Los seres humanos vivimos sumergidos en el temor; nuestros propios miedos nos consumen, nos paralizan e inmovilizan. La lucha por el control del poder económico y político nos dividen y destruyen, peleamos por prevalecer unos sobre otros; el odio, el egoísmo, nuestras diferencias sociales, políticas, culturales, ideológicas y religiosas, nos dividen y nos conducen a la guerra y a la desolación, causándonos incertidumbre, ansiedad, angustia y estrés emocional, inestabilidad general.
Nuestros odios deforman nuestras vidas haciéndonos cada día más infelices. Consciente de esta lamentable realidad, observando como los seres humanos “modernos” pareciéramos doblegarnos ante el avance incontenible del odio que se impone como norma cotidiana, fue que decidimos sugerirles a nuestros congéneres estas humildes observaciones para intentar deslastrarnos de semejantes amenazas y negatividad, que nos perjudican en nuestra salud y enturbian nuestras almas, causando daño y haciéndonos cada día menos seres humanos, convirtiéndonos en seres infelices que deambulamos por el mundo haciéndonos mal.
“La venganza, el prejuicio, la animosidad, el rencor, el deseo de represalias son
todos de la familia de la malevolencia, envenenan la sangre y estropean la dicha de quienes ceden a tan siniestros sentimientos”.
Sólo puede gozar plena felicidad el que aprende a reemplazar sinceramente el odio por el amor, y puede repetir de todo corazón la petición que nuestro Señor Jesús nos enseñó a incluir en el Padre nuestro:
“Perdónanos nuestras deudas así como nosotros perdonamos a nuestros deudores.” He aquí un decálogo de sugerencias para combatir nuestras negativas actitudes personales y tratar de liberarnos del nocivo odio:
1. Recuerde claramente la naturaleza destructora del odio para la salud mental y física.
2. No recuerde siempre las palabras, personas, objetos y situaciones relacionadas con su odio.
3. No piense en abandonar su odio por la fuerza de la voluntad. No haría sino concentrar su atención en él.
4. Controle sus momentos específicos de odio y substitúyalos con pensamientos e imágenes agradables.
5. El odio es a menudo fruto de la ignorancia, y obscurece la visión. Procure ilustrarse acerca del objeto de su odio.
6. Si no puede hacer esto, ni acercarse siquiera al tema, evítelo como se evita un alimento al cual es alérgico.
7. Si el odio se debe a algún mal trato recibido, evite recordarlo.
8. Evite hablar a otros de su odio y evite sobre todo actuar de acuerdo con él.
9. Practique la tolerancia. No se puede esperar que todas las personas e ideas sean igualmente buenas. Todos no pueden tener solamente buenas cualidades. Pero no busquemos solamente las malas que tengan. Veamos también las buenas.
10. recuerde que la buena salud mental requiere que controlemos nuestros odios y resentimientos.
Nuestros odios deforman nuestras vidas haciéndonos cada día más infelices. Consciente de esta lamentable realidad, observando como los seres humanos “modernos” pareciéramos doblegarnos ante el avance incontenible del odio que se impone como norma cotidiana, fue que decidimos sugerirles a nuestros congéneres estas humildes observaciones para intentar deslastrarnos de semejantes amenazas y negatividad, que nos perjudican en nuestra salud y enturbian nuestras almas, causando daño y haciéndonos cada día menos seres humanos, convirtiéndonos en seres infelices que deambulamos por el mundo haciéndonos mal.
“La venganza, el prejuicio, la animosidad, el rencor, el deseo de represalias son
todos de la familia de la malevolencia, envenenan la sangre y estropean la dicha de quienes ceden a tan siniestros sentimientos”.
Sólo puede gozar plena felicidad el que aprende a reemplazar sinceramente el odio por el amor, y puede repetir de todo corazón la petición que nuestro Señor Jesús nos enseñó a incluir en el Padre nuestro:
“Perdónanos nuestras deudas así como nosotros perdonamos a nuestros deudores.” He aquí un decálogo de sugerencias para combatir nuestras negativas actitudes personales y tratar de liberarnos del nocivo odio:
1. Recuerde claramente la naturaleza destructora del odio para la salud mental y física.
2. No recuerde siempre las palabras, personas, objetos y situaciones relacionadas con su odio.
3. No piense en abandonar su odio por la fuerza de la voluntad. No haría sino concentrar su atención en él.
4. Controle sus momentos específicos de odio y substitúyalos con pensamientos e imágenes agradables.
5. El odio es a menudo fruto de la ignorancia, y obscurece la visión. Procure ilustrarse acerca del objeto de su odio.
6. Si no puede hacer esto, ni acercarse siquiera al tema, evítelo como se evita un alimento al cual es alérgico.
7. Si el odio se debe a algún mal trato recibido, evite recordarlo.
8. Evite hablar a otros de su odio y evite sobre todo actuar de acuerdo con él.
9. Practique la tolerancia. No se puede esperar que todas las personas e ideas sean igualmente buenas. Todos no pueden tener solamente buenas cualidades. Pero no busquemos solamente las malas que tengan. Veamos también las buenas.
10. recuerde que la buena salud mental requiere que controlemos nuestros odios y resentimientos.
3 comentarios:
Arcangel, ciertamente, sintonía total. Eso es bueno, y mientras más entremos en esta sintonía, mucho mejor.
Te recomiendo una película que se llama The Secret, no sé si viste What the Bleep do we know. Ambas son MUY buenas y todo el mundo debería verlas y aplicarlas. Viviríamos mucho mejor.
Es decir, volveríamos a vivir porque ahora estamos más bien como sobreviviendo. Se consiguen las dos en Amazon. Yo tengo The Secret original, podría quemarla quizás.
La pasaron dos o tres veces ya en el cine Humbolt. What the bleep la alquilan en Blockbuster. Si me entero de que la van a pasar de nuevo, te aviso.
Saludos y a sonreírle a todos se ha dicho.
Hola Arcángel
Si cada quién viera un poquito hacia adentro, otro gallo cantaría, es tan fácil proyectar..
aquello de "la paja en el ojo ajeno...."
No hay nada más peligroso que el SECTARISMO
Por cierto y aparte, te digo que cada comentario que me dejas es un poema y un cariño.
¿Por qué no intentas con la poesía de vez en cuando??
Uyyy mira que tarde y yo sin beberme la valeriana
Salud
mdtorres.¡A sonrreir! Gracias por tus recomendaciones.Un gran saludo.
Felina palayerísima de los rasgados ojos repotenciados, mirando para el cielo camuflando su hermoso entorno con sombrero de alas protectoras,¿para qué valeriana? ya no la necesitas, luego de ese extraordinario día sumergida en el saladísimo elemento H2O.Además, con ese colorido que reflejaste en tus excelentes fotografías, sobran las palabras.
¿Poesía? Admiro a los poetas, porque nos hacen tocar el cielo a través de su inspiración y su pluma.¿Intentarlo? Asusta la idea. Un gran abrazo.
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