viernes, mayo 11, 2007

BEATIFICAR A JOSÉ GREGORIO HERNÁNDEZ PIDEN VENEZOLANOS AL PAPA


Piden al Papa beatificación de José Gregorio Hernández

Sao Paulo.- Una delegación venezolana pidió hoy en Sao Paulo al Papa Benedicto XVI la beatificación del médico José Gregorio Hernández, a quien se atribuyen milagros en Venezuela y Colombia, entre otros países.

Unas 30 personas formaron la delegación, que viajó desde Isnotú, ciudad donde nació el médico, en el estado de Trujillo.

En el aeródromo Campo de Marte, donde el Papa canonizó hoy a Frei Galvao, el primer santo nacido en Brasil, el grupo exhibió una pancarta con el pedido de beatificación, difundió Efe.

Los seguidores de Hernández, considerado "venerable" por la Iglesia católica, lograron llegar hasta la primera fila, entre una multitud de aproximadamente un millón de feligreses, para saludar a Benedicto XVI y presentarle la solicitud de beatificación.

Con la consigna "Vivan los santos de Latinoamérica", el sacerdote Lerio Espinosa, responsable del grupo, dijo a Efe que "esta canonización de Frei Galvao es muestra de que tenemos presente en la región al milagro de Dios".

El grupo viajará también hasta Aparecida, a 170 kilómetros de Sao Paulo, donde el próximo domingo el Papa inaugurará la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe (Celam), la última actividad de su visita pastoral de cinco días a Brasil.

José Gregorio Hernández nació en 1864 y es conocido como "el médico de los pobres", profesión que ejerció y que desarrolló junto con la docencia y la investigación.

El médico sintió una profunda vocación religiosa, a la que intentó dedicarse en dos ocasiones: la primera en 1908 cuando entró en la Cartuja de Farnet, en Italia, con la intención de llevar una vida de clausura, y por eso también se le conoce como "hermano Marcelo".

Nueve meses después una enfermedad le obligó a regresar a Venezuela por orden del Superior.

Pasados cuatro años, embarcó de nuevo para cursar Teología en el Colegio Pío Latinoamericano en Roma, a fin de prepararse para el monasterio, pero de nuevo la enfermedad forzó su regreso.

Muerto en 1919 en un accidente de tránsito, el médico es objeto de una veneración popular en Venezuela, y se le atribuyen milagros, aunque ninguno ha sido comprobado por la Iglesia católica.

El arzobispado de Caracas inició en 1949 el proceso de beatificación y canonización del médico, a quien el papa Juan Pablo II nombró "venerable" en 1986.

La delegación venezolana fue una de las muchas latinoamericanas que acudieron hoy a la misa de canonización de Frei Galvao.

También asistieron al oficio religioso las jóvenes paraguayas Jazmin Yure y Chintia Silva, de la ciudad de Encarnación, que forman parte de un grupo de 90 personas de su país que llegaron apenas una hora antes del comienzo de la misa.

"La gente quiere muchísimo al nuevo Papa. Los jóvenes le tenemos un amor inmenso y ayer se lo demostramos" en el encuentro con la juventud celebrado en el estadio Pacaembú, comentó Yuri.

Silva por su parte, destacó que "el mensaje que llevamos del Papa a Paraguay es que todos los jóvenes tenemos que vivir como santos porque somos el futuro del hombre, de la fe y de la religión católica".

La masiva participación en los actos del jueves y hoy reveló el poder de las nuevas tecnologías: decenas de miles de manos, incluidas las de agentes de seguridad, se alzaron entre el gentío con una cámara digital o un teléfono celular para captar una imagen del pontífice.

Tomar una foto del Papa, sin importar la distancia a la que esté, es una meta para muchos fieles que, además de saciar su sed de espiritualidad, quieren un testimonio de su asistencia a los actos con Benedicto XVI.


Fuente: el universal.com.

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