viernes, junio 23, 2017

"350"("...El Pueblo de Venezuela es el depositario del poder constituyente originario...")



POR:JOSÉ DOMINGO BLANCO. (MINGO)

Nuestra Constitución da para todo; pero, para todo lo que le da la gana hacer al régimen. Desde que entró en vigencia, jamás los ha perjudicado. Siempre, interpretándola a su conveniencia, nuestra Carta Magna, en sus manos, es la garante de sus atropellos, delitos, violaciones y crímenes con el aval de unos jueces de dudosa reputación –y aún más dudosas credenciales- que terminan favoreciendo con sus fallos las atrocidades que puedan ocurrírsele al neodictador en su afán por volvernos una provincia de Cuba y él, por fin, remedar a sus anchas a Fidel
.
Supongo que Nicolás y sus cómplices nos creen de memoria muy corta; incluso, pensarán que los venezolanos padecemos de amnesia. Pero, en esta era de archivos digitales, internet y whatsapp nada pasa desapercibido. Como esos videos que están circulando y en los que vemos al difunto presidente, alzando su librito azul, defendiendo el poder que tenía el pueblo para convocar una Asamblea Nacional Constituyente. Cuando decía que nuestra Constitución era la mejor del mundo y estaba blindada de cualquier capricho personal, “de cualquier capricho de un grupo, una secta o un grupo político”. Cuando decía que, en Venezuela, para cambiarle una letra, un punto, una coma a la Constitución, nadie podría hacerlo; porque “el único que puede hacerlo es el pueblo venezolano en referéndum nacional”.

Sin embargo, mucha agua ha corrido desde aquellos días. Hoy, la interpretación que el régimen y sus secuaces hace de la Carta Magna ha sido tan acomodaticia, como ceros a la derecha se van agregando a sus cuentas bancarias. Por eso, no es extraño encontrar posturas tan disímiles en un mismo funcionario. Hace poco encontré un artículo del 2002, publicado en Aporrea, en el que, el ahora ministro de Educación, Elías Jaua, exponía cuál era el espíritu del artículo 350. Permítanme transcribirle parte de sus reflexiones.

“Frente a la peculiar interpretación que sectores interesados, pretenden hacer del artículo constitucional 350 y en mi condición de Constituyente proponente, quiero reivindicar el espíritu democrático del referido artículo. Para ello, debo comenzar por exponer fragmentos de la comunicación que dirigí, el 28-10-1999, al Presidente de la Comisión Constitucional de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), Hernán Escarrá, la cual fue distribuida a los 131 Constituyentes, donde planteo la necesidad de modificar el capítulo denominado De la Asamblea Constituyente, capítulo III del título IX, del proyecto constitucional discutido en plenaria:

(…..) Dicha solicitud, la hago tomando en consideración que el poder constituyente originario es y será siempre anterior y superior a cualquier Constitución, incluso a la que estamos aprobando, y por tanto no debe ésta codificarlo, sino simplemente reconocerlo e indicar algunas referencias para la convocatoria a una Asamblea Constituyente. En tal sentido, propongo reducir este capítulo a un solo enunciado, que quedaría redactado de la siguiente manera:

ARTICULO. El Pueblo de Venezuela es el depositario del poder constituyente originario. En ejercicio de dicho poder puede convocar una Asamblea Constituyente con el objeto de transformar el Estado, crear un nuevo ordenamiento jurídico y redactar una Constitución democrática. Dicha convocatoria se considerará tema de especial trascendencia nacional.

El pueblo de Venezuela, fiel a su tradición de lucha por la independencia, la paz y la libertad, desconocerá cualquier régimen, legislación o autoridad que contraríen nuestros valores y principios republicanos y menoscaben los derechos humanos y las garantías democráticas. * Se suprimen todos los demás artículos del Capítulo. Con esta redacción queda claro que esta Constitución democrática, reconoce que su origen y su ser responden a la voluntad originaria del pueblo. Asumiendo con humildad, su carácter posterior e inferior y por tanto la imposibilidad de codificar al poder constituyente”. Como verán se trata de un Jaua, quizá aún timorato y sin las espuelas afiladas que le han dejado 18 años siendo parte del poder.

Como también contrasta la postura que defiende Hermann Escarrá actualmente, una posición antípoda si la comparamos con las declaraciones que ofreciera hace unos años, cuando se disfrazaba de opositor acérrimo del régimen; un régimen del que ahora es cómplice (¿o siempre lo fue?). De un Escarrá que arengaba a los opositores tildando al presidente de usurpador, e invitaba al pueblo “y a su facultad de Poder Constituyente Originario” a desconocer al régimen.

Decía Escarrá por aquel entonces que “es el momento de ejercer el sagrado derecho de desconocer, cívica y constitucionalmente, como la consagra la Carta Magna a cualquier régimen o autoridad que viole o menoscabe los Derechos Humanos y las garantías democráticas como lo expresa el artículo 350 de la Constitución. Reivindicamos el cauce de la constitucionalidad para lograr la paz. Enfrentaremos el atropello, cualquiera que sea, a la soberanía del pueblo y al orden democrático. Convocamos a ejercer los actos de desconocimiento cívicos en defensa de nuestras libertades y derechos. Le decimos al Presidente usurpador y su camarilla que la patria no es de utilería. Esta patria es de banderas y principios que son irreductibles. Convocamos al Bravo Pueblo, heredero directo de aquellos bravos también, que nos legaron no sólo independencia en la comunidad de las naciones, sino moral republicana, libertad y coraje”.

Sí, pareciera que nuestra Constitución da para todo…pero, para todo lo que hampones que tienen secuestrado al país quieren hacer con Venezuela. Y ejecutar a sangre fría, y de un plumazo, la sentencia de muerte con la que condenaron a nuestra democracia.

@mingo_1

Fuente: http://www.noticierodigital.com/2017/06/jose-domingo-blanco-mingo-350/

4 comentarios:

Anónimo dijo...

La Asamblea Nacional declara al régimen venezolano ilegítimo: USA y la región deben actuar ya

LOS ASESINADOS POR EL NARCO-RÉGIMEN

La Asamblea Nacional acaba de decidir lo siguiente:
PRIMERO: Desconocer a Nicolás Maduro como Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, a su Vicepresidente Tarek El Aissami, y a todos los actuales ministros integrantes del Poder Ejecutivo Nacional, por violar de manera generalizada y sistemática los Derechos Humanos de los venezolanos y por contrariar los valores, principios y garantías democráticas;

SEGUNDO: Desconocer a la Presidenta y demás Rectoras del Consejo Nacional Electoral, por su complicidad con la usurpación de la soberanía popular perpetrada por quien detenta la Presidencia de la República y por sus cómplices;

TERCERO: Desconocer a los Magistrados del Tribunal Supremo de Justicia, electos además de manera ilegítima, así como desacatar todas las sentencias que han dictado, violando la Constitución y las leyes vigentes, buscando legitimar la usurpación de la soberanía popular propuesta por Nicolás Maduro y avalada por sus cómplices en el Poder Ejecutivo, en el Poder Electoral, y en el Poder Moral;

CUARTO: Desconocer a cualquier otra autoridad que promueva, defienda o avale la usurpación de la soberanía popular perpetrada por quien detenta la Presidencia de la República y por sus cómplices;

QUINTO: Exhortar al pueblo venezolano a, de conformidad con lo pautado en los artículos 333 y 350 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, desconocer a las antes citadas autoridades por pretender suprimir su soberanía intransferible, su derecho al sufragio y su derecho de acceso a la justicia, por violar de manera generalizada y sistemática los Derechos Humanos de todos los venezolanos y por contrariar los valores, principios y garantías democráticas;

Anónimo dijo...



SEXTO: Desconocer y rechazar la supuesta y fraudulenta Asamblea Nacional Constituyente y a todos sus actos, sin que el pueblo haya aprobado en referendo su convocatoria y sin contar con las bases comiciales correspondientes, ya que la misma representa una usurpación del poder constituyente del pueblo y una vulneración de los artículos 333 y 350 de la Constitución;

SÉPTIMO: Hacer un llamado claro y contundente a las Fuerzas Armadas Nacionales a cumplir con lo pautado en el artículo 328 de la Constitución, a evitar que se cometa el crimen de cambiar, de espaldas al pueblo y violentando su poder constituyente originario, la forma republicana de nuestra nación; a cesar de inmediato todo acto de represión contra la ciudadanía que se expresa pacíficamente contra el gobierno, a impedir la acción ilegal e inconstitucional de los grupos militares, policiales o paramilitares que estén cometiendo crímenes contra el pueblo; a ponerse al servicio de la Nación, no de parcialidad política alguna y a defender y proteger los Derechos Humanos, los valores y garantías democráticos y la voluntad soberana del pueblo venezolano;

OCTAVO: Recordarles a los integrantes de las Fuerzas Armadas Nacionales y a los demás Cuerpos de Seguridad del Estado que de conformidad con lo pautado en los artículos 25 y 29 de la Constitución, la responsabilidad por tolerar o por la comisión de Crímenes de Lesa Humanidad y por violaciones graves a los derechos humanos es personal y directa, que la acción para perseguir tales crímenes y violaciones es imprescriptible y universal, y que no sirven como excusa ni como justificación las órdenes superiores;

NOVENO: Ratificar su compromiso con la protesta y resistencia ciudadana basadas en los artículos 68, 330 y 350 de la Constitución, que se intensificarán y no cesarán hasta la recuperación de la Democracia.

DÉCIMO: Remitir este Acuerdo al Poder Ejecutivo, al Consejo Nacional Electoral, al Poder Moral, a Poder Judicial, al Alto Mando Militar y al Ministerio Público.

DÉCIMO PRIMERO Publicar el presente Acuerdo.

Dado, firmado y sellado en el Palacio Federal Legislativo, sede de la Asamblea Nacional de la República Bolivariana de Venezuela, en la ciudad de Caracas, a los veintiún días del mes de junio del dos mil diecisiete. Año 207° de la Independencia y 158° de la Federación

Anónimo dijo...



Médico psiquiatra J. J. Villamizar Molina MADURO SI ES EL VERDADERO LOCO

Como Médico Psiquiatra que soy, he quedado horrorizado al leer en la prensa de hoy el exacto diagnóstico de un loco. El Presidente Maduro comunica que el que se oponga a su Constitución Comunal y a su proyecto electoral será metido en la cárcel.

Esta es la observación que hace el Psiquiatra del Presidente, la cual es un gravísimo signo de locura que es el DELIRIO y que se puede presentar en muy severos casos psicopatológicos, como el gran delirio histérico, el delirio esquizofrénico, el delirio en las Psicosis Maníacas y el delirio de la Psicosis Sintomáticas, en este caso un delirio adjunto a su Personalidad Sociopática.

Por ello yo insisto que Maduro debe ser sometido a una cuidadosa experticia de Psiquiatría Forense. Recuerdo aquí, como consta a mis lectores, que yo fui el primero en Venezuela, de hablar de experticias psiquiátricas a los grades políticos. Lo hice cuando adelanté que Maduro requería serio examen psiquiátrico, y probable reclusión y aislamiento en un Sanatorio Mental, por padecer de una Sociopatía, que es el trastorno mental más peligroso que atenta contra la seguridad de la ciudadanía.

Pues bien, Maduro está presentando un ostensible Delirio de Grandeza. Defino el Delirio en esta forma: Es un gravísimo trastorno mental en el cual el paciente afirma y sostiene a pie juntillas una cosa que es: primero absolutamente falsa.

Segundo que la dice con un convencimiento que se opone a toda explicación racional, y Tercero, que le produce un convencimiento absoluto que está diciendo la verdad. Maduro, al presentarse, ver y comprobar el resultado de las elecciones últimas de la Asamblea Nacional Legislativa en diciembre de 2.015 cuando dijo:

-“Que no volvería a efectuarse elecciones en Venezuela en las cuáles él fuera a perder”, reveló un grave delirio. Era falso, porque la Constitución Venezolana tiene estrictitamente reglamentados los procesos eleccionarios que son obligatorios. Él estaba convencido a pie juntillas que tamaña barbaridad la podría llevar a efecto.

Y tercero: no existía poder humano que lo convenciera enfrentándole los planteamientos razonables, que eso no se podía hacer. Era delirio de grandeza, porque sólo un rey, o un emperador como Nerón o Calígula, podrían hacer semejante desmán.

Ahora cuando dice hoy que llevará a la Cárcel a los que se opongan al proceso electoral de su Constitución Comunal, primero, está diciendo una cosa falsa, porque eso jamás podría ocurrir, puesto que los artículos 333 y 350 de nuestra Carta Magna, ordenan muy elocuente y solemnemente que cada vez que las altas autoridades procedan u obliguen a realizar algo que va contra la Constitución, toda la ciudadanía puede rebelarse y comportare con una actitud de absoluta desobediencia.

Segundo, Maduro está ampliamente convencido que él puede hacer eso. Tercero: No vale el racionamiento de todos los Venezolanos, de la Comunidad internacional, de organismos como la O:E:A., ni lo que han manifestado enfáticamente el papa en el Vaticano, para hacerle cambiar de opinión. Y es un delirio de grandeza, porque ello conlleva la manifestación de un poder prepotente, contra el cual nadie puede oponerse. Luego Maduro acaba de ratificar, una vez más, que está loco

Anónimo dijo...

MOISÉS NAIN LA CULEBRA SE MATA POR LA CABEZA

Después de repetir un millón de veces que Venezuela es una dictadura manejada primero por Fidel Castro, cuando Chávez y ahora por Raúl Castro, con Maduro, por fin empiezo a ver que la gente habla de la dictadura castro-comunista de Venezuela.

Costó mucho y sigue costando que los venezolanos lo acepten, les resulta demasiado incómodo reconocer que son manejados, ni siquiera por una potencia extranjera, sino por un pobre gobierno subdesarrollado de una isla miserable.

Pero en fin, ahora viene la segunda parte que trataré de explicar de la forma más sencilla posible. Si estamos de acuerdo en que quien manda en Venezuela es Raúl Castro, de qué manera creen que lo hace. ¿A través de Maduro? Pues no, Maduro es la cortina de humo, la distracción, su tarea se limita a gritar improperios contra la oposición para mantenerlos ocupados en él, mientras Raúl Castro gobierna tranquilamente.

¿Y, cómo gobierna? Pues muy fácil, el periódico El Universal publicó el 16 de febrero de 2012, las declaraciones del entonces presidente Chávez, quien dijo muy orgulloso que en Venezuela había 44.804 cubanos colaborando con el gobierno.

Y entonces la pregunta es: ¿En quién creen que confía más Raúl Castro? ¿En Maduro y los venezolanos o en los 44.804 cubanos especialmente seleccionados y entrenados por él que hoy hay en Venezuela? Dicen que hay cerca de 30 mil “supuestos” médicos, pero en el mejor de los casos, todavía habría 15 mil cubanos colaborando en otras áreas, notarías, registros públicos, instalaciones militares, servicios de inteligencia, etcétera.

Y no se necesita ser un genio para entenderlo, ellos son el verdadero gobierno, los cerebros qué han logrado que unos ineptos que apenas saben leer y escribir se mantengan 18 años en el poder. No hay que menospreciar a estos cubanos, por algo han logrado mantener una dictadura allá casi 60 años. El prestigioso periodista cubano disidente Carlos Alberto Montaner publicó hace dos semanas refiriéndose a Venezuela:

-“Los expertos cubanos saben que para ellos es vital que la oposición no se una. La infiltran, siembran calumnias, dispersan rumores, construyen falsos líderes. Las redes sociales, que sirven para congregar a los opositores, también son útiles para disgregarlos. La contrainteligencia posee agentes muy diestros en esas labores, trabajan incansablemente, cuentan con unidades especiales dedicadas a estos menesteres. Controlar a las sociedades es un arte nauseabundo que ellos conocen.”

Esa es la realidad que estamos viviendo, todos los días veo a gente criticando a la MUD y a los líderes de la oposición, algunos son pagados por el gobierno, por orden de los cubanos a los que se refiere Montaner, pero otros simplemente son tontos útiles que les hacen el juego, y mientras Raúl Castro nos sigue gobernando y robando.

De manera que las marchas y manifestaciones están bien, pero mientras los manifestantes no vayan a buscar a los cubanos a las notarías, registros y donde estén para decirles que se vayan, Maduro seguirá en pie, porque él no tiene cerebro, pero ellos sí. Hay que tenerlo presente: ¡La culebra se mata por la cabeza!
Que RUEDE HASTA QUE LLEGUE A ELLOS!!”