viernes, junio 27, 2008

Inhabilitaciones, táctica de una confabulación política en Venezuela


POR: ARCANGEL VULCANO.

En Venezuela se está actualmente produciendo una gravísima confabulación política de todos los poderes públicos del estado, comandada, desarrollada fría y calculadamente por el jefe sectario del gobierno con evidentes signos autocráticos, empleando estrategias y tácticas destructivas de la democracia, violatorias de la Constitución Nacional y las leyes de la República, pero también violatorias de las más elementales reglas de la libre competencia democrática civilizada, que supone que existan garantías para competir por el liderazgo político en igualdad de condiciones, con todas las indispensables garantías democráticas institucionales, frente al poderoso aparato del estado en manos de un caudillo inescrupuloso y sus serviles aventajados cómplices.

En Venezuela ya es vos populi, que todos los poderes públicos que integran el estado, como lo son La Asamblea Nacional, El Tribunal Supremo de Justicia, La Contraloría General de la República, El Consejo Nacional Electoral, La Fiscalía General de la República y la Defensoría del Pueblo están secuestrados, intervenidos y bajo las órdenes políticas impartidas desde el Poder Ejecutivo, comandado por un caudillo político antidemocrático, con vocación totalitaria como Chávez; quien inescrupulosamente, inmoralmente , desvergonzadamente mantiene a su libre arbitrio el dominio y control de estas instituciones, mediante su abusiva extralimitación en el ejercicio de su cargo, a través de su nefasta influencia política, para someterlos a sus designios e instrucciones.

Está hoy en la palestra pública nacional explayado jurídicamente suficientemente el tema de las inhabilitaciones políticas. No haremos esta vez especificaciones técnicas jurídicas sobre el asunto, ya lo han hecho con proverbial claridad y brillantez la mayoría de los más notables juristas constitucionalistas venezolanos, por lo que damos por reproducidas sus argumentaciones incontrovertibles, que sostienen simplemente que las inhabilitaciones políticas realizadas hasta ahora por el Contralor General de La República son inconstitucionales, ilegales, improcedentes y están viciadas de nulidad absoluta, por lo que deberían considerarse como si no existieran, y en tal virtud deberían ser desestimadas por el CNE y punto, sin más discusiones estériles.

El foco de la cuestión hoy debería necesariamente ser otro, y nuestras reflexiones pretenden modestamente contribuir a orientar a quienes desde la oposición pudieran encontrarse confundidos, sobre las posibles verdaderas motivaciones del gobierno abusivo de Chávez, al intentar aplicar las inhabilitaciones políticas a sus adversarios.

La hipótesis que cobra mayor fuerza, es que Chávez mediante una confabulación política integrada por los poderes públicos que comanda, persigue varios objetivos políticos. Para lograrlos ha desarrollado una muy bien pensada acuciosa y planificada estrategia electoral, que supone la aplicación de varias tácticas políticas para intentar encarar con éxito el gran desafío que lo acogota de las próximas elecciones regionales, en donde estarían en riesgo y en juego la estabilidad, continuidad y el futuro de su proyecto político personalista excluyente seudo revolucionario, y hasta su permanencia en el ejercicio del poder.

Así pues, es indispensable para comprender el fondo de la estrategia y las tácticas oficialistas, identificar y comprender claramente cuales son sus objetivos políticos. Indudablemente que son varios los objetivos que pretende lograr Chávez aplicando la táctica de ejecutar el plan de las inhabilitaciones políticas.

El primer gran objetivo en apariencia estaría a la vista, posiblemente para engañar a los más ingenuos e incautos, quiere hacer creer hasta el final, que pretende sacar del juego político electoral a sus adversarios políticos con mayor opción electoral, con gran posibilidad de derrotar a sus candidatos a alcaldes y gobernadores, como por ejemplo, los casos más emblemáticos en el país como los de Enrique Mendoza en el estado Miranda, Leopoldo López en Caracas, Barreto Sira en Anzoátegui, William Méndez en el estado Táchira -por nombrar algunos- ; pero deshoja la margarita, estudiando las encuestas junto a sus asesores, midiendo el probable altísimo costo y riesgo político que debería asumir en caso de decidir mantener las inhabilitaciones hasta el final o en caso contrario ordenar levantar el veto para permitirles a sus oponentes competir electoralmente.

Chávez varias veces se ha replegado tácticamente (Ejemplos, la ley sapo, el currículo educativo bolivariano, el aumento de las tarifas del transporte,el aparente cambio frente a las FARC y Colombia, etc), contrario a lo que algunos ingenuos piensan, no lo ha hecho por recular o retroceder, ni por miedo, sino porque las circunstancias electorales se lo han impuesto, necesitaba tácticamente replegarse y simplemente lo asume y punto. Es posible que en el caso de las inhabilitaciones políticas también requiera tácticamente replegarse, si siente de nuevo la presión popular y se lo aconsejan las encuestas, o tal vez porque intuya que el efecto de las inhabilitaciones podría ser el de convertírsele en un bumerang, tal y como le ocurrió con el emblemático caso de RCTV , con el que el país y el mundo se le vinieron encima, pagando cara su decisión de despojar al célebre canal de televisión de la señal libre, despojándolo de sus equipos y antenas transmisoras.

El riesgo y costo político que encararía Chávez de mantener inalterable la decisión política de ordenar a sus incondicionales filibusteros de los poderes públicos intervenidos, las inhabilitaciones son muy elevados, y sospechamos que esta vez el angustiado comandante no está decidido ni dispuesto a asumirlo, pero podría no ser así, y posiblemente sea tan alta su desesperación ante el inminente descalabro electoral que presiente y se le avecina, que probablemente esté sopesando la posibilidad de jugársela, buscando inhabilitar definitivamente a quienes considera posibles rivales directos, a los que le hacen sombra y ve como eventuales amenazas de mantener exitosamente su hegemonía sin rivales de peso, en sus demenciales planes de llevar adelante sus confesas ambiciones de perpetuarse en el poder.

Nuestra hipótesis es que Chávez ha ordenado llevar adelante la táctica de las inhabilitaciones pero persiguiendo varios objetivos políticos; unos variables, probables, regulables,sujetos a el repliegue, pero también unos inalterables, fijos, irreplegables. Un clarísimo objetivo político variable sería el de plantear las inhabilitaciones, pero esperando a ver que sucede, calibrando gradualmente las reacciones del electorado, midiendo su impacto y alcance; si determina que es viable, posible y conveniente decidirá llevarlo adelante hasta el final, de lo contrario, se replegará tácticamente de nuevo y ordenará a sus incondicionales levantar la medida y permitirles a los inhabilitados inscribirse en el CNE. Pero he aquí el objetivo inalterable, que habrá logrado invariablemente ocurra lo que ocurra, decida lo que decida, y es que habrá mantenido a la oposición ocupada en ese tema, durante el tiempo que él necesitaba para distraerla, desviándola de los temas que le son esenciales en la campaña electoral y haciéndola perder un tiempo valioso. Es decir, Chávez hábilmente, muy convenientemente –como siempre- ha obligado a la oposición y al país entero poniéndola a discutir sobre un falso dilema, a distraerse de los temas y problemas que son verdaderamente esenciales, de interés vital para la población, como por ejemplo problemas sin soluciones como el de la inseguridad ciudadana por el azote del hampa, los innumerables asesinatos impunes de miles de ciudadanos indefensos por las carencias y deficiencias policiales y de los organismos de seguridad del estado desbordados por la delincuencia, la flagrante corrupción administrativa de personeros del régimen, el de las relaciones delictivas con las guerrillas colombianas y con grupos insurrectos puestas al descubierto de la opinión pública mundial por los computadores de las FARC y Reyes, el escandaloso caso del maletín y los viajecitos en los aviones de PDVSA, es decir, distraer la atención de la infinidad de temas que Chávez quisiera borrar de la memoria de los electores que juzgarán su malísima gestión gubernamental el próximo 23 de noviembre en las elecciones regionales. Ese es su auténtico objetivo político, direccionar él los temas de la campaña, y para tal fin, usa las inhabilitaciones políticas como táctica, plantea un dilema, sabiendo por demás que es inconstitucional e ilegal, como lo sabía en el caso de la llamada ley Sapo, que leyó y promulgó para luego dejarla sin efecto derogándola, pero después de cumplir su objetivo de poner al país patas arriba discutiéndola, unos defendiéndola y otros cuestionándola.Ayer cuando vimos al colega Carlos Escarrá en la Asamblea Nacional defender a rabiar las inhabilitaciones y al diputado Ismael García cuestionándolas, nos recordó el episodio parecido, cuando en el mismo escenario el primero defendió la ley sapo para después guardar un raro silencio.

Con la táctica de las inhabilitaciones, mediante la evidente confabulación política de sus cómplices, Chávez también persigue cumplir otros objetivos secundarios pero no menos importantes por sus efectos, y son los siguientes:1) Mantener a la defensiva a la oposición mediante un ataque artero con apariencia legal, por una vía institucional, so pretexto de combatir la corrupción administrativa en su falaz lucha por adecentar el estado y limpiarlo de corruptos. Mientras actuando cínicamente con su doble moral, entapara los casos de corrupción de sus familiares en Barinas y los distintos sonados casos de los corruptos de su gobierno.
2) Mantener ocupadísima a toda la oposición discutiendo sobre el falso dilema ilegal, quienes en vez de realizar sus necesarias e indispensables habituales tareas de organización, proselitismo en época de campaña electoral, para intentar encarar debidamente preparados y con reales posibilidades de probable éxito el próximo proceso electoral, debe invertir suficiente esfuerzo colectivo, tiempo, recursos de toda índole, y desplegarse para defenderse de la imposibilidad de ver inhabilitados a sus mejores líderes. Mientras que el taimado Chávez, paralelamente invierte todos los multimillonarios recursos financieros y logísticos del poderoso aparato propagandístico, publicitario y comunicacional del estado del cual dispone para usarlo en su provecho político abusivamente, discrecionalmente, caprichosamente sin controles ni restricciones, para aceitar y dotar suficientemente a su maquinaria política y a su partido PSUV, preparando adecuadamente sus incondicionales mercenarias huestes fanatizadas e ideo logizadas, nutridas por obligados empleados públicos tarifados, para encarar con grosero ventajismo la próxima batalla electoral, en la que irá “con todo”, -como ha amenazado- es decir, que para él será a muerte porque se jugará a “Rosalinda”.
3) Intenta sin conseguirlo hasta ahora desmoralizar a la oposición y a gran parte de la población del país que lo detesta, para que sientan que todo está perdido y no hay nada por hacer frente a su supuesto invencible omnipotente liderazgo, porque el país lo enfrenta valientemente sin doblegarse ante sus abusos y arbitrariedades, y se le opone gallardamente e infranqueablemente a sus planes totalitarios y conculcadores de los derechos ciudadanos, luchando porfiadamente sin desfallecer por mantener la democracia y la libertad. (2D).
4) Trata también de desmovilizar a la oposición, persiguiendo encajonarla, entramparla en un aparente callejón sin salida; procurará distraerla de sus objetivos esenciales, para que al no movilizarse cesen las distintas múltiples manifestaciones, marchas y las protestas populares en general, todas las que se le vendrán encima antes de las elecciones, en razón de la creciente explosiva conflictividad social y crisis económica, porque la calle está en plena ebullición, la rabia contenida es muy grande y los problemas sin soluciones oportunas de los pésimos gobiernos regionales y locales desbordan a la población. Venezuela es una olla de presión a punto de estallar, por eso Chávez desesperadamente intenta regularle el calor, y así bajar la intensidad de esas presiones; su clarísimo objetivo es desmontar y desmovilizar las posibles protestas que lo amenazan desde todos los ángulos posibles. Para eso emplea varias tácticas, las inhabilitaciones apenas es una de ellas.
5) No menos importante es otro objetivo esencial, que también persigue el caudillo. Se trata de procurar dividir a los distintos partidos de la oposición, poniéndolos a competir entre ellos por las candidaturas que estaban sólidas como las de Leopoldo López. Mediante las inhabilitaciones Chávez ha logrado ya generar muchísima confusión en parte de las filas opositoras y en el país en general, esto le ha facilitado lograr hasta ahora parcialmente su apetecible objetivo divisionista, porque le ha permitido desencadenar una inconveniente lucha intestina en el seno de la oposición, al enfrentar a muchos dirigentes ansiosos por procurarse las candidaturas que dejarían eventualmente vacantes los líderes opositores inhabilitados.
6)Sembrar la confusión, el caos, transmitiéndoles pesimismo a las huestes opositoras, hostigando, persiguiendo y desestimulando a sus principales líderes dirigentes con auténtica ascendencia popular, haciéndolos lucir de antemano como derrotados e impotentes, amenazándolos, presionándolos psicológicamente con la futura prisión, ordenándole a sus títeres someterlos injustamente al escarnio y al desprecio público, desprestigiándolos, difamándolos, enjuriándolos, calumniándolos, proclamándolos como ladrones sin ni siquiera haber sido juzgados en un juicio justo, mientras los verdaderos delincuentes de cuello blanco están operando sin límites amparados por su corrupto gobierno cometiendo fechorías, haciendo de las suyas, negociando a la sonbra del poder,mediante inmorales testaferros, protegidos por la segura impunidad que les facilita el caudillo y sus adulantes poderes públicos intervenidos.

Las inhabilitaciones sin duda no son la única táctica que emplea Chávez para lograr ese objetivo en particular, sino que usa varias argucias, como por ejemplo auspiciar el lanzamiento de varias sospechosas candidaturas sin denso apoyo popular ni posibilidades reales; candidaturas alentadas y financiadas seguramente desde el mismo gobierno, para tratar de atomizar los sectores disidentes que pululan dentro de los propios y extraños, como también, para cumplir la máxima maquiavélica de dividir para reinar.

Chávez jugará su juego electoral con ventajas no lo duden, “cueste lo que cueste”, como tantas veces repite desaforado presa de su incontenible e inocultable odio, que lo desfiguran cada día más, y que lo transfiguran de ser un dirigente político democrático elegido en elecciones, transformándose en un ambicioso descomedido e inmoral caudillo sectario, que practica el degradante oficio de ser el jefe de una facción, una camarilla política incondicional a su personalista proyecto político, en desmedro de toda la nación que ve seriamente amenazada la estabilidad y la existencia misma de la República democrática, en virtud de esta confesa oscura y perversa confabulación política que padecemos en Venezuela, por la voluntad de un inescrupuloso aspirante a dictador, pero con la anuencia y lamentable complicidad de algunos integrantes líderes inmorales de los Poderes Públicos intervenidos, sumisos, obedientes y desvergonzadamente serviles a su inmoral e ilegal causa política.

Afortunadamente la democracia también dispone de mecanismo jurídicos de defensa frente a los excesos, atropellos y abusos que se cometen desde el poder; la democracia produce sus propios anticuerpos para combatir eficazmente los nocivos gérmenes del totalitarismo, la dictadura, el caudillismo, el servilismo, y la adulante servil complicidad de sus propulsores y sostenedores. Están seriamente amenazados porque dentro de los Poderes Públicos la gran mayoría están integrados por conciudadanos honestos que están a punto de reaccionar ante el oprobio.

En tal sentido, es útil recordarles a todos los funcionarios que integran los Poderes Públicos del estado, que estuvieran prestando su colaboración directa o indirecta, actuando por acción u omisión, para llevar adelante esta deplorable e injusta táctica de las inhabilitaciones políticas contra sus indefensos e impotentes conciudadanos, es prudente recordarles apenas tres artículos de la LEY CONTRA LA CORRUPCION Gaceta Oficial N° 5.637 Extraordinario de fecha 07 de abril de 2003 aprobada por la actual asamblea Nacional:

Artículo 13. Los funcionarios y empleados públicos están al servicio del Estado y no de parcialidad política o económica alguna. En consecuencia, no podrán destinar el uso de los bienes públicos o los recursos que integran el patrimonio público para favorecer a partidos o proyectos políticos, o a intereses económicos particulares.
Artículo 67. El funcionario público que abusando de sus funciones, ordene o ejecute en daño de alguna persona un acto arbitrario que no esté especialmente previsto como delito o falta por una disposición de la ley, será castigado con prisión de seis (6) meses a dos (2) años; y si obra por un interés privado, la pena se aumentará en una sexta (1/6) parte.
Artículo 68. El funcionario público que abusando de sus funciones, utilice su cargo para favorecer o perjudicar electoralmente a un candidato, grupo, partido o movimiento político, será sancionado con prisión de un (1) año a tres (3) años.

Estos preceptos jurídicos relucen radiantes como el sol; que después no se diga que no los conocían. Funcionarios públicos, recuerden siempre que “la ignorancia de la ley no es excusa de su cumplimiento” y que no podrán alegar jamás en su defensa, que estaban cumpliendo órdenes en el ejercicio de sus funciones, porque los Poderes Públicos por principio son autónomos, pero además, porque no deberían olvidar nunca tampoco, sus obligantes deberes ante el soberano pueblo venezolano, que a pesar de todo, espera que actúen con dignidad, apegados a la Constitución y las leyes, dictaminados únicamente por sus propias conciencias.

El país no les perdonaría jamás ser partes y cómplices por acción u omisión de una perversa confabulación política, que persigue cercenar los sagrados derechos ciudadanos destruyendo la democracia. El pueblo de Bolívar, sabría pacientemente esperar y actuar, para cobrárselos muy caro, sin importarle el tiempo que deba transcurrir para hacerlo, no lo duden. ¿Qué debe hacer la oposición junto al país democrático frente a esta injusta táctica de las inhabilitaciones políticas? Sencillamente, una vez identificados, determinados y conocidos sus auténticos objetivos y motivaciones, neutralizarlos y contrarrestarlos eficazmente con acciones democráticas,civilizadas, mediante estrategias y tácticas políticas adecuadas. El país democrático deberá saber encontrar la forma correcta y efectiva de encarar con éxito los serios desafíos y amenazas que lo acechan, para logar derrotar el proyecto político totalitario del caudillo y su camarilla sectaria; pero ese es otro tema, que tal vez abordaremos en otra ocasión.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy buen análisis amigo Arcámgel Vulcano. Identificar la estrategia y las tácticas del tirano es parte del trabajo que debe hacer la oposición. Creo que has dado en el blanco, no debería importar tanto el cadidato sino la auténtica unidad del país frente a las amenazas del régimen. Me sumo a la busqueda de estrategias apropiadas, mostrando lo que encontré por allí::

"Qué tal si la oposición fuera tan homogénea y cohesionada que fuera “IRRELEVANTE el nombre del candidato opositor, porque cualquiera de nuestro lado sería mejor que “el mejor” que Chávez pueda proponer? "

"Creo que la OPOSICION, en lugar de estar en pasguatadas llamando “cobardes” a Aristóbulo o a Diosdado (quienes me imagino se hacen pipí de la risa cuando oyen los lloriqueos) deberían ocuparse de “generar la matriz de opinión” que haga entender a esa mayoría hastiada de Chávez y su revolución que podemos recuperar el orden y la institucionalidad si operamos juntos y cohesionados".

No hay que caer en la ridiculez de estar “retando” las cualidades democráticas del Chavismo?

¿Acaso no tenemos suficientes pruebas de sus carencias?

…Al chavismo hay que “confrontarlo” y derrotarlo “por paliza o K.O”, no solo enfrentarlo… sin pedir clemencia, porque cuando la Democracia Institucional vuelva tampoco se le ofrecerá…

¿Vale?

Eso si… si le volvemos a echar el bulto a los Estudiantes, los políticos de oficio van a quedar para “manejar la ambulancia” …

Manuel Miranda dijo...

Saludos amigo
Con este van 2 temas que ha escrito sobre las inhabilitaciones.

Espero en esta semana hacer mis pronunciamientos sobre el particular, pues creo que un punto adicional que las hace inconstitucionales es que crean una situacion de PRIVILEGIO procesal de ex funcionarios con relacion al resto de la poblacion.