POR:FRANCISCO ALARCÓN.
Distintas versiones se tejen en torno al acontecer del país y las denuncias sobre la “chavoburguesia,” cuestión que resalta desde hace mucho tiempo y es ahora cuando el Presidente se encarga de revelarlas. Unos dicen que fue por las averiguaciones que adelantan en EEUU, otros aseguran que fue el G2 cubano el que hizo los señalamientos, cuales llegaron al conocimiento de Fidel Castro, quien se encargó personalmente de hacer las recomendaciones a Chávez. Lo cierto es que las acusaciones huelgan y los escapes de ex empresarios cada vez son más frecuentes. Se destapó la caja de Pandora y nadie sabrá cuál será su alcance, quizá, ni el mismo Chávez. Pudiendo ser la antesala de un derrumbe total que abarcaría todo “el proceso”. En caída espectacular se descubren los engaños de una “sociedad” que emergió con la llegada de la “revolución” al poder. Era su sostén, alma y parte de lo que exhibía el socialismo entre sus logros. Fernández Barrueco fue uno de los hombres más poderosos de este país, sus empresas alcanzaban pródigas actividades, hasta nos traía parte de la comida. El hermano del ministro renunciante para nadie era un secreto, sus “frutos” económicos se mostraban con descaro y ninguno en el gobierno se ocupó en averiguar de donde provenían esas “riquezas”. Actualmente todo es del dominio público, seguirán los descubrimientos. Veremos si el Presidente es capaz de pedir castigo para los culpables “caiga quien caiga”, y avistaremos cómo logrará si es que lo logra, estabilizar sus entuertos cuando vea partir a la mayoría de sus sustentadores y, de los representantes de organismos paralelos a los auténticos bastiones de los gremios. Aunque traten de ocultarlo, la situación en PDVSA cada vez está más comprometida, sin que haya un hueso sano; llegará el momento como siempre ocurre, que también conoceremos sus interioridades encubiertas en estos once años. Miraremos si estaba quebrada o no. Pero lo más importante será enterarnos de quien será el ganador entre Chávez y el chavismo sin él, o será otro ardid para correr la arruga y comenzar de nuevo el tema político con las elecciones parlamentarias. Creo que este derroque será más que emocional, dejando hondas fisuras en todos las partes de esta sociedad, aquí se le pasó la mano a la “revolución” y tendrá una respuesta concluyente entre sus mismos adeptos que, ya bastante descontentos están con el alto costo de la vida, la inseguridad, y la falta de luz y agua. Librarse de esta coyuntura será peliagudo, el río está revuelto y sacarle provecho será fragoso. Todos los frentes están abiertos, lo de Colombia no ha sido zanjado, nuestras importaciones se hacen difíciles, la producción del país está en el suelo con la perenne destrucción a la propiedad privada. Sin dinero constante y sonante será difícil que el Presidente pueda hacer negocios como antes. Las puertas se le cierran a PDVSA y las expectativas empresariales para el año entrante son negativas. No hay remedio para tantos males, su creador está expuesto a la mirada pública. Aquí puede ocurrir cualquier cosa cuando no hay nada seguro, ni siquiera árbitros para resistir una emergencia. Estamos expuestos a una debacle y comienzan a huir los pasajeros de ese tren llamado el chavismo. Antes de que Pérez Jiménez abordara la “Vaca Sagrada” con Llovera Páez ya había despedido a muchos de sus colaboradores cercanos como Pedro Estrada, y eso en nada mejoró la imagen de la dictadura de entonces. Si se le paga a los cuenta rentistas de los bancos intervenidos, solamente será una “victoria” fugaz y ahora la ojeada de los venezolanos estará fija en los servidores “revolucionarios” que se hicieron ricos por arte de “magia”. Lo secretos se acabaron y surgirán cosas nuevas y el compromiso de Hugo Chávez será responder por todos sus asociados y no por una parte, hasta que quede solo y se sabrá hasta donde está comprometida su responsabilidad.
El oficialismo está partido en dos trozos, unos que creyeron que esto era una “revolución” y otros que se aburguesaron rauda e ilícitamente; quienes sean mayoría “triunfarán”, Chávez no podrá echar por tierra el asunto y por ello, empieza el éxodo entre sus ex “camaradas”.
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