sábado, febrero 28, 2009

La política, los partidos políticos y los ciudadanos (Parte I)


POR: ARCANGEL VULCANO.

“La política es muy difícil” nos dijo una vez el senador socialcristiano trujillano Dr. Pedro Pablo Aguilar, en la época en que se desempeñó como presidente del antiguo Congreso Nacional venezolano, ¡cuanta razón! tenía el veterano dirigente en sus palabras. La política sin duda es una ciencia complejísima, indispensable, esencial para las sociedades; pero generalmente desdeñada, desprestigiada en virtud de sus propias características, efectos y consecuencias negativas; ignorándose su impacto positivo.

Los partidos políticos como organizaciones humanas, lógicamente están integrados por sus militantes, activistas y dirigentes, caracterizados por defectos, vicios, debilidades y calamidades, propias de la imperfecta naturaleza humana; de allí que, en el seno partidista se convive obligatoriamente con toda clase de ambiciones, codicias, avaricias. En tal sentido, nos expresó hace largo tiempo, el Dr Eduardo Fernández, siendo Secretario General y candidato presidencial de su partido COPEI, refiriéndose a la naturaleza y características de los partidos políticos, las siguientes expresiones:”Los partidos políticos no son una suerte de orden exotérica, integrada por místicos, iniciados, metafísicos, monjes tibetanos, ni por las hermanitas de la caridad, o las de la madre Teresa de Calcuta, ¡no!, no están dedicados a elevar el espíritu por medio de la meditación y la realización desinteresada muy altruista de las mejores obras en beneficio de la humanidad, mediante el ejercicio admirable de la solidaridad y la compasión cristiana, ¡no!, sino que los partidos políticos, son organizaciones humanas muy competitivas, que principalmente persiguen alcanzar el poder político para gobernar a la sociedad; por eso están integrados por seres humanos decididos a participar en la difícil actividad política por razones muy disímiles; son militantes y activistas, en su mayoría, generalmente motivados a activar dentro de los partidos, en razón de satisfacer sus más bajas pasiones, egos, intereses, aspiraciones y ambiciones; y en menor grado, en razón de conquistar unidos y solidariamente sus más nobles ideales de democracia, justicia, igualdad y prosperidad colectiva” ¡Cuánta verdad existe en esas reflexiones!

Actualmente en Venezuela, la mayoría de los partidos políticos que conforman la diversa, plural y multicolor oposición venezolana, enfrentan grandes desafíos. Por una parte, enfrentan el reto de “reinventarse”, y ofrecerle a la nación un proyecto de país alternativo viable, creíble, atractivo, esperanzador, procurando convertirse así, en una clara y poderosa opción democrática de poder, ante la progresiva conducta antidemocrática, ventajista y delictiva de un régimen con evidentes síntomas autocráticos, hegemónicos y totalitarios, que mantiene secuestrados a los poderes públicos y sus instituciones, abusando del poder, cometiendo peculado de uso, empleando cínicamente a discreción los multimillonarios recursos financieros y logísticos propiedad de la nación, desde el manejo seudo legal que desarrolla desde la jefatura del estado, desplegando desvergonzadamente un proyecto político particular, excluyente, discriminatorio y oprobioso, abiertamente violando impunemente la Constitución Nacional con la anuencia de sus serviles cómplices enquistados en el aparato del estado .

Por otra parte, la mayoría de los partidos políticos opositores, encaran el serio riesgo de sufrir el progresivo desmantelamiento, la desbandada de sus militantes, activistas y dirigentes, por causa del agotamiento de distinto signo, por la insuficiencia de recursos económicos para financiarse y sostenerse –el estado legalmente suprimió el financiamiento, mientras usa el dinero como le da la gana- causando en muchos casos, el sucesivo cierre y clausura de las sedes parroquiales, municipales y regionales; el desmembramiento y la dispersión de parte de la dirigencia y militancia, en la mayoría de los estados y municipios, en los que el oficialismo ganó las elecciones, causando la deserción, la desunión, y el abandono de muchísimos militantes.

No es fácil mantener activo el trabajo político partidista, cuando no se cuenta con recursos económicos y logísticos suficientes, para funcionar y abrir regularmente las sedes partidistas; mucho menos para desplegar adecuadamente actividades políticas colectivas, de organización etc, cuando los principales dirigentes de base, y hasta los líderes regionales, se encuentran atravesando una situación personal económica precaria; mientras en muchos casos, no tienen empleo, ni medios dignos para subsistir. Frente a esa cruel realidad lo normal es que esa dirigencia este inactiva, desmotivada, descarriada, como rebaño sin pastor, y que sea presa fácil de sus adversarios políticos que si andan buchones, desarrollando su permanente proselitismo político, su actividad propagandística a favor del gobierno que les paga, y los mantiene con los bolsillos repletos de dólares, recorriendo las regiones bien dotados, con fácil transporte particular, en lujosas camionetas, automóviles y motocicletas de alta cilindrada, disponiendo también para realizar sus movilizaciones, actos y mítines, de suficiente transporte contratado, de autobuses, camiones y toda clase de unidades automotores de las empresas del estado, actuando siempre protegidos por convenientes escoltas armados, contando con equipos de sonido para difundir perifoneando sus mensajes, en abierta desigualdad de condiciones; mientras los militantes, activistas y dirigentes políticos de la oposición en su gran mayoría, andan por el país haciendo el arduo, difícil y no siempre gratificado ni reconocido trabajo político, pero con las uñas.

Sabemos de casos, de militantes opositores, que a veces en sus recorridos no tienen ni para comer dignamente, y andan por sus propios medios, muchos de ellos deambulan pero a pie, desplegando una pelea absolutamente desproporcionada con sus adversarios. Esa patética situación que hoy viven y padecen las deprimidas fuerzas de la oposición venezolana, nos recuerda, al triste episodio, en que nuestros aborígenes autóctonos, se enfrentaron infructuosamente, pero con gran dignidad, valentía, coraje y fiereza, con sus primitivos arcos y flechas, al ventajista, desigual, desproporcionado y mortal poder del caballo, el acero de la espada, la armadura, la pólvora y el mosquete españoles, ¿las consecuencias? La dominación.

Es muy injusto, ingrato y muy inconveniente entonces -por decir lo menos- para las posibilidades reales de lograr en el futuro la recuperación política de las fuerzas aglutinadas de la oposición venezolana, que se continúe despotricando públicamente, contra “algunos” dirigentes políticos de la oposición, es irracional que se les responsabilice y culpe sin pruebas de manera genérica de todas las falencias y de lo negativo que padece la oposición; esta situación, sólo contribuye a crear mayor desaliento entre los casi cinco millones doscientos mil venezolanos que votaron identificados y consustanciados con sus causas.

Sin partidos políticos fuertes, organizados, coherentes, efectivos, bien articulados, asertivamente liderados y conducidos, estaríamos perdidos. En tal virtud, es fundamental en lo inmediato, concretar urgentemente varias acciones de emergencia para impedir los negativos y perniciosos efectos expuestos, y que ya se están produciendo.

Es indispensable conformar un frente político nacional opositor unitario, que persiga como principal objetivo, integrar y aglutinar a la mayoría de los partidos políticos opositores, así como a las distintas organizaciones de la diversa y plural sociedad civil, tales como, las ONG, los gremios empresariales, sindicales y profesionales. Es vital, que ese cuerpo político sea coordinado por un ente de dirección política comandado por un liderazgo colectivo, para lograr darle rostro y perfil a la multicolor oposición venezolana.

Los ciudadanos venezolanos que se consideran ubicados por distintas circunstancias y motivos, dentro de la plural oposición, en vez de despotricar muy inconvenientemente contra los partidos políticos y sus principales dirigentes contribuyendo a sí no sólo a desprestigiarlos –le conviene al gobierno- sino que también generando la división, provocando su progresivo y muy probable desmantelamiento; deberían en vez de sumarse a la corriente de lo antipolítico y antipartido, que representa y encarna el mesianismo, el caudillismo del “gendarme necesario” Chávez , en vez de contribuir torpemente y emotivamente, con la destrucción de los partidos políticos, deberían es integrarse a ellos, sumárseles, para desde adentro readecuarlos a los nuevos tiempos, transformándolos, haciéndolos cada día más democráticos, modernos, útiles; oxigenándolos con sangre joven, integrando a líderes juveniles; hay que hacerlos auténticamente participativos y protagónicos.

Hay mucho por hacer para acercarse a producir esa necesaria nueva realidad, en la cual será esencial para lograrla, la decisiva reflexión, colaboración, integración y la actuación directa, de las grandes mayorías de los ciudadanos demócratas venezolanos, en la difícil y compleja actividad político partidista, especialmente, para hacer eficientemente lo que algunos conocidos analistas políticos han denominado como “reinventar a los partidos”, lo cual no será jamás fácil.

7 comentarios:

Zuliana Maracucha dijo...

Saludos amigo, que buen retrato de la realidad politica venezolana, cada cosa que hacemos es un triunfo, cada paso es gigante cuando se entiende la magnitud del moustro contra el cual luchamos.

Arcangel Vulcano dijo...

Zuliana Maracucha,así es amiga,luchamos en condiciones desiguales contra un gigante, pero con pies de barro.

Jamás hay que olvidar que David venció a Goliat a pesar de su aparente superioridad. Lo importante es como lo hizo; con gran punteria, certeza, precisión y con adecuada estrategia, determinación, coraje e inigualable e indoblegable valentía para usar como debía su letal honda.

Un fraternal abrazo.

Anónimo dijo...

Ciertamente unas reflexiones dignas de tu espacio, Vulcano. Con el mayor de los respetos, dos preguntas o reflexiones, como se le quieran ver:
Si, con los recursos menguados como acertadamente indicas, la “oposición”- uso comillas pues estoy actualmente manejando la hipótesis de que, mas que una oposición organizada políticamente, es un sector (y pienso también que mayoritario) de ciudadanos que manifiestan su rechazo a lo que han significado estos, hasta ahora largos, diez años- ha logrado resultados electorales apreciables, y que no pueden ser manipulados (como también creo firmemente que se ha hecho con complicidad de quienes secuestraron la dirigencia del fenómeno social que te indiqué anteriormente) hasta el punto de convertirlos en una minoría apreciable, entonces ¿Qué pasaría con un poco de organización y liderazgo realmente opositor? Pues como lo señalas en tus abundosos párrafos, la política no la hacen místicos, yo añadiría: aunque esto es generalmente cierto, no debe subestimarse el valor del idealismo en política, para muestra un botón: nuestro padre Libertados Simón Bolívar-un idealista y soñador como el que más.

La segunda pregunta o reflexión es la siguiente, y tiene que ver con tu terrible declaración de una política poblada de seres cuyo único deseo es satisfacer sus más egoístas deseos y bajas pasiones: ¿No crees que esta particularidad ha sido explotada en todas sus consecuencias por esa internacional del odio, que encontró en Chávez, el títere ideal para desarrollar sus sombríos planes de dominación de esta parte del continente? ¿No crees que los políticos del antiguo estamento, a cambio de ver sus muchas faltas, entre otras contra el erario publico, perdonadas, no vendieron, entregaron, la democracia de la cual medraban? Eso ya ocurrió por ejemplo, en la Italia ante-fascista, de cuya historia, la nuestra de los reciente diez años, parece un calco inquietante.

Son múltiples los desafíos que trae el futuro a la ya enterrada republica democrática venezolana, y para complementar tu analogía de los pobladores originarios que se encontraron con la sociedad tecnológicamente más avanzada de España, esta ultima de la cual, por cierto, venimos todos los venezolanos, en nuestra gran mayoría, parecemos más bien, ovejas desfilando hacia el matadero. Ojala me equivoque.

Judio Errante

Arcangel Vulcano dijo...

Gracias por tus generosas palabras respetado amigo Judío Errante. Nos haces dos interesantísimas preguntas o reflexiones:

1) Respondemos la primera así: Sinceramente pensamos que “con un poco de organización y liderazgo realmente opositor” pasaría poco, no sería suficiente. Se necesita de muchísima organización y de la acción decisiva de un liderazgo efectivo, colectivo, con un perfil especialísimo, que cumpla con unos exigentes requisitos, que tenga unas determinadas características (lo cual no se decreta ni se compra en la farmacia). Por supuesto, se necesita de muchísimo trabajo y de otras cosas, de vitales elementos, tales como recursos financieros y logísticos suficientes; de muchísima optima planificación; de la aplicación oportuna de estrategias y tácticas adecuadas; de la específica planificación; de el diseño, la configuración, determinación y ejecución de un programa y proyecto político de país alternativo al oficialista (no de un simple plan de gobierno vertido fríamente en un folleto ¡no!), sino que, un proyecto alternativo, pero que sea creíble, viable, posible, que sea percibido como realista, y que esperance, enamore y seduzca a la mayoría de la población, pero que logre que puedan creer en él, porque sientan que puede ser aplicado realmente con éxito, aquí no cabría la demagogia, ni el populismo, ni las promesas imposibles, de eso nada amigo mío. Pero sobre todo se requiere disponer de partidos políticos muy fuertes, programáticos, útiles a la sociedad, disciplinados, adoctrinados, debidamente organizados y movilizados, comandados por líderes excepcionales, casi providenciales. Hace falta que surja dentro de la oposición, un liderazgo carismático y popular, con arraigo e influencia en las masas, que se asemeje a la estatura política y moral de líderes como Rómulo Betancourt, Jóvito Villalba, Prieto Figueroa, Rafael Caldera, por nombrar algunos. (¿nada fácil la tiene la oposición, verdad? ¿Encontrarlo con una lupa, tal vez?)

Para lograrlo, es esencial, indispensable y muy urgente, que se auspicie dentro de las distintas organizaciones que conforman la variopinta oposición venezolana, un auténtico reagrupamiento en medio de una sana, saludable, desinteresada y patriótica convivencia, para que se aglutinen realmente bajo una coordinación y dirección política general integrada por todos, eligiendo democráticamente fundamentalmente a sus mejores representantes. Lograr concretar esos detalles, ya en si mismos sería haber logrado apenas un muy buen comienzo, para al menos darle un rostro a la diversa, plural y multicolor oposición venezolana, que hoy pareciera invisible, y que tiene por delante muchísimas, batallas que presentar al adversario que es avezado, taimado, truculento y poderoso; tareas que debería acometer de inmediato, pero muy unida, compacta, coherente, disciplinada, organizada, pretendiendo convertirse en maquinaria colosal (hoy está debilitada), si es que quiere en el futuro obtener las necesarias victorias electorales que aspira conquistar para realizar y concretar los cambios estructurales, políticos, económicos y sociales que el país nacional les está exigiendo.

2)La segunda pregunta o reflexión la respondemos así: Respetuosamente aclaramos que nosotros no hemos expresado que “la política no la hacen místicos”, ni jamás hemos tajantemente generalizado, no hemos expresado lo que denominas como “tu terrible declaración de una política poblada de seres cuyo único deseo es satisfacer sus más egoístas deseos y bajas pasiones”¡no! (no es la política sino los partidos),hemos descrito una parcial panorámica, no de la ciencia política sino de los partidos políticos, para tal fin, hemos citado una anécdota que contiene unas expresiones que nos hiciera el Dr. Eduardo Fernández para ilustrarnos sobre lo complejo y difícil que resulta convivir dentro de los partidos entre personas con disímiles motivaciones para militar en ellos; pero hemos también expresado que existen también quienes militan en los partidos para poder desarrollar los más nobles ideales en medio de ambiciones e intereses de toda índole (experiencia suficiente tiene el ex candidato presidencial Eduardo Fernández). Al respecto debemos agregar, que sinceramente pensamos que una cosa es hablar en particular de la política como ciencia o disciplina necesaria del conocimiento humano, y otra muy distinta es tratar el tema del ejercicio de la actividad política, y de los dirigentes, militantes y activistas que integran el diverso y complejo escenario interno de los partidos políticos, en los que existen también muchas personas idealistas y valiosas que tienen mucho que aportar (conocemos varios). Al principio del artículo citamos también al ex senador trujillano Dr, Pedro Pablo Aguilar (denso y experimentado dirigente político hoy de bajo perfil), quien nos dijo que la “política es muy difícil”, para sustentar que la ciencia política es muy compleja, pero también muy necesaria para el desarrollo de las sociedades para gobernarse exitosamente, muy importante e indispensable, a pesar del desprestigio de la actividad política desplegada y ejercida por “algunos” dirigentes políticos, plagados de defectos y vicios naturales, y por los efectos e impactos negativos, no de la política como ciencia, sino del ejercicio inadecuado que de la actividad política hacen y han hecho “algunos” pretendidos oficiantes de la “difícil” actividad político partidista, que hacen de los partidos entes imperfectos pero perfectibles. Es importante aclararlo carísimo amigo, a propósito, de tu siguiente acotación: “no debe subestimarse el valor del idealismo en política, para muestra un botón: nuestro padre Libertados Simón Bolívar-un idealista y soñador como el que más” porque pudiera darse la falsa impresión de que por atrevernos a diagnosticar y describir crudamente la realidad de la vida interna de los partidos políticos (que conocemos), y de la competencia febril que se sucede en verdad en el seno de ellos, estuviéramos de acuerdo con toda la suerte de vicios y ambiciones que denunciamos, ¡de ninguna manera, en lo absoluto!, pero no ignoramos los hechos; pero tampoco cometemos el error de generalizar, lo cual se evidencia en la siguiente acotación que también hicimos: “en los partidos existen también, dirigentes…y en menor grado, en razón de conquistar unidos y solidariamente sus más nobles ideales de democracia, justicia, igualdad y prosperidad colectiva”. Precisamente, nos referimos a esos ideales, que deberían ser la inspiración de todos –pero lamentablemente no lo son mayoritariamente- Intentamos es motivar a los ciudadanos a participar de la actividad política, pertenecer a los partidos políticos, para readecuarlos, cambiarlos desde adentro. Recomendamos entonces, no despotricar de ellos inútilmente, haciéndole torpemente y emotivamente el juego al gobierno, que quiere es muy convenientemente desaparecerlos, liquidarlos, perseguirlos, contribuyendo a su desunión, desintegración, desaparición y desmantelamiento, sino sumárseles colaborando con ellos y participando decididamente para cambiar a los partidos, mejorarlos, modernizarlos, reinventarlos, lo cual no es ni será jamás nada fácil –dijimos-Por otra parte, lo expresado por el Dr. Fernández y también lo acotado por nosotros entonces, es perfectamente coherente y pertinente con la exigencia de idealismo que sugieres, y compartimos plenamente, porque no generalizamos. Por lo demás, aunque no compartimos totalmente tus interesantes y particulares criterios sobre la diversa y plural oposición nacional, te respondemos que si, que debemos admitir que es posible, probable tu hipótesis, pero requeriría de mayor estudio para determinarlo con exactitud –no lo sabemos- tal vez en otra ocasión discutiremos esos valiosos aspectos que reflexionas.

Acotas esta frase: “ya enterrada república democrática venezolana” No podemos estar de acuerdo contigo, por dos razones: La primera, ya tú la sabes, y te la hemos dicho antes; porque pensamos siempre que el Libertador Simón Bolívar tenía razón cuando dijo “Quien no espera vencer está vencido”, y nosotros jamás nos hemos sentido vencidos, siempre esperamos vencer, jamás nos rendiremos, siempre lucharemos a pesar de las eventuales derrotas, y en ningún caso nos doblegaremos ante nadie y menos ante un aspirante a usurpador y tirano, quien jamás tendrá nuestra obediencia. Y la segunda razón, es porque sentimos sinceramente que no es verdad que la república democrática de Venezuela esté ya enterrada; aunque es cierto que está en riesgo y nos la quieren convertir en otra cosa distinta, que choca con su naturaleza libertaria, pero recuerda amigo Judío Errante, que “en política no hay muertos, ni uno más uno es igual a dos” La lucha es de largo aliento. Preferimos repetir esta frase que le escuchamos a un buen amigo, que “el cadáver que tú matasteis goza de muy buena salud”. Además, aceptar tu frase –por decir lo menos- sería incurrir en una flagrante contradicción con tus propias interesantísimas reflexiones, cuando has expresado también acertadísimamente que el sector opositor (como lo denominas) es mayoritario; entonces, ¿cómo es que siéndolo, va a darse por vencido, a tolerar sin luchar que le entierren impunemente su república democrática? ¿Será por eso que el andino oriundo de Sabanetas de Trujillo Dr. Pedro Pablo Aguilar, nos dijo que la política es muy difícil? Amigo, la pelea es peleando y el juego no termina hasta que se acaba, y esto está apenas empezando, ¡no lo dudes!...

Un fraternal saludo.

Anónimo dijo...

Una sola y brevísima acotación: declarar como afirmamos que “la republica democrática venezolana esta enterrada” (declaración que ratificamos) en ningún momento se equivale a declararnos vencidos, es simple y llanamente el reconocimiento de una realidad, a partir de la cual cambiar y lograr el objetivo, el cual debe ser, restituirla. Respetuosamente, seguir pensando que enfrentamos un peligro potencial, que algo se nos viene encima, ya sea en un lejano o cercano futuro, es sumamente irrealista y poco reconocedor del hecho de que ya esta aquí eso que tanto tememos. A fuerza de pensar que el lobo viene mañana, ya se nos metió y se comió a todas las gallinas y esta avanzado con nuestro fémur, y mientras sigamos pensando que a quienes enfrentamos respetan las reglas del libre juego democrático, tal y como nosotros lo hacemos, estamos condenados a la derrota. Quien falla en reconocer la realidad que le rodea es incapaz de alcanzar la tan deseada victoria. La historia tiene bien documentados los casos como esta dictadura, en donde los perdedores, es decir las fuerzas democráticas, nunca se dieron cuenta de lo que enfrentaban sino hasta que ya fue muy tarde. Y lo peor de todo es que esos siniestros regimenes solo terminaron por la locura de su líder, invariablemente un sociopata o psicópata narcisista, que se embarcó en aventuras externas, como la guerra, y solo por perder en ellas, conocieron la derrota, pero nunca por una oposición interna que en muchos casos era mas fuerte de lo que vemos hoy en Venezuela. Ese es el caso mi querido Vulcano, ¿Cómo resolvemos el problema?

Judio Errante

Arcangel Vulcano dijo...

Excelente aclaración, no esperabamos menos de ti carísimo amigo, ya nos parecia muy preocupante que un guerrero como tu de algún modo tirara alguna vez la toalla en esta lucha interminable.Sin embargo no estamos totalemnte de acuerdo contigo, en algunos aspectos y lo sabes; pero eso no importa...igual estamos en el mismo sendero de la lucha por la democracia y la libertad.No ignoramos la gravedad de la situación, y lo sabes.

Nos preguntas ¿Cómo resolvemos el problema? imaginamos que te refieres al problema de fondo y en general. Nuestra respuesta tiene que ser sincera: NO LO SABEMOS carísimo amigo.

Sin embargo, nos has hechor recordar lo que alguna vez el líder británico Wiston Churchill le dijo a su pueblo: "Sangre, sudor y lagrimas". Resolver el problema, me temo que nos costará eso y mucho más, lamentablemente.

Ahora, que referente al tema de fondo, sugerimos analizar lo que propone el siguiente articulista en su excelente trabajo:

POR:GUSTAVO TOVAR-ARROYO.

I Con sorna y algo de compasión observamos a algunos personeros de la oposición construir rebuscados argumentos para confirmar su “victoria” o, en todo caso, su “avance” en las pasadas elecciones del 15F. Su problema primordial consiste en que calibran electores como cifras, no los pulsan como seres humanos con conciencia crítica, cuando menos valoraron el proceso histórico relacionado con el evento. Nadie en su sano juicio puede considerar que el retroceso republicano del 15F fue un “avance”, mucho menos una “victoria”.

Uno ya no se lamenta ni enfurece con las actuaciones minúsculas y desentendidas de nuestros líderes, uno termina comprendiéndolos y hasta apiadándose de su falta de visión. Están entumidos (no lo digo por su edad, sino por su espíritu), su proceder los delata, llevan tiempo consagrados al poder enano de la “oposición”. Son pasado, demasiado pasado, como el comandante que confrontan, por eso Venezuela urge una muda de piel.

El 15F involucionó nuestra historia republicana, perdimos y la derrota no sólo fue electoral, fue ética. Dejémonos de sofismas y tonterías, hay mucho por hacer y mucho por reinventar. Seamos autocríticos, como bien señaló un Ledezma que cada día se robustece y consolida más. El que varios millones de venezolanos hayan convalidado el exabrupto histórico de la reelección indefinida no sólo describe nuestra pobreza política, sino peor aún, la espiritual.

II ¿Significa, empero, que la derrota del 15F es una demolición de todas nuestras esperanzas? No, una generación de jóvenes se alza, va desplazando a los artríticos (de alma) y edifica su propio camino hacia la cima de la historia. Entiende que su quehacer es penoso y largo; pero está dando la batalla sin miedo. Va a paso seguro e indetenible hacia la reinvención, entiende que el dilema no es el Comandante, sino los millones de comandantes que ansían ser como él (muchos dirigentes perennes de la oposición).

Mucho se ha avanzado y se avanzará, el titán dormido despertó: la juventud, su consolidación es cuestión de tiempo.

Sin embargo, no podrán solos.

El 2D y el 27N fueron prueba de ello, se demostró que el trabajo coordinado con otros factores políticos rinde sus frutos.

La mutua asistencia y la combinación de esfuerzos son fundamentales. Ya basta de “victorias” simbólicas, la nación añora victorias reales, que a fin de cuentas son las victorias de la conciencia, el progreso y la prosperidad. Las cuatro plagas de la perfidia social: corrupción, inmoralidad, narcotráfico y criminalidad, van tejiendo su cáncer en nuestra nación y sólo un esfuerzo multidisciplinario y organizado podrá derrotarlas. La revuelta chavista significa el retorno hacia una Venezuela rancia, caudillista, de montoneras y epilepsias sociales. Hay que hacerle frente de manera conjunta y coordinada, no hay tiempo para vacilar. Sin ascos, por el bien del país, proyectemos cuanto antes una coalición nacional. Si los jóvenes deciden crear su propia plataforma política deben hacerlo.


No tienen por qué pedir permiso ni autorización. Se han ganado su derecho, además, tienen razones de sobra para ver con recelo el pragmatismo y la miopía de ciertos personeros de oposición. Sin embargo, crear una nueva plataforma no puede significar desprenderse de todos factores políticos, hay que crear un puerto de concilio y encuentro eficaz. Es difícil, pero hay que hacerlo.

No es tiempo de líderes sino de próceres. Esto apenas comienza…

Arcangel Vulcano dijo...

Amigo Judío errante, nos sentimos plenemente idenetificados con las siguientes expresiones:

"...Entiende que su quehacer es penoso y largo; pero está dando la batalla sin miedo. Va a paso seguro e indetenible hacia la reinvención, entiende que el dilema no es el Comandante, sino los millones de comandantes que ansían ser como él (muchos dirigentes perennes de la oposición).

Mucho se ha avanzado y se avanzará, el titán dormido despertó: la juventud, su consolidación es cuestión de tiempo.

Sin embargo, no podrán solos.

El 2D y el 27N fueron prueba de ello, se demostró que el trabajo coordinado con otros factores políticos rinde sus frutos.

La mutua asistencia y la combinación de esfuerzos son fundamentales".

Aunque no sabemos si haciendo y cumpliendo únicamente las precedentes sugerencias, se pueda resolver el problema de fondo que planteas y sobre el cual preguntas ¿quien lo sabe? Quien lo sepa, por favor que nos lo avise, porque la historia hay que escribirla con hechos...sólo sabemos que esto apernas empieza y hay mucho por hacer.

Un gran saludo.