lunes, junio 30, 2008

Desafíos electorales venezolanos


POR ARCANGEL VULCANO.


Hemos expresado en otra oportunidad, que en condiciones “normales” ganarle las elecciones regionales al Sr Chávez, a su partido y a sus candidatos a gobernadores y alcaldes, debería ser “más fácil que echarle un tiro al piso”; pero ya sabemos que las condiciones actuales no son nada normales.Ganarle las elecciones a Chávez “NO” es imposible, porque está demostrado que Chávez no es invencible, sino que ya ha sido derrotado varias veces, tal como se demostró el pasado dos de diciembre.

No evaluaremos el nivel de dificultad para derrotar a Chávez electoralmente; sino que a riesgo de parecer pragmáticos, expresaremos algunas sugerencias y recomendaciones al liderazgo de la densa oposición venezolana, en tal virtud, haremos algunas consideraciones que pensamos deberían realizarse, para intentar encarar con ciertas posibilidades de victoria el próximo proceso electoral (podrían ser consideradas al inversa por aspirantes oficialistas); especialmente tocaremos aspectos de carácter práctico, característicos propiamente del desenvolvimiento de las campañas electorales, de conformidad con nuestra modesta experiencia en tan peculiares eventos.

El proceso electoral del próximo 23 de noviembre no será desde luego, ni remotamente idéntico al vivido por los venezolanos el pasado dos de diciembre. Lo que ocurrirá entonces es impredecible, porque como se sabe, en la dificilísima actividad y ciencia política “uno más uno no es igual a dos”.

Preguntémonos ¿Qué debería hacer la oposición venezolana para intentar vencer en las elecciones regionales al Sr Chávez y su partido? Pensamos que lo primero que debería hacer el liderazgo de la oposición venezolana, para intentar ganarle al oficialismo en las elecciones regionales, es comprender claramente el alcance e importancia del inmenso desafío al cual se enfrenta hoy (algunos no lo tienen claro aún). Jamás deberían ni por asomo subestimar a su poderoso adversario, por lo que deberían estar a todo evento conscientes de que compiten con un adversario formidable, dispuesto a “venir con todo” –“vamos con todo” ha confesado- para imponerse.

La oposición por eso debe asumir, que no compite en condiciones “normales”, ni siquiera semejantes a las anteriores, porque Chávez, junto a partidarios y sus candidatos, se estarán jugando esta vez la estabilidad, continuidad de la revolución bolivariana; pero también la permanencia en el poder de su caudillo; y como lo han confesado, por eso vendrán “con todo”, lo cual debe leerse literalmente sin medias tintas. Venir con todo en política, significa “con todo el poder que se tiene”; interprétese con toda su abusiva capacidad discrecional de disposición de los multimillonarios recursos del estado, de toda índole, incluyendo el uso arbitrario de todos los bienes de la nación, mediante el descarado peculado de uso que ejercen delictivamente desde el gobierno sin escrúpulos, sin límites, ni restricciones, sin medidas. Lo cual se dice fácil, pero hay que ver la descomunal y brutal ventaja que significa para unos aspirantes a Gobernadores y alcaldes del partido de gobierno, que puedan usar sin límites, ni restricciones y sin castigos en su provecho político, toda la descomunal logística estatal, que incluye, dinero a manos llenas, infraestructura, bienes muebles e inmuebles en general, vehículos de transporte, aéreo, terrestre y marítimo (distintas aeronaves, aviones de pasajeros, de carga, militares, helicópteros, autobuses, busetas, camiones, camionetas y automóviles, embarcaciones de gran y pequeño calado, buques, fragatas, lanchas etc); se trata de un ejercito disponible muy bien dotado, al cual habrá que vencer, sin igualar ni remotamente sus portentosos recursos.

A la vista de toda la sociedad venezolana, Chávez emplea en las diferentes actividades proselitistas y políticas que despliega como Jefe del Gobierno, ejerciendo paralelamente el cargo de Presidente de su partido PSUV, realizando inmoral y delictivamente, la grosera y cínica promoción de todas las gestiones proselitistas de su partido, ejecutando una constante, brutal e interminable campaña publicitaria y propagandística de su gestión política de gobierno, y de su proyecto político excluyente, en detrimento de los derechos del resto de las organizaciones políticas que integran el amplio espectro plural que forman parte de la variopinta y diversa sociedad venezolana, colocadas en abierta desventaja comparadas con su partido. Sin embargo, se pueden tener todas esas descaradas ventajas, y aún perder como perdieron el 2 de diciembre, porque el gobierno, sin duda experimenta un notable desgaste y desprestigio, habrá que sacar provecho de eso.

Está a la vista ante el mundo y todos los venezolanos, que Chávez, con el visto bueno del servil CNE, con la complicidad, anuencia y complacencia del resto de los poderes públicos obligados según La Constitución Nacional y las leyes a supervisarlo, fiscalizarlo, restringirlo, impedírselo, denunciarlo, enjuiciarlo y castigarlo; no obstante realiza la más desproporcionada campaña de propaganda de su gobierno, con recursos multimillonarios económicos propiedad del estado y de todos los venezolanos, y ejecuta sus planes políticos cínicamente instalado convenientemente desde lugares públicos pertenecientes a todos los venezolanos, pero que disfruta exclusivamente, manteniéndoselos vetados al resto de la sociedad.Es cínica, grosera, ilegal y delictiva la actitud de Chávez, porque las distintas actividades proselitistas y propagandísticas que realiza a través de todos los medios de comunicación, televisivos, radiales e impresos que son propiedad del estado, le otorgan una desigual e impropia ventaja sobre sus oponentes democráticos.

Chávez inescrupulosamente dispone a su libre albedrío de teatros, estadios, avenidas, plazas públicas, hipódromos, cosos deportivos, domos, canchas, locales y cuanto sitio e instalación requiera a discreción (El teatro Teresa Carreño, el teatro Municipal, el Poliedro de Caracas, el Domo bolivariano, etc).Chávez se encadena abusivamente por todos los medios de comunicación del país, para promover sus causas políticas, cuando le da la gana, y el CNE y el Contralor que inhabilita políticamente a sus adversarios ilegalmente están sometidos a sus designios, parecieran responder bien gracias. Lo hace impunemente a la vista de todo el mundo; pero olvida que el pueblo está sopesando sus abusos, calibrando su peculado de uso, sufriendo con gran impotencia e indignación sus excesos e imposiciones, eso hay que saberlo usar en su contra -hay muchas maneras- hay que desnudarlo junto a sus candidatos, asociarlos, como lo que son, unos abusivos arbitrarios que cometen juntos sin medidas ni escrúpulos peculado de uso, con el visto bueno del CNE y el servil Contralor General de la República, en provecho de su parcialidad política.

Hay que denunciarlos ante la opinión pública nacional e internacional hasta la saciedad, a ambos, al displicente e indiferente CNE y al obediente parcializado Contralor.Al Contralor General de la República debemos por cierto formularle algunas preguntas: ¿Si su pretexto para ejecutar inhabilitaciones políticas es luchar contra la corrupción administrativa, por qué no inicia una investigación transparente sobre las arbitrarías multimillonarias donaciones en dólares que ha realizado públicamente el Sr Chávez a países como Bolivia, Nicaragua y Cuba, o tal vez sobre los cuantiosos fondos de las reservas internacionales del Banco Central que le fueron entregadas al gobierno; no es eso acaso una irregularidad administrativa; por qué no inhabilita al Sr Chávez?. ¿Por qué no inicia una investigación sobre el flagrante y confeso peculado de uso que flagrantemente comete a cada instante el Sr Chávez, y sus candidatos a gobernadores, al emplear a su libre arbitrio los recursos y bienes del estado para realizar campañas publicitarias en provecho ilegal e inmoral de su parcialidad política? Sospechamos que no responderá la verdad, pero además, ya conocemos sus razones (¿servilismo tal vez?); afortunadamente presentimos que el pueblo venezolano conoce por intuición las respuestas verdaderas. Que recuerde el Contralor que "la salsa que es buena para el pavo es buena para la pava”.

La oposición debe tener muy clara la idea de que para Chávez este proceso electoral será una cuestión de vida o muerte, no se trata de una competencia más, sino de la supervivencia del mal llamado proceso seudo revolucionario, que según todas las encuestas de prestigio, se encuentra en serio riesgo de ser derrotado y enviado al estercolero de la historia por la mayoría del pueblo venezolano.

El liderazgo auténtico de los distintos factores de la oposición venezolana, frente a esta abrumadora realidad, no debería distraerse un segundo en disputas estériles y subalternas, ni perder tiempo valioso en ventilar situaciones insignificantes comparadas con el grave riesgo y las terribles amenazas a que se enfrenta toda la nación.

Debe privilegiarse lo esencial y darle prioridad absoluta al interés vital del país.Deben tener plena conciencia de que está en juego el destino de nuestro sistema democrático, el orden democrático, que están en riesgo el estado de derecho, las libertades y derechos consagrados en nuestra Constitución, en virtud de las confesas intenciones totalitarias del régimen. No puede haber otra prioridad que la defensa de esos principios y la urgente atención de todos unidos para enfrentar exitosamente esas amenazas; por lo que se requiere que los principales dirigentes opositores con reales condiciones de liderazgo colectivo, entiendan de una vez y sin pretextos, que Venezuela necesita que asuman con grandeza de espíritu, la infinita responsabilidad de unir a la nación en torno a un proyecto político alternativo al decadente totalitarismo, que constituya una esperanza de cambio posible.

Es vital para alcanzar tales objetivos, conducirse con gran amplitud y deponer actitudes egoístas, diferir mezquindades y estúpidas apetencias, para que prevalezca la unidad de propósitos, más que la unidad en torno a candidaturas con real opción ganadora.Es importante desde luego, poder lograr la unidad a la hora de presentar las candidaturas, pero más aún lo es, que los candidatos sean excelentes y auténticamente representativos de esos supremos ideales, quienes las regiones y comunidades consideren con mejores credenciales personales para presentarse ante los electores con dignidad y con reales posibilidades de ganar las elecciones.

Es preciso, que la oposición asimile la pesada realidad, que indica que una cosa fue el proceso electoral del referéndum revocatorio del pasado 2 D, y otro asunto muy distinto es el proceso electoral para elegir gobernadores y alcaldes. Que no se confundan jamás ambos eventos, porque no son asimilables, ni pueden fusionarse, son enteramente de naturaleza y propósitos diferentes.Se requiere comprender, que el 2 D, aunque sirvió para derrotar la propuesta de reforma constitucional de Chávez y su proyecto socialista, esa derrota no se puede endosar automáticamente a los gobernadores y alcaldes oficialistas. No hay que olvidar que muchos de ellos, tuvieron una actitud muy discreta en las elecciones que desaprobaron la propuesta de reforma constitucional. Algunos gobernadores tuvieron una actitud de brazos caídos, no participaron de la campaña; otros se hicieron los desentendidos, incluso varios llegaron a trabajar tras bastidores para derrotar las pretensiones de reelección. Ahora la situación es diferente y estarán en juego sus liderazgos locales, por eso no hay que dudar en que defenderán sus feudos. Es por lo que sería un gravísimo error de cálculo político de la oposición, considerar que se puede calcar íntegramente el mismo escenario producido el 2D.

Por otro lado la oposición desventajosamente, adolece de grandes carencias, y debe sin pretexto corregirlas todas oportunamente. Varios de sus partidos están prácticamente desmantelados,debilitados, muchos de sus militantes desempleados; estar en la oposición tanto tiempo se asemeja a atravesar un desierto sin cantimplora; mientras que, los militantes del oficialismo están bien dotados de recursos y adecuada logística y disponen de dinero sin límites, por eso se ven aparentemente eufóricos, festivos, sonrientes, pero visiblemente preocupados porque sienten el rechazo silente del pueblo; pero se consuelan porque andan ufanados por pasadas victorias paseando en sus lujosas camionetas, con sus poderosos equipos de sonido perifoneando a todo volumen, pregonando las supuestas bondades de la revolución por todas partes frente a la miseria y necesidades del pueblo agobiado por el hambre, las calamidades y sus problemas jamás resueltos por el ostentoso y mentiroso régimen; pero eso surte un efecto muy nocivo, que se suele devolver como un bumerang; pero no evita el también desmoralizante fenómeno que sufren algunos de los cuadros de la oposición, que se encuentran desmotivados, en situación económica precaria, padeciendo carencias y distintas necesidades a quien nadie pareciera importarle resolver, están olvidados, y peor aún, andan realengos, sin la debida protección de los partidos opositores, sin la indispensable orientación y conducción política de un liderazgo carismático eficaz que los logre sacar de su menguado estado de natural apatía, sin entusiasmarse ni movilizarse por nada ni por nadie.La oposición sin pretextos, deberá al menos hacer pronto, vital contrapeso efectivo a esos fenómenos, si en verdad quiere ganar las elecciones.
El liderazgo no se mendiga el liderazgo se conquista, llegó la hora de hacerlo; líderes emergentes y conocidos hay suficientes esparcidos por todo el país, están a la vista, así que es su momento de conquistar la voluntad del pueblo, pero deben ir por él, no sentarse a esperarlo. Se dice fácil, pero es muy difícil, para lograr motivar al pueblo, hay que hacer política de la buena, por todas partes, en la calle, con la gente, no queda otra; hay que ir casa por casa, a conquistar corazón por corazón, persona a persona, cara a cara, lo demás es paja.

Es preciso realizar una campaña electoral con gran contenido, con mensajes claros, precisos, sin ambigüedades, debe ser una campaña envolvente,aglutinante, que sume voluntades no que reste,muy festiva, que acreciente el ánimo y devuelva la emoción y la esperanza de los venezolanos en general, de los partidarios de la oposición, pero también de los independientes, que incluya a los sectores disidentes desencantados del oficialismo, y que presente propuestas alternas que el electorado nacional encuentre creíbles, viables, posibles, esperanzadoras, que entusiasmen y motiven a apoyar los candidatos opositores; que los induzca a participar activamente saliendo de sus cómodas posiciones de ostracismo y abandonen la apatía, para que se integren efectiva y activamente a la campaña electoral, que los mueva a votar y a defender su voluntad.
Para logar alcanzar tales fines, es indispensable salirse ya del esquema de polarización; hay que dejar de centralizar los mensajes únicamente en el ataque a Chávez, e iniciar una efectiva campaña contra el asfixiante centralismo, dirigida hacia la defensa de la descentralización, la autonomía, la regionalización. Centrarse a su vez, en plantear y discutir como temas de campaña los principales problemas comunales, locales, específicos que padecen las comunidades. De tal manera que, deberían privilegiarse como temas de campaña los denominados problemas cotidianos de las distintas comunidades regionales y municipales.


Es preciso centrar la campaña en temas como la inseguridad personal; el gravísimo incremento de los asesinatos por el hampa desatada; la ausencia de políticas suficientes de prevención y control delictivo; la falta de dotación en los distintos centros de salud; igualmente, temas como el de las carencias en los centros de educación pública; la falta de vivienda; el deterioro de los servicios públicos; la inflación; el desempleo; el alto costo de la vida; la escasez; el desabastecimiento;la crisis económica en general (ejemplos como, los apagones eléctricos, interrupción o carencia del servicio de agua potable, la acumulación de basura por el pésimo servicio de aseo urbano, la carencia de vigilancia policial, la proliferación de enfermedades endémicas, la contaminación ambiental,etc); plantear las promesas incumplidas de los gobernadores y alcaldes, etc, pero presentando respuestas, propuestas y soluciones reales, no basta la denuncia pueril y vacía, porque la gente se cansó de diagnósticos. Se requieren ofertas concretas y creíbles, no promesas infundadas electoreras, no hay que ofrecer nada que no sea posible cumplirle al pueblo.
La oposición no debe cometer el error de centrar únicamente su campaña electoral en la figura de Chávez (también hay que cuestionarlo y culparlo de la crisis), no debe dejar encasillarse en la difusión constante de la imagen del Sr Chávez, porque las elecciones no son para elegir presidente de la república, sino para escoger gobernadores y alcaldes, pero hay que asociar al jefe del gobierno central con sus candidatos endosándoles sus fracasos.
Hay que hacer críticas fundadas con pruebas, precisamente cuestionando la negativa gestión de los gobernadores que aspiran su reelección, e identificar a los candidatos del PSUV como los del fracasado continuismo exponiéndole al electorado lo que se necesita hacer para cambiar eficazmente las desventajas.

La oposición, debe organizarse eficazmente políticamente, prepararse suficientemente para encarar vigorosamente el proceso electoral, atenuando sus falencias, el proceso electoral propiamente, antes, durante, y después de las votaciones. Debe asumir, que la campaña publicitaria en los medios es importante, pero más lo es la calidad y la contundencia del mensaje, aunque nunca es suficiente; por tal motivo, debe organizar, entrenar y adiestrar apropiadamente a sus distintos activistas, militantes, simpatizantes y testigos de mesa, de forma políticamente profesional, para hacer la campaña, vigilar, controlar el proceso y así lograr cuidar eficazmente los votos en las mesas y asegurarse un diáfano resultado, minimizar e impedir cualquier posibilidad de fraude, y de producirse estar preparada y dispuesta a revertirlo.


Para lograr tales fines, la oposición puede y debe también saber recaudar, reunir, aglutinar, y distribuir óptimamente caudalosos recursos económicos y logísticos para apertrechar, dotar suficientemente, adecuadamente y oportunamente a sus dirigentes, activistas, militantes y simpatizantes durante toda la campaña electoral, y especialmente, el día de las elecciones en que se requerirán, sin escatimar en gastos, porque el adversario los tiene a manos llenas, por lo que no puede darse el lujo de ir en desventaja a la hora de necesitar disponer de la logística para ejecutar y facilitar su masiva movilización y transporte de sus potenciales electores. No deberían haber entonces pretextos, ni excusas, ni justificaciones, ni lamentaciones, a la hora de encarar con óptimas posibilidades el día de las elecciones regionales. Y que después no se digan frases tan impotentes como estas: “Así cualquiera gana, perdimos porque ellos tenían más recursos, compraron conciencias”-los mismos pretextos de siempre- Que el gobierno tiene dinero de sobra para gastar y botar, es verdad, pero eso deberá siempre estar dentro de los cálculos, eso es válido, es una realidad, el gobierno los tiene y punto, hay que saber y poder contrarrestarlo teniéndolos también y punto. De tal manera que, o se reúnen los suficientes recursos de toda índole, se prevén los gastos necesarios con antelación suficiente, o la oposición irá a la contienda electoral en minusvalía frente al poderosísimo taimado e inescrupuloso adversario.
De por si, lograr todo lo anteriormente ya sería muy importante para que la oposición se presentara a la contienda electoral con real opción y posibilidades ciertas de obtener éxito frente a un inescrupuloso rival que juega con ventajas y las cartas marcadas; sin embargo, con todo y eso, existen como en cualquier actividad humana otros elementos como el azar y el subjetivo, como en cualquier competencia; además esto es una disputa febril por logar poder por lo que es muy aspera, y el otro equipo también juega, trabaja, realiza sus lógicas actividades; no debe esperarse ganar por errores del contrario sino por méritos propios.
Jamás deberá esperarse que los electores salgan espontáneamente a votar, hay que identificarlos, ubicarlos, visitarlos, convencerlos a participar y a votar, motivarlos, empujarlos, casi que llevarlos de la mano, buscarlos, esperarlos, transportarlos, como dicen popularmente hablando, a la gente hay que “carretearla” al centro electoral para que vote, hacer lo que solían denominar, operaciones arrastre, galope, mosca etc.

Hace falta tener listo y disponible el transporte masivo, hay que tenerlo a tiempo, porque al régimen le sobra) .Hay también que saber plantear y hacer los contrastes ante el pueblo, con apoyo de la campaña bien diseñada y ejecutada. Está demostrado que la mayoría de la gente no vota porque alguien sea de izquierda o de derecha, sino porque el candidato le gusta, porque lo visitó en su casa, lo escuchó hablando en un discurso que le agradó, porque lo ayudó a resolver algún problema, o tal vez le facilitó los medios para superarse, porque lo encuentra dinámico, porque su imagen es el de alguien que le ayuda, por lo general los electores normalmente votan por el candidato con quien se identifican íntimamente, por sus acciones directas, porque ellas surten un efecto directo en su vida, en la de su entorno, en el de los demás. Los candidatos deben gustar (ese es el trabajo político que hay que hacer), y esa es la tarea del indio; allí está contenido el elemento subjetivo humano. Cualquiera puede desear ser un político exitoso, tener dinero suficiente para encarar los gastos de su campaña, disponer de logística adecuada,preparación intelectual, capacidad gerencial, en fin, tener y disponer de todo en lo que se refiere a lo físico, espiritual e intelectual ("vamos con todo"), pero si el aspirante no le llega en el alma a su electorado, ni lo convence para que vote, ni le facilita los medios para que lo haga con seguridad, si no logra conmover, persuadir, llegar a gustarle a la gente, y encima ayudarlos desinteresadamente -sin esperar nada a cambio, sólo por ser útil- si no sabe ni puede resolver los problemas de sus electores, no tendrá real opción de ganar jamás unas elecciones, y que conste que no es únicamente un problema de marketing político, ni se trata solamente de lucir muy agraciado, simpático o risueño en afiches, ¡no!, no se trata de mostrarse fingidamente muy atractivo, sino de llegarle auténticamente muy hondo en el sentir de los integrantes de las comunidades, trabajando sinceramente por ellas y solucionando eficazmente sus problemas; si no lo comprenden y lo hacen así, mejor dedíquense a otra cosa, porque llegarán detrás de la ambulancia cuando postulen sus nombres para un cargo de elección popular, sin importar que sean de izquierda, de centro o de derecha, oficialista u opositor.


En el próximo evento electoral para elegir gobernadores y alcaldes, los venezolanos no deberíamos permitirle a ninguno de los competidores, que lo conviertan irresponsablemente en una disputa irracional por el poder. Para tal fin, es preciso que todos los equipos políticos que compiten democráticamente en las próximas elecciones regionales, exijan a las autoridades que estén a la altura del alto nivel de la difícil contienda, so pena de demandárselo ante la justicia; que sepan que deberán pagar las consecuencias si incurren en manejos irregulares deliberados.

A los integrantes del (CNE) hay exigirles hasta la saciedad que deben ser absolutamente imparciales, y actuar apegados a las leyes que rigen el juego democrático, y que decidan con equidad, justicia y total transparencia. Advertirles, que jamás olviden que el pueblo venezolano está fijamente observándoles, muy sigilosamente, que les estarán viendo con lupa sus decisiones. Pero, si no cumplieran con su deber, que también sepan que algún día serán juzgados, ateniéndose a las consecuencias por su acción u omisión.

A los competidores hay que exigirles, que compitan por el liderazgo regional y municipal con absoluta limpieza y civismo, apegados siempre a las normas democráticas, sin proferirse mutuamente ofensas innecesarias, sin hacer trampas, asumiendo el compromiso previo de aceptar y acatar el resultado electoral expresado por el soberano pueblo venezolano en las urnas. Que realicen su trabajo con gallardía y que muestren su calidad.
Al electorado venezolano en general hay que insistirle de la suprema importancia de que cívicamente, democráticamente, civilizadamente, serenamente, participe activamente en el evento democrático, prestigiándolo, legitimándolo, concurriendo y ejerciendo su derecho a elegir civilizadamente a sus gobernadores y alcaldes. Que voten masivamente apoyando a sus candidatos preferidos, manteniendo siempre una actitud respetuosa del rival, ocupando su valioso e indispensable rol de aupar, alentar y disfrutar de la maravillosa competencia democrática, para al final, defender, cuidar y aceptar el resultado cívicamente cualquiera que este sea.
Todo eso, para que siempre podamos disfrutar juntos de vivir en democracia, regidos por la Constitución nacional, las leyes y el estado de derecho, que en definitiva se traduce en poder tener la posibilidad de convivir todos en paz, como hermanos, trabajando unidos por las causas del progreso colectivo, ejerciendo la libre decisión de escoger a qué partido o dirigente apoyar para que nos gobierne; pero dirimiendo nuestras naturales diferencias pacíficamente, democráticamente, electoralmente, constitucionalmente, como ocurre en el duro fragor de la cotidiana e indispensable lucha política.
Lo ideal sería, que luego de la dura competencia política nadie saliera innecesariamente perjudicado sino beneficiado, porque independientemente de que nuestra parcialidad política preferida gane o pierda, podamos regresar a casa tras el deber cumplido, disfrutando la victoria o resignándonos a la derrota, pero siempre con las convicciones y nuestros derechos civiles intactos, con hondos deseos de continuar asumiendo todos juntos como pueblo, integrado por hermanos conciudadanos, nuestras normales responsabilidades ciudadanas, para seguir siempre encarando juntos nuestras obligaciones comunes como colectivo, no sólo porque vivimos en un mismo país, sino porque padecemos también unidos idénticas necesidades y problemas.Es por lo que podemos y debemos trabajar desde distintas posiciones políticas por el bienestar general del país, a pesar de la contienda febril, en la que por distintas circunstancias debemos encarar con auténtica dignidad y lealtad por los sagrados principios que nos inspiran como nación.Estos son los grandes desafíos electorales venezolanos, tanto de opositores como oficialistas.Debemos asumirlos sin temores.No hay individuo capaz de vencer a todo un pueblo conciente, sometiéndolo eternamente a sus caprichos y ambiciones; podemos y debemos conquistar juntos un mejor porvenir para todos a pesar de lo que desea un aspirante a caudillo, preservando la democracia a pesar de nuestras naturales diferencias.

3 comentarios:

dull dijo...

Estoy muy honrado y agradecido con la distinci{on que haces a mi blog al premiarlo por doble partida, viniendo de ti es un estimulo y un gusto.
muchas gracias!
Un abrazo

Arcangel Vulcano dijo...

Dull,seguimos siempre tu blog con gran interés, no pares de trabajar.

Un abrazo.

Arcangel Vulcano dijo...

Dull,seguimos siempre tu blog con gran interés, no pares de trabajar.

Un abrazo.