POR ARCANGEL VULCANO.
Muy modestamente nos sentimos obligados desde Epicentro Hispánico, a expresar nuestro más categórico desacuerdo sobre el inadecuado manejo del gobierno del Señor Presidente Alan García, ante el brutal enfrentamiento entre policías y nativos que dejó al menos 32 muertos y más de un centenar de heridos en la selva norte del país. Deploramos y lamentamos siempre la violencia injustificada provenga de donde provenga. El estado, que posee el privilegio exclusivo del uso de las armas y de la fuerza, debería usarlas siempre en resguardo de los más sagrados derecho humanos, y de ser indispensable e inevitable el empleo de la legal represión, esta siempre y a todo evento debería hacerse responsablemente y mediante un excesivo celo, discreción, extrema cautela y prudencia, para preservar la vida de inocentes en el cumplimiento de los deberes que se le otorgan a las autoridades; por lo que es esencial que a la hora de reprimir a quienes atenten contra la paz de una república, desestabilizando y alterando el orden público, se actúe desde el ejercicio de los deberes del gobierno siempre con la debida proporcionalidad y el justo equilibrio.
Nos encontramos ubicados entre quienes han expresado ya una clara posición de desacuerdo por la forma inapropiada, desproporcionada y brutal, como el gobierno peruano ha manejado el conflicto con los indígenas amazónicos en el conocido enfrentamiento del pasado viernes.
Exhortamos respetuosamente al Señor Presidente Alan García y a su gobierno “democrático y legítimo”, a tomar los oportunos, necesarios y más adecuados correctivos a los errores, excesos e injusticias que se pudieran haber cometido por acción u omisión; así como a auspiciar las correspondientes sanciones y oportunos enjuiciamientos de los responsables de estos hechos volentos desafortunados.
Lamentamos los desafortunados acontecimientos, sobre todo el desenlace trágico de muertes de todos los ciudadanos peruanos involucrados tristemente en un conflicto fraticida indeseable.
A pesar de las versiones ofrecidas, "de que ciudadanos indígenas amazónicos mantenían bloqueada la vía que une las ciudades de Tarapoto y Yurimaguas, en la selvática región San Martín; pero tras conversaciones la Defensoría del Pueblo se había acordado que la carretera sería desbloqueada solo por cuatro horas el martes para permitir el paso de alimentos y combustibles, luego de un acuerdo con los indígenas. El viernes, la región de Amazonas, a 730 kilómetros al norte de Lima, fue escenario de la muerte de veintitrés policías así como cinco indígenas y cuatro civiles, según reportes oficiales, aunque los informes de algunos dirigentes indígenas señalan que han muerto hasta 30 nativos.
La protesta, que el gobierno ha calificado de “barbarie”, parecía en vías de intensificarse con una movilización nacional de pueblos indígenas el jueves a la que se unirán sindicatos, organizaciones políticas de izquierda y otros".
"Los indígenas reclaman la derogatoria de decretos del ejecutivo que consideran que vulneran los derechos sobre tierras ancestrales al permitir explotaciones petroleras y de gas de transnacionales"-según reseñas periodísticas- Teniendo la razón o sin ella, todos los ciudadanos tienen el derecho a ser tratados por su gobierno con equidad y respeto, sin ningún tipo de discriminaciones, y sin atender a su raza, condición económico social, religiosa o política, por lo que deberían ser tratados dignamente siempre y sin hacer excepciones; y en el supuesto negado de que algunos ciudadanos incurrieran en delitos u errores, deberían ser aprendidos con vida, grantizándoseles el derecho a la defensa y el debido proceso, para ser procesados judicialmente por sus jueces naturales, y sometidos a un juicio justo de conformidad con el ordenamiento jurídico vigente. Incluso, siempre hay que considerar la posiblidad de que los ciudadanos estuvieran actuando de buena fe que debe siempre presumirse, y en el pleno ejercicio del derecho a la protesta cívica, así como, en el uso del derecho a la legítima defensa, o por estado de necesidad; lo cual sería motivo para considerar la posible ininputabilidad de sus acciones.
Desde aquí exhortamos a las partes en conflicto a procurar y escenificar un diálogo constructivo, a emprender iniciativas pacíficas para auspiciar, promover y construir un camino de paz y de entendimiento civilizado entre hermanos de un mismo pueblo. Para lograr tales fines es preciso que el Gobierno quien es el principal responsable, escuche tolerantemente a todos los integrantes de su pueblo, y sepa administrar con prudencia y sabiduría su incuestionable y legítima autoridad; pero que es siempre temporal, que no lo olvide.Exhortamos al gobierno peruano a actuar con la debida e indispensable moderación, equidad y justa proporcionalidad, frente a las naturales disidencias que puedan surgirle durante el ejecicio de su mandato y el cumplimiento de sus deberes; y a que sepa ejercer la autotidad y administrar el empleo de la fuerza con justicia verdadera y sin cometer injustificables, reprochables, deplorables e imperdonables excesos.Nada justifica las inútiles muertes de un sólo hermano peruano.
Lamentamos los desafortunados acontecimientos, sobre todo el desenlace trágico de muertes de todos los ciudadanos peruanos involucrados tristemente en un conflicto fraticida indeseable.
A pesar de las versiones ofrecidas, "de que ciudadanos indígenas amazónicos mantenían bloqueada la vía que une las ciudades de Tarapoto y Yurimaguas, en la selvática región San Martín; pero tras conversaciones la Defensoría del Pueblo se había acordado que la carretera sería desbloqueada solo por cuatro horas el martes para permitir el paso de alimentos y combustibles, luego de un acuerdo con los indígenas. El viernes, la región de Amazonas, a 730 kilómetros al norte de Lima, fue escenario de la muerte de veintitrés policías así como cinco indígenas y cuatro civiles, según reportes oficiales, aunque los informes de algunos dirigentes indígenas señalan que han muerto hasta 30 nativos.
La protesta, que el gobierno ha calificado de “barbarie”, parecía en vías de intensificarse con una movilización nacional de pueblos indígenas el jueves a la que se unirán sindicatos, organizaciones políticas de izquierda y otros".
"Los indígenas reclaman la derogatoria de decretos del ejecutivo que consideran que vulneran los derechos sobre tierras ancestrales al permitir explotaciones petroleras y de gas de transnacionales"-según reseñas periodísticas- Teniendo la razón o sin ella, todos los ciudadanos tienen el derecho a ser tratados por su gobierno con equidad y respeto, sin ningún tipo de discriminaciones, y sin atender a su raza, condición económico social, religiosa o política, por lo que deberían ser tratados dignamente siempre y sin hacer excepciones; y en el supuesto negado de que algunos ciudadanos incurrieran en delitos u errores, deberían ser aprendidos con vida, grantizándoseles el derecho a la defensa y el debido proceso, para ser procesados judicialmente por sus jueces naturales, y sometidos a un juicio justo de conformidad con el ordenamiento jurídico vigente. Incluso, siempre hay que considerar la posiblidad de que los ciudadanos estuvieran actuando de buena fe que debe siempre presumirse, y en el pleno ejercicio del derecho a la protesta cívica, así como, en el uso del derecho a la legítima defensa, o por estado de necesidad; lo cual sería motivo para considerar la posible ininputabilidad de sus acciones.
Desde aquí exhortamos a las partes en conflicto a procurar y escenificar un diálogo constructivo, a emprender iniciativas pacíficas para auspiciar, promover y construir un camino de paz y de entendimiento civilizado entre hermanos de un mismo pueblo. Para lograr tales fines es preciso que el Gobierno quien es el principal responsable, escuche tolerantemente a todos los integrantes de su pueblo, y sepa administrar con prudencia y sabiduría su incuestionable y legítima autoridad; pero que es siempre temporal, que no lo olvide.Exhortamos al gobierno peruano a actuar con la debida e indispensable moderación, equidad y justa proporcionalidad, frente a las naturales disidencias que puedan surgirle durante el ejecicio de su mandato y el cumplimiento de sus deberes; y a que sepa ejercer la autotidad y administrar el empleo de la fuerza con justicia verdadera y sin cometer injustificables, reprochables, deplorables e imperdonables excesos.Nada justifica las inútiles muertes de un sólo hermano peruano.
Exhortamos en general a todos los hermanos peruanos a procurar y mantener la paz, a vivir en fratermidad y armonía, a defender sus legítimos derechos dentro del marco de la Constitución y de las leyes, mediante el empleo de métodos lícitos, democráticos y pacíficos. Respetándose mutuamente...
2 comentarios:
Mi apoyo y cariño para todos nuestros hermanos peruanos.
Un besito Rosario
DESDE AQUI APOYO AL PUEBLO DE PERÚ Y ME PARECE UN SALVAJISMO LO QUE ESTÁN HACIENDO, ES UNA LUCHA DESPROPORCIONADA...
BESITOS.
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