Los resultados del 8 de
diciembre pueden analizarse desde diversos puntos de vista. El primero
es observar qué ha pasado en la historia electoral de Venezuela, en
comicios regionales o municipales, que se producen cerca de la elección
presidencial. La respuesta es una barrida de quien ganó el Ejecutivo y
muy poca participación. En las regionales del 2004 por ejemplo la
abstención llegó al 68%. Sin embargo, en las elecciones que acaban de
transcurrir, el Gobierno no pudo pasar la aplanadora y encontró un
liderazgo democrático y un pueblo de pie.
La oposición siguió mostrando sus fuerzas, en muchas de las grandes ciudades, donde están los mayores centros poblados, la ciudadanía más informada y menos dependiente del estado. Son triunfos memorables los obtenidos en la Alcaldía Mayor, Maracaibo, Valencia, Barquisimeto, San Cristóbal, Mérida, Maturín, Porlamar y hasta en Barinas, capital del estado natal de Chávez, en el día de la lealtad decretado. Igualmente, victorias apabullantes como las de Ramón Muchacho en Chacao y Gerardo Blyde en Baruta, quienes obtuvieron 85% y 80% del total electoral. En el Táchira la Unidad conquistó 17 alcaldías y el PSUV no superó la docena.
El Gobierno en votos totales, junto a sus aliados obtuvo el 49,24% de quienes participaron. Mientras que sí a la MUD que obtuvo el 42,72%, se le suman el 8,03% de los grupos electorales no alineados con el régimen, hay una mayoría absoluta del 50,75% de votos contra el PSUV. Si además contamos a los abstencionistas que fueron 41%, el Ejecutivo aparece en franca minoría.
Hay muchas formas de leer los resultados. Quizá el Gobierno se salvó de perder todavía en peores circunstancias, por las medidas demagógicas, de última hora contra comerciantes y empresarios. Pero Maduro que no se engañe. Pronto se le revertirán las políticas estatistas, que ahuyentan las inversiones y acaban con la confianza, que es el factor fundamental de la economía. El paquete chileno es el peor enemigo del régimen. Ante la inflación, la devaluación, la escasez y la inseguridad desbordadas o cambia de rumbo o quien sabe cómo amanece cualquier día Venezuela. El camino por el que va el Gobierno es insostenible. En el primer trimestre del 2014 estaremos frente a la encrucijada.
La oposición siguió mostrando sus fuerzas, en muchas de las grandes ciudades, donde están los mayores centros poblados, la ciudadanía más informada y menos dependiente del estado. Son triunfos memorables los obtenidos en la Alcaldía Mayor, Maracaibo, Valencia, Barquisimeto, San Cristóbal, Mérida, Maturín, Porlamar y hasta en Barinas, capital del estado natal de Chávez, en el día de la lealtad decretado. Igualmente, victorias apabullantes como las de Ramón Muchacho en Chacao y Gerardo Blyde en Baruta, quienes obtuvieron 85% y 80% del total electoral. En el Táchira la Unidad conquistó 17 alcaldías y el PSUV no superó la docena.
El Gobierno en votos totales, junto a sus aliados obtuvo el 49,24% de quienes participaron. Mientras que sí a la MUD que obtuvo el 42,72%, se le suman el 8,03% de los grupos electorales no alineados con el régimen, hay una mayoría absoluta del 50,75% de votos contra el PSUV. Si además contamos a los abstencionistas que fueron 41%, el Ejecutivo aparece en franca minoría.
Hay muchas formas de leer los resultados. Quizá el Gobierno se salvó de perder todavía en peores circunstancias, por las medidas demagógicas, de última hora contra comerciantes y empresarios. Pero Maduro que no se engañe. Pronto se le revertirán las políticas estatistas, que ahuyentan las inversiones y acaban con la confianza, que es el factor fundamental de la economía. El paquete chileno es el peor enemigo del régimen. Ante la inflación, la devaluación, la escasez y la inseguridad desbordadas o cambia de rumbo o quien sabe cómo amanece cualquier día Venezuela. El camino por el que va el Gobierno es insostenible. En el primer trimestre del 2014 estaremos frente a la encrucijada.
@OscarArnal
oscar.arnaln@gmail.com
Fuente: http://www.eluniversal.com/opinion/131212/divididos-hasta-los-tuetanos
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