” CHÁVEZ ÚNICO DUEÑO DE LA VERDAD “

El presidente Hugo Chávez durante su más reciente rueda de prensa realizada desde la sala de prensa Simón Bolívar del Palacio de Miraflores, se comporta en público como si pretendiera ser el único dueño de la verdad, al responder una pregunta del periodista Pablo López Guellys corresponsal del periódico de la red brasileña O Globo, y calificar a los dueños de ese medio de comunicación como “cachorros del imperio”, en clara alusión a su “presunta” vinculación con los intereses económicos y políticos norteamericanos en la región latinoamericana, y a su afiliación política con la "rancia oligarquía brasileña".

Durante el evento que duró más de tres horas y media, el mandatario en sus palabras de introducción, se había referido al tema de la libertad de expresión, actualmente muy debatido en Venezuela, por motivo de la anunciada decisión de Chávez de la no renovación de la concesión de funcionamiento para la televisora RCTV, así como la difundida decisión de un Tribunal que mediante juicio previo y sentencia, decidió multar al periódico Tal Cual, y al conocido columnista y humorista Laureano Márquez, encausados por el Ministerio Público, por atreverse a publicar una controversial carta que aludía a la hija menor del presidente.

Chávez había ratificado durante la maratónica rueda de prensa que “la revolución seguiría navegando en la más amplia libertad de prensa, de expresión, de pensamiento y de debate”. Al referirse al programa de su ex Vicepresidente el periodista y abogado José Vicente Rangel, que se reinaugurará el próximo 4 de marzo en el cual será el primer invitado expresó: "No ha sido nunca un entrevistador fácil y así es que deben ser los buenos entrevistadores”.

Las palabras introductorias del presidente justificaban entonces cualquier pregunta razonable sobre el aludido tema de la libertad de expresión. Fue por lo que el profesional de la comunicación brasileño Pablo López Guellys haciendo uso de su legítimo derecho de libertad de expresión tan garantizado en Venezuela –según el propio mandatario en su introducción- le preguntara “¿Si la multa impuesta al diario Tal Cual y el columnista Laureano Márquez, y la no renovación de la concesión a RCTV no contradicen su afirmación sobre la plena libertad de expresión en el país?” El reportero al parecer cometería el pecado de la osadía, del atrevimiento, más bien la ingenuidad, de hacer una simple pregunta, que por cierto, todos nos hacemos al unísono en Venezuela, y que cualquiera hubiera deseado formularle al presidente.

Pablo López Guellys hasta ayer un periodista no muy conocido en Venezuela, se convertía ejerciendo dignamente su oficio, en una e víctima anónima del lenguaje insultante de Chávez, a pesar de realizar una pregunta de manera adecuada, acorde con la ocasión, perfectamente coherente, hecha dentro del contexto de la intervención del entrevistado, formulada de forma absolutamente respetuosa, con un tono y un timbre de voz moderado, con actitud totalmente serena, en un lenguaje claro, en idioma español, que todos quienes vimos y escuchamos por televisión pudimos constatar, para ser objeto de una respuesta desproporcionada e irrespetuosa, por intermedio del verbo encendido e inclemente del presidente, y toparse con el inmisericorde odio del gendarme de América latina, el nuevo adalid de la justicia, el dueño de la nueva verdad.

El líder visiblemente molesto, desencajado, muy incomodo por lo que seguramente considera una afrenta proferida con saña, premeditación y alevosía en su contra por el “presuntamente taimado periodista", y en su mismísimo patio, se retorció en su presidencial silla como una serpiente de cascabel enfurecida, sin poder contener su ira inocultable, expelió todo su veneno a través de su boca inclemente, y la emprendió contra el indefenso y vulnerable reportero, recriminándole en tono airado, ofendiendo su dignidad como persona y como profesional de la comunicación: “Tu pregunta viene aliñada. Viene a cumplir instrucciones de tu jefe” –lo acusó- para posteriormente añadir: “Han tratado de dimensionar una multa, una decisión judicial en la que yo no tengo nada que ver. Aquí hay unos poderes autónomos, unos derechos de los niños. Tú consideras que eso no lesiona, hay otros que piensan lo contrario. Aquí hay libertad hasta el exceso. A mi me han sacado a mi madre por televisión” aseveró. Dijo no conocer al Juez que tomó la decisión en contra del periódico Tal Cual y Laureano Márquez y advirtió: “Que los cachorros del imperio de O Globo agarren esto para decir que el presidente autócrata le metió una multa porque alguien se metió con su hija, ¡háganlo! Patean la moral y la verdad…”. Más adelante el mandatario sentenció:”Tristemente tú pudieras terminar siendo un cachorro del imperio que anda cobrando un dinero para decir lo que tus jefes quieren”, para finalmente instar al periodista a investigar ¿Qué es puente llaguno?”.

Por otra parte, al referirse al caso de la no renovación de RCTV le respondió: “Te estás metiendo con algo sagrado: la soberanía del país. Es una decisión que está en el marco de las leyes y las atribuciones de un gobierno legítimo”. Justificó la decisión en contra de esa televisora alegando su legitimidad de origen, pero perfectamente podría convertirse en un presidente ilegítimo, por violar los derechos humanos y la libertad de expresión de todos los venezolanos, que tenemos derecho a disfrutar de la transmisión abierta de ese canal de televisión.

Podríamos concluir simplemente colocando al final una sola frase que contenga dos palabras: “Sin palabras”, pero no lo haremos, daremos nuestra opinión sobre lo ocurrido al periodista brasileño. Quedan claras varias cosas sobre este incidente, la primera es que Chávez no acepta una manera de pensar distinta a la suya, odia todo lo que huela a disidencia, respira por la herida cada vez que recuerda puente llaguno y experimenta un gran resentimiento, y lo dominan su aparente sed de venganza, su actitud es antidemocrática por decir lo menos, debería comprender que él es el jefe del estado y nos representa a todos los venezolanos aunque no le gustemos. La segunda es, que siempre alega el cumplimiento de la ley en su beneficio cuando le conviene, trata de inclinar en su favor la Constitución y las leyes, buscando proteger sus derechos como mandatario, pero las ignora, las incumple y las viola flagrantemente, cuando se trata de proteger los derechos de los ciudadanos, del resto de los mortales que no tenemos su alta investidura, eso lo convierten en un autócrata, que no respeta a los demás.

Chávez no le faltó el respeto en esa rueda de prensa únicamente al periodista Pablo López Guellys y a los propietarios de la cadena O Globo, eso ya es de por si deplorable, sino que lo inaceptable es que el presidente nos faltó el respeto a todos los venezolanos que también nos hacemos la mismas pregunta que hizo el periodista brasileño, y que no nos respondió ni nos responderá satisfactoriamente, simplemente porque no puede hacerlo.

Porque ha quedado claro que la respuesta del presidente ante la pregunta sobre el tema de la no renovación de RCTV, no fue sincera, no dijo la verdad, que debió decir y que no admite, pero que intuimos que es esta: Que no les renovará la concesión a RCTV porque en pleno ejercicio de sus facultades y competencias como presidente de la república, aprovechará la ocasión que le da su alta investidura como jefe de estado, para vengarse de sus directivos pasándoles las facturas y violándoles sus derechos, a quienes son sus confesos adversarios políticos, pero considera sus “jurados enemigos a muerte”, y no piensan como él, y por eso ha decidido “darles en la madre” tal y como se los prometió durante la campaña; pero además, porque los considera unos golpistas y una piedra en su zapato –aunque jamás los han juzgado ni condenado por delito alguno- más golpistas que él mismo, que si dió un golpe de estado, y no lo condenaron por eso, si no que le fue sobreseída su causa judicial sin juzgarlo, sentenciarlo y condenarlo, a pesar de confesar haber conspirado toda su vida impunemente para dar el golpe contra la democracia fallidamente, y está convicto y confeso. Es más, porque le da la gana de cerrar ese rancio medio oligarca, por rencor, por venganza, porque simplemente le da la gana, porque no le gusta.

Sobre la decisión de multar al periódico Tal Cual y a Laureano Márquez, la respuesta presidencial si es verdad que fue muy política, lo reconocemos, no podía decir otra cosa, aunque sabemos que también mintió, porque es más que una retaliación política, se trata de una política de estado, dirigida a intentar silenciar y censurar indirectamente a los medios de comunicación, que no le son dóciles y sumisos a sus designios, pretendiendo en vano intimidar a los editores de los periódicos y a los dignos e indoblegables periodistas venezolanos, que jamás se callarán ante el chantaje, la persecución, la intimidación, la cárcel, las multas, ni ante cualquier amenaza, que provenga no sólo de un dictador constitucional convertido en oráculo, caudillo y juez supremo de toda la sociedad, de todo y para todo, que se cree y se siente único dueño de la verdad absoluta en sus puños, sino que absolutamente de nadie, por mucho poder, dinero, fuerza militar y bélica, milicias, reservas mercenarias armadas, respaldo popular o caudal de votos, o cualquier otra argumentación que diga tener a su favor.

Todos tenemos derecho a pensar distinto, y a poder expresarlo libremente sin ser perseguidos, ni amenazados, ni ofendidos por ello, y a ser nosotros mismos; incluso, a no ser revolucionarios socialistas o comunistas, que lo sea quien desee serlo, pero que exista el derecho a ser adversario o neutral de esa posición política, sin correr el riesgo de ser catalogado, etiquetado, señalado, como cachorro del imperio o de nadie, o traidor a la patria, pronorteamericano, o lacayo del imperio, porque sencillamente no le guste, no lo crea, o no le agraden, no comparta la ideología política, ni el proyecto político personalista y totalitario de Chávez.

Incluso tenemos el derecho de ser independientes si esa fuera nuestra legítima decisión, de ser apolíticos, no activistas, de no ser pro o contra algo o alguien; detestamos las etiquetas, pero aún más las injusticias, los atropellos, provengan de donde provengan, y al periodista Pablo López Guellys, el presidente Chávez abusando de su condición privilegiada, no sólo lo ofendió en su dignidad como persona y como profesional, lo cual ya de por si es injustificable, cuestionable e inaceptable, sino que intentó –sin lograrlo- de etiquetarlo como cachorro del imperio, ni siquiera por pensar diferente –no expuso sus posiciones o afiliación política- sino por atreverse a preguntarle lo que todos en Venezuela nos preguntamos ¿Por qué nos violan la libertad de expresión, acaso Chávez es el único dueño de la verdad?