullosos de ser miembros de esa organización. De la misma manera que nosotros no nos sentimos orgullosos de ustedes.

Gustavo Coronel.

Anónimo dijo...

Alexander Cambero

Leopoldo López…

12 Marzo, 2014

Venezuela es Leopoldo López, su gallardía es nuestra historia clamando por libertad. Un pueblo se levanta en contra de la oprobiosa tiranía. Ha demostrado lealtad a sus principios, lo arriesga todo en favor de un país secuestrado por Cuba. Unos malos hijos se entregaron al primitivismo que significa levantar las banderas de un proyecto anclado en el abismo de la historia. El socialismo real fue no solo un estruendoso fracaso en la práctica, significó la pérdida de millones de voluntades que luchando legítimamente en contra de las desigualdades sociales. Se dejaron seducir por el fraude cautivante, casi sin percatarse sirvieron de ingrediente para que la receta totalitaria llegase a los ávidos comensales de la ilusión. El resultado es patético y cruel. Millones de vidas condenadas a la esclavitud, naciones enteras en el oscurantismo de la mentira; las oportunidades reducidas a contemplar el chasco desde el agujero en donde nos metió un proceso fraudulento.

opinan los foristas

En Venezuela el empuje juvenil sirve de muro de contención para impedir que se termine imponiendo el comunismo. Miles de estudiantes en todos los rincones de la republica se levantan en contra del régimen. Sus armas son el deseo de vivir en una patria libre en donde quepamos todos. Con libertad plena para poder gozar de una democracia con justicia social, en donde tengamos empleo y seguridad. Que los recursos petroleros sean utilizados para potenciar la economía nacional y no para promover aventuras internacionales de cuanto bandolero se diga chavista. País con medios libres e independientes, en donde opinar no sea un delito que haga que los huesos de muchos se pudran en una cárcel. Con un poder judicial saneado, manejado por jueces preparados en la ley y en los principios morales. Que únicamente militen en la decencia de la conciencia limpia. Que sus actuaciones no las ensucie los oscuros intereses creados. En concreto una Venezuela que honre su pasado glorioso, que se levante con ímpetu para volver a tener una voz digna en el concierto de las naciones.

El ejemplo de Leopoldo debe llenarnos de pundonor. En la cárcel está el hombre que no los deja dormir. Aquel que Hugo Chávez inhabilitó porque conocía de su entereza para mantenerse firme en sus ideas. Este gobierno creyó que huiría como los hicieron otros, que saldría corriendo a negociar su libertad; sin embargo se quedaron con los crespos hechos. Caminó entre la muchedumbre con la mirada fija en el porvenir, subió hasta la estatua del apóstol José Martí, para atestiguar que la lucha también es por una Cuba libre del totalitarismo. En sus palabras un inmenso amor por Venezuela. Hoy millones de personas son él. Su ejemplo es una motivación para seguir luchando con toda firmeza. Llegó la hora de alzarse y luchar frente a estos energúmenos, una dictadura cruel y homicida. No lo dejemos solo en esta lucha…

alexandercambero@hotmail.com

twitter @alecambero