POR.CARLOS E. AGUILERA A.
No se puede llamar de otra manera, sino complicidad corruptiva de un
régimen, cuando se observa que los dineros del estado han sido birlados
por una pandilla de pícaros oportunistas, que no contentos con detentar
el poder, han llenado sus alforjas con mil millonarias cifras en dólares
depositados en bancos extranjeros, tras saquear las arcas del erario
público a su antojo y arropados por una libertina alcahuetería, que pone
en evidencia la connivencia séptica del régimen socialista bolivariano y
comunista.
Existe un denominador común que no es otro que la corrupción entremezclada con la política. Y esto es lo que ha venido ocurriendo en
los últimos años en nuestro atormentado país, víctima de la insaciable
voracidad de un numeroso grupo de depredadores de la cosa pública, que
han dado rienda suelta a sus instintos delictivos, sin importarles en
absoluto los principios éticos y morales y sus propias familias, a las
que seguros estamos las deslumbraron con oníricos sueños de esa riqueza
mal habida.
Es difícil entender cómo con los recursos naturales con los que
cuenta nuestro país, podamos estar enfrentando una crítica situación
económica, que va desde el desabastecimiento de productos básicos de la
alimentación, falta de insumos médicos, desempleo, devaluación de la
moneda –aún cuando los jerarcas del régimen se empeñen en afirmar que no
se trata de tal, sino de una necesaria reforma fiscal – para hacer
frente a una denominada, en jerga militar “guerra económica, propiciada
por la burguesía oligarca, imperialista, apátrida y enemiga” (sic) de la
tan mentada revolución del siglo XXI. Pretexto tras pretexto para
esconder debajo de la alfombra roja la basura y desperdicios de sus
erradas políticas públicas y económicas de inspiración marxista,
causantes de esta penosa debacle, a lo largo de más de quince años.
A propios y extraños cuesta mucho comprender que este evidente y
estrepitoso fracaso de un país con las mayores reservas de petróleo del
mundo – una quinta parte –, no lo haya aprovechado especialmente durante
esta última década, con los precios e ingresos más altos de su
historia, situación que hoy en día se le torna más difícil aún, porque
el sector petrolero está en franco deterioro por la falta de reinversión
y la excesiva burocratización, y en los últimos días por la caída de
los precios.
Venezuela está considerada como uno de los países más corruptos del
mundo –vergonzoso record – que aleja a nuestro país de su esplendido
pasado, lleno de riqueza, felicidad, paz, tranquilidad, seguridad,
armonía y la emblemática jocosidad y alegría que permitía al venezolano
–hombres y mujeres – exhibir con orgullo su gentilicio, hoy afectado por
el dolor y tristeza de ver partir allende las fronteras a miles de
jóvenes en procura de un mejor porvenir. Fuga de talentos
irrecuperables, porque si bien es cierto que encontrarán lo que ansían,
muchos no regresaran a la Patria por haber sentado raíces en otros
lares. Es el doloroso costo a futuro que nos depara la mal habida
revolución comunista venezolana del presente siglo.
Un amigo nos refería en días pasados, que Venezuela enfrenta una
situación peor que la de Haití, por la extrema situación de pobreza que
se observa en ciudades y pueblos de todo el país, a lo cual le
respondimos que la tragedia de la nación caribeña era completamente
diferente, pues el hambre, pobreza e inseguridad que agobian a la Patria
de Petion era el resultado de un terremoto, mientras que en nuestro
país era producto de uno de los peores gobiernos (¿?) que hemos tenido,
por la inevitable consecuencia de una visión autoritaria de la sociedad y
de la economía, una visión que ubica al Estado como el principal, o
mejor dicho, como el único protagonista de todas las actividades
productivas, financieras y comerciales. Una visión que no cree en la
separación de los poderes, sino en la concentración de los mismos, y en
consecuencia no cree tampoco en la libertad empresarial, pues su
ideología está totalmente divorciada de la libre empresa.
La corrupción es la acción y efecto de corromper (depravar, echar a
perder, sobornar a alguien, pervertir, dañar, de acuerdo al diccionario
de la Real Academia Española (RAE), y por tanto puede tratarse como en
el caso venezolano de una depravación moral o simbólica, aun cuando en
otro sentido la corrupción es la práctica que consiste en abusar del
poder, de funciones o de medios para saca un provecho económico o de
otra índole. Lo cierto es que nuestro país copa las primeras páginas de
los diarios del mundo, como consecuencia de estos ilícitos, que el
régimen pretende ocultar o silenciar, distrayendo la atención pública
con pretextos de invasión de potencias extranjeras y otras tantas
sandeces, que a diario predican con insistencia por todos los medios y
en actos públicos, que suelen ser recurrentes.
En días recientes el Instituto Nacional de Finanzas de Andorra (INAF)
ente regulador financiero de España intervino la Banca Privada
d’Andorra, que está siendo investigada por el gobierno de los Estados
Unidos, a través del Departamento del Tesoro, por encauzar presuntamente
fondos del crimen organizado y “lavado de dinero internacional”, con
vinculaciones criminales rusas y operaciones con empresas “pantalla” a
través de la petrolera venezolana Pdvsa. El régimen se ha desentendido
del asunto, lo que a la vista de muchos se interpreta como una
silenciosa impunidad, que ya no causa asombro ante tantos otros hechos
similares, como la maleta de los dólares incautados en Argentina,
provenientes de Venezuela en uno de los aviones privados de Pdvsa.
Una fuente del Departamento del Tesoro explicó que los funcionarios
venezolanos sancionados están considerados como una “amenaza” para el
sistema financiero estadounidense, y eso atañe a la seguridad nacional.
La orden de Obama, indicó “ayudará a proteger el sistema financiero de
Estados Unidos de los flujos financieros ilícitos de la corrupción
pública en Venezuela”, y por esta razón declaró la “emergencia
nacional”, que sitúa a Venezuela como amenaza para la seguridad de esa
nación.
La corrupción ha sido definida por acuciosos investigadores del tema
como un comportamiento político desviado (falta de ética política),
conducta política contraria a las normas jurídicas (falta de ética
jurídica y política), y usurpación privada de lo que corresponde al
dominio público, al mismo tiempo que destacan que el interés personal no
es un elemento que necesariamente debe incluirse en una definición,
pues los actos de corrupción no siempre benefician únicamente a
intereses particulares.
En el caso venezolano es la falta de todo lo anteriormente indicado,
más la ausencia de escrúpulos y la inexistente voluntad política de un
gobierno que se arropa bajo la bandera de una supuesta revolución
socialista bolivariana, que el mismo viejo caudillo cubano Fidel Castro,
la denominó comunismo.
Miembro fundador del Colegio Nacional de Periodistas (CNP-122)careduagui@yahoo.com
@_toquedediana
Fuente:http://www.noticierodigital.com/2015/03/la-complicidad-corruptiva-del-regimen/
1 comentario:
Obama y Maduro
SAMMY EPPEL | EL UNIVERSAL
jueves 26 de marzo de 2015 12:00 AM
Barack Hussein Obama es un hombre de izquierda, pero también es presidente de un país donde la democracia es la base de la sociedad, además de elecciones libres, separación de poderes y el imperio de la ley. En otras palabras Estados Unidos no es un país de hombres, es un país de leyes.
Hace unos meses, el Congreso norteamericano pasó una ley para castigar a los violadores de derechos humanos en Venezuela, Obama la firmó casi obligado. Ahora firma una orden ejecutiva, donde declara al régimen venezolano como un peligro para la seguridad del país. Eso no es cualquier cosa. En un artículo anterior al decreto, escribí sobre el comportamiento del régimen de Maduro en cuestiones de narcotráfico, terrorismo y legitimación de capitales, y dije que seguramente se trataba solo de la punta del iceberg. Asumo que Obama recibió en la oficina oval la totalidad del témpano que seguramente no cabía por la puerta y que ante tal enormidad de evidencia no le quedó más remedio que actuar.
Los gobiernos chavistas, desde el comienzo, fueron complacientes en todo tipo de actividades ilegales, altos personeros han sido formalmente acusados a nivel internacional y la reacción local siempre ha sido, la recompensa o el encubrimiento, eso quiere decir que las actividades denunciadas contaban con la aprobación del régimen.
El cerrar filas y llamar a la defensa del país, léase chavismo, es una estrategia lógica, lo que no entiendo es cómo líderes de la oposición que están concientes de lo que ocurre, salen a vociferar que Venezuela no es un peligro. Venezuela, en manos del chavismo es un peligro no solo para los venezolanos, lo es para la paz mundial y de ahí el decreto de Obama. ¡Será!
@sammyeppel
sammyeppel@gmail.com
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