POR: JAN MARTÍNEZ AHRENS.
La Alianza del Pacífico
amplía sus miras. Después de un fulgurante inicio, que ha llevado a
esta plataforma de integración económica formada por México, Colombia,
Chile y Perú, a convertirse en apenas tres años en uno de las turbinas
comerciales de Latinoamérica, se ha iniciado una etapa de expansión
hacia sus dos polos de atracción natural: las potencias asiáticas y Mercosur.
Este planteamiento estratégico presidió la cumbre que ha reunido este
viernes en el enclave tropical de Punta Mita (Nayarit, México) a los
presidentes de los cuatro países asociados.
“Estamos ante una integración pragmática y abierta; basada en el
libre mercado, el respeto a los derechos humanos y las políticas de
redistribución. Ahora se inicia una segunda etapa de desarrollo y
profundización, en la que hay que buscar áreas de colaboración”, afirmó
el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, tras asumir la jefatura de la alianza en sustitución de su homólogo colombiano, Juan Manuel Santos.
El área, que dio un gran paso al eliminar recientemente los aranceles
al 92% de los productos, también ha aligerado las transacciones
bursátiles y reducido la exigencia de visados.
La apertura programada a los titanes del oeste, incluido Japón,
representa un objetivo a medio plazo y de difícil consecución, pero
muestra la vitalidad de una zona que representa el 36% del PIB de
América Latina, el 41% de su inversión extranjera y el 50% de su
comercio internacional. “La Alianza es un proyecto maduro en su núcleo
fundacional, ha llegado el momento de abrirse al Pacífico. La
cooperación con los países asiáticos no tardará, será un proceso
rápido”, señaló Guajardo, quien incluyó en esta esfera de interés a
potencias como Australia y Nueva Zelanda.
Junto a su expansión asiática, la primera línea estratégica trazada
en la cumbre es la aproximación a Mercosur, la otra gran área comercial
de Latinoamérica, formada por Brasil, Argentina, Venezuela, Bolivia,
Uruguay y Paraguay. Este planteamiento trata de despejar dudas sobre la
rivalidad entre ambas entidades, no sólo por motivos de competencia
económica, sino por los modelos de redistribución y gasto social que
representan. “Nos parece que más allá de las legítimas diferencias, es
posible y necesario un acuerdo”, dijo la presidente chilena, Michel
Bachelet.
Mucho más antigua que la alianza, Mercosur ha entrado en una fase
letargo. Brasil, su gigantesco socio, sufre claros indicios de anemia
económica, mientras que Venezuela y Argentina, cada uno a su modo, están
sometidos a fortísimas turbulencias. El resultado es que las
previsiones de crecimiento para Mercosur no pasan del 1,1% para este
año, tres veces menos que la Alianza del Pacífico, según el BBVA Research.
“No buscamos competir, sino colaborar. La unión hace la fuerza.
Latinoamérica no se entiende sin México ni Brasil. Y hay elementos de
cooperación común fáciles de abordar”, detalló a este periódico el
secretario de Economía mexicano, Ildefonso Guajardo, uno de los cerebros
de la decisión.
La cumbre, la novena desde su nacimiento, creó un instrumento de
cooperación con la OCDE para fortalecer las pequeñas y medianas
empresas. Este segmento posee un enorme peso. Sólo en el caso de Perú
representa el 70% del empleo, según recordó el presidente peruano,
Ollanta Humala. Esta atomización de la estructura empresarial tiene
también un fuerte impacto en México, donde más del 90% de compañías son
de pequeño tamaño. “Hay que desregular para aumentar la competitividad
de las empresas”, indicó Peña Nieto.
La reunión de presidentes, a diferencia de la anterior, terminó sin
grandes avances, pero con la idea, expresada por todos los mandatarios,
de que la senda emprendida en abril de 2011 ha supuesto un “modelo de
éxito”. “Cada vez que nos reunimos avanzamos. Estamos como enamorados”,
bromeó Santos.
Fuente: http://internacional.elpais.com/internacional/2014/06/20/actualidad/1403299453_596128.html
México, el país más desigual de la OCDE
Los trabajadores más pobres cobran 30,5 veces menos que los más ricos
POR:PAULA CHOUZA:
Los trabajadores más pobres de México cobran 30,5 veces menos que los
más ricos. La brecha salarial es la mayor registrada del total de
países miembros de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE). Según los datos del estudio El aumento de la desigualdad,
publicado este jueves, México se sitúa por primera vez, desde 2007, por
delante de Chile en inequidad, aunque a poca distancia: el 10% de la
población más pobre del país sudamericano cobra 26,5 veces menos que el
10% con más dinero. El tercer lugar en la tabla lo ocupa Estados Unidos,
con una diferencia de 16,5. La brecha salarial media en el conjunto de
la OCDE es de 9,6 veces entre ricos y pobres.
Para el economista y académico del Colegio de México, Gerardo Esquivel,
las estadísticas son “la confirmación de una tendencia histórica, no
diferente a la situación de años anteriores”. A la hora de buscar las
causas, el experto se refiere a dos dimensiones: la política fiscal y
los programas sociales. En el primero, destaca la “inefectividad” del
modelo. “Cuando se aplican impuestos y transferencias en la mayor parte
de los países de la OCDE disminuye la desigualdad, pero en México no.
Esto se debe a que los impuestos son menos progresivos y redistributivos
que en otras naciones, de tal manera que en México el que más gana no
es obligatoriamente el que más paga”, explica.
Por otro lado Esquivel considera que el gasto publico en otros países
está mejor enfocado en programas sociales que reducen la desigualdad.
“Algunas de estas ayudas tienen un efecto contrario al de la
redistribución. Los subsidios a la gasolina o algunos de los programas
de apoyo de la Secretaría de Agricultura acaban beneficiando a los productores más grandes, que son aquellos que tiene mayores ingresos".
Los datos contenidos en el informe de la OCDE se refieren al año
2011, por lo que no registran los efectos de la reforma fiscal que entró
en vigor a comienzos de este año. Para el economista, sin embargo, el
cambio en la ley apenas se notará en los próximos estudios. “Algunas de
las modificaciones van en la dirección correcta a la hora de hacer los
impuestos más progresivos, como la carga al capital o la eliminación de
la tarifa especial en la frontera norte, que es la parte más rica del
país”, explica. “Pero este tipo de medidas, se va a ver compensada con
otras que han tenido el efecto contrario”, como el gravamen a los
alimentos calóricos, un impuesto que tiene por objetivo reducir los elevados índices de obesidad en el país,
uno de los más altos del mundo. “El precio de los alimentos aumenta, y
esto perjudica fundamentalmente a aquellos hogares que dedican la mayor
parte de sus ingresos a la comida, que es lo que sucede en los de nivel
adquisitivo más bajo”.
Esquivel insiste en que en este tipo de estudios la dimensión del
problema se aprecia en la comparativa entre países, no en términos
absolutos. “Todas las estadísticas que hay subestiman dramáticamente el
ingreso de los ricos, es decir, los que más cobran, los grandes
empresarios, no aparecen reflejados en estos índices”. Los informes se
realizan mediante encuestas presenciales en los hogares, por lo que las
probabilidades de que un magnate abra la puerta de su casa y responda al
cuestionario, son siempre menores a que lo haga una familia de ingresos
medios.
Según el estudio de la OCDE México
se coloca también como la economía con un nivel de pobreza más alto, el
21,4% frente al 11,5% de media del conjunto de la organización. En el
rango de edad de 25 a 65 años la tasa es del 18,6% frente al 10% de
promedio de los 34 países. México encabeza también la tasa de pobreza
laboral, es decir, la población que pese a tener trabajo, no cuenta con
los recursos suficientes para satisfacer las necesidades básicas, con
una tasa del 19%. En la OCDE el promedio es del 8,5%.
Fuente: http://economia.elpais.com/economia/2014/06/21/actualidad/1403307178_212087.html
No hay comentarios.:
Publicar un comentario