¿CHÁVEZ HASTA CUANDO INSULTOS Y AMENAZAS?

El presidente Chávez últimamente se comporta como un energúmeno que constantemente amenaza a todos sus congéneres, adoptando un comportamiento que no es digno de ningún jefe de estado que se precie de si mismo y de sus gobernados, insulta, le falta el respeto a todo aquel que se atreva a pensar diferente, o a exponer un punto de vista distinto a su proyecto político sectario; recientemente amenazó a los empresarios de supermercados y abastos con estatizarlos o nacionalizarlos, si se atreven a alterar el control de precios rígido que aprobó su gobierno, sobre algunos rubros alimenticios como la carne de res y pollo; pero al mismo tiempo constriñe la economía productiva del país, mediante la implementación de políticas económicas colectivistas, que producen inflación, escasez y conducen a la quiebra a los productores de esos rubros, quienes no pueden competir con las mercancías importadas por el gobierno que gasta a manos llenas financiando a discreción otras economías del continente; mientras la producción nacional no puede sostenerse con los elevados costos de producción; pero los pretende obligar por la fuerza y con amenazas de vender a precios irrisorios para mantener artificialmente baja la inflación; todo un suicidio colectivo promueve el régimen de signo socialista comunista que no produce más nada, sólo petróleo, y desalienta la inversión privada, ¡Santo Dios, es un desastre en puertas!...

En verdad deseamos que se controle la especulación y se castigue el acaparamiento, que realizan “algunos” comerciantes inescrupulosos que aprovechan la crítica situación económica para especular al pueblo. Pero deseamos también, que se estimule sensatamente la producción nacional, que se fomente el dialogo sincero con los sectores productivos locales, para encontrar acuerdos y soluciones equilibradas que permitan el normal desarrollo del país. Pero no, eso no es posible, porque el presidente obcecado por su odio hacia quienes denomina y etiqueta como la “rancia oligarquía”, lo mantienen en actitud irracional de permanente agresividad hacia todo lo que considere amenaza para sus planes políticos.

El presidente ofende diariamente la dignidad de sus conciudadanos, no encuentra otra forma de comunicación que la amenaza constante, el hostigamiento, la persecución, ese es su lenguaje, no conoce términos medios, no sabe qué es el dialogo; su estilo confrontacional lo obligan a expeler en cada discurso sus ya tradicionales epítetos insultantes; así no se generará la indispensable confianza en la economía, su lema parece ser transmitir el pánico, en su léxico no existe la palabra entendimiento, de allí que nos expone constantemente a su verbo desmesurado, sin advertir el grave daño que le causa al país. Por favor, que alguien sensato cercano le aconseje al presidente, que algún alma pacífica lo persuada de la necesidad de sosegar al país, antes de que se ocasionen consecuencias impredecibles y muy lamentables para todos los venezolanos.

¿Hasta cuando Chávez insulta nuestra inteligencia, hasta cuando amenaza? Es tiempo de que el presidente Chávez comprenda de una vez que él es un mandatario, un funcionario público puesto en su cargo por el pueblo para que gobierne con decoro, dignidad y respeto por los demás; no un energúmeno caprichoso que ofende a todo a quien se le antoje, a quien le provoque; el poder debe tener límites, su actitud en verdad ya es intolerable, incomprensible e injustificable. Se ha convertido en "el ahuyentador de la sabana", de los inversionistas nacionales y extranjeros; "el nuevo espanto de los llanos", que desea asustar a quienes se le opongan a sus designios.

Un presidente auténticamente democrático, no necesitaría asumir ese comportamiento impropio de un jefe de estado digno, y mucho menos si tiene el respaldo que dice tener. Lo que se necesita es el dialogo, el entendimiento, y sobre todo, es tiempo de que Chávez comience a escuchar a los demás, a comprender que integramos una sociedad democrática no totalitaria, que las inexorables leyes económicas no son juegos, y que pronto los efectos de sus actitudes despóticas y desconsideradas con el resto de sus conciudadanos, comenzarán a rendir sus tétricos resultados, porque más tarde o más temprano la historia le pasará la factura. Así que, ¡basta de amenazas señor presidente! ¿Hasta cuando amenazas?...