jueves, octubre 16, 2008

"Maletín revelador" ("El gobierno venezolano...al descubierto ante la comunidad internacional")


POR:ALEXANDER CAMBERO.

Un viaje a Buenos Aires con miseria incluida. En medio del whisky y las sonrisas satíricas por el negocio entre manos, un grupo de jóvenes empresarios venezolanos vinculados al gobierno de Hugo Chávez, llevaba entre sus acreencias una buena cantidad de dólares para supuestamente financiar las ansias reeleccionistas de la dinastía Kirchner; en una suerte de solidaridad internacional de los revolucionarios de pacotilla.

Cuentan que el largo y extenuante itinerario fue matizado por un opíparo convite, mientras los modernos televisores LCD, proyectaban al entonces joven Al Pacino, en el célebre filme El Padrino. Suerte de inspiración para más de un timador internacional con aires de constructor de sueños. Los hábiles negociantes seguramente soñarían con la buena tajada que acumularían en sus haberes, al servir como enviados especiales del gobierno venezolano, como contribuyentes de la campaña de Cristina Fernández, en la búsqueda de la silla principal de Casa Rosada.

Vivimos en la expectante corrupción nacional. Hace doscientos años los venezolanos llevábamos libertad a otras naciones. Ahora exportamos los dividendos del dinero mal habido como carta de presentación. Ayer bajo el fuego sagrado de los uniformes, los pechos henchidos de Bolívar, Sucre, Lara y otros; atravesaron los Andes para ir con el yelmo de las ideas formando sociedades democráticas en donde imperase el espíritu de las leyes. En la actualidad muchos forajidos ocultos tras la máscara de la ideología del cambio social, transportan millones de nuestros activos para financiar aventuras pseudo revolucionarias, que alimenten el insaciable ego de Hugo Chávez Frías. Como el ideólogo moderno del fraude cautivante, llamado pomposamente el socialismo del siglo XXI. En diez años una casta de hombres y mujeres amparados en el resentimiento social y la ignorancia enciclopédica, asumieron los dineros públicos como propios. En su letargo intelectual, confundieron gobierno con Estado; los dineros que le pertenecen a todos los venezolanos, ahora sólo tenían que favorecer a los elegidos del monarca de Sabaneta, en una suerte de premio por la lealtad sin límites.

El destape revolucionario dejó las provocativas carnes mirando al viento. Ellas no eran las esculturales dotes de una mujer en flor. La exhibición es de gruesas cuentas bancarias, viajes al exterior; ropas de marcas, finos coches y un sinnúmero de propiedades que hacen de los boliburgueses la peor ave rapaz que conozca el zoológico escalofriante del infierno.

En una década han desbancado al país en nombre del socialismo. Millones de dólares perdidos en la formación de una aventura revolucionaria confusa y pueril. Aliada de mantener movimientos de extremistas en diversas partes del mundo. Hermanos de sangre de las FARC, con los cuales sostienen un tórrido amor revolucionario, en donde cabe todo; desde la manutención hasta los celos. El fin último es someter a nuestros pueblos al totalitarismo de izquierda. Es por ello que extremistas venezolanos, auspiciados por el gobierno de Hugo Chávez, levantaron una estatua de Manuel Marulanda Vélez, en el caraqueñísimo 23 de Enero. La parafernalia oficial que acompañó la actividad de reconocimiento al guerrillero recientemente fallecido, es como una prueba de reciprocidad por la amistad de siempre.

Seguramente el incidente del maletín en el Aeroparque Jorge Newbery, de la ciudad de Buenos Aires, es apenas una nimiedad frente al desangre espectacular que ha sufrido la patria en diez años. Un hecho que tiene el interés de millones de personas. Que siguen lo que están develándose en los tribunales de la ciudad de Miami. Estos señores no esperaban que una funcionaria cumpliendo con su deber, revisara la valija. Desde ese momento el gobierno venezolano quedó al descubierto ante la comunidad internacional. Es por ello que tratan de enlodar la justicia norteamericana, para evitar la condena de muchos gobiernos de la región, que sufren la grosera intromisión de los enviados de Hugo Chávez, con sus múltiples "paqueticos".

Ayer Bolívar llevaba libertad a otras naciones. Hoy Hugo Chávez, envía dineros y confusión. Una mentira que ondea en la bandera roja de la desventura. ¿Podrá algún trasnochado seguir comparando al Libertador de América, con un hombre que utiliza los recursos del Estado para amparar la corrupción?


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