POR: ARCANGEL VULCANO.
Estaríamos
de acuerdo con la mayoría de los diagnósticos generales que hemos visto
últimamente sobre las causas principales de la “espantosa crisis” económica, social y política que nos ha estallado
en la cara a todos los venezolanos; pero no estaríamos de acuerdo, con difundidos
pronósticos de probables escenarios de algunos analistas sobre el desenlace que
pudieran producirse.
En primer lugar, no creemos que en Venezuela
pueda producirse "una guerra civil" convencional -al menos como
consecuencia de la actual circunstancia- sino que lo que podría desencadenarse
sería una masacre contra el pueblo que protesta en las calles, porque padece
los espantosos efectos nocivos de la crisis provocada por las políticas
económicas erradas y hambreadoras implementadas por un gobierno confesamente incompetente empeñado en obligar a toda la sociedad a imponernos un modelo económico distinto al que está consagrado en la Constitución Nacional (Artículo 299 CN).
El
gobierno intentando suprimir y contener las protestas pacíficas y masivas de los
ciudadanos, incompetente para resolver adecuadamente las causas reales de la crisis, en vez de atenderlas y
solucionarlas civilizadamente como corresponde, por el contrario ha reprimido
brutalmente al pueblo (se reportan incontables víctimas, muertos, heridos,detenidos, presos,incomunicados, desaparecidos, torturados, violaciones de derechos humanos), transmitiendo en cadena nacional de radio y televisión,
ordenando aplicar la represión en contra de los manifestantes decretando
“celebrar el carnaval , rumbeando y venciendo”, desatando así
la violencia, mediante el uso indiscriminado y desmedido de todos los
cuerpos represivos de los cuales dispone a discreción (Guardia Nacional,
Policía Nacional, aviación, marina, milicias militares, cuerpos de inteligencia, etc) actuando paralelamente junto a la encubierta acción criminal y
cobarde de grupos ilegales armados,
financiados y sostenidos por el régimen,
integrados por adoctrinados partidarios, militantes, fanáticos,
mercenarios y sicarios; –auto proclamados como colectivos- lo que estaría
provocándose –tal vez artificialmente- no sería una guerra civil, sino una
masacre criminal contra el glorioso pueblo venezolano, como consecuencia de que
está produciéndose es el inicio de una insurrección popular, expresada mediante
la desobediencia civil masiva del pueblo venezolano hacia el régimen de gobierno que se ha
colocado al margen de la
Constitución, convirtiéndose en un flagrante violador de los
sagrados derechos humanos del pueblo indefenso.
El
pueblo venezolano democrático, republicano,
fiel a su tradición histórica, determinado, firme, valiente, libertario y
corajudo, está muy decidido a luchar expresando en las calles y por todos los medios lícitos su protesta
pacífica, en la defensa de sus derechos constitucionales, afectado seriamente
por los resultados nefastos del ejercicio de la pésima gestión del gobierno que
no resuelve la situación precaria sino que la profundiza a niveles intolerables;
es así como el pueblo muy desesperado
por los efectos nocivos de la crisis económica, social y política que padece y que
amenaza con reducirlo y aniquilarlo, al estar sometido al hambre y expuesto a
la acción criminal e incontenible del hampa desbordada, en
estado de necesidad y legítima defensa ha reaccionado protestando masivamente reclamando soluciones, rectificaciones y cambios a un gobierno sordo al clamor popular.
Por
todo lo expresado, es que afirmamos que la posibilidad de que ocurra una guerra
civil está descartada, y nos inclinamos a pensar, que de producirse un
escenario de insurrección popular, se desataría más aún la violencia del régimen oprovioso y opresivo, y ante la
negativa del régimen a renunciar y la inacción inocua de la principal
dirigencia de la oposición, lo que aquí podría ocurrir -y tememos- es una masacre del
régimen contra el pueblo desarmado, porque quienes tienen realmente mayoritariamente
las armas y los individuos adoctrinados dispuestos a usarlas contra la
población que protesta en las calles, barrios y urbanizaciones, es el oficialismo.
Por
otro lado, tampoco pensamos que aquí pueda concluir y resolverse esta crisis
mediante la implementación de un acuerdo político logrado a la antigua; es
decir, mediante un pacto cocinado entre líderes, élites o cúpulas de partidos.
Para
lograr un acuerdo político eficaz como el que algunos proponen, se requeriría
de construir entre todos los integrantes de una sociedad muy compleja, un sincero
y auténtico consenso nacional, obligando al gobierno a cumplir la Constitución Nacional y a desarmar a los grupos armados ilegales; pero construido con el concurso de una ancha
base social de sustentación, plural y democrática; es decir, no sólo articulado
por los líderes de los partidos políticos, sino que logrado a pulso con el
resto de los integrantes de la sociedad civil (Estudiantes, Universidades, medios
de comunicación, gremios profesionales y sindicales, empresarios y
trabajadores, campesinos, industriales, comerciantes, iglesias, instituciones gubernamentales y no gubernamentales,ONG, partidos
políticos, y con la mediación internacional, auspiciados por la ONU, OEA,etc).
La
denominada sociedad civil distinta a los partidos, ya luce muy hastiada y desencantada
de ellos, tal vez entre otras causas,
como consecuencia de los pésimos resultados en el ejercicio del poder y desde la
oposición; pero puede lograrse un consenso nacional para salir de esta
espantosa crisis; pero para lograrlo
supondría disponer de un gobierno dispuesto a cumplir La Constitución Nacional
y no de un régimen que la viole
flagrantemente e impunemente.
Lamentablemente
las actuales deterioradas condiciones
sociales, económicas y políticas, no auspician un clima apropiado para lograr
un necesario e indispensable consenso nacional de amplia base, que conquiste una estabilidad general que
logre y preserve una anhelada paz social
duradera. Estamos en un punto de implosión social y de quiebre sin retorno y al actual
gobierno nadie lo habría tumbado si
termina caído, se habría precipitado solo
en el "Abismo" que construyó, por mostrarse torpe, errático e
incapacitado para resolver la crisis. Por eso el diálogo que ha promovido, nos parece
más un sainete, un patético circo de carnaval, que ha inventado desesperado buscando
oxigeno ganando tiempo, intentando en
vano sobrellevar la tormenta que se le
vino encima. El gobierno cada día luce más incompetente para solucionar la crisis. Si no atiende las demandas del pueblo a tiempo y no rectifica el rumbo que lo lleva al abismo, y ejecuta una masacre contra el pueblo más tarde o más temprano terminaría muy mal.
Aquí
lo que parecería estar ocurriendo es que el ya creciente descontento general, podría
ocasionar una incontenible insurrección
popular, con resultados impredecibles, y ni el gobierno y ni la oposición se muestran
competentes para resolverla, solucionarla, impedirla, ni contenerla; y mucho menos podrán lograrlo
cocinando acuerdos políticos artificiales tras bastidores, por ser
insuficientes para resolver la crisis ni para drenar la ira colectiva del pueblo en general, sobre todo, porque los verdaderos conspiradores están libres y
operando, no tienen militancia política ni ideología y se llaman necesidades, hambre, insalubridad, contaminación,
escasez, desabastecimiento, carestía, inflación, pésimos servicios públicos, desempleo, delincuencia, crimen, inseguridad,
represión, torturas, hostigamiento, muerte, impunidad, desesperanza, emigración, exilio, presos políticos,
injusticia, violación de los derechos humanos, malversación, peculado de uso y corrupción administrativa, todos integran un mortífero,
peligroso y explosivo coctel, que se está conjugando para producir en Venezuela
una insurrección popular, que podría al final, desencadenar un desenlace fatal
para todos, que no sería la solución a la crisis, sino efecto pernicioso de ella.¿Las causas?...todos
las conocemos y las padecemos ¿Las consecuencias? No hace falta tener una bola
de cristal, ni ser un iluminado profeta, para intuirlas y olfatearlas…se respira en el
ambiente un enrarecido aire que huele al
temible aroma de la insurrección popular, vivimos una tensa calma.
4 comentarios:
Esto escribió en su blog el conocido abogado dominicano Manuel Miranda:
Propuestas para la Paz en Venezuela.
Mis sugerencias para ser debatidas en el marco de la Conferencia de la Paz.
Debo felicitar al Presidente Nicolás Maduro, por la convocatoria a la Conferencia de la Paz, necesaria para detectar problemas, encontrarle soluciones y ejecutarlas, con la participación de todos los sectores económicos, políticos, sociales, académicos, gremiales y religiosos venezolanos.
Por esa razón, es mí deber acogerme a ese llamado y formular estas propuestas, para que sean incorporadas al debate.
INTRODUCCION
Mis lectores, deberán recordar, que durante mucho tiempo, me he permitido hacer llamados de atención, en cuanto a la vialidad o factibilidad de algunas medidas adoptadas en los últimos años por el Presidente Hugo Chávez.
Para los que no me dan seguimiento, les invito a las plantillas “política venezolana” y “economía y finanzas”, donde podrán ver muchas de mis observaciones.
Responsablemente, la actual crisis económica, política y social, la avizorábamos, la presentíamos, las palpamos, pero las mismas siguieron ejecutándose, hasta que llegamos a esta situación que padecemos.
Entiendo que el Comandante Chávez, con sus medidas pretendía, darle un viraje a las enormes desigualdades sociales que durante décadas han padecido los venezolanos, teniendo éxitos en muchas, que me he permitido destacar y valorar…. Pero no en las restantes, que también me he permitido criticar, con la agravante que tras su lamentable fallecimiento, en lugar de ser revisadas y rectificadas, fueron “profundizadas” con sus lamentables consecuencias.
MIS SUGERENCIAS
Liberalización del mercado cambiario.
Antes que nada, debemos destacar, que el Presidente Nicolás Maduro, gradualmente ha tomado algunas “medidas de ajuste”, destacando la “liberalización” del mercado cambiario, mediante el SICAD II… Donde todos podemos vender o comprar divisas, bajo reglas claras... Cosa que no acontece en el “mercado paralelo” en el que los usuarios estábamos expuestos a estafas.
Con esta oportuna medida, se abre el camino a la regularización y estabilidad económica, que nos permite adquirir materias primas, bienes y servicios en el exterior, en esta época de globalización…
Medida la cual debe ser profundizada con estas otras:
Devolución de las empresas expropiadas y estatizadas a sus legítimos propietarios.
Lamentablemente, la expropiación y estatización de empresas de todo género, no ha rendido los resultados esperados.
En lugar de convertirse en entidades productivas pertenecientes al pueblo… Se han convertido en improductivas, burocratizadas, centralizadas y parasitarias con cargo al Estado venezolano.
Sugiero: Que dichas empresas sean devueltas a sus propietarios, ya sea total o parcialmente, mediante estas medidas:
- Devolución total con indemnización o facilidades, para que reinicien operaciones inmediatamente.
- Devolución parcial, implementando “la fórmula cubana 50-50”, entre el Estado venezolano y el propietario….
Quiero decirles a los empresarios venezolanos, que sus pares dominicanos que hacen negocios con Cuba, les encantan ese sistema, ya que las ganancias les salen limpiecitas…
- Cooperativas: Empresas o fincas, que por alguna razón, no pueden ser devueltas a sus propietarios, deben ser transferidas a sus trabajadores mediante ese sistema mutualista.
Pero, tomando en cuenta, que deben ser capacitados para tales fines, para que no ocurra con planes similares implementados por el Gobierno Bolivariano.
Manuel Miranda dijo:
Proporcionalidad en los espacios de Poder.
La Constitución Bolivariana contempla la “mayoría calificada” para elegir a los miembros titulares de los Poderes Moral, Electoral y Judicial.
Esa fórmula, es para obligar EL CONSENSO en cuanto a las personas que deben ocupar esos importantes cargos.
Actualmente, los mismos se encuentran “vacantes” y sus titulares “de facto”, lo que no les otorga la suficiente legitimidad en los actos que emanan.
Amnistía a los “políticos presos”
Debo recordarles, que el Presidente Hugo Chávez, antes de su lamentable partida al cielo, tenía prácticamente decidido, otorgar esta medida, lamentablemente no pudo ser, por razones conocidas por todos, en ese sentido:
Llegó la hora de "pasar la página", el "borrón y cuenta nueva"..... Dirigentes políticos encarcelados, con procesos judiciales abiertos o exiliados, deben ser beneficiados mediante la amnistía.
En los casos que no se puedan, por alguna razón u otra, proceder a la revisión de los mismos, otorgándoles medidas cautelares de libertad condicional, conforme a la Ley.
Respeto y reconocimiento del otro.
Esta sugerencia debió ser la primera, pero, todos los factores políticos venezolanos, deben respetarse los unos a los otros.
Cada cual, reconociendo las atribuciones constitucionales de cada quien.
Y suprimir todo lenguaje confrontativo e insultante.
CONCLUSION:
Con estas medidas básicas, que proponemos a la consideración de la Conferencia por la Paz, entendemos, que recuperamos la gobernabilidad, orden, estabilidad y la paz que merecemos los venezolanos y latinoamericanos en general.
Dialogar con Maduro es perder el tiempo
FERNANDO OCHOA ANTICH
Esa fue la dolorosa percepción que me dejó la reunión en Miraflores. Un lamentable espectáculo. No es posible imaginarse que se puede lograr un acuerdo de gobernabilidad, que permita superar la violencia creada por el régimen, mediante un acto en cadena nacional, con la presencia de los más diversos actores políticos y económicos. Si de verdad se quisiera superar la crisis nacional tendría que haber un profundo cambio en las actitudes de la dirigencia chavista, en particular en Nicolás Maduro, que condujera a reconocer realmente a la oposición política, a los actores económicos y a la dirigencia estudiantil. También se requeriría entender que el problema fundamental que enfrenta el gobierno de Maduro es su total falta de legitimidad de origen y su incapacidad para lograr fortalecer su legitimidad de ejercicio mediante una eficiente acción de gobierno.
En varias oportunidades, en la larga cháchara presidencial, se mostró el librito azul de la Constitución Nacional y se dijo que en su contenido estaba el camino para superar la actual crisis venezolana. La pregunta que surge de inmediato es cuál constitución. La de 1999, ha sido violada tantas veces, que en la práctica no existe. Esa es quizás la principal responsabilidad de Hugo Chávez, pero también de Nicolás Maduro, quien tuvo la oportunidad, al inicio de su gobierno, de dar pasos firmes que le permitieran rectificar los graves errores cometidos. En lugar de tomar ese camino, se dedicó a tratar de crear el mito de Hugo Chávez para gobernar a su sombra. Eso no es posible hacerlo eternamente. Se requiere obtener propia personalidad política. Eso sólo se logra mediante un conjunto de gestos y de eficientes acciones políticas y económicas.
La creciente crisis política, económica y social que enfrenta Venezuela exige del gobierno nacional una importante rectificación en todos los órdenes. La valiente protesta estudiantil y el amplio respaldo nacional que ha recibido es sólo una pequeña muestra del profundo malestar popular. Nicolás Maduro debe interpretar cabalmente esta delicada realidad. De no hacerlo, con la eficiencia y rapidez necesaria, la crisis nacional continuará incrementándose hasta comprometer la estabilidad de su gobierno. No hay exageración en lo que digo. Mantener la represión en contra de los estudiantes en lugar de escucharlos, imaginándose que el tiempo favorecerá la solución de la crisis, es no entender lo que en realidad está ocurriendo. Justificar la protesta con una supuesta intervención del presidente Uribe es una tontería y un grave error.
La profunda rectificación que debe enfrentar el gobierno nacional para superar la actual crisis política significa que se deben modificar todas las acciones gubernamentales que han violado flagrantemente de la Constitución Nacional de 1999, entre ellas la propia orientación ideológica del régimen, al estar obligado a respetar la esencia de nuestro sistema político planteado en el artículo 2: "Venezuela es un Estado democrático y social de Derecho y de Justicia" y de ninguna manera un Estado socialista. La segunda medida es recuperar el apoliticismo militar con el inmediato cumplimiento del artículo 328 de Constitución Nacional. La tercera medida es dejar a un lado el proyecto comunal, respetando cabalmente la división política en estados y municipios. La cuarta medida es plantear una enmienda constitucional que establezca la no reelección presidencial.
Dialogar con Maduro es perder el tiempo
FERNANDO OCHOA ANTICH
A partir de ese mea culpa deben iniciarse las acciones administrativas requeridas para reorientar la política económica. Esto no es posible si no se toman tres medidas fundamentales: reorganizar Pdvsa, reestructurar el Banco Central e iniciar un diálogo entre empresarios, trabajadores y gobierno nacional. El otro aspecto fundamental es la designación de los nuevos poderes públicos para garantizar su total independencia del poder Ejecutivo. En realidad son ilusiones. Nicolás Maduro no tiene la fuerza política suficiente para impulsar una verdadera rectificación nacional. Lamentablemente, la crisis nacional se incrementará en estos próximos días. Eso hay que saberlo. También que los únicos responsables son Nicolás Maduro, la dirigencia chavista, los poderes públicos y la Fuerza Armada Nacional.
fochoaantich@gmail.com
@FOchoaAntich
Publicar un comentario