POR:JOSÉ TORO HARDY.
Expropiar los propietarios agrarios arruinar a los empresarios privados, centralizar los créditos…
Consultado Fidel Castro acerca de qué es en su opinión el “socialismo”, no tuvo ningún empacho en responder: “comunismo”.En 1847 se reunió en París el II Congreso de la Liga Comunista. Allí se analizó un documento denominado Principios del Comunismo que sirvió de base al Manifiesto del Partido Comunista presentado por Marx y Engels un año después. En el documento se anunciaba la estrategia que utilizarían para adelantar la revolución comunista. Sus autores comenzaban por preguntarse: “¿qué vía de desarrollo adoptará la revolución?”. La respuesta: “establecerá ante todo un régimen democrático”. Se trataba de una vía indirecta que “sin embargo, no puede conducir a otro desenlace que la victoria del proletariado“.Más adelante el documento establecía: “La supresión de la propiedad privada es incluso la expresión más breve y más característica de esta transformación de todo el régimen social” … “¿Será posible suprimir de golpe la propiedad privada?” . Y la respuesta fue: “No, no será posible” … “Por eso, la revolución del proletariado que se avecina, según todos sus indicios, sólo podrá transformar paulatinamente la sociedad actual… “.
Y a continuación se señala:
“La democracia sería absolutamente inútil para el proletariado si no la utilizara inmediatamente como medio para llevar a cabo amplias medidas que atenten directamente contra la propiedad privada y aseguren la existencia del proletariado“.
Después se enumeran las medidas a aplicar para imponer el comunismo. Se recomiendan:
Restringir la propiedad privada, quitarle a los capitalistas el usufructo de los medios de comunicación, expropiar gradualmente a los propietarios agrarios y de las fábricas ocupando sus empresas, utilizar la competencia de las empresas del Estado para arruinar a los empresarios privados, centralizar los créditos y la banca en manos del Estado, entre otras medidas.
Me preocupa lo que casi inmediatamente después, dice textualmente el documento de la Liga Comunista:
“Por supuesto, todas estas medidas no podrán ser llevadas a la práctica de golpe. Pero cada una entraña necesariamente la siguiente. Una vez emprendido el primer ataque radical contra la propiedad privada, el proletariado se verá obligado a seguir siempre adelante y a concentrar más y más en las manos del Estado todo el capital, toda la agricultura, toda la industria, todo el transporte y todo el cambio. Este es el objetivo a que conducen las medidas mencionadas” … “Finalmente, cuando todo el capital, toda la producción y todo el cambio estén concentrados en las manos de la nación, la propiedad privada dejará de existir de por sí … “.
Según Marx, al quitarle a los capitalistas privados el usufructo de todas las fuerzas productivas, de los medios de comunicación y del cambio, la economía experimentaría un avance y un desarrollo extraordinario:
“Este avance de la industria brindará a la sociedad suficiente cantidad de productos para satisfacer las necesidades de todos. Del mismo modo, la agricultura (… ) experimentará un nuevo auge y ofrecerá a disposición de la sociedad una cantidad suficiente de productos. Así, la sociedad producirá lo bastante para organizar la distribución con vistas a cubrir las necesidades de todos sus miembros“.
Yo me pregunto si eso fue lo que ocurrió en Cuba o en la URSS o en los países de la órbita soviética, o en Corea del Norte. Todos se transformaron en Estados policiales y los ciudadanos pasaron a ser esclavos del Estado. La famosa plusvalía que según Marx los capitalistas les robaban a los trabajadores, fue a parar a manos del Estado. Así, sin excepción, los trabajadores de los países comunistas se empobrecieron, hasta que finalmente, hartos de mentiras y de engaños, se rebelaron, dando al traste con uno de los sistemas más oprobiosos que ha conocido la humanidad.
Cayó el muro de Berlín, se desintegró la URSS, los países de la órbita soviética huyeron horrorizados de Marx y de Lenin y de los dictadores como Stalin. El comunismo murió por ineficiente.
Pero a inicios del siglo XXI, las viudas del comunismo se juntaron en Venezuela para intentar revivir al muerto recurriendo a paleros y santeros. Desde luego, el cadáver de ese difunto ya está tan podrido como los alimentos que importó Pdval. A los muertos hay que dejarlos reposar en paz en sus tumbas.
Los venezolanos brindaremos el 26S un contundente réquiem al comunismo.
Consultado Fidel Castro acerca de qué es en su opinión el “socialismo”, no tuvo ningún empacho en responder: “comunismo”.En 1847 se reunió en París el II Congreso de la Liga Comunista. Allí se analizó un documento denominado Principios del Comunismo que sirvió de base al Manifiesto del Partido Comunista presentado por Marx y Engels un año después. En el documento se anunciaba la estrategia que utilizarían para adelantar la revolución comunista. Sus autores comenzaban por preguntarse: “¿qué vía de desarrollo adoptará la revolución?”. La respuesta: “establecerá ante todo un régimen democrático”. Se trataba de una vía indirecta que “sin embargo, no puede conducir a otro desenlace que la victoria del proletariado“.Más adelante el documento establecía: “La supresión de la propiedad privada es incluso la expresión más breve y más característica de esta transformación de todo el régimen social” … “¿Será posible suprimir de golpe la propiedad privada?” . Y la respuesta fue: “No, no será posible” … “Por eso, la revolución del proletariado que se avecina, según todos sus indicios, sólo podrá transformar paulatinamente la sociedad actual… “.
Y a continuación se señala:
“La democracia sería absolutamente inútil para el proletariado si no la utilizara inmediatamente como medio para llevar a cabo amplias medidas que atenten directamente contra la propiedad privada y aseguren la existencia del proletariado“.
Después se enumeran las medidas a aplicar para imponer el comunismo. Se recomiendan:
Restringir la propiedad privada, quitarle a los capitalistas el usufructo de los medios de comunicación, expropiar gradualmente a los propietarios agrarios y de las fábricas ocupando sus empresas, utilizar la competencia de las empresas del Estado para arruinar a los empresarios privados, centralizar los créditos y la banca en manos del Estado, entre otras medidas.
Me preocupa lo que casi inmediatamente después, dice textualmente el documento de la Liga Comunista:
“Por supuesto, todas estas medidas no podrán ser llevadas a la práctica de golpe. Pero cada una entraña necesariamente la siguiente. Una vez emprendido el primer ataque radical contra la propiedad privada, el proletariado se verá obligado a seguir siempre adelante y a concentrar más y más en las manos del Estado todo el capital, toda la agricultura, toda la industria, todo el transporte y todo el cambio. Este es el objetivo a que conducen las medidas mencionadas” … “Finalmente, cuando todo el capital, toda la producción y todo el cambio estén concentrados en las manos de la nación, la propiedad privada dejará de existir de por sí … “.
Según Marx, al quitarle a los capitalistas privados el usufructo de todas las fuerzas productivas, de los medios de comunicación y del cambio, la economía experimentaría un avance y un desarrollo extraordinario:
“Este avance de la industria brindará a la sociedad suficiente cantidad de productos para satisfacer las necesidades de todos. Del mismo modo, la agricultura (… ) experimentará un nuevo auge y ofrecerá a disposición de la sociedad una cantidad suficiente de productos. Así, la sociedad producirá lo bastante para organizar la distribución con vistas a cubrir las necesidades de todos sus miembros“.
Yo me pregunto si eso fue lo que ocurrió en Cuba o en la URSS o en los países de la órbita soviética, o en Corea del Norte. Todos se transformaron en Estados policiales y los ciudadanos pasaron a ser esclavos del Estado. La famosa plusvalía que según Marx los capitalistas les robaban a los trabajadores, fue a parar a manos del Estado. Así, sin excepción, los trabajadores de los países comunistas se empobrecieron, hasta que finalmente, hartos de mentiras y de engaños, se rebelaron, dando al traste con uno de los sistemas más oprobiosos que ha conocido la humanidad.
Cayó el muro de Berlín, se desintegró la URSS, los países de la órbita soviética huyeron horrorizados de Marx y de Lenin y de los dictadores como Stalin. El comunismo murió por ineficiente.
Pero a inicios del siglo XXI, las viudas del comunismo se juntaron en Venezuela para intentar revivir al muerto recurriendo a paleros y santeros. Desde luego, el cadáver de ese difunto ya está tan podrido como los alimentos que importó Pdval. A los muertos hay que dejarlos reposar en paz en sus tumbas.
Los venezolanos brindaremos el 26S un contundente réquiem al comunismo.
@josetorohardy
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