El Titanic Chávez navegando solo hacia su hundimiento en "el mar de la felicidad"

POR:ARCANGEL VULCANO.

Chávez pareciera asemejarse al emblemático trasatlántico, denominado tristemente como “El insumergile" mítico buque Titanic, porque a pesar de su aparente poderío, nos luce muy vulnerable, debilitado y experimentando un franco y delicado proceso de sucesivo y gradual irremediable hundimiento político, por causa de sus garrafales errores desde el ejercicio de su cargo presidencial, por su creciente desprestigio y su indetenible pérdida de respaldo popular, en virtud de que pareciera conducir y precipitar a Venezuela en una fatal y capricosa disyuntiva, autoritariamente, sin escuchar a nadie sensato, cual Capitán Edward John Smith, hacia un inevitable desastre económico, si no rectifica a tiempo el errado rumbo colectivista que ha señalado sin atender experimentadas alarmas y advertencias.

La historia cuenta que: “Cuando llegó el día en el que el Titanic debía zarpar desde el puerto de Southampton, el 10 de abril de 1912 la gente estaba tan emocionada que algunos decían que todo parecía un sueño” (http://es.wikipedia.org/wiki/Buque_RMS_Titanic)

“El barco era comandado por el veterano capitán Edward John Smith, el más experimentado y prestigioso de la White Star Line, quien previamente al viaje expresó que éste iba a ser su último mando antes de jubilarse, porque deseaba estar más tiempo con su esposa y su hija. Smith había comentado para una revista de la época: «No puedo concebir que algo pueda hundir a los barcos de hoy, la construcción moderna va mucho más allá que esto»”.

Igualmente Chávez porfiadamente mientras alaba sin cesar su proyecto político excluyente seudo revolucionario dizque socialista, en el fondo Castro comunista edulcorado disfrazado de bolivariano, acelera irresponsablemente la economía venezolana hacia un choque con un gigantesco iceberg, conduciendo obligado, y a empujones a un país con profunda vocación democrática -como sin duda lo es Venezuela- y a su población amante de la democracia y la libertad, hacia un trágico y fatal desenlace.

La gran mayoría de los más experimentados y notables economistas nacionales y extranjeros lo han advertido. En Venezuela existe una Constitución Nacional vigente que consagra plenos derechos y libertades económicas para que los venezolanos se dediquen libremente a la actividad económica de su preferencia, y el gobierno autocrático del Sr Chávez monopolizando el capital y la infraestructura industrial del país, está desarrollando un capitalismo de estado, apoderándose de casi todos los medios de producción estratégicos, asfixiando así a la empresa privada nacional, copando todos los espacios, frenando la producción nacional mediante restricciones, controles, hostigamientos, retaliaciones y persecuciones políticas selectivas, generando desconfianza en la economía nacional, por la carencia de reglas claras y la inseguridad jurídica, disminuyendo así las indispensables inversiones nacionales e internacionales, originando un creciente clima de crisis económica en general, que produce catastróficas consecuencias para todos, traducidas en mayor e incontrolable inflación, desaceleración de la economía, recesión, desabastecimiento, escasez, desempleo, hambre, miseria y caos.

La Constitución Nacional venezolana vigente (1999) ratificada por el soberano pueblo venezolano mediante referéndum popular el pasado dos de diciembre, no establece ni consagra el socialismo como sistema exclusivo, sino que consagra incontrovertiblemente el sistema democrático. Ni siquiera existe contenida en ningún artículo de la Constitución Nacional la palabra revolución. Lo que en realidad ha ocurrido es que hábilmente Chávez ha realizado así una sucesiva fraudulenta maniobra política, mediante grotescas y tendenciosas manipulaciones propagandísticas, imponiéndonos de hecho, con la anuencia y complicidad del resto de los poderes públicos, y una facción armada de militares incondicionales partidarios de su proyecto, y milicianos mercenarios extranjeros, intervenidos bajo su nefasta influencia, para imponernos por la fuerza y sus manejos electorales, una seudo revolución ilegal, inconstitucional e ilegítima, repitiéndonos incesantemente en sus discursos mediante su interminable campaña de propaganda comunista sus designios.

El régimen castro-chavista se ha empeñado torpemente y a contracorriente de la voluntad mayoritaria del glorioso soberano pueblo venezolano, expresada nítidamente en las urnas electorales, en guiar obligada a Venezuela hacia el desastre colectivista, so pretexto de que nos conduce “al mar de la felicidad cubana Castro-comunista”; pero seguramente el pueblo hará naufragar esos despropósitos cual Titanic.

Así que, el otrora popular, poderoso e invencible Titanic Chávez, caído en desgracia como consecuencia de sus ejecutorias como pésimo gobernante, ya desnudo ante su pueblo, desacatado por las voces disidentes más sensatas de algunos de sus antiguos incondicionales partidarios, quienes advirtieron a tiempo del rumbo equivocado del buque de la nación, como por ejemplo:Ramón Martínez, Didalco Bolívar, Ismael García, Rafael Simón Jiménez, Ricardo Gutiérrez, Raúl Baduel, María Isabel Rodríguez de Chávez, Leopoldo Puchi, Felipe Mújica, Domingo Alberto Rángel, entre otros. Chávez pareciera destinado como el tristemente célebre trasatlántico Titanic, a hundirse en las tétricas y heladas aguas del olvido, empantanado en el fondo más oscuro del estercolero de la historia, junto a su proyecto político obsoleto, decadente, periclitado, probadamente destructivo y catastrófico.

El Titanic Chávez va inexorablemente rumbo a su fatal hundimiento político sin remedio, por estrellarse contra un gigantesco témpano de friísimo hielo que es la voluntad inquebrantable del verdadero insumergible, que en realidad es el pueblo democrático venezolano que algún día le será indiferente como si fuera un hielo; a ese si es verdad que no podrá hundirlo ningún errático Capitán garfio.

Hagamos memoria de la tragedia del Titanic: “Poco antes de la medianoche (23:40) del 14 de abril, con una noche estrellada y un mar excepcionalmente tranquilo, los vigías dieron alarma de iceberg al frente, a 600 m de la proa. El primer oficial Murdoch, de guardia en ese momento tras la retirada del Capitán Smith a su camarote, intentó evitar la colisión, primero girando el timón (muy pequeño para la longitud del navío) todo a babor, seguidamente dando marcha atrás, lo cual fue fatal pues el timón perdió presión de virada. El barco en el último minuto logró evitar el choque frontal (con el que seguramente no se hubiera hundido y hubiera sido capaz de seguir navegando hasta su destino sin problemas). Finalmente el buque rozó el iceberg abriéndose las placas de estribor con 6 brechas diferentes que en total sumaban 5 compartimentos con agua. El Titanic quedó sentenciado”.

“00:00, la mala noticia. “El Capitán Smith, quien estaba en su camarote salió cuando ya el témpano estaba alejado y se informó de lo ocurrido. Hizo detener de inmediato el barco e hizo repasar por un carpintero todo el barco”.

“Cinco de sus compartimentos estancos delanteros de estribor se combaron hacia adentro, saltando los remaches e inundándose. Al principio el daño no pareció fatal, sin embargo su diseñador Thomas Andrews, después de repasar el barco con el carpintero Huchtkins, predijo lo increíble: el hundimiento del Titanic sería a más tardar entre dos a cuatro horas”.

“El capitán y la oficialidad quedaron helados y de una pieza, estupefactos, Smith intentando no difundir el pánico, instruyó a sus oficiales para el abandono del barco”.

“Smith impactado y en estado de shock, sabía por simple aritmética que muchos pasajeros morirían por el escaso número de botes. De ahí en adelante Smith, a pesar de su vasta experiencia, se mostró irrelevante con el correr del escaso tiempo, errático y ajeno a la situación y en su forma de actuar”.

Bastaría con sustituir el nombre del tristemente célebre Capitán Smith por el del Sr Chávez, para comprender que esa trágica y lamentable historia en algo se asemeja y pareciera repetirse metafóricamente en Venezuela, hagamos un ejercicio mental así: “Chávez… se mostró irrelevante con el correr del escaso tiempo, errático y ajeno a la situación y en su forma de actuar” (¿se les parece a algo?)

El escaso tiempo que el pueblo venezolano ha dictaminado darle al errático gobierno, para que por fin intente sin pretextos resolver sus principales problemas, no será suficiente para evitar el hundimiento político del Titanic Chávez si continúa con el rumbo equivocado, el pueblo le dijo categóricamente que deberá entregar el poder en el año 2013, pero cuidado y por culpa de su testarudez, sordera y ceguera, decide antes lanzarlo sin compasión por la borda arrojándolo a los tiburones, antes de hundirnos el buque de la economía nacional (casos sobrán); porque el pueblo venezolano se le volvió como un gran frío témpano de hielo, muy desconfiado, díscolo, rebelde, desobediente, indiferente, desapegado, desencantado y desilusionado, por causa de tantas promesas incumplidas, de repetitivos discursos mentirosos; el infranqueable témpano de hielo que es el pueblo de Venezuela, con el cual se estrelló el pasado dos de diciembre, por lo que si insistiera porfiadamente en estrellarse, el buque "Titanic Chávez" no sólo se hundirá sino que se fragmentará en pedazos. O corrige el rumbo probadamente errado a tiempo, o el choque será inminente y las consecuencias fatales para todos, aunque si insiste en estrellarnos, el pueblo no dudará en lanzarlo por la borda sin salvavidas, y en las frías, heladísimas aguas de la indiferencia colectiva, lo esperarará el gran tiburón blanco para engullirlo vivo.

Le deseamos mejor suerte, al menos que tenga una digna vía de escape en un bote salva vidas, para que navegue solo y seguro hacia su anhelado "mar de la felicidad" ; esa sería una historia que podríamos titular tal vez así: "El Titacnic Chávez navegando solo hacia su hundimiento en "el mar de la felicidad", el problema que tendrá, seguramente es que el Tiburón no lo deje llegar impunemente, sano y salvo a la orilla.