viernes, diciembre 29, 2006

AGRIDULCE CHÁVEZ

Teníamos la esperanza de que el Presidente Hugo Chávez aprovechara esta época navideña y de proximidad del año nuevo para auspiciar un clima de reconciliación general en el país; hubiera sido muy auspicioso en bien de logar el tan ansiado sosiego que toda la sociedad venezolana necesita y requiere. Chávez tiene todo lo indispensable para realizar una obra de gobierno positiva en beneficio colectivo: Incuestionable respaldo popular, apoyo de fuertes organizaciones partidistas, institucionalidad democrática, recursos financieros suficientes, incluso el reconocimiento de su victoria electoral el pasado 3 de diciembre por parte de su principal contendor, quien no le objeto su triunfo; el reconocimiento de la comunidad internacional; la felicitación y los buenos deseos incluso de quienes no votamos por él, pero que somos auténticamente democráticos y acatamos las reglas del juego, 4.300.000 venezolanos quienes votamos por otra opción, y aceptamos el resultado electoral, aún siéndonos adverso, y deseamos contribuir modestamente para promover la tolerancia, la convivencia pacífica y el dialogo entre hermanos de un mismo pueblo; en fin, Chávez no puede tener mejores condiciones para gobernar el país y realizar una obra positiva en beneficio de todos los venezolanos, no tendría ningún pretexto para justificar un fracaso que en el fondo nadie desea.

Sin embargo, Chávez desaprovechando la oportunidad de sosegar al país enviando un mensaje de reconciliación en esta época apropiada para hacerlo, y así haber demostrado sus buenas intenciones, su talante democrático, en vez de ejercer un efectivo liderazgo conciliador y ser un estadista esclarecido que irradie luz e influencia positiva sobre toda la nación, que le reclama que tenga grandeza de espíritu, y que demuestre verdadera vocación de trascender por sobre lo rastrero de los egoísmos, y sobreponerse por encima de las pequeñeces de la lucha, prefirió empequeñecerse atizando el fuego de la disputa permanente y estéril, precipitando de nuevo la confrontación innecesaria e inoportuna con “algunos” sectores opositores que lo adversa legítimamente; disidencia que en democracia en esencia tienen derecho a ejercer sin reparos, pueden y deben pensar diferente.

Luego del dulce mensaje de “amor” que había difundido cual querubín amoroso en su campaña electoral, a días de ser reelecto en la presidencia, realiza un mensaje en un acto en el patio de la Academia Militar que hizo palidecer a aquel que hiciera vestido de azul cielo; hoy se nos presenta más real, tal cual es, vestido con uniforme militar verde oliva con su boina roja, visiblemente enfurecido, destilando una amargura que le brotaba por los poros, los ojos y por todas partes, y que no puede disimular, ni resistir, ni contener, para vomitarnos en la cara todo el veneno imaginable en un día de los “Santos Inocentes”, cual “Herodes moderno reencarnado”, presa de un celo inexplicable a estas alturas, cuando ha sido ratificada su autoridad, expresando el odio y el resentimiento que le debe estar carcomiendo el alma, (Dios mío tanto desprecio por los demás, cuanto resentimiento inútil) y la emprende con toda su ira contenida, con la furia más decadente y primitiva contra un canal de televisión y su principal directivo, para hacernos obviar todas nuestras esperanzas de sosiego colectivo. Volvió a enrarecer con su verbo incendiario el tan deseado clima de “precaria paz navideña” que se había logrado, luego de tanta tensión por intermediación de la “natividad del señor”, para arremeter con su incontinencia verbal , contra lo que él denomina como “la sucia y mal oliente oligarquía traidora que expulsó a Bolívar, y que asesinó a Sucre”, y traerla a colación para comparar a aquella con la actual (deformación acomodaticia de la histórica) también según él, igual a aquella, a la que hay que apagarle sus equipos de televisión…”

Con el debido respeto, con la mejor buena fe, con recta intención, le expresamos al presidente Chávez desde aquí nuestra modesta opinión: Señor presidente, puede que tenga usted razones de peso para haber dicho y hecho lo que hizo frente al país entero, pero escogió un momento inoportuno y un escenario absolutamente inadecuado para difundir esa noticia que anunció el 28 de diciembre. Además, nos parece una total inequidad, hacerlo de esa forma tan inapropiada. Nada es más inútil e injusto, que combatir la injusticia cometiendo más injusticias.

Aunque también lamentamos que se decida tal o cual medida sobre la concesión de un canal de televisión, sin consular al país, y sin considerar que se atenta contra los derechos ciudadanos en general (la libertad de expresión) y no únicamente contra los intereses privados de una empresa; pero para eso están las leyes y los organismos jurisdiccionales, los conflictos de intereses entre los particulares y las disputas con el estado, deben dirimirse de conformidad con los principios de derecho vigentes; ya habrá tiempo para dar ese debate frente al país. En realidad lo que más preocupa es su actitud violenta; no es el qué, sino el como.

En verdad, lo que más nos impactó negativamente de sus palabras, es su crudo empeño en dividir a la sociedad entre oligarcas y pobres; entre traidores y patriotas; entre revolucionarios socialistas o contrarrevolucionarios lacayos del imperialismo; entre socialistas o capitalistas; entre limpios servidores del proceso y sucios interesados del imperio; entre pro nacionalistas bolivarianos y pro imperialistas norteamericanos; entre buenos y malos. Esa dicotomía en la que usted muy capciosamente pretende o intenta situarnos, encajonarnos, o etiquetarnos a los venezolanos, nos parece de lo más inapropiada e injusta, pero también inconveniente y hasta peligrosa, porque insinúa o sugiere equivocadamente que quienes estamos en desacuerdo con su manera de percibir la realidad (con o sin razón) somos sus enemigos a muerte, o desleales a la patria, o una suerte de delincuentes, y hemos de ser excluidos o aniquilados, despreciados o sometidos al escarnio y al desprecio público, simplemente por no pensar como usted, o igual a usted, lo cual no nos parece nada agradable como mensaje preliminar de año nuevo, y más bien nos resulta decadente, de un marcado y tendencioso primitivismo político, es sin duda una indecorosa, indebida y mal disimulada manipulación política, es todo un abuso de poder de su parte, que puede conducirnos a un terreno sumamente delicado, nada deseable, y que ha llevado a otros pueblos a la desesperación y a la guerra fraticida ¿es eso lo que se pretende precipitar, más enfrentamientos?.

Si lo que se pretende con esto es amedrentar a la sociedad democrática, acorralándola, callándola, silenciándola, o evitar que lo combatan legítimamente en su visión de país, sinceramente creemos que no lo logrará jamás de esa manera, no podemos estar de acuerdo con usted señor presidente, jamás tendrá nuestra obediencia y ya debería tenerlo muy claro. Que usted diga lo que dijo frente a todo el mundo a la luz de las cámaras en vez de seguir transmitiéndonos mensajes de amor, (no nos diga más que todo lo ha hecho por amor) lo único que nos dejó muy claro es que usted va a insistir en su idea absurda de continuar agrediendo injustamente a quien se le oponga, y tratando de dividir a la sociedad venezolana para sostenerse en el poder a pesar de sus carencias, en vez de procurar la ansiada reconciliación, y eso no augura nada bueno para el futuro, ni fomenta el necesario clima de sosiego que tanto necesitamos para producir, salir del atraso y el subdesarrollo en el que aún estamos por culpa de tantos errores pasados y de imposiciones sectarias de líderes ciegos y sordos.

No queremos parecerle vanidosos señor presidente, no pretendemos ser sus arrogantes asesores, además, deben sobrarle por estos tiempos de luna de miel; pero si pudiéramos hablarle directamente como si lo fuéramos, no nos atreveríamos a ofrecerle ningún consejo, después de todo usted ha logrado su reelección sin ninguna recomendación de nuestra parte. Pero no está nunca de más escuchar las sugerencias de otras personas distintas al entorno, casi siempre desprovistas de prejuicios, más si se las hacen sin cobrarle nada por ello. Haremos un ejercicio temerario, pensaremos por un momento que nos encontramos en ese privilegiado cargo de asesores presidenciales, y a solas en su despacho, debiéramos expresarle algunas sugerencias sobre lo prioritario que ha de hacer ahora que ha sido reelecto. ¿Que podríamos decirle, que ya no le hubieran acotado sus más cercanos colaboradores? Sin pensarlo, le expresaríamos lo siguiente: Presidente sabemos que usted tiene ansias de historia, de trascender como presidente, que aspira realizar algunas confesas transformaciones sociales en nuestro país, pero el bien más preciado que puede usted aspirar a lograr para todos sus conciudadanos en este momento es el de mantener la paz, sin sacrificar sus convicciones.

Le agregaríamos a esas palabras: Gobierne para “todos” , sea magnánimo, ha costado mucha sangre llegar hasta aquí; el mayor merito que a usted le reconocemos es haber podido ganar las elecciones en un clima muy difícil, de serias “dudas” sobre la transparencia del proceso, de graves riesgos de confrontación; y que se le reconociera su triunfo, eso no era sencillo de lograr, y usted lo debe saber mejor que nadie. Las amenazas, asechanzas a la paz y la estabilidad de la república de distinto signo, eran muchas. Es tiempo de gobernar ocupándose principalmente -es verdad- de todos los más necesitados, pero para lograr el ansiado desarrollo, se requiere del trabajo de “todos”.

Para implementar y aplicar los principios constitucionales consagrados en La Constitución Nacional que usted sostiene que son “revolucionarios”, y que para nosotros son “democráticos”, que usted tanto nos cita y muestra en cada alocución, y que ambos defendemos y consideramos legales, válidos y legítimos; los podría perfectamente desarrollar y construir sin más traumas, por etapas, por fases, como los ha venido asumiendo progresivamente el país, ganando aliados, intentando conquistar el respeto de la disidencia con argumentos válidos; exponiendo sus ideas con claridad; convenciendo al país. Pero intentar acorralar a sus adversarios internos, insultándolos, etiquetándolos como golpistas traidores, usando su poder ilimitado, de forma despiadada y sin darles oportunidad a que sobrevivan exponiéndolos a la desaparición, a su liquidación total y absoluta, sin darles ninguna posibilidad de subsistencia posible, los pudiera hacer reaccionar lógicamente con desesperación, y hacerlos incurrir en el error de la violencia “justificadamente”, y en legítima defensa de sus derechos e intereses.

Presidente, “gobierne para todos los venezolanos”, su lema propagandístico de campaña pregonado hasta la saciedad nos agrada: “Venezuela ahora es de todos”, se lo compramos, cúmplalo, hágale honor a ese eslogan publicitario, demuéstrenos que no es sólo eso, un eslogan propagandístico para captar votos; díganos con su accionar cotidiano que Venezuela ahora es de todos, incluso de quienes no compartimos su ideología política; no se comporte como un arrogante tirano, ni haga lo que tanto ha criticado, no excluya a nadie. Si criticaba el sectarismo de antaño no sea sectario; si cuestionaba la demagogia no sea demagogo; si desenmascaraba la injusticia no sea injusto, si arremetía contra las cúpulas podridas de los viejos partidos no fomente cúpulas; si denunció hasta el cansancio la corrupción anterior, combátale eficazmente hoy. Tiene todo lo necesario y auspiciosamente positivo para hacerlo con éxito, no les de en este instante inoportuno a “algunos grupos” de adversarios, “motivos” para volver a enrarecer el ambiente propicio de paz que ha costado tanto lograr, ni el pretexto que desencadene un nuevo clima de violencia inmerecido para todos, quienes en gran mayoría somos acatadores de la voluntad del pueblo, sus gallardos y dignos adversarios autenticamente democráticos, que sabemos ganar y perder, que seguiremos compitiendo legítimamente por el favor popular sin pedir ni dar cuartel, pero que estamos dispuestos a convivir pacíficamente en democracia, siempre que se respete la ley y se nos brinde la oportunidad de expandir nuestras actividades ciudadanas en libertad.

Presidente Chávez, si en verdad desea gobernar garantizando la paz de la nación, convoque a todos los venezolanos a la unidad nacional; llámenos a trabajar por la consolidación del progreso nacional; ofrezca plenas garantías de los derechos democráticos consagrados en La Constitución Nacional; cree la indispensable confianza y la seguridad jurídica necesaria; cumpla al pie de la letra esa Constitución y hágala cumplir; concéntrese en resolver los más urgentes problemas que experimentan los ciudadanos, ocúpese decididamente de estos temas: La alimentación, la vivienda, la inseguridad, el desempleo, la salud, la educación y el mejoramiento de los servicios en general.

Pensamos que si usted como presidente logra crear las condiciones para satisfacer estas demandas, habrá auspiciado la construcción de un clima apropiado de paz y convivencia democrático y cristiano, y para hacerlo no necesitará ni siquiera reformar la constitución (crear un interminable debate que distraiga al país de lo esencial), hay que poner a trabajar a tanto funcionario del estado inoperante e ineficaz; castigar a los corruptos que medran a la sombra del estado. Sólo con cumplir La Constitución eficazmente, le bastaría para emprender el verdadero camino de la recuperación definitiva que tanto pregona, y tal vez ni siquiera sea necesario apagar los equipos de ningún canal privado de televisión, ni revocarle su concesión o no renovársela, a ellos lo que habrá que hacerles únicamente es obligarlos a cumplir la ley de responsabilidad social, para que no abusen con la programación televisiva en detrimento de los derechos de los menores de edad y los ciudadanos; y sancionarlos severamente conforme a la ley con multas o suspensión temporal si incurrieran en faltas. Para el año nuevo le deseamos que se sosiegue y serene, “lo cortes no quita lo valiente”, que no sea más “agridulce Chávez”, que sea de un solo color es tolerable, podemos comprender –no justificar- pero es válido, lo que no aceptamos es la amargura. Sea de su color preferido, aunque su corazón debería ser multicolor, si en verdad quiere ser el merecedor del respeto de todos sus conciudadanos;pero trate de ser dulce también. El país se lo agradecerá.

martes, diciembre 26, 2006

CHÁVEZ LA OPOSICIÓN Y SUS DILEMAS


Hemos expresado hasta la saciedad nuestra visión particular sobre lo que consideramos que ha sido el fenómeno político Hugo Chávez. Es hora de evaluar a la oposición en Venezuela dentro del siguiente contexto: No somos dirigentes políticos, no pretendemos encontrar la fórmula secreta del éxito, sencillamente expresaremos nuestros modestos puntos de vista como ciudadanos observando y viviendo la realidad política, sin condicionamientos de ninguna especie. Tal expresión constituye un esfuerzo por encontrar explicación a lo ocurrido más recientemente a la oposición venezolana, a objeto de proyectar alguna luz sobre los problemas actuales de la dirección política de la oposición.

El mayor error en el que pensamos ha incurrido el liderazgo de la oposición, ha sido el de haber adoptado una estrategia equivocada, aplicando tácticas basadas en esa estrategia. La oposición debió decidir en virtud de las circunstancias obligantes, bajo gran presión y premura, que se confabularon en su contra, para ejecutar e implementar una estrategia basada en un “equivoco”, colocando a los potenciales electores y al país frente a una “dicotomía engañosa”, un dilema muy difícil, ante una disyuntiva muy confusa, indefinida, ambigua. Esta dicotomía ha provocado una larga secuencia de tácticas, total y absolutamente basadas en esa estrategia equivocada. ¿Cuál es esa dicotomía? Decidir anunciarle al país sin pruebas concretas e imposibles de sustentar, después del referéndum revocatorio del 15 de diciembre del 2.004, que se había producido un fraude electoral, y que Chávez había sido realmente revocado, pero que gracias a “manejos dolosos de sus cómplices secuaces del CNE”, se había alterado el resultado electoral en su favor, y que por lo tanto, era un presidente ilegítimo, que el pueblo no lo había ratificado en el cargo; para posteriormente no sólo no probar el fraude contundentemente, sino dejando toda una espesa capa de dudas sobre el proceso y el sistema electoral (con o sin razón).

En fin, se les dijo a los electores que se había materializado un descarado fraude, pero no se demostró jamás de forma contundente, ni tampoco se logró influir en el ánimo de los electores opositores para que se movilizaran masivamente y salir a las calles a defender la presunta victoria, ni existían las condiciones reales para provocar la caída de Chávez, mediante otro golpe militar, más aún, cuando éste había tenido tiempo de reorganizarse política y militarmente luego del paro cívico petrolero; aparte de que, el liderazgo no era el apropiado, no existía el líder opositor con la consistencia necesaria y la ascendencia suficiente en la gente para conducirlos eficazmente y movilizarlos.


Esa dicotomía comenzó allí, un dilema terrible, pero luego la oposición la continuó fortaleciendo como matriz de opinión muy fuertemente, al decidir mayoritariamente objetar el proceso electoral para elegir La Asamblea Nacional, absteniéndose masivamente de concurrir a votar, buscando deslegitimar al presidente; logró atribuirse cierto éxito político, una suerte de victoria moral, pero tampoco pudo obtener el anunciado resultado de deslegitimación, al contrario, el potencial sector opositor volvió a sentir una gran decepción, al percatarse que La Asamblea Nacional ahora era inevitablemente monocolor, se instalaba sin resistencias de liderazgos visibles, ante el asombro de los ya impotentes opositores ¿Qué esperaban entonces los “líderes”, que el país saliera a las calles a manifestar a la Ucraniana?

Así se perdió también ese espacio de La Asamblea Nacional, y Chávez consolidaba el bastión que le faltaba para completar su póquer de ases, tenía ahora si, el control del poder legislativo, la oposición por un error de cálculo político se la regaló en bandeja de plata sin protestar. La cedieron sin pelear electoralmente sin plantear algo distinto, y esta vez con consecuencias impredecibles. De inmediato se vieron sus efectos; el régimen logró sin ningún pudor ni resistencia, elegir a los cinco nuevos integrantes del Poder Electoral, ¿el nuevo CNE incondicional?

La oposición se empeñó entonces en esta dicotomía basada en un equivoco; había invertido grandes dosis de recursos, y tiempo en tratar de vender la matriz de opinión del fraude electrónico continuado, objetando todo el proceso electoral, para luego súbitamente a solo meses de las elecciones cambiar de estrategia decidiendo ir a como diera lugar a las elecciones; colocando así al país frente a una “dicotomía difícil de descifrar”, y de resolver, era casi imposible enfrentarla, sin ser víctimas de sus propias ambigüedades, sin darse cuenta tal vez, del daño causado en la psiquis del electorado, y del gran riesgo asumido por el efecto de la matriz de opinión de la abstención vendida como buena durante largos meses, originando una total confusión en la mayoría de los opositores, dividiéndose antes de la contienda en dos bandos, los abstencionistas y los participa sionistas, ir a las elecciones en esas condiciones era muy arriesgado y el costo muy elevado ¿pero no tenían más opción?


A la oposición le ocurrió una terrible circunstancia, debió enfrentarse al problemático dilema que había producido: ¿Votamos o no votamos, participamos o no participamos, competimos o nos abstenemos y si lo hacemos sin éxito, luego que haremos?

Sostengo que la oposición basó toda su estrategia en una “dicotomía mortal”, (se entrampó ella misma) porque fue sustentada sobre “el equivoco del fraude no probado”, no desmontado, porque si hubo fraude ha sido hasta ahora imposible de demostrar. Porque luego que había objetado el proceso electoral en diciembre del dos mil cinco, rechazando el registro electoral, las capta huellas, denunciando la presunta parcialidad del ente electoral en general, cuestionando sistemáticamente a los rectores electorales acusándolos de cuanta inequidad imaginable, realizando denuncias sobre cedulaciones amañadas, de gravísimas irregularidades en las denominadas migraciones electorales dirigidas para favorecer al oficialismo; denunciar el ventajismo y la violación de las leyes electorales; de decir hasta rabiar por todos los medios, que no iríamos a un proceso electoral si no se obtenían las condiciones electorales mínimas; después que se amenazó a Chávez con dejarlo sólo en el proceso, y convertírselo en una suerte de plebiscito ratificatorio o reprobatorio de su mandato, para intentar deslegitimarlo haciéndole un vacío de electores y alentando a todo evento la abstención electoral como medio de lucha pacífica; se decidió hacer un violento giro de la estrategia, practicando todas las tácticas para tratar en vano de cambiar la marcada negativa impresión, que se había logrado construir -con o sin razón- de lo viciado y fraudulento del proceso electoral.

Hoy día aún quedan algunas voces lamentándose de no haber jugado la carta de la abstención, y que parecieran únicamente trabajar para ahondar la profunda brecha que ha quedado entre ambas tendencias opositoras, que defendían una y otra postura, sin ni siquiera advertir que ya estaban ambas de antemano destinadas al fracaso antes de imponerse una sobre otra, en razón del peor cálculo que pudieron haberse hecho o planteado. Pensar en uno y otro caso que las elecciones se ganarían únicamente creando matrices de opinión desde sus laboratorios en los medios de comunicación, obteniendo una precaria unidad para seleccionar un liderazgo mediante un discutible y cuestionado acuerdo entre un cenáculo cerrado integrado por tres dirigentes sin raíces y carisma en las bases opositoras, lograda a regañadientes y a empujones, sin organización, ni partidos fuertemente estructurados y organizados por todo el territorio nacional, y dependiendo de la “participación espontánea” de los electores (en avalancha), sin contar con partidos políticos poderosos, ni militantes disciplinados y probados en el duro fragor político, que los movilicen y motiven directamente a la participación, y a votar en su favor.

Ahora que, el colmo de los errores, de las pretensiones y de los atrevimientos, que cometió la oposición, fue intentar ganarle en tan sólo tres meses de campaña, sin los suficientes recursos organizativos, logísticos y de toda índole, luego de cometer toda suerte de errores estratégicos y tácticos, a un líder carismático y popular consolidado como Chávez, quien ha logrado articular todo un poderoso aparato logístico en su entorno, un esquema absolutamente ventajista y favorable para desarrollar sus estrategias políticas y obtener sus fines, y quien sin dudas –queramos o no reconocerlo- ejerce una profunda influencia directa en buena parte de la población, en virtud de todas las ventajas comparativas que ha logrado acumular, todo un capital político nada despreciable del cual dispone.

Por lo demás, a pesar de que a Rosales hay que reconocerle sus extraordinarios meritos individuales como probado dirigente regional y los loables esfuerzos personales que realizó durante la campaña meteórica que desplegó por donde “pudo y lo dejaron”, evidentemente le fueron ampliamente insuficientes para alcanzar una victoria electoral, que sabíamos de antemano sería si no imposible de lograr, si muy poco probable, en virtud de la ventaja que le llevaba su hábil contendor. Pero es que si fueran pocos argumentos, agregaría que era difícil ganar en esas desventajosas circunstancias en las que se concurrió al evento electoral, porque Manuel Rosales con el debido respeto, no estaba al nivel político de Chávez para el momento de realizarse las elecciones.

Por poco delicado que parezca, lanzar la candidatura de Rosales fue como poner a boxear a un peso ligero con un peso pesado, es desde luego una odiosa comparación, pero a Rosales no le alcanzaban sus fuerzas para doblegar a un Chávez sobrado en ventajismos. Rosales se encontró con casi 40 partidos que lo apoyaban formalmente con sus siglas, pero sobran los ejemplos de partidos que no obtuvieron ni siquiera 40.000 votos, lo cual indica, que no tienen maquinaria, ni capacidad adecuada de movilización, sufren ausencia de militancia, sin suficientes activistas que actúen en la sociedad, y la motiven eficazmente para que participen ¿y entonces así quien hace el trabajo político directo, el de activismo político, el que busca los electores y los transforma en votos?

Manuel Rosales gallardamente realizó un gran esfuerzo, esa es la verdad, y no reconocerlo sería mezquino; pero él no disponía de la necesaria maduración de su liderazgo para competir con Chávez, con reales posibilidades de victoria. Las encuestas serias -en las que siempre he creído- nos lo advertían, a sólo 4 meses de las elecciones Rosales no llegaba ni siquiera a los 10 puntos en la intención de votos nacional; no había hecho el indispensable recorrido, el trabajo político que requiere hacer un dirigente que aspire consolidarse como un líder nacional, tal vez existan Estados a los que Rosales ni siquiera había ido en su vida, que debió visitar por primera vez, así ¿cómo se puede aspirar a ser presidente compitiendo en condiciones tan desiguales?

Los viejos partidos políticos estaban desmembrados, desmantelados. Sus dirigentes de envergadura y peso específico silenciados, obligados a mantenerse de bajo perfil, en un ostracismo obligado. AD aparatosamente autoexcluido de la contienda por su caduca dirección nacional, COPEI víctima de sus fantasmas, apenas obtuvo 250.000 votos; partidos como un solo pueblo alcanzó escasos 36.000 votos, otras organizaciones emblemáticas como el MAS se diluyeron, ni siquiera lograron 76.000 votos; partidos como La Causa R a penitas sacaron 25.000 sufragios, y así, una catarata de partidos que quedaron muy disminuidos. Nos preguntamos: ¿cómo se puede responsabilizar únicamente a Manuel Rosales? su partido Un Nuevo Tiempo, obtuvo casi 1.700.000 votos, colocándose como la segunda agrupación política más votada en el país, seguido por Primero Justicia con más de 1.300.000 votos. Pero en esencia, las viejas maquinarias políticas AD, COPEI, El MAS, La Causa R, estaban desmanteladas, desmovilizadas, desarticuladas, han quedado en evidencia su bajo nivel de convocatoria en la sociedad, su saldo negativo, y su escasa posibilidad de influir y contribuir con su pregonado respaldo a Rosales, en obtener un resultado electoral positivo para la oposición. La sociedad los ha relegado del liderazgo y ha investido de autoridad a nuevos líderes les guste o no a esos partidos reducidos.

Sin embargo, no es tiempo de buscar “culpables”, sino de reconstruir el edificio de la oposición con nuevas bases; fortalecer las nuevas organizaciones políticas que quedaron en pie, de eso se trata, todos caben para hacer la magna obra que la sociedad les está ordenando edificar. Es la hora de reorganizar a la oposición democrática en base a los logros alcanzados que no son pocos, como por ejemplo, haber consolidado una estructura organizativa medianamente operativa que habrá de reforzarse hacia el futuro; activando la integración y la participación verdadera de los ciudadanos a las organizaciones políticas; asignando tareas, motivando esa integración mediante distintas iniciativas y actividades sociales, culturales, deportivas; es hora de retomar el contacto directo con los ciudadanos de forma permanente, constante. Hay que enseñarles a participar, incluirlos en la lucha política diaria, cotidiana, hacer de la actividad política algo útil, eficaz para obtener respuestas y soluciones oportunas de los entes públicos; hacerlo a fuego lento, es hacer política de calle, sin esperar resultados inmediatos, sino a largo plazo; no se trata únicamente de organizarse para marchar o protestar, activar en organizaciones políticas de oposición es mucho más meritorio, porque se lucha sin los habituales recursos del estado que nutren a los partidos oficialistas. Habrá que reorganizar las finanzas de los partidos, y de los aportes financieros de los militantes viejos y nuevos que han de sumarse.

Aquí lo que ha quedado claro es que los venezolanos no quieren una guerra civil, ni confrontación fraticida, ni golpes de estado; que la mayoría de la oposición quiere es elecciones y lucha democrática, que cada voto opositor es cualitativamente de gran calidad, y de un peso específico; que son votos verdaderos, auténticos, sentidos, conscientes, logrados a pulso, contra todas las adversidades, conquistados a fuerza de trabajo constante, de la dirigencia opositora, buena, regular o mala, pero la que había disponible, la que se tiene, con la que se cuenta, como dicen algunos jóvenes ahora, “eso es lo que hay”. Hay que ver en lo negativo que le ha ocurrido a la oposición, una grandiosa oportunidad para comenzar el camino seguro de su adecuada recuperación. El liderazgo no se mendiga el liderazgo se conquista, no se pide, se logra a base de esfuerzo, constancia, sacrificio, disciplina, trabajo, talento y el contacto directo con el pueblo.

Se deben invertir años para construir un liderazgo preclaro, efectivo y profundamente útil, más que carismático y popular. A Venezuela no le han faltado liderazgos muy carismáticos, sobran los ejemplos, pero ¿Cuántos de esos líderes carismáticos han sido realmente útiles para el país? Porque si de líderes carismáticos se trata, allí están los ejemplos mundiales como el de Hitler.

Existen muchos venezolanos capaces y con gran talento, lo que se necesita y requiere es que se desarrollen y afloren. Los líderes surgen cuando los pueblos los necesitan y se presentan las circunstancias. En el mundo surgieron durante la segunda guerra mundial, tres líderes prodigiosos y virtuosos como Wiston Churchill ; De Gaulle y Franklin D. Roosevelt quienes cumplieron un papel estelar al conducir a sus pueblos a la victoria contra el Führer Adolfo Hitler, el Duce Benito Mussolini y el Emperador Japonés la deidad Hirochito, en medio de grandes calamidades, ninguno de ellos claudicó sus ideales, ni siquiera en las peores circunstancias imaginables. ¿Se pueden olvidar por ejemplo los episodios trágicos como el ataque sufrido por Los Estados Unidos en Peral Harbor por parte de la aviación japonesa, o la invasión de Francia por las Tropas alemanas, así como el bombardeo vivido por Inglaterra en Londres? Líderes habrá…

jueves, diciembre 21, 2006

CHÁVEZ : ¡HALLACAS CON COCA COLA POR EL BUCHE!

El Presidente Chávez en Venezuela no pronuncia un discurso por esta época, sin dejar de aludir a las hallacas. Las cita a cada momento, obsequiosamente se las ofrece casi como un trofeo, a cuanto personaje representativo de algún sector social le anuncie su visita o le pida un encuentro. Excelentísimos personajes, Presidentes, Mandatarios, Primeros Ministros, Magistrados, Líderes Políticos, Embajadores, Plenipotenciarios, Prelados de la Iglesia, Cardenales, Nuncios Apostólicos, Arzobispos, Obispos, Presidentes de Organizaciones empresariales y Sindicales, Ministros, Jefes Militares, Representantes de Organizaciones Mundiales como la ONU, La OEA, MERCOSUR, la CAN, todos personajes importantísimos del acontecer mundial y nacional, no se salvarán de probar las hallacas presidenciales, son particularmente aludidos como futuros comensales de aquel multi sápido manjar de Dioses, prácticamente son advertidos a tiempo, se les meterá si se acercan a hablarle, como mínimo, “una hallaca por el buche”.

En tal virtud, y como quiera que el imaginario popular no descansa, porque en esta época navideña en Venezuela nadie escapa a sentir el apetito por ingerir esta exquisitez autóctona; y con el propósito de que en el mundo sepan, lo que comerán los ilustres visitantes en la eventual visita presidencial, haremos hoy una modesta contribución de descripción del aludido y ya emblemático manjar.

Trataremos de explicar, las razones probables de esa suerte de obsesión presidencial, al mencionar las hallacas a cada instante, y al ofrecerlas despiadadamente a quien se atreva a aproximársele a saludarlo, como tuvimos la impresión que lo hiciera de forma algo descortés con el Cardenal que solo insinuó una humilde visita para interceder por sus ovejas. “¡Que bueno que pidan un encuentro!” dijo desencajado y visiblemente incomodo, el renovado caudillo ahora jefe supremo de un partido único; “que vengan a hablar conmigo, para comernos una hallaca”. Su palabra “Jefe máximo” valla por delante; pero en su boca eso parecía casi un insulto al solicitante purpurado, que seguramente debe tener ya las hallacas atragantadas, antes de que usted le ofreciera, casi que metérselas por el “buche,” si cometía la osadía de acercársele a dialogar. Nos transmitió la sutil impresión de que el diálogo le insulta, que se ofusca cada vez que escucha mencionar la Iglesia Católica, o cuando piensa en sotanas negras, ¿será acaso que le recuerdan episodios tristes, tal vez a la Isla de la Orchila, o la bahía de Turíamo; o son sus indecisiones, resquemores, ambigüedades y culpas, las que le impiden serenarse y estar en paz con su consciencia? Cómase usted no una sino muchas hallacas contento y déjenos a nosotros degustar las nuestras felices, seguramente un poquito más escuálidas este año que las suyas, pero tal vez más sabrosas, porque nos las comeremos serenamente, sin sentir ira, ni odio, sólo mucha compasión cristiana. De verdad, le deseamos éxitos y salud.

Para quienes desconocen ese exquisito manjar en otros países, se trata de una especie de bollo de harina de maíz muy elaborado, apropiadamente condimentado que le dan un particular color amarillento, que sirve de base para envolver un delicioso guiso de carnes picadas de res, cerdo, gallina o pescado, dependiendo de la región del país, mezclado con toda clase de ingredientes de origen europeo, tales como: alcaparras; aceitunas rellenas, verdes o negras según las costumbres; pasitas; vegetales encurtidos; ciruelas pasas; garbanzos, condimentado con toda clase de especies, como pimienta; orégano; comino; caldo de gallina; vino tinto o blanco; sazonado con cebolla; ajo; pimentón; tomate; ají dulce; puerros; en fin, con cuanta verdura y hortaliza disponible en las distintas regiones. Este guiso es macerado normalmente en vino blanco o tinto –según el gusto- de un día para otro, y es colocado como relleno a la masa de maíz, adecuadamente, sobre hojas de plátano pasadas por fuego, posteriormente, amarradas con hilo pabilo, para ser cocinadas sumergidas en agua hirviendo durante varias horas, hasta lograr su punto de cocimiento perfecto, que hacen desprender un extraordinario aroma, que deleitaría al más exquisito comensal. En realidad este plato constituye un delicioso manjar de Dioses inigualable, y no hay hogar venezolano por humilde que sea, que en época navideña no haga lo imposible para elaborarlo.

Existen distintas modalidades; en algunas partes el guiso suele cocinarse previamente, en otros lugares sin embargo, prefieren confeccionarlas con el guiso crudo, para ser cocido dentro de la masa posteriormente. Cada región venezolana posee su particular estilo y sazón, por ejemplo, en los Andes en las zonas de los estados Táchira, Mérida y Trujillo, las viejas matronas suelen realizarlas con harina de maíz del denominado “pilado o pelado”, que ha venido siendo sustituido por la harina de maíz precocida e industrializada, masificada en el mercado; así como en zonas del oriente se hacen con pescado. En cualquiera de los casos, suele teñirse la masa con algún colorante natural como el llamado onoto, que puesto al fuego mezclado con aceite lo pinta de un profundo color rojizo, que diluido en la masa se transforma en un suave, hermoso y apetecible color amarillento. Igualmente es típico añadirle al guiso, un toquecito de papelón o panela, que es un producto rústico elaborado en los trapiches, preparado con el extracto de la caña de azúcar sometido a altas temperaturas, no refinado, vaciado en paneles cuadrados de madera, endurecidos al enfriarse, de una coloración entre marrón y amarillenta, que suele normalmente suplir al azúcar refinada en la mesa venezolana, y con el cual se elaboran toda clase de preparaciones, bebidas y postres. No faltan quienes le vierten un chorrito de ron. Por otro lado, también se le añade al guiso, el denominado tocino de cerdo, para darle sabor; o tocineta ahumada. Las hallacas andinas típicas de regiones merideñas contienen carne de gallina y garbanzos. En varias regiones, las adornan con huevos duros, aros de cebollas, tiritas de pimentón; igualmente, no faltan lugares en los que son particularmente usadas las papas como integrante del guiso. En fin, cada región tiene sus particularidades y especificidades, en la preparación de este suculento plato navideño que constituye todo un ritual familiar, motivo de reuniones, y fiestas amenizadas con música y bebidas; pero todos los venezolanos aseguran que "la mejor hallaca la hace es su mamá".

Normalmente en la mayoría de los hogares las hallacas son hervidas en agua, en grandes ollas, durante más de dos horas como mínimo, en las novedosas y modernas hornillas de las cocinas; pero los lugareños más ancianos, aseguran que los fogones de leña, les dan el auténtico sabor primigenio. Actualmente por lo complicado que resulta en la vida cotidiana moderna, es difícil seguir esa tradición, si consideramos que la mayoría de la población habita en edificios de apartamentos, en grandes condominios, en los cuales es casi imposible cocinar de ese modo. No pocos prefieren cocinarlas en ollas especiales del tipo de vapor, que facilitan enormemente su preparación reduciendo el tiempo de cocción a apenas una hora.

Lo cierto es que ese mítico rito de la preparación de la hallaca, al parecer tiene su origen antiguo, en la época colonial; se creé que las primeras hallacas fueron muy rudimentarias, y preparadas casi que por una casualidad, por esclavos negros de origen africano, traídos por los conquistadores, quienes trabajaban en estas haciendas labrando la tierra y como sirvientes. Cuentan “algunos”, que el suceso ocurrió como consecuencia de los grandes bacanales (comidas, cenas) que solían realizar los “ricos hacendados” los denominados blancos peninsulares, inmigrantes españoles establecidos en sus fincas de cacao y café, a quienes históricamente se les calificaba como “grandes cacaos”, y quienes tenían absceso a la importación de distintas exquisiteces que no se producían en el país, como eran las aceitunas, las alcaparras, las pasas, encurtidos, así como, diferentes bebidas y licores como, los vinos, whiskys, brandys etc; pero además, la basta cultura culinaria y gastronómica española y europea también suponían, la aportación de muchísimos otros preparados y su forma de cocinarlos, como es el caso de los jamones ahumados, los distintos modos de preparar el cerdo, embutidos, jamones curados, etc; así como la amplía gama de productos y especias llamados secos que se comercializaban y traían del viejo continente, y que vinieron a ser incluidos y fusionados con las tradiciones y hábitos culinarios propiamente indio americanos. Por ejemplo, toda esa gama de exquisitos frutos como los duraznos, ciruelas, almendras, nueces, avellanas, las especies del oriente que entraron con los conquistadores españoles, como la pimienta, el comino, la canela, el orégano, los clavos de olor entre otros.

Al parecer, en una de estas comilonas oligárquicas y aristocráticas, luego de abundantes y copiosas comidas, “las sobras o residuos”” eran retirados por los esclavos sirvientes, quienes decidieron no desecharlas, sino que juntarlas todas en un único recipiente, para confeccionar una especie de mazacote, aquí lo llaman “revoltijo”, de lo que se obtuvo algo parecido a un tamal mexicano, pero mucho más nutrido por la diversidad de ingredientes, que lograron compactar y envolver en hojas de plátano amarradas con cabuyas, para luego, en un fogón de leña hervirlas en agua, en los recintos aledaños dispuestos para los esclavos. Aseguran los viejos de las comarcas, que al producirse el fuerte, particular y exquisito aroma que despedía aquella “genial” preparación, llegó al olfato de los distraídos patrones hacendados, que debieron ir a indagar, ¿de donde provenía y que era ese extraordinario olor, que traía aquella maravillosa brisa, que les penetraba en sus aterciopeladas mucosas nasales?. Al llegar el patrón al sitio del “crimen”, en pleno lugar de los hechos, los desprevenidos e ingenuos esclavos, ya comían felices y gozosos aquella maravilla, tan suculento manjar, sin ni siquiera caer en cuenta de que habían inventado la que iba a ser sin lugar a dudas, y por siempre, el más extraordinario, exquisito y emblemático plato, símbolo de las tradiciones navideñas venezolanas, habían inventado sin proponérselo la hallaca navideña, todo un manjar de Dioses, que ahora hasta el Jefe supremo se ufana de él, sin avergonzarse y con verdadero orgullo de su origen, le ofrece con jactancia, y vanidosamente a cualquiera -por encumbrado que sea- “meterle una hallaca venezolana por el buche”. Ahora ya intuimos y sospechamos por qué; presuminos, que es porque de acuerdo a su peculiar historia, es un plato extraordinariamente “mestizo”, toda una mezcla de culturas, tradiciones y hasta de razas, donde no participaron directamente en su invención los “aristócratas y oligarcas” -aunque pusieron las sobras- pero ciertamente, si intervinieron muchísimas especificidades ¿no les provoca una hallaca? Ahora podrán comérsela con pleno conocimiento de causa y efecto, y metérselas por el “buche” a cualquier oligarca que los visite sin sentirse menos, a fin de cuentas las hallacas las inventaron los esclavos africanos (afro descendientes), no los indios, nuestros auténticos descendientes. Aunque podríamos acompañar la hallaca con un buen carato de plátano, o tal vez, con chicha de maíz, es más indio americano, nosotros la solemos acompañamos con “coca cola”, como nos la servía la abuela, y sin sentir ningún complejo imperialista, “¡hallacas con coca cola por ese buche!”.

miércoles, diciembre 20, 2006

ETERNAS TRADICIONES NAVIDEÑAS

Villancicos:

Mil poetas le han cantado a la navidad. En primer término, la ha cantado el pueblo, con su fervor ingenuo, a través de todas las tierras, en millones de ternísimas coplas y villancicos. Los clásicos no desdeñaron cultivar este género poético, y existen hermosos villancicos de José de Valdivieso, Luís de Góngora, Bartolomé Aparicio, Lucas Fernández, Lope de Vega, Juan Caxes, Fray Pedro de Padilla, Francisco de Ávila, Ledesma, Ubeda, Gabriela Mistral, Jacinto Verdaguer, Bonilla San Martín, entre otros. Sin lugar a dudas el Pueblo es ha sido y será el gran poeta de los villancicos, para muestra un botón:

Ha nacido en un portal
Llenito de telarañas,
Entre la mula y el buey,
El redentor de las almas.
(Y dijo Melchor:
¡Toquen, toquen esos instrumentos,
Y alégrese el mundo, que ha nacido Dios!)

Esta noche nace el Niño,
Entre la paja y el hielo;
¡quién pudiera niño mío,
Vestirte de terciopelo!

En el portal de Belén
Hay estrellas, sol y luna;
La Virgen y San José
Y el niño que está en la cuna.

En Belén tocan a fuego,
Del portal sale la llama;
Es una estrella del cielo
Que ha caído entre la paja.

Los villancicos son una ¡Maravillosa manifestación de la poesía anónima del pueblo! ¡ hermosa expresión musical popular! con que, al son de tamborcillos, panderos, guitarras, violines, mandolinas, arpas, cuatros, maracas y cuantos instrumentos musicales se dispongan en las distintas regiones de España e Hispanoamérica, se realizan alabanzas al niño Dios los niños y los mayores.

Los Pesebres, Nacimientos o Belén:

En España e Hispanoamérica la navidad suele estar representada o simbolizada en los hogares mediante una tierna costumbre convertida en tradición, se trata de la reproducción o la representación física del nacimiento de Jesús de Nazáret, el Mesías de los cristianos católicos, pero también el profeta, el místico, el iniciado, el inspirador de muchísimas otras corrientes religiosas, entre ellos los Protestantes y evangélicos etc. En regiones españolas como Cataluña se le denomina pessebre; en otras zonas se le llama Belén, así como en diferentes sitios se denomina nacimiento. Esta ya inmortal costumbre atribuida en su origen al Santo Italiano San Francisco de Asís, por ser su precursor al ejecutar en el templo de Asís frente a testigos, un rito simbólico para adorar al niño Jesús, conmemorando su nacimiento. Fue lo que dio origen a esta significativa tradición, primero extendida por parte de Europa, y luego por toda Hispanoamérica; de tal manera, que en la mayoría de los hogares latinoamericanos suele conmemorarse la navidad, realizando esta bellísima reproducción del nacimiento de Jesús.

El nacimiento, que es como se le denomina en Venezuela, suele materializarse principalmente en cada hogar, colocando las Figurillas de yeso o cerámica, más popularmente de barro o arcilla, que personifican y representan a la Santísima Virgen María, a San José y al Niño Jesús, acompañadas por la mula y el Buey; junto a diversas figuras que encarnan pastores con sus ofrendas, gente humilde, aldeanos, campesinos labrando, mujeres samaritanas lavando, o amasando el pan, son los principales personajes del particular escenario, en el que sobresalen los coloridos cerritos o montañitas configurados con toda clase de elementos que le sirven de sustento, con gruesos papeles, pintados con distintos tipos de pinturas, surcados por riachuelos remedados con pedazos de escarcha o espejos y trozos de papel plateado; el paisaje interior adornado con musgo, arenas amarillas y piedras, frondosos helechos y diferentes plantas para brindar el apropiado ambiente natural, constituyendo todo un “territorio santo”, en el que se construyen poblados con casitas coloridas, algunas veces de menor tamaño que sus habitantes, despidiendo un toque de ingenuidad, que lo convierten en encantadora y auténtica obra de arte popular, que mientras más tosca, más hermosa. Toda una verdadera expresión artística nacida del imaginario del pueblo. Y en un rincón especial, los actores principales de la obra, casi siempre colocados dentro de un humilde portal que semeja el auténtico pesebre de Belén , con La Virgen María y San José adorando al Niño, que sonríe entre pajas secas, atemperado por el vaho que facilitan el buey y la mula. En el frontispicio del portal, brilla la fulgurante estrella de Belén, faro guía de los Reyes Magos, sabios y majestuosos, quienes también se encuentran en el desplegado ambiente a unos metros, dispuestos sobre algún camino color ocre que remedan las arenosas dunas desérticas del oriente, ya montados sobre sus jorobados camellos, y que parecen dispuestos a encontrar al niño para rendirle culto.

Los Reyes Magos y el Árbol de Navidad:

Es típico en España, después del 6 de Enero, conmemorar el denominado día de los Reyes Magos Melchor, Gaspar y Baltasar, evocados por el amor paterno filial. Es una bellísima tradición, en la que los padres a escondidas, dejan golosinas, caramelos, obsequios y regalos mientras duermen, a sus hijos pequeños, en sus zapatitos colocados avisadamente por los niños para que estos le sean depositados por los mágicos Reyes, esperados con ansiedad y traviesa disposición infantil.

En cambio, en Francia, el significado de estas dos particulares festividades –Navidad y día de Reyes- su profundo simbolismo religioso y de sutil ternura, se sintetizan en una sola: “¡ Noël !” Esto es, Navidad. A ejemplo de los países del Norte, el bosque navideño llega a las casas como un árbol de Noel, el abeto o pino de cuyas ramas cuelgan los obsequios que se distribuyen entre los familiares, fundamentalmente entre los pequeños, y que se abren a la media noche. ¡El árbol de Noel! ¿Quién fue él que lo colocó mágica y secretamente, trayéndolo a cuestas en su cargamento carísimo? Los infantes tiene la convicción, que el qué hizo la proeza fue personalmente “Pére Noël”, un gordito viejito de larga y poblada barba blanca, vestido con traje de aterciopelado rojo con ribetes de pieles blancos, y sosteniendo a la espalda un gran saco, que contiene sus mágicos regalos. Los pequeñitos de Francia, Bélgica y muchos otros países esperan ansiosamente la insospechada visita del “ Bonhomme Noel” con la misma actitud de ansiedad, con infantil ingenuidad, cargada de misteriosa magia, poseídos por la sana ilusión, el misterio y el entusiasmo más hermoso, que también viven y experimentan los niños en España e Hispanoamérica, con la espera de los Reyes magos o el Niño Jesús. Porque unos y otros igual vienen a traerles sus ansiados y apreciados regalos. Tanto el “Pére Noél”, los Reyes Magos y el Niño Jesús son portadores de dones de ternura infinita y mensajes del País de la ilusión.

El Árbol de Navidad es desde luego igualmente epicentro de los entusiasmos y felicidades hogareñas en las festividades navideñas, y en su adornado entorno se suelen disponer toda clase de obsequios familiares, igualmente, ante su aureola de espíritu festivo, se entonan canciones, como en España y en América los villancicos, esas extraordinarias manifestaciones musicales francesas que, inspirando su denominación de la oportunidad en que se ejecutan, se llaman sencillamente “Noëls”.

En la mayoría de los países del Norte, principalmente en Rusia y las naciones escandinavas, el mítico protagonista generoso que arriba con un aureola de magia y de un inusitado misterio, con toda clase de obsequios, es sin lugar a dudas Santa Claus o san Nicolás, según los niños, es un viejo con blanca barba que, suele penetrar a escondidas en los hogares durante la madrugada por el hueco de las chimeneas, y protegido por la sorpresa, les dejará los obsequios en los zapatos y medias, ubicados en sitios estratégicos en donde el personaje bonachón pueda verlos.

Tarjetas y Regalos:

Igualmente, hermosas costumbres de Navidad son las de las peculiares tarjetas expresando los buenos deseos a familiares, amigos y relacionados; el intercambio de tarjetas que, de acuerdo a costumbres inglesas, se hace por medio de cartulina artística, muy alusivas a la fiesta cristiana de la Natividad del Señor, bien reproduciendo obras de arte, costumbres del país, etc.

Así mismo, este auspicioso, civilizado y armonioso hábito de intercambio de tarjetas navideñas, como medio de la manifestación expresa de mutuos buenos deseos entre familiares y amigos, que fomentan los más nobles ideales de fraternidad humana, se amplían y evolucionan aún más con el intercambio ya no de delicadas tarjetas, sino de verdaderos regalos de toda índole, costumbre que, no obstante la crisis económica mundial, pareciera expandirse cada día con mayor vigor, Obsequios de toda clase, exquisiteces culinaria para los familiares con las que nos acercamos en intimidad; presentes sutiles de flores, chocolates y bombones, turrones, nueces y almendras, bienes de Dios, que se suelen obsequiar a las personas dilectas de nuestra amistad. Demostraciones de afecto para quienes más amamos; fervorosa costumbre cada vez más renovada, hábitos verdaderamente hogareños que se realizan en todas las naciones cristianas que las tradiciones instauran eternamente. Maravillosa armonía fomentada por los lazos afectivos, para poder sentarnos juntos en torno a la mesa navideña para compartir la vida felices y poder celebrar en paz con nuestros más íntimos afectos el hermosísimo aniversario de otra Navidad.

La Mesa de Navidad:

Habría que editar un exquisito libro para referirnos a esta tradición, para intentar sintetizar el amplísimo espectro de costumbres culinarias que se viven actualmente, y que forman parte de la bastísima cultura gastronómica española e hispano americana. Sin embargo, diremos que nada sintetiza más las tradiciones navideñas, que la costumbre de ataviar “la mesa navideña” familiar, con cualquiera clase de platos, preparados y exquisiteces variadísimas. Hay muchísimos manjares característicos de la celebración; en la Nochebuena, que es la que mayormente se conmemora en casi todas las regiones españolas y de Hispanoamérica. Es típicamente español, la sopa de almendras, besugo clásico, turrones, mazapanes, barquillos, almendras y piñones. El Pavo es el protagonista. En Venezuela el plato por excelencia es la ya emblemática hallaca navideña, acompañada con pernil de cerdo, ensalada estilo rusa con gallina, pan de jamón, acompañada de exquisitos postres como el dulce de lechosa (papaya), y la denominada torta negra con frutillas secas, pasitas negras y rubias maceradas en licor; no faltará el vino para la ocasión, o cualquier bebida alcohólica para brindar. Una mesa provista de mantel decorado con motivos alusivos a la navidad. Hermosamente dispuesta con las vajillas, copas y la cubertería atesorada con esmero por las familias; sin importar las clases sociales ni procedencias, sin distingos, en las mesas navideñas venezolanas no faltan las bendiciones. Familiares y amigos se esmeran para dotarlas de acuerdo a sus posibilidades, por muy modestas que estas sean, siempre se celebra la navidad sentados en torno a la mesa navideña, podrán faltar adornos, tal vez hasta el pesebre o un árbol con lucecitas intermitentes, pero la mesa se viste y sirve en navidad para cenar juntos en familia, tomándose una cerveza y escuchando la música que reza: “yo no olvido el año viejo, o faltan cinco pa` las doce”, que ya son un himno.

Tal vez podrían considerarse costumbres y hábitos muy materialistas, si pensamos que se trata de la conmemoración simbólica del Nacimiento de Jesús. Sin embargo, tiene su razón de ser en lo hermoso del alborozo de los pastores de Belén. Es preciso recordar que quienes comparten siempre la mesa navideña son los niños. Además que ese cumpleañero si que es muy apreciado por la mayoría, porque fíjense que “todos sin distingos” en España e Hispanoamérica, le quieren celebrar el cumpleaños cada año.

martes, diciembre 19, 2006

¿AFÁN Y ANSIEDAD EN NAVIDAD?

El poeta Maragall refiriéndose a la navidad expresó: “Pues EL niño ha vuelto, y es por ello esta fiesta la fiesta de la eternidad, del ser triunfante de todos los fantasmas de la muerte…Este niño sonriente que hay en el altar es el eterno Niño que vive en el fondo de nuestra alma”. Los niños, nuestros niños, sonríen a todo y las sonrisas son reflejo de la eterna sonrisa del niño, del niño que hay dentro de cada uno, del niño que vuelve siempre… Y esto es lo que la navidad festeja: “El poder de nacer eternamente, de renacer siempre de nosotros mismos, de ser siempre niños en algún modo, de ver cada cosa como si por primera vez la viéramos: con sorpresa, con inocencia, con sonrisa”.

Respetamos profundamente el pensamiento y las costumbres de todas las personas, sin embargo en esta época navideña creemos oportuno expresar que para nosotros definitivamente navidad no significa únicamente hallacas, pernil de cochino, jamón ahumado, pavo relleno, ensalada de gallina, salsa de ciruelas, bacalao portugués, pan de jamón, pizca andina, consomé madrugador, sopa de almendras, besugo clásico, mazapanes, barquillos y piñones, dulce de lechosa, torta negra, panetón italiano, turrón de almendras o de maní español y toda clase de suculentas y copiosas comidas; de exquisiteces gastronómicas que suelen prepararse como platos típicos navideños por estas fechas, en distintas regiones.

Tampoco significa únicamente la navidad frívola celebración social adornada con coloridas luces intermitentes, pinos y arbolitos, pesebres, San Nicolás y amenizadas con villancicos, gaitas y música de todo tipo; para brindar con finos licores, vinos, champaña, whisky, Brandy, ron, cerveza, ponche crema y toda clase de bebidas espirituosas; ni oportunidad de reuniones festivas para estrenar y lucir vanidosamente las nuevos vestidos , prendas y joyas para la ocasión; no es sencillamente momento para congratularse entre amigos y familiares haciendo relaciones públicas, explotando voladores, y fuegos artificiales, ni de andar de compras en tiendas, en cócteles, almuerzos corporativos, cenas de hermandad navideñas, bailes, gaitazos, parrandas, amanecidas, aguinaldos, serenatas, patinatas etc. Navidad naturalmente significa y es, mucho más que eso; su significado es muchísimo más trascendental y profundo, que la superficialidad del disfrute gastronómico o social eventual y circunstancial.

Para nosotros todas estas cosas maravillosas, que normalmente la gente comúnmente hace para intentar alegrarse y divertirse en navidad, en realidad nos distraen del verdadero espíritu, propósito y razón de la celebración simbólica del nacimiento de Cristo. Pero, como dice la célebre canción: ¿A quien no le va a gustar…?. Decía mi abuela materna: “mijo, a nadie le amarga un dulce”, ¿Quién lo niega? Todos nuestro hábitos, costumbres y ritos sociales, gastronómicos, culinarios, musicales, de toda índole, forman naturalmente parte de nuestra rica cultura hispanoamericana, y es lógico que deban manifestarse, es muy placentero, provechoso, necesario y útil que se practiquen. Pero lo que queremos señalar respetuosamente, es que no deben ignorarse y desdeñarse otras “cosas” que también son igualmente importantes, y que poseen gran trascendencia y significado, que son en realidad tanto o más indispensables para logar ser auténticamente felices, y que pueden incluso ser más gratificantes que cualquier banalidad humana, por extraordinaria que sea o lo parezca ser.

Me refiero a la alegría de vivir, de experimentar la profunda sensación de paz que puede sentirse al comprender el verdadero sentido de la fecha que conmemoramos, de lo que significa realmente la navidad; esa sensación interior que borra toda huella de vaciedad espiritual, que suprime la tristeza, la pena, que vuelve polvo la ansiedad, la angustia, la incertidumbre, que diluye la arrogancia y el egoísmo humano a su mínima expresión. No cometeremos la ligereza de repetir clichés rebuscados por “genios” de la comunicación, de la publicidad y del marketing comercial, quienes han convertido la navidad en la oportunidad para multiplicar las ganancias de los comerciantes no. Por ejemplo, repetir como loros aquello de que es época de reencontrarse en familia (no ahorre), es época de paz (no trabaje), de “regalar” y compartir (consuma y gaste) etc. Todas esas cosas en el fondo nos producen es afán y ansiedad.

El conmemorado de este 25 de diciembre, el cumpleañero nos expresó claramente este mensaje sobre el afán y la ansiedad:

“Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o que habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, que habéis de vestir. No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido? Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas? ¿Y quien de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo? Y por el vestido ¿por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan ni hilan; pero os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió así como uno de ellos. Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe? No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o que beberemos, o que vestiremos? Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal” ( El Nuevo Testamento. S. Mateo 6,7. Lc. 12.22-31).

En realidad el profundo significado de la navidad sorprende por su simplicidad, se trata no únicamente de celebrar y conmemorar el nacimiento de Jesús de Nazaret quien nació en Belén. Precisamente el verdadero punto central de este asunto esencial, es que se trata del “nacimiento del Hijo de Dios”. Porque nos podrán decir cualquier cosa de él -lo que quieran- cada quien con su respetable pensamiento, su religión, e ideología; pero para nosotros los cristianos “Jesús es el salvador de nuestras almas”, quien nos da verdadero reposo y consuelo, es nuestro salvador, sólo eso; y él si es verdad que no necesita quien lo defienda. Jesús nos dijo: “Conoced la verdad y ella os hará libres”. Para nosotros la verdad es que Dios existe y es nuestro creador y padre celestial, y eso nos hace libres de la esclavitud del temor; jamás sentiremos temor porque nos sabemos hijos del Todopoderoso, así de sencillo. Además, ¿cómo olvidar estas palabras de Jesús de Nazaret frente al Concilio ante el Sumo Sacerdote que lo interrogaba? : “…Eres tú el Cristo, el hijo del Bendito? Y Jesús le dijo: Yo soy; y verás al hijo del hombre sentado a la diestra del poder de Dios, y viniendo en las nubes del cielo…” (S.Marcos 14-62).

Es imposible vivir afanados y ansiosos si se tiene la profunda convicción de la existencia de Dios, y el infinito consuelo de ser sus amados hijos; la confianza más absoluta, de contar siempre con su protección paternal eterna. Cuando se logra sentirlo en tu interior, en tu alma, no hay ninguna vana ilusión humana, que pueda hacernos sentir tristes, ni padecer penas, dolores, ni angustias o ansiedades; siempre estaremos plenos de gozo interior, esa sensación es definitivamente la que sentimos y nos invade todo nuestro ser en navidad. Por eso es que hay que buscar primero el reino de Dios, y lo demás se nos dará por añadidura. Es decir, que la confianza superior de sentirnos hijos de Dios, es la que en definitiva nos hace inmunes, invulnerables al afán y la ansiedad que nos pudiera eventualmente provocar lo superficial, lo frívolo y mundano. Sin ninguna duda les aseguro, que la felicidad eterna nos la da únicamente Dios, más nada, ni nadie.

lunes, diciembre 18, 2006

JESÚS EN NAVIDAD

En esta época navideña, es propicia la ocasión para reflexionar, y hacernos autocrítica; igualmente debemos procurar la reconciliación, necesitamos perdonarnos mutuamente nuestras fallas, ofensas y errores. Sea la ocasión propicia para recordarles la palabra de Jesús a todos nuestros hermanos. Nos aproximamos a la conmemoración de su nacimiento, celebraremos la navidad en escasos días; en tal virtud, hemos querido recordar este hermoso mensaje, que puede servirnos para despertar en nuestro interior nuestros más nobles sentimientos.

“No juzguéis, para que no seáis juzgados. Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, os será medido. ¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo? ¿O cómo dirás a tu hermano: Déjame sacar la paja de tu ojo, y he aquí la viga en el ojo tuyo? ¡Hipócrita! Saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja de tu hermano.”( S. Mateo 6,7. Lc. 6.37-38,41-42).

jueves, diciembre 14, 2006

ENTRAMPADOS POR EL ODIO ¡COMUNISTA!

Este es un artículo, basado en la obra del reverendo sacerdote católico José Francisco Corta (1.962) titulada “Frente al Comunismo Ateo”, realizo en parte una reseña contextual con nuestro particular aporte personal. Si encuentran alguna similitud con la actual circunstancia vivida en Venezuela, confieso sinceramente que no es una mera casualidad.

Sostenía el reverendo Corta: “Si el Comunismo es “peste”, “falsa redención”, “veneno” y “duro yugo”, como dicen los Sumos Pontífices, ¿Por qué avanza tanto?, ¿cuál es el secreto de su éxito? ”. He aquí varias razones, que consideramos esenciales para respondernos:

En virtud de que el Comunismo es una escuela prodigiosa de arribismo, y hay muchos degenerados que quieren subir muy alto, sin importar los medios. Para un grupo de seres ambiciosos y resentidos, frustrados en sus ideales de poder por otros medios, el Comunismo les resulta una carrera muy provechosa. De ahí “el frenesí” de no pocos inescrupulosos “revolucionarios” por transitar esa vía. Igualmente, en su gran mayoría, ellos no poseen caracteres comunes, sino que son seres normalmente muy curtidos en las dificultades de la vida, usan sus mejores talentos para trabajar en el avance de la revolución. Tan expandido mecanismo de propaganda y agitación no podría desplegarse, si no estuvieran conduciéndolos “líderes” muy bien dotados y espectacularmente ambiciosos.

El éxito, por medio de la venganza y aplastamiento de algunos explotadores del pueblo, le brindan grandes posibilidades a la revolución comunista. El odio fomentado con gran despliegue de audacia es cómo un fuego encendido junto a gasolina, que puede auspiciar enormes explosiones sociales. Varias de las ejecuciones a inocentes indefensos, llevadas a cabo por fanáticos adoctrinados y enfurecidos, practicadas en distintas partes del mundo en revueltas sociales, dirigidas por comunistas, han provenido de provocar artificialmente las iras populares. La humanidad ha sido testigo de esas absurdas venganzas populares encausadas por sus líderes, que tienen un poderoso impacto en las muchedumbres, que son usadas como instrumento de lucha. Es mil veces más sencillo empujar a las masas enardecidas al bandidaje, el saqueo, al despojo de los acaudalados, es simple alentar el odio hacia la denominada oligarquía, provocar reacciones de venganza hacia los etiquetados como explotadores, el odio hacia los capitalistas. La tesis del paredón petrifica de temor a los inocentes y exalta las bajas pasiones de los manipulados desposeídos, las masas que son presa de los mensajes de sus líderes benefactores, quienes han venido a salvarlos de tantas injusticias. Definitivamente el empleo del terror es sin duda la principal arma de lucha que emplean los comunistas para conquistar adeptos y fanáticos seguidores.

El espejismo de algunos éxitos rojos en la ciencia, economía y tecnología bélica ha conmovido la fe de no pocos intelectuales. El poderío militar, los proyectiles continentales, las bombas atómicas, el haber llegado a ser superpotencias, son éxitos que tienen perfecta explicación en la grandeza material de imperios como el Soviético (ya caído), como China, y Corea del Norte. Rusia hoy día continúa agazapada, y discretamente sigue ejerciendo su maléfica influencia entre los pueblos democráticos, sin disimularlo, negociando toda clase de armamento bélico que fomentan las guerras fraticidas entre los pueblos.

Las luminosas ofertas que encandilan, y que realizan los comunistas para conquistar y reclutar ingenuos adeptos. Su Santidad el Papa Pío XI, exclama como causa del despliegue comunista: “Es a base de engaño como triunfan”. Para captar la atención popular, se infiltran en todas partes, en los gremios, en los sindicatos, se relacionan con los obreros (el proletariado), los campesinos, los estudiantes, los profesores universitarios, los maestros, los militares, los profesionales, los artistas, los comerciantes; llegando a adquirir un perfecto conocimiento de lo que el pueblo percibe, desea, y a lo que aspira. En un primer momento, durante la etapa de captación, fingen preocuparse por sus intereses, por eliminar los atropellos ciertos, producidos por los explotadores, ofrecen erradicarlos y obtener una justa repartición de las riquezas. Se apersonan como los salvadores, los Mesías del pueblo. Auspician y fomentan deliberadamente los conflictos laborales, aupando el anti norteamericanismo, atizando el anticapitalismo y el antiimperialismo, verdadera razón –de acuerdo a ellos- de todas la calamidades; propician hasta el paroxismo el odio contra los ricos. Consiguen varios éxitos y reivindicaciones para el pueblo. En consecuencia, obtienen prestigio, fama de que trabajan sinceramente por el beneficio colectivo.

“Una vez que ellos han llegado a conquistar el sentimiento popular, pueden enderezar al pueblo hacia metas las más espantables. En momentos de desesperación, hábilmente provocados por los mismos comunistas, los pueblos exasperados se hacen aliados aun del mismo diablo. El Comunismo no trata de resolver los problemas obreros, pero sí de aprovecharse del malestar social para enrumbar al pueblo a la revolución” (José Francisco Corta). Y según atinada reflexión de Maquiavelo, “los hombres son tan simples y tan débiles, que el que quiera, encuentra fácilmente cándidos”. Decía muy bien Monseñor Ancel: “No nos hagamos ilusiones. La mayor parte de las personas, no admiten una teoría porque sea verdadera, sino porque les agrada. Es una miseria humana, pero es casi universal”. Las masas, sacudidas por expertos agitadores, no temen en arrojarse a los abismos de degradación en períodos de crisis, hambre, huelgas y miseria. Los comunistas conocen muy bien la técnica de las promesas deslumbradoras, que no van a cumplir.

Las multitudes se encuentran muy propensas a caer en la trampa de la ideología comunista por la proliferación de la pobreza, de su miserable estado de abandono, en la que han caído, como consecuencia del fracaso de muchos regímenes de inspiración aparentemente liberal, por la aplicación de políticas económicas inhumanas, que han fracasado al no llenar las inmensas expectativas que generaron entre densos sectores de la población paupérrimos, desencantados, y olvidados a su suerte, por políticos y líderes demagogos, inmorales, corruptos seudo democráticos, que prefirieron aplicar políticas macroeconómicas neoliberales, explosivas y hambreadoras, siguiendo al pie de la letra las reglas capitalistas del mercado, sacrificando a sus pueblos a las más espantosas privaciones, y convirtiéndolos en caldo de cultivo para que dirigentes comunistas disfrazados de demócratas, muy populistas, aún peores que aquellos, los conviertan en objetos de sus ambiciones, entrampándolos con el odio comunista, para usarlos a favor de la expansión y despliegue de sus proyectos políticos. Decía Pío XI al respecto: “No hay que maravillarse de que en un mundo tan hondamente descristianizado se desborde el error comunista”. En un medio tan descristianizado, los comunistas obtienen con mayor facilidad cualquier clase de connivencia cómplice de individuos proclives al delito; sus importantes logros son causa fundamentalmente de serias traiciones, fraguadas por sujetos deshumanizados, que no se sonrojan cuando les toca venderse al mejor postor, quienes son presas fáciles en razón de su codicia o por su cobardía.

La publicidad sagaz y habilidosa es otro de los eficaces mecanismos de adoctrinamiento, ideologización y reclutamiento comunista. Esta propaganda es inescrupulosamente mal intencionada; obstinadamente pertinaz, despiadadamente permanente, interminable, y arteramente optimista. El Papa Pío XI la calificó así: “Propaganda verdaderamente diabólica, cual el mundo tal vez jamás ha conocido”, “propaganda dirigida desde un solo centro”; “adaptada habilísimamente a las condiciones de los diversos pueblos”; “que dispone de grandes medios económicos, de gigantescas organizaciones, de congresos internacionales, de innumerables fuerzas bien adiestradas”; “que penetra poco a poco en todos los medios aun en las poblaciones más sanas”.

La silenciosa pero artera conspiración internacional, realizada por buena parte de la prensa mundial no católica, otorga, facilita y permite una importante contribución al Comunismo internacional; porque hace silencio cómplice de sus planes y atrocidades. Su santidad El Papa Pío XI sostenía que esa conspiración del silencio “está apoyada por varias fuerzas ocultas, que desde hace tiempo tratan de destruir el orden social cristiano".

En Venezuela pareciera estarce desarrollando progresivamente un plan milimétricamente fraguado, nos lo presentan edulcorado como socialismo del siglo 21, pero que sistemáticamente siembra el odio entre las clases sociales y fomenta la división entre los venezolanos para implementarnos un sistema de corte realmente comunista por etapas, por fases, previa inoculación peligrosísima del mortal y diabólico virus del odio entre hermanos de un mismo pueblo; pareciera que estuviéramos entrampados por el odio comunista, y siendo víctimas de un gran engaño. Estamos entrampados por el odio táctico comunista, que sólo le beneficia al "instigador".

martes, diciembre 12, 2006

HUGO CHÁVEZ: ¿EL SAPO Y LA ESTACA?

En Venezuela existen actualmente dos preocupantes visiones divergentes en el seno de la oposición para explicarse lo ocurrido con el resultado electoral. Un grupo minoritario sin “liderazgo visible”, que a todo evento pretende justificar la derrota alegando que existió un fraude electoral avalado y cohonestado por Manuel Rosales, Teodoro Petkoff, Julio Borges, Leopoldo López y la mayoría de su comando de campaña, para permitirle a Chávez reelegirse, legitimarse y facilitarles a sus adversarios cómplices, la coexistencia pacífica a riesgo de perderlo todo, si no accedían voluntariamente a reconocer la derrota opositora, lo cual insinúa la deshonestidad de ese trío “presunto negociador” a espaldas del país, que los convertiría no sólo en unos “traidores”, sino que también en unos “cobardes interesados” únicamente en sobrevivir políticamente, a costa de lo que sea. Otro grupo, liderado por Rosales y Petkoff, aparentemente “mayoritario”, que aunque reconocen el abierto y descarado ventajismo del régimen, y las condiciones adversas en las cuales se vieron obligados a participar en un proceso electoral que sabían difícil de ganar, que admiten haber sido vencidos por el presidente, y alegan una victoria política, esperanzados en lograr articular a futuro a la oposición unida con posibilidades de éxito a largo plazo, retomando los espacios perdidos, cedidos al chavismo, con el objetivo de continuar en la lucha democrática, y que supondría construir una nueva mayoría, que impediría las pretensiones chavistas, que sirvan de muro de contención al proyecto expansionista y hegemónico revolucionario. No nos pronunciaremos por el momento, ni a favor ni en contra de estas posturas; seguramente en el futuro la verdad saldrá a flote, estaremos dispuestos a opinar al respecto. “No hay verdades absolutas”.

Cualquiera sea el desenlace de este gravísimo dilema que enfrenta la oposición, es evidente que el éxito en política se mide por los resultados, tal y como me aseveraba un veteranísimo dirigente político. A la luz de los resultados obtenidos, debemos comenzar por admitir que el presidente reelecto Hugo Chávez ha logrado un relativo éxito en su ya dilatada actividad política, desplegada desde que irrumpió en la escena política venezolana. No haremos aquí un ejercicio de narración de su historia como dirigente, no es nuestra intención; sin embargo, desde nuestra óptica -tal vez parcializada- haremos un esfuerzo por explicar sin condicionamientos ideológicos, lo que consideramos ha sido la estrategia exitosa de Chávez.

La estrategia principal de Hugo Chávez se sustenta en varios ejes, uno sin duda es un eje estratégico esencialmente político, que descansa en la ideologización y control político de toda la sociedad, previa toma absoluta del foro legislativo nacional por excelencia, como lo es La Asamblea Nacional (que controla absolutamente), para al mismo tiempo ejercer su influencia política y control del resto de los poderes públicos del estado, como el Poder Judicial, el Poder Moral y el Poder Electoral ; igualmente aplica un constante reclutamiento y adoctrinamiento militante, de partidarios políticos, persiguiendo el fortalecimiento disciplinado de su partido (MVR, obtuvo 4.700.000 votos) y el resto de organizaciones que lo respaldan,(Podemos, Patria Para Todos, Partido Comunista de Venezuela, MEP, UPV, y muchos otros) financiándolos sin ningún pudor y sin medida, suministrándoles toda clase de recursos económicos, la indispensable y adecuada logística, previa eliminación del financiamiento legal a los partidos políticos tradicionales de la oposición, facilitando su declive y condenándolos a su disolución por asfixia económica, provocando deliberadamente su disolución, liquidación o neutralización, y de la vieja desacreditada dirigencia política opositora, para pulverizarla, o reducirla,(los ha estigmatizado como los culpables de todos los males del pasado), basándose paralelamente en una efectiva y agresiva táctica de comunicación sistemáticamente repetida, para lincharlos moral y éticamente ante el país, exponiéndolos al escarnio y al desprecio público, mediante mensajes de difusión masiva muy bien estudiados y articulados, campaña publicitaria realizada con los recursos del estado, que ha sido permanentemente ejecutada sin vacilación, es de realización sucesiva.

Un eje estratégico, cívico militar. Desarrollado milimétricamente para desmantelar los antiguos comandos naturales e institucionales de La Fuerza Armada Nacional, y sustituirlos por individualidades incondicionales, adoctrinados en su proyecto revolucionario; garantizándose así el poder de fuego, la fuerza represiva o disuasiva indispensable disponible a su mando incuestionable (es comandante en Jefe de la Fuerza Armada Nacional, era ambiguamente también presidente y candidato presidencial), en caso de serle necesario aplicar la represión, ante cualquier intento de insurrección popular, desestabilización, o eventual protesta de la oposición civil; acompañado de la sistemática conformación de milicias mercenarias armadas de sus partidarios incondicionales, integradas por reservistas; guerrillas pro bolivarianas; para militares urbanos, y de grupos de choque al estilo miliciano mercenarios; encarnados en míticas facciones ; algunos civiles empleados de entes públicos, muy violentos agavillados seguidores de convictos y confesos activistas políticos, personajes convertidos en oráculos, que deciden quien es revolucionario y quien contrarrevolucionario, o traidor a la patria (andan armados amenazantes desplazándose en poderosas motos de alta cilindrada, por la vía publica, disponibles para intimidar o agredir a quien decida su líder); y otros de menor renombre, que parecieran operar auspiciados, promovidos y financiados sin ninguna vergüenza por el gobierno, a plena luz y con la presunta complacencia de los órganos del poder público, que inexplicablemente mantienen un silencio cómplice; como el Fiscal General de la República; el defensor del Pueblo y el Contralor General de la República; y presuntamente con la notoria omisión del Tribunal Supremo de Justicia, quienes lucen impotentes, inertes, y parecieran ciegos, sordos y mudos al ignorar esos temas tan delicados, que afectan la paz de la población y amenazan la normalidad democrática, abusos estos, que están a la vista de toda la opinión pública, y ocurren con el asombro de la ciudadanía indefensa e impotente, que ve como estos grupos operan sin ninguna restricción policial o militar de los cuerpos de seguridad del estado. Esto como es obvio, acompañado también de una política de armamentismo muy agresiva, compra y dotación de armas descaradamente para dotar a grupos que no son militares profesionales; importación de fusiles, helicópteros y aviones a Rusia, realizada sin ningún escrúpulo, ni justificación o necesidad; por el contrario, empleada para la guerra psicológica y la difusión del temor, dirigida a la población civil y contra sus adversarios en particular.

Así como un eje estratégico, que denominaremos de sustentación y financiamiento económico, combinado con una táctica legislativa evidente, que le ha permitido controlar todas las divisas extranjeras mediante una ley que restringe la libre compra y circulación de dólares, usándolo como arma política, (como premio y castigo). Dicen que en la política quien controla el poder del dinero tiene la primera opción. Igualmente, Chávez ha logrado reformar la Ley del Banco Central de Venezuela, para permitir que el ente emisor antiguamente impedido por la ley, le otorgué los caudalosos recursos de la renta petrolera directamente, esto supone que el gobierno ha tenido también a su disposición las anteriormente restringidas reservas en dólares del banco Central de Venezuela, mediante una indebida presión que ejerció convenientemente con la aparente displicencia de todos los diputados de La Asamblea Nacional, quienes le han dado sostenimiento, y respaldo legislativo para controlar a su antojo, y sin ningún control o restricción, los multimillonarios recursos económicos que le han posibilitado desplegar todas sus acciones, dirigidas en primer lugar a sostenerse en el poder -ya consumado- y en segundo término, en sus planes confesos de expansión revolucionaria en todo el continente americano, y en los distintos escenarios mundiales en los que interviene abiertamente sin ningún miramiento.

El más delirante de los ejes estratégicos, sería el denominado geopolítico internacional, desarrollado con la tutoría de la internacional comunista, la vieja izquierda internacional y su liderazgo histórico, sus tutores de mayor rango y experiencia , que según confesó él mismo “no estaba muerta sino de parranda” y que vuelve por sus fueros persiguiendo su recuperación, en América Latina. Consiste en primer lugar, en el empleo de las riquezas petroleras venezolanas para contribuir con sus causas e ideales políticos e ideológicos, y combatir contra el “Imperio Norteamericano Capitalista salvaje”; así como en lograr la efectiva expansión de su proyecto revolucionario socialista ya develado (en Bolivia, Ecuador, Uruguay, Argentina, Brasil, Nicaragua ya están posicionados). Es el más ambicioso de los ejes estratégicos, y el cual desarrolla con mayor “frenesí”, ya que el presidente pareciera estar persuadido por la ambición política de expandir su revolución al exterior; inexplicable e injustificable, si consideramos que los problemas internos que agobian a la mayoría de la población venezolana, parecen agravarse. A veces, Chávez luce incapaz en sus posibilidades de resolverlos, quedó en evidencia en la campaña electoral. Existen demasiados problemas internos pendientes por resolver, luego de 8 largos años de gobierno, y con tantos recursos económicos invertidos en el exterior y en propaganda; pareciera excesivo e injustificable su obseción de expansión revolucionaria continental.

Chávez ha sabido fríamente calcular y medir adecuadamente los tiempos, sopesar los riesgos, evaluar los escenarios posibles, ha sido audaz, para determinar apropiadamente las fases en las que ha debido implementar la estrategia, y ejecutar sus tácticas de corte estalinistas leninistas castristas y militaristas. Su estrategia consiste esencialmente en dividir a la sociedad venezolana aplicando tácticas políticas camufladas basadas en el estilo castro comunista, a la vieja usanza de las tácticas estalinistas leninistas aplicadas en la vieja Rusia (fomenta el odio entre los pobres y los ricos valiéndose de las desigualdades), para intentar imponer su proyecto político socialista muy personalista y autocrático, de ser posible por la vía democrática, dándole apariencia legal, pero de ser necesario e indispensable por cualquier otra vía,incluso la del enfrentamiento armado con quienes considera la rancia oligarquía conservadora; cualquiera sea el precio que hubiera que pagar, su lema es prestado, poco original (patria o muerte venceremos). Ha confesado abiertamente sus deseos, nos ha dicho lo que aspira y quiere ejecutar, también nos ha expresado con toda claridad cómo lo hará, o mejor dicho, como pretende hacerlo, qué es lo que aspira hacer a futuro para eternizarse en el poder. Sería por la vía de una reforma constitucional impuesta por su irrita e incondicional Asamblea Nacional monocolor, que consagraría la reelección indefinida (amenaza de la campaña contra la oposición si se retiraba de la contienda) como principio constitucional. “Amanecerá y veremos”, porque “una cosa piensa el burro y otra quien lo arrea”, decían los viejos de la comarca.

Mientras Chávez ha ido ejecutando con pasmosa frialdad su ya develada estrategia mediante sus tácticas taimadas, apoderándose de todo el control del poder del estado para usarlo sin escrúpulos contra la sociedad democrática indefensa; pacientemente ganando terreno conquistando sagazmente a los desposeídos, a los pobres, quienes son mayoría -queramos o no reconocerlo- y también a los ricos oportunistas; asfixiando sistemáticamente a la sociedad democrática, quitándole espacios a la oposición política que ha sido combatida inescrupulosamente mediante todo el poder desmedido del aparato gubernamental ventajista del estado, puesto al servicio de un caudillo y de su proyecto político hegemónico; conculcándonos progresivamente legítimos derechos constitucionales a los ciudadanos; alguna dirigencia “terca y torpe” de la oposición venezolana de nuevo en trámites de divorcio y echándose mutuamente la culpa de la derrota; en vez de tener una actitud adecuada para enfrentarlo, incurre sin proponérselo en el error estratégico de volver a dividirse, cae en la táctica del maniobrero exitoso.

Chávez es un maestro en el juego de la guerra psicológica, la emplea y la seguirá desplegando sin ningún rubor, aplica el axioma maquiavélico de “dividir para reinar”; él sabe que cuenta con el 46% del respaldo en el país, también que buena parte del resto lo adversa, la oposición unida obtuvo el 29%, por eso no descansa ni descansará para seguir dividiendo a la sociedad y por ende a sus oponentes; ya logró que un porcentaje importante de votantes se abstuviera de votar en su contra (25%), sumado a la oposición representan el 54%. Chávez consigue así siempre prevalecer sobre sus adversarios, lo hace intimidando, discriminando, aplica las tácticas del terror político sin ningún escrúpulo, lo hizo en PDVSA con la campaña de discriminación brutal de su servil Ministro contra sus trabajadores, y lo hizo sin inmutarse en los Ministerios y en todos los organismos públicos, aplicó y aplicará la intimidación a través de las infamantes listas Tascón, Maisanta, y también fomentó el miedo entre los votantes que prefirieron abstenerse por reservas con las emblemáticas capta huellas.

Su estrategia ha sido exitosa, en virtud del resultado electoral reciente, ganó en todos los estados del país, ha logrado consolidar su proyecto político denominado como revolucionario, posee una red de militantes políticos envidiable, que moviliza a su antojo, los recursos económicos y logísticos para desplegarla a sus anchas, organización suficiente, apoyo militar, carisma innegable, un verbo encendido con tintes nacionalistas y patrioteros, con un estilo de oratoria hipnotizante, Chávez es dicharachero, arrogante, casi grotesco, emplea un lenguaje coloquial y directo, mantiene ese vínculo afectivo irrompible con sus partidarios y la gente sencilla del pueblo, a través de los medios de comunicación, es percibido casi como una estrella de rock, un artista más popular que cualquier astro del celuloide, es el centro de atención para todos, se emplea eficazmente con una política de comunicación agresiva y ambiciosa que ideo logiza, y difunde toda clase de mensajes subliminales a las masas; creó la televisora Tele sur de señal abierta, modernizó a venezolana de televisión, la dotó de equipos y tecnología de punta, expandió su señal; ha auspiciado nuevas televisoras del estado y múltiples redes de radio emisoras comunitarias, que difunden sus mensajes y le son afectas y agradecidas; creó Petro-América; ha fortalecido y consolidado el sistema de las emblemáticas misiones sociales, que ni la oposición se atreve a cuestionar; en fin, ha desplegado y blindado su proyecto político derrotando en “todos los terrenos” a sus ya extenuados opositores. En verdad Chávez es un “adversario formidable”. Ante un individuo así, capaz de hacer lo que él, pienso honesta y sinceramente, que la oposición en vez de estar cayendo en ese terreno de las inconvenientes mutuas acusaciones, debería estarce es preguntando: ¿Será que la mayoría de la gente como que prefiere a Chávez? ¿A la gente como que le gusta Chávez? ¿Que hacer para vencerlo democráticamente? (Este será el tema del próximo análisis)

¿En la unidad opositora no se han puesto a pensar, que Chávez como que ha ganado desde hace tiempo, que viene ganando y quitándoles terreno poco a poco; y que las razones de su “relativo éxito” no son tan simples; que las causas de su poder político alcanzado y hoy consolidado son diversas y combinadas; han caído en cuenta que lo logrado por él, no se trata únicamente de un “fraude” continuado, sistemáticamente planeado y ejecutado con pasmosa frialdad, que su influencia marcada y decisiva en la sociedad es real, efectiva y directa; que su acción política ha sido desplegada constante y exitosamente, que Chávez es un individuo “trabajador incansable”, un “animal político habilidoso”, dotado de especiales condiciones para la dificilísima actividad política, que los supera en muchas habilidades que ustedes no tienen (los intimida, le temen), o no ejercitan hace rato por omisión, inacción y ostracismo; y que los ha vencido por los sucesivos y recurrentes errores, por su incapacidad manifiesta de articular una contra estrategia, adecuada que implemente también tácticas exitosas que logren vencerlo? Les diré algo más: nadie por extraordinario que sea o pretenda ser es invencible, sólo Dios lo es; pero, “que culpa tiene la estaca si el sapo salta y se ensarta”.

lunes, diciembre 11, 2006

PENSAR EN GRANDE, VIVIR EN GRANDE

Desenterrando recuerdos de juventud me tropecé con un antiguo libro editado en el año 1.960, el cual se titula “La Magia de Pensar en Grande”, escrito Por el Doctor en Filosofía David Joseph Schawartz; el cual leí en mi adolescencia; lo atesoro con especial aprensión, tal vez porque en aquellos controversiales y difíciles años de confusión juvenil, solía abrirlo al azar en cualquier página, para leer alguna frase que pudiera inspirarme en medio de algún momento turbulento que estuviera padeciendo, como si con aquel habito supersticioso y fantasioso se me abrieran salidas a cualquier padecimiento momentáneo que experimentara en el instante; nada más lejos de la verdad, que aquella extraña actitud, que asumía frente al desconocido e insondable futuro. En todo caso, rememorando aquel recurrente episodio, tomé la obra, leí de nuevo el título, aprecié sus detalles en la portada, sus gastadas páginas, la amarillenta apariencia de sus hojas, testigos inmutables en el tiempo de los sueños juveniles de aquella época fabulosa, cargada de extraordinarias aficiones y de alucinantes aventuras.

Repetí mi rito, expectante como si fuera la primera ocasión, con el “encantado” libro entre las manos cerré los ojos, potencié de nuevo sus pretendidos poderes mágicos apretándolo, reabrí sus misterios, y descubrí entre líneas subrayadas estas líneas: “Los principios básicos y conceptos que soportan “La magia de pensar en grande” vienen de las fuentes más altas del linaje, de las finas y grandes mentes pensantes que aún viven sobre el planeta tierra. Mentes como la del profeta David, quien escribió: “Como un pensamiento está en el corazón, así es él”; mentes como las de Emerson quien dijo: “Los grandes hombres son los que ven que el pensamiento rige el mundo”; como Milton, que en su “Paraíso perdido” afirmó: La mente es su propio lugar, y por si misma puede hacer un cielo de un infierno y un infierno de un cielo”; mentes maravillosamente perceptivas cual la de Shakespeare, quien observó: “No hay nada bueno ni malo, excepto si los pensamientos lo hacen así.”

“Pero, ¿de dónde parte la prueba de ello? ¿Cómo sabemos si el pensamiento dominante es el justo? Honestas preguntas. La prueba viene de las vidas selectas de las personas que le rodean, las cuales, a través de tajantes éxitos, realizaciones y felicidad, demuestran que el pensamiento en grande hacen un trabajo mágico.”

“Piense en grande y vivirá en grande. Vivirá en grande y será feliz”. Cualquiera me diría que no bastaría esta forma de pensar para lograr tener éxito, si ya lo se, se requiere de muchísimo más, pero hay que pensar antes.