
POR:MIGUEL SANMARTÍN.
La razón de ese cambio de impostura es el miedo del régimen a la reacción popular
Sorprendente el "revolucionario" frenazo aplicado por su Serenísima Majestad en su enfurecida carga de caballería contra el movimiento obrero nacional. Después de desautorizar y denigrar de los dirigentes sindicales, especialmente los de la industria petrolera, empresas básicas de Guayana, industria eléctrica y Metro de Caracas, así como de los representantes de médicos, docentes, tribunalicios y otros sectores de la administración pública, a quienes acusó de pertenecer a las viejas cúpulas podridas sindicales, de ser mafiosos, corruptos y oligarcas, y les endilgó actuar en contra de los intereses nacionales y de la conveniencia de la clase trabajadora socialista, ahora se "vende" tolerante, magnánimo, conciliador y generoso. Tanto así que fue capaz de ofrecerles para sus representados beneficios y reivindicaciones que antes les negó por considerarlas exageradas, inviables y capitalistas (no hay como cubrirlas).
Sorprendente el "revolucionario" frenazo aplicado por su Serenísima Majestad en su enfurecida carga de caballería contra el movimiento obrero nacional. Después de desautorizar y denigrar de los dirigentes sindicales, especialmente los de la industria petrolera, empresas básicas de Guayana, industria eléctrica y Metro de Caracas, así como de los representantes de médicos, docentes, tribunalicios y otros sectores de la administración pública, a quienes acusó de pertenecer a las viejas cúpulas podridas sindicales, de ser mafiosos, corruptos y oligarcas, y les endilgó actuar en contra de los intereses nacionales y de la conveniencia de la clase trabajadora socialista, ahora se "vende" tolerante, magnánimo, conciliador y generoso. Tanto así que fue capaz de ofrecerles para sus representados beneficios y reivindicaciones que antes les negó por considerarlas exageradas, inviables y capitalistas (no hay como cubrirlas).
En esa vuelta de canela inverosímil e inesperada, Usía hasta emplazó a ministros y otros cacaos del tren ejecutivo a acelerar la firma de contratos del sector oficial con cuatro y más años de vencimiento. Contratos que incumplen y proyectan abolir pronto. La verdad-verdadera de ese cambio de impostura es el miedo. Es la certeza de la formación y reacción de una masa insatisfecha, crítica, que se propaga por cada palmo del reino tropical. Además de los sectores antes citados, estudiantes universitarios, pescadores, campesinos, trabajadores de la salud, obreros del sector privado, buhoneros, transportistas, comerciantes, industriales y ciudadanos comunes, sobre todo los más humildes (olvidados y castigados por este régimen farsante), están por liberar su descontento por la merma en sus condiciones de vida y el deterioro general del país. Además rechazan la implantación del castrocomunismo mediante la confección de una nueva constitucionalidad vía leyes írritas. El fin y propósito de esas leyes ya fue rechazado por el pueblo en referendo (2007).

¿A todas estas, la dirigencia política opositora seguirá perdida en el espacio y centrada en su sectarismo?
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