viernes, abril 24, 2009

"Frases del miedo" ("...El miedo es un arma formidable de manipulación sicológica colectiva...")


POR:VLADIMIRO MUJICA.


Reza un proverbio chino: El que teme sufrir ya teme el temor. Nuevamente se respira miedo y se habla de miedo en Venezuela. El miedo es un arma formidable de manipulación sicológica colectiva. Una vez instaurado en una sociedad, ni siquiera es necesario recurrir a la violencia que lo originó para mantenerlo: El miedo se protege y se crece a si mismo, generando un estado de cosas que permite que pocos, frecuentemente armados, motivados y violentos, controlen a muchos, temerosos y desesperanzados y ocupados de la tarea de sobrevivir.

Dicen los entendidos que un paso indispensable para el control del miedo es comprender su origen y estar preparado para vencerlo. Eliminarlo por completo no es posible, porque está ligado a un mecanismo de protección biológica. Pero con entrenamiento y preparación se puede aprender a controlarlo. Pero todo esto es sobre el miedo individual. ¿Qué hacemos con el miedo colectivo?

En el caso de Venezuela se me ocurre que el control del miedo debe empezar por entender primeramente el porqué de la intención del régimen de Hugo Chávez por atemorizar a la sociedad democrática venezolana. La escalada brutal de violaciones a las garantías individuales y a la Constitución, la condena ilegal contra los ex - comisarios y funcionarios de la Policía Metropolitana, la persecución de Manuel Rosales, la detención del general Baduel y el sabotaje a la gestión de los alcaldes y gobernadores desafectos al gobierno, tiene un doble objetivo. Por un lado se apunta a destruir la confianza en el voto como mecanismo para producir cambios en el país. Ello se lo logra creando la impresión en la gente de que el voto es ineficaz, porque aún ejerciéndolo los funcionarios electos por voluntad popular no pueden gobernar y quedan reducidos a la condición de irrelevantes. El caso de la usurpación de las funciones de la Alcaldía Metropolitana es tan sólo el ejemplo más conspicuo de esta práctica. En otra dirección, se trata de enviar un poderoso mensaje de desesperanza: Nadie está a salvo, quienes protesten pueden ver sus vidas destruidas.

La pregunta se asoma a si misma: ¿Por qué es tan importante desestimular el voto? Porque las cuentas del chavismo indican con toda claridad que si los resultados de las elecciones regionales se mantienen, pueden perder el control de la Asamblea Nacional en las elecciones del próximo año. La razón es simple: Los votos de la oposición están agrupados en las regiones de mayor población y éstas eligen proporcionalmente el mayor número de diputados. Por ello un 40% de voto urbano se puede traducir en mayoría en la AN, y esto es simplemente inaceptable para la revolución. De allí que se haya tomado la decisión estratégica de impedir la consolidación del voto opositor detrás de algún liderazgo alternativo creíble.

El incremento de la represión como mecanismo para estimular el miedo tiene razones parecidas a las que privan para desestimular el voto. El gobierno sabe que no puede contener indefinidamente las protestas sociales ocasionadas por la pornográfica corrupción del régimen y la insostenible ineficacia de la gestión revolucionaria. El desgaste social que se avizora fue la razón fundamental del referendo sobre la reelección indefinida y es también el motivo por el cual se recurre a métodos cada vez más violentos para silenciar las protestas. El drama para el chavismo es que estas protestas tienden a reducir la polarización y el enfrentamiento entre venezolanos que son dos de sus soportes fundamentales.

Así las cosas, el gobierno está haciendo lo que tiene que hacer para que el régimen sobreviva y la sociedad democrática está obligada a hacer lo propio para enfrentarlo. Los recientes lanzamientos de iniciativas unitarias que van más allá de lo electoral en el ámbito de las organizaciones políticas y de la sociedad civil, parecen indicar que finalmente está surgiendo la comprensión de que solamente con una dirección política con pensamiento estratégico, que le marque direcciones creíbles a la población, se podrá enfrentar a un régimen que ha entrado abiertamente en una fase de autocracia con claras tendencias dictatoriales.

El lema ¡Basta Ya! de la plataforma de Alternativa Democrática lanzado el pasado domingo en el Colegio de Ingenieros en Caracas, se combina con la decisión de más de 19 organizaciones de la sociedad civil de agruparse en la alianza Venezuela Libre para la defensa de la vida, la democracia y la libertad. Son tiempos muy difíciles que exigen medidas excepcionales para enfrentar lo que ya muchos están empezando a llamar la Dictadura del Siglo XXI. Un peligroso experimento político y social que pretende eternizar a un grupo minoritario en el poder utilizando magistralmente la ambigüedad de una conducta pseudo-democrática con prácticas dictatoriales. De la sabiduría y temple de lo que se está armando como nuevo liderazgo democrático en Venezuela, dependerá el destino del conflicto entre el atraso y el progreso que hoy se libra en una multiplicidad de terrenos. Están llegando los tiempos en que la oposición no se podrá permitir ningún otro de los costosos errores que han contribuido al ascenso de la autocracia bolivariana.

Quizás vale la pena cerrar con una advertencia de Aldous Huxley sobre el miedo: El amor ahuyenta el miedo y, recíprocamente el miedo ahuyenta al amor. Y no sólo al amor el miedo expulsa; también a la inteligencia, la bondad, todo pensamiento de belleza y verdad, y sólo queda la desesperación muda; y al final, el miedo llega a expulsar del hombre la humanidad misma.


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