martes, mayo 22, 2007

CHÁVEZ EL EQUILIBRISTA SIN LUZ SOBRE LA CUERDA


La tensa calma que vivimos todos en Venezuela como consecuencia de las actitudes más recientes asumidas por el Sr. Chávez, al precipitarnos a una vertiginosa carrera hacia la radicalización del llamado proceso revolucionario, no pareciera ser casual, sino obedecer a un milimétrico plan político, ejecutado con fría y calculadora premeditación, alevosía y sobre ventaja..

Sería ocioso hacer aquí un recuento de todas las acciones planificadas, organizadas, desplegadas y ejecutadas por el Sr. Chávez encaminadas a concretar y consolidar su confeso proyecto político seudo revolucionario, de corte populista, demagógico, militarista, absolutamente conculcador de los derechos ciudadanos, atentando contra las libertades individuales, los sagrados derechos humanos, la libertad de expresión, y desmantelando la democracia, el estado de derecho, la descentralización, irrespetando la autonomía de los poderes públicos, interviniendo descaradamente en todos los escenarios de la sociedad civil, para intentar porfiadamente, y a contracorriente de nuestras tradiciones republicanas, violando reiteradamente el vigente ordenamiento jurídico nacional, la Constitución y las leyes, para tratar en vano de imponernos un sistema totalitario, autocrático, de corte comunista, inspirado en su viejo mentor y tutor político, su admirado maestro Fidel Castro.

Si se acaba el sistema democrático en Venezuela como producto de la ejecución de estos planes ya no disimulados, no vaticinamos nada bueno para nuestro país. El Sr. Chávez nos mantiene caminando sobre el filo de una filosa navaja antidemocrática, pero olvida la vocación libertaria y democrática del pueblo venezolano, y pareciera ignorar que él también se tambaleará sobre ese filo al que nos está empujando.

Quienes conozcan parcialmente la historia cubana, y sepan cómo el hermano país caribeño, fue engañado sistemática y hábilmente por Fidel Castro para ser convertido en el reducto comunista que hoy es, no podrá ignorar las extraordinarias similitudes con lo que aquí en Venezuela nos ha venido sucediendo; ni deberán obviar el hecho ya innegable de que se nos aplica un libreto (plan) posiblemente copiado al carbón por el hoy develado y aventajado discípulo comunista que ha resultado ser el Sr. Chávez, quien pareciera estar reproduciendo los mismos métodos, los idénticos procedimientos, artificios, manipulaciones, estrategias y tácticas que aplicó Castro.

Bastaría para constatarlo examinar la trayectoria política, los discursos, las marchas y contramarchas, las frecuentes arengas del Sr. Chávez desde el momento en que irrumpió en la escena nacional como un convicto y confeso golpista, luego favorecido por una amnistía política concedida por el piadoso e ingenuo Caldera al sobreseerle la causa judicial que pudo condenarlo e inhabilitarlo políticamente para siempre.

Chávez nos ha engañado desde el principio de sus días como candidato presidencial al mostrársenos como un demócrata, un dirigente político que se constituyó en la esperanza de un pueblo que deseaba más democracia, eficiencia, eficacia, ante tanta crisis que padecíamos como colectivo. Necesitábamos y deseábamos a un líder humanista, democrático, que fuera muy preocupado, responsable, piadoso, respetuoso del estado de derecho, que cumpliera e hiciera cumplir sin distinciones la Constitución y las leyes de la república, que fuera capaz de unir al país en la lucha efectiva por resolver los problemas socioeconómicos que sufríamos todos los venezolanos, solucionar la corrupción, la inseguridad, el desempleo, la carencia de vivienda, los problemas de salud, educación, infraestructura etc.

Pero ese individuo que creíamos especialmente dotado de sensibilidad y cualidades para emprender los necesarios cambios en democracia, se ha deliberadamente desviado del camino democrático, ha dejado de mostrársenos como un demócrata para convertírsenos bruscamente en un ególatra engolosinado con un proyecto político antidemocrático, para mostrársenos en toda su magnitud como lo que es en realidad, un repugnante déspota arrogante, imperturbable hacia el dolor ajeno, indolente, despreocupado por su pueblo, despiadado, inmisericorde, insensible, sordo e indiferente ante las múltiples solicitudes de justicia del puebo, parece ciego por el poder y sufrir de enfermiza ambición, ya sus actitudes son inaceptables.

El amnistiado de ayer, el perdonado de Yare, hoy mantiene una implacable y despiadada persecución contra quienes considera sus enemigos a muerte, emblematizándolos como contrarrevolucionarios, a muchos los mantiene en las cárceles como humillados presos políticos, a quienes no les respeta sus derechos humanos, confinándolos a los ignominiosos calabozos, olvidándose convenientemente del trato digno que recibió en el pasado por sus compasivos e ingenuos perdonadores.

Así es la vida, repleta de injusticias; él, quien ayer caminó sobre el filo de la navaja, hoy nos ha colocado a todos frente al más terrible y crucial abismo, nos ha puesto a caminar sobre el filo muy peligroso del totalitarismo, estamos sin duda frente a un dilema, el que nos restriega a diario: “patria, socialismo o muerte”, él, que por sus métodos antidemocráticos es un convicto y confeso conspirador, golpista, preso por rebelión militar, hoy etiqueta a todos sus adversarios como golpistas, conspiradores, traidores a la patria, lacayos vendidos al imperialismo estadounidense, y enemigos de la revolución.

¿Quién encarna en realidad todos esos calificativos infamantes, nosotros la gran mayoría de los ciudadanos pacíficos, auténticamente democráticos, que creemos en el estado de derecho, que somos respetuosos de la Constitución y las leyes, quienes jamás nos hemos alzado en armas, y lo elegimos engañados, esperanzados en conquistar juntos los cambios democráticos que anhelábamos para nuestro amado país, o él quien está convicto, confeso y fue piadosamente sobreseído por amnistía, y que se nos ha mostrado tal cual es, un aspirante a dictador?

El país camina sobre una filosa navaja antidemocrática colocada abajo de una cuerda floja en un hondo, oscuro y repugnante abismo totalitario, pero el amnistiado de Yare también camina como si fuera un tambaleante equilibrista sin luz sobre la misma cuerda floja, él desea empujarnos sin pausa, cree que podrá permanecer indefinidamente balanceándose sin caerse nunca, pero es posible que el pueblo venezolano le corte la cuerda cuando comprenda, y se convenza que está siendo engañado, no me empujen que ya voy…

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Quiere decir, que el pueblo lo montó en la cuerda, y le entregó la garrocha para que caminara con equilibrio sobre la cuerda, pero nos agarró a palasos, como quien dice, confundió la garrocha con un garrote, y ahora nos ha caido a palo, nos amenaza con quitarnos a todos la cuerda... quiere decir que al tipo si le quitamos el palo o le cortamos la cuerda, no podría sostenerse más arriba dándonos palo... ¿Pero cómo hacemos para quitarle el palo ahora que lo usa sin compasión contra nosotros?...¿Será que le movemos la cuerda entre todos?...¡muy buen análisis!

Anónimo dijo...

Un excelente artículo.

¡Felicitaciones!

Pedro

Arcangel Vulcano dijo...

Pedro muchas gracias. Un gran saludo.