LA REVOLUCIÓN DE LAS TELECOMUNICACIONES

Desde hace largo tiempo se viene expandiendo una gigantesca red de telecomunicaciones por todo el mundo. A velocidad inverosímil extendió sus hilos en cada país, en innumerables ciudades, en millones de hogares, esparciéndose sin límites por todas partes, llegando a cada rincón del planeta, de Norte a Sur de Este a Oeste. El manejo de información, la posesión de datos se constituyó globalmente en un decisivo elemento estratégico. El nivel o parámetro internacional de un país, económico, político y militar, se determina cada vez más por el grado de desarrollo y disponibilidad a una información global la tenencia de hardware que la almacene y maneje. El chip semiconductor ha ido sustituyendo al tonel de petróleo como signo de riqueza económica, influencia política y fortaleza bélica.

En el ocaso del siglo 20 se experimentó en todo el mundo un impresionante auge de fusiones de los poderosos actores del mercado en telecomunicaciones. Las negociaciones e inversiones que se realizaron en ese rubro fueron por cifras multimillonarias y astronómicas. Se ejecutó un ambicioso proceso de alianzas entre las grandes compañías protagonistas del mercado. Algunos analistas predijeron en la década pasada que al final de ese fuerte estremecimiento de fusiones y alianzas estratégicas, únicamente cinco o seis poderosas multinacionales ejercerían el control del comercio en telecomunicaciones, y que las menores empresas de telefonía tendrían que buscar asociarse a las gigantes compañías manejadoras de redes de comunicación mundiales.

Así pues, la inapropiada e inadecuada monopolización del desarrollo tecnológico y el control absoluto del negocio en poder de un puñado de compañías poderosísimas se contrapone con la forma como se vienen produciendo las novedades técnico científicas. De transformase en una lucha frontal de intereses entre un pequeño grupo de multinacionales por alcanzar una cuota del negocio de las telecomunicaciones, los afectados y perjudicados seguramente serán los usuarios de los servicios de cualquier país, quienes sufrirían las consecuencias de está guerra entre compañías, padeciendo la disminución de sus derechos como consumidores, al medrárseles la libertad para seleccionar distintos servicios de telecomunicaciones.

La denominación telecomunicaciones quiere decir hoy mucho más que el sencillo suministro de servicio telefónico. Se trata también de teléfonos que sirven de computadoras, y de servidores que hablan interconectadas entre sí a través de redes, instaladas en todo el mundo. Esto suponen lógicamente la lucha de las grandes compañías multinacionales por dominar los sistemas electrónicos y la información que manejan, difunden y transmiten, quiere decir que es algo más que el desarrollo, descubrimiento y comercialización de repuestos para aparatos electrónicos.

Algunas particularidades diferencian a las más nuevas telecomunicaciones de los mecanismos usualmente utilizados: el microchip, que permite y hace real una triple interacción sinergética, la tecnología de la transmisión de datos digitales. Varias técnicas de información se han fusionado en una sola: Los mensajes vocales y de texto del teléfono, la señal de video, los bits del sistema de computación, Internet con todas sus innovaciones.

Básicamente han sido seis las nuevas tecnologías locomotrices que se manejan actualmente y se pretenden desarrollar y mejorar para el futuro: electrónica de consumo, electrónica militar, robots, máquinas, herramientas, biotecnología, o telecomunicaciones.

Se está sucediendo en este instante la más grande revolución jamás imaginada por el hombre antiguo, es la revolución de las telecomunicaciones que tiene insondables posibilidades de desarrollo y que nos permitirá a los humanos alcanzar los confines del universo. La revolución de las telecomunicaciones se teje cual si fuera una araña gigantesca, un poderoso mercado global, su desarrollo óptimo podría producir grandes e inimaginables cambios y variantes del equilibrio económico global, en la difícil lucha por el control del poder mundial. Es la auténtica revolución la que se libra por ese control.

El manejo, procesamiento y transmisión de datos es vital para las compañías e industrias del futuro, trabajarán mediante líneas de montaje creadas y supervisadas mediante computadoras. Auxiliándose de las telecomunicaciones interconectadas; los distintos líderes de las gigantescas empresas desde sus teclados podrán dirigir y operar no únicamente las líneas de montaje de un punto específico de sus países, sino también al mismo tiempo, controlar las líneas de montaje de sus filiales en varias naciones del planeta.

Muy pronto, será realizable revisar electrónicamente los habituales itinerarios de las distintas personas que trabajan en los diversos mercados laborales del mundo, no sólo de los seres humanos, sino también de los robots que realicen un trabajo en cualquier fábrica o en otro lugar, durante cualquier momento de su actividad laboral en cualquier país. Es ilimitado el impacto que podría generarse en el aumento de la producción mundial, en todos los diferentes rubros económicos, conforme se vayan obteniendo posibilidades que permitan modificar líneas completas de producción para cumplir con prontitud los cambios de la demanda de servicios en el comercio mundial. Se perseguirá cada vez más, lograr rapidamente modificar y reinstalar las nuevas cadenas de montaje de miles de industrias el muchisímos países, buscando alcanzar una mejor producción y obtener una mayor ganancia. Así pues, la base de datos interconectada mundialmente logrará acumular un poderío gigantesco, el cual protegerán personas y gobiernos con gran cuidado.

Actualmente el despliegue comunicacional a través de la red mundial interconectada de internet, permite a millones de individuos desde la comodidad de sus casas, el disfrute de multiplicidad de servicios que han revolucionado de algún modo sus vidas. En sociedad, tanto el ordenador personal y la televisión han permitido a millones de personas muchísimas opciones en el manejo y disfrute de información, pero también de entretenimiento y de reales posibilidad de negocios rentables, realizados desde la intimidad de sus hogares. Se realizan diariamente millones de operaciones comerciales, conectados a la "nedwork" (red mundial) que ofrecen a los consumidores servicios de compra venta, bancarios, noticias, y toda clase de eventos recreativos, por medio de cable o antenas parabólicas.

Millones de distintos hogares del mundo, sin reparar en diferencias económicas, sociales, raciales, ideológicas, políticas y culturales, progresivamente se han ido plegando y conectando con la nueva revolución informática a pasos vertiginosos; esta es la auténtica revolución de nuestro tiempo, es la nueva era, su impacto y posibilidades es impredecible e incalculable. Es la revolución de las telecomunicaciones que ha llegado para instalarse para siempre en nuestras vidas, ninguna otra revolución mundial ha producido mayor nivel de expansión, influencia, alcance global y unánime aceptación general de los pobladores del mundo que esta.