POR: ARCANGEL VULCANO
¿A quien y a quienes favorece ampliamente la devaluación del bolívar recientemente decretada por Hugo Chávez Frías? En primer lugar al caudillo político que ejerce el poder absoluto sobre todos los dólares del fisco nacional venezolano, junto a la nueva privilegiada y muy bien protegida élite política, integrada por políticos seudo revolucionarios y empresarios boliburgueses nuevos ricos, engendrados a la sombra del poder del autócrata, y no hay que ser especialista en economía para saberlo y entenderlo.
La devaluación del bolívar de 2,15 bolívares por dólar a 4,30 bolívares por dólar, para la mayoría de los rubros económicos que no han sido privilegiados, como en el caso de alimentación, salud, ciencia y tecnología, maquinaría y equipos etc, es esencialmente una medida de carácter político, porque realmente posee unas causas que son más políticas que cualquiera otra cosa.
Ha sido una medida decidida por Chávez con carácter de urgencia, dictada sorpresivamente, aparentemente de carácter económica, justificada mediante disfrazadas causas económicas, pero realmente decretada por auténticas causas políticas, porque se le hunde el barco de la economía nacional y teme naufragar políticamente, en las próximas elecciones para elegir la nueva Asamblea Nacional. Necesita más dinero urgentemente.
Medida de devaluación del bolívar, decidida simplemente porque Chávez necesita aún más dinero para continuar ejecutando su taimado proyecto político totalitario y autocrático. Por eso es su afán de controlar absolutamente el ingreso de los dólares de la multimillonaria renta petrolera nacional, para así surtirse de más bolívares devaluados e intentar cubrir el enorme hueco del déficit fiscal, y tratar de cumplir también con el pago de las cuantiosas deudas laborales acumuladas por el estado, por lo que teme que le estallen protestas generalizadas por todas partes; pero además, Chávez también desea y calcula selectivamente terminar de arrinconar, asfixiando y estrangulando al sector privado nacional, a quien le ha declarado la guerra abiertamente por considerarlo la oligarquía imperialista y vende patria, amenazándolo con extinguirlo “sin posibilidad de reconciliación”, sector productivo nacional que porfiadamente le adversa en sus intenciones de imponerle a los venezolanos su delirante proyecto político castro comunista, mal llamado socialismo del siglo 21, que se ha develado ahora con el anuncio de esta nueva medida de devaluación de nuestra moneda nacional como una gran estafa, un descomunal engaño del siglo 21.
Lo cierto es que en términos muy elementales, los venezolanos sin ser especialistas en economía, ya tenemos una desgraciada experiencia en materia de devaluaciones de nuestra moneda. Por eso a los venezolanos nos basta con saber, que cada vez que un presidente desde el ejercicio del gobierno nos devalúa nuestro bolívar, amanecemos con un estado inmensamente más rico y con mayor poder, que suele usar contra el pueblo, abusando arbitrariamente y violando nuestros legítimos derechos; pero también, amanecemos con un pueblo doblemente más pobre, porque ve impotente como se diluyen sus salarios, y se vuelven sal y agua sus ahorros, sufriendo escasez, carencias y calamidades, víctimas de un cada vez menor poder adquisitivo, mientras los denominados boliburgueses amancebados por el régimen corrupto de turno, amanecieron más multimillonarios, contando y disfrutando sus amasadas duplicadas fortunas privilegiadas en dólares petroleros, así de simple. Todo evidenciado por el anuncio hecho por el caudillo, sin cadena nacional, un viernes rojito por la noche.
¿A quien y a quienes favorece ampliamente la devaluación del bolívar recientemente decretada por Hugo Chávez Frías? En primer lugar al caudillo político que ejerce el poder absoluto sobre todos los dólares del fisco nacional venezolano, junto a la nueva privilegiada y muy bien protegida élite política, integrada por políticos seudo revolucionarios y empresarios boliburgueses nuevos ricos, engendrados a la sombra del poder del autócrata, y no hay que ser especialista en economía para saberlo y entenderlo.
La devaluación del bolívar de 2,15 bolívares por dólar a 4,30 bolívares por dólar, para la mayoría de los rubros económicos que no han sido privilegiados, como en el caso de alimentación, salud, ciencia y tecnología, maquinaría y equipos etc, es esencialmente una medida de carácter político, porque realmente posee unas causas que son más políticas que cualquiera otra cosa.
Ha sido una medida decidida por Chávez con carácter de urgencia, dictada sorpresivamente, aparentemente de carácter económica, justificada mediante disfrazadas causas económicas, pero realmente decretada por auténticas causas políticas, porque se le hunde el barco de la economía nacional y teme naufragar políticamente, en las próximas elecciones para elegir la nueva Asamblea Nacional. Necesita más dinero urgentemente.
Medida de devaluación del bolívar, decidida simplemente porque Chávez necesita aún más dinero para continuar ejecutando su taimado proyecto político totalitario y autocrático. Por eso es su afán de controlar absolutamente el ingreso de los dólares de la multimillonaria renta petrolera nacional, para así surtirse de más bolívares devaluados e intentar cubrir el enorme hueco del déficit fiscal, y tratar de cumplir también con el pago de las cuantiosas deudas laborales acumuladas por el estado, por lo que teme que le estallen protestas generalizadas por todas partes; pero además, Chávez también desea y calcula selectivamente terminar de arrinconar, asfixiando y estrangulando al sector privado nacional, a quien le ha declarado la guerra abiertamente por considerarlo la oligarquía imperialista y vende patria, amenazándolo con extinguirlo “sin posibilidad de reconciliación”, sector productivo nacional que porfiadamente le adversa en sus intenciones de imponerle a los venezolanos su delirante proyecto político castro comunista, mal llamado socialismo del siglo 21, que se ha develado ahora con el anuncio de esta nueva medida de devaluación de nuestra moneda nacional como una gran estafa, un descomunal engaño del siglo 21.
Lo cierto es que en términos muy elementales, los venezolanos sin ser especialistas en economía, ya tenemos una desgraciada experiencia en materia de devaluaciones de nuestra moneda. Por eso a los venezolanos nos basta con saber, que cada vez que un presidente desde el ejercicio del gobierno nos devalúa nuestro bolívar, amanecemos con un estado inmensamente más rico y con mayor poder, que suele usar contra el pueblo, abusando arbitrariamente y violando nuestros legítimos derechos; pero también, amanecemos con un pueblo doblemente más pobre, porque ve impotente como se diluyen sus salarios, y se vuelven sal y agua sus ahorros, sufriendo escasez, carencias y calamidades, víctimas de un cada vez menor poder adquisitivo, mientras los denominados boliburgueses amancebados por el régimen corrupto de turno, amanecieron más multimillonarios, contando y disfrutando sus amasadas duplicadas fortunas privilegiadas en dólares petroleros, así de simple. Todo evidenciado por el anuncio hecho por el caudillo, sin cadena nacional, un viernes rojito por la noche.
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Alexander Guerrero: El gobierno le cayó a palos al bolívar con una maxidevaluación grotesca
ND.- El economista Alexander Guerrero, PhD, nos envió un análisis exclusivo de las causas y consecuencias de la “maxidevaluación grotesca” que anunció este viernes el presidente Chávez. Guerrero argumenta que las razones de la devaluación son muy sencillas: “El bolívar no puede ser una moneda fuerte porque el fisco es deficitario, y en el socialismo es aun más porque se gasta sus reales y además los reales de la gente (a través del cobro del impuesto y de inflación).”
A continuación la nota de Guerrero:
Como ya es costumbre -durante sus años de gobierno ha devaluado tres veces-, el gobierno le cayó a palos al bolívar al devaluarlo. Con ello, la revolución socialista comenzó a pagar la factura porque no se puede poner a crecer el Estado a límites insostenibles sin que la gente termine pagándolo con inflación y desempleo, es decir, con estanflación.
¿Cuáles son las razones de la devaluación? Una profunda crisis fiscal y de balanza de pagos generadas por políticas económicas erradas y por la pobreza del socialismo.
Las razones son las de siempre, sólo que el discurso oficial del socialismo le pone algunos vericuetos lingüísticos al mismo discurso que hace un año le dijo a los venezolanos que ahora si teníamos una moneda fuerte. Mentiras y engaños en boca del presidente.
Son mentiras que el presidente creyó y que trató que los venezolanos las creyéramos. El bolívar no puede ser una moneda fuerte porque el fisco es deficitario, y en el socialismo es aun más porque se gasta sus reales y además los reales de la gente (a través del cobro del impuesto y de inflación).
El gobierno se hunde en una fuerte crisis fiscal, agravada por la agenda de destrucción de la economía y del sector privado y montada en una espiral insostenible de expansión fiscal, fenómeno éste que lo ha creado el propio gobierno. El socialismo que no es otra cosa que el crecimiento insostenible del Estado que tiene que cargar con sectores claves de la economía que el mismo gobierno descapitaliza por vía no sólo de la corrupción sino de la mala utilización de los recursos fiscales.
¿Qué queda del bolívar (fuerte) maquillado?
La devaluación tendrá un profundo impacto inflacionario, al mismo tiempo que intensificará la contracción económica, y con ella el desempleo y una fuerte caída en el nivel de vida de la gente (ya aprisionada por las ruedas del socialismo).
Después de un proceso de maquillaje en el que se quiso fantasear a los venezolanos que el bolívar era fuerte, la devaluación muestra crudamente que la debilidad del bolívar está estructuralmente ligada a la insostenible expansión del gasto público. Esta expansión, además, ha pervertido el gasto fiscal lo que le ha permitido al gobierno adquirir activos privados, que estaban capitalizados, para que al final del camino, sea el propio gobierno y sus desfasadas y erróneas políticas que los descapitalicen.
En particular nos referimos al petróleo, asociaciones estratégicas y convenios colectivos desmontados que han pasado a manos de PDVSA. También nos estamos refiriendo al sector de las comunicaciones y de electricidad, empresas antes capitalizadas por el sector privado que han pasado a manos del Estado para convertirse hoy en un cementerio de empresas arruinadas (ya ocurrido en el sector eléctrico y en camino en el sector de comunicación). También nos referimos a los centrales azucareros y otros inventos del socialismo que convirtió al Estado en importador de granos, carnes de aves y ganado, cereales y bancos, entre otros. Esto constituye una errónea política de expansión fiscal que desvía importantes recursos para lo que debería ser el gasto verdadero del gobierno en servicios, educación, infraestructura, salud y seguridad personal que hoy yacen en plena ruina.
El desmantelamiento del bolívar fue consecuencia de un déficit fiscal que trató de ser escondido por un masivo endeudamiento público. La maxidevaluación de bolívar devela así el súmmum de esta crisis fiscal y de balanza de pagos, que ocurre –curiosamente o más bien extráñamente- con precios del petróleo sobre 70 dólares y, de acuerdo al mismo gobierno, con una exportación de más de 3 millones de barriles diarios de petróleo.
Si el nivel de exportación fuera el que dice el gobierno, entonces sería imposible tener una crisis fiscal y de balanza de pagos como la que tenemos actualmente.¿Qué pensar entonces? Habría que realizar una auditoria total del Estado y del gobierno porque no es posible que con esos parámetros fiscales (70 dólares por barril y 3 millones de barriles exportados diarios) el gobierno tenga hoy que sucumbir en una grotesca maxidevaluación. Era obvio que las mentiras oficiales no se podían sostener sin entrar en una crisis fiscal, crisis que era evidente a mediados del 2009.
Veamos los antecedentes de esta declarada crisis fiscal
Durante el 2009, el gobierno imprime bonos de la deuda pública por más de 10 mil millones de dólares (mas del 25% de la deuda pública en un sólo año, incluidos los bonos de PDVSA.)
Ese enorme monto de deuda pública se imprime en un programa fiscal –absolutamente insostenible -lo decíamos el año pasado- para compensar durante el 2009 la caída en los precios del petróleo que se produjo a finales del 2008 con la entrada en recesión de las grande economías industrializadas.
La devaluación del tipo de cambio, bajo esas condiciones de un colosal endeudamiento, estaba cantada. Y el mercado del dólar permuta así lo percibía, inclusive después de la caída del dólar permuta luego de la colocación de ese inmenso volumen de deuda pública en dólares. Así, la tasa de cambio retrocedió para luego volver a subir, mostrando que el mercado percibía que más temprano que tarde la crisis fiscal abierta por un estado despilfarrador y con una administración corrupta pasaría finalmente la factura.
Un déficit fiscal del 15% del PIB para este año frente a unos niveles de reservas internacionales (que, de paso, se sospecha que se tenga por falta de transparencia), el propio gobierno decide devaluar por las mismas razones por las cuales lo ha hecho anteriormente, similares a las razones por las cuales los gobierno devalúan desde 1983.
Pero, sin aprender de sus propios errores, recurre al mismo récipe fracasado.
El gobierno no aprende de sus propios errores y de los errores que muestra la historia de los últimos 30 años y vuelve al cambio dual. Ahora el dólar tendrá tres precios en el mercado que, por historia, se sabe que conduce a mayor corrupción. El aumento del dólar intensificará, lejos de aliviar, la crisis en la balanza de pagos, y la desplaza en el tiempo para cuando no sea posible sostenerla, momento en el que el gobierno tendrá que hacer lo que está haciendo hoy: volver a devaluar.
Ese no es el remedio. La única salida es el retorno a una economía donde el Estado se ocupe de sus funciones y transfiera nuevamente al sector privado los activos comprados o expropiados, que elimine los controles de precios, libere el mercado cambiario y crea en un marco jurídico de respeto a los derechos de propiedad, de manera que pueda incentivar a la gente y al sector privado a repatriar fondos e invertir en la economía como se hace en países como Chile, Brasil, Perú, México y Colombia.
Por eso es que digo: Devuélvase Presidente, aun tiene tiempo, retome la senda del crecimiento sano, acabe con el socialismo y devuelva las libertades económicas para que entre todos saquemos a este país de esta crisis sin salida , a menos que usted quiera replicar el mal ejemplo de Cuba.
actualidad económica 20 / Jan / 2010 8:58 am No Comments ‘Medidas económicas tomadas por Chávez están montadas en un cálculo político’
Un estudio realizado por la consultora Síntesis Financiera, indicó que las medidas económicas tomadas por el Ejecutivo Nacional se basan en “un cálculo político” debido a las próximas elecciones legislativas.
Esta es la información que ofrece El Nacional
La decisión del Gobierno de devaluar el bolívar a comienzos de 2010 está montada sobre un cálculo político según el cual el beneficio de incrementar sustancialmente el ingreso fiscal durante un año electoral sobrepasa el costo que para el Ejecutivo supone el alza de la inflación, así se desprende de un estudio de la firma de consultoría económica Síntesis Financiera, suscrito por Ruth de Krivoy, ex presidenta del Banco Central de Venezuela; Tamara Herrera y Víctor Ramos.
“La decisión del presidente Chávez de devaluar ahora nos dice que el beneficio de fabricar cantidades significativas de dinero, en este año de elecciones legislativas, supera el potencial costo político de las acusaciones por la inflación”, reseña el informe que analiza en detalle el nuevo esquema que rige el mercado de divisas en Venezuela.
‘Medidas económicas tomadas por Chávez están montadas en un cálculo político’
De acuerdo con el estudio, la decisión elimina 89% de la sobrevaluación del bolívar acumulada desde 2005. Además, el Gobierno espera que la modificación cambiaria saque de la agenda de la opinión pública el tema del tipo de cambio hasta principios de 2013, más allá de las elecciones presidenciales previstas para diciembre de 2012.
Provecho oficial. Otro aspecto que destaca la investigación, coordinada por Ruth de Krivoy, es la desaparición del déficit de las cuentas públicas que se habría registrado en 2010, de haberse mantenido invariables las condiciones del mercado cambiario.
El Gobierno espera que la modificación cambiaria saque de la agenda de la opinión pública el tema del tipo de cambio hasta principios de 2013.Con un dólar petrolero a 4,30 bolívares y una tasa de 2,60 para las transacciones no petroleras del sector público, las cuentas del Gobierno cerrarán 2010 con un superávit de 1,0% del producto interno bruto.
Con la paridad anterior, el resultado hubiese sido un déficit primario de 7,9% del PIB.
Adicionalmente, el estudio indica que las necesidades de endeudamiento disminuyen desde 11,2% a 2,8% del producto interno bruto.
“El ingreso fiscal adicional calculado en 2010 totaliza 8,9% del PIB, un incremento de 40,4% en términos nominales. El ingreso bruto de Pdvsa en bolívares aumenta en 97%, pasando de un flujo de caja significativamente negativo hacia una situación más equilibrada”, refiere el informe que basa sus cálculos en fuentes oficiales: el BCV, Cadivi y el Ministerio de Finanzas.
La holgura económica, agrega, permitirá incrementar las contribuciones de Pdvsa a los programas sociales del Gobierno y disminuir el ritmo de endeudamiento. Además, la intervención en el mercado de divisas requerirá de activos denominados en moneda extranjera, incluyendo la posibilidad de emitir deuda soberana o corporativa.
Los precios habitualmente han pasado por largos períodos de congelamiento antes de aprobar los aumentos al consumidor”, afirma el reporte firmado por Krivoy, Herrera y Ramos.“Aprobar aumentos de precios para productos básicos sujetos a controles de precios será un reto para el Gobierno.
Los precios habitualmente han pasado por largos períodos de congelamiento antes de aprobar los aumentos al consumidor”, afirma el reporte firmado por Krivoy, Herrera y Ramos.
Para lograr el objetivo de estabilizar el mercado paralelo, el Banco Central de Venezuela requerirá aproximadamente 8.000 millones de dólares, sostiene el estudio. Sin embargo, ello no será impedimento para que la tasa promedio del dólar de permuta suba 20% en el año.
“Este promedio puede resultar mucho más bajo si el Banco Central demuestra en el corto plazo contar con una sólida estrategia de intervención. Febrero será indicativo de la capacidad de proveer estabilidad en este año políticamente sensible”.
En cuanto a la actuación de Cadivi, el documento plantea la necesidad de acelerar a partir del segundo mes del año las entregas de divisas para importaciones, con el fin de mitigar el efecto a corto plazo de la devaluación, aunque no se espera que las autorizaciones regresen a los niveles de 2007 y 2008.
Por Alberto Cova
Vía El Nacional
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