lunes, junio 08, 2009

Partido Popular Europeo vuelve a ser la primera fuerza del Parlamento Europeo. La izquierda sufrió serio revés.


POR:ANDREU MISSÉ

La derecha gana terreno en Europa

La participación en el conjunto de la Unión baja al 43%, la más baja de la historia - Los socialistas se hunden, incapaces de dar alternativas a la recesión

La izquierda europea sufrió ayer un serio revés en Europa. Los ciudadanos que acudieron a las urnas otorgaron claramente su confianza a los partidos conservadores, que detentan el poder en la mayoría de gobiernos de la Unión Europea. Las alternativas de la izquierda socialista y socialdemócrata a la profunda recesión que padece Europa no resultaron creíbles y no merecieron el apoyo de los ciudadanos. Sólo un 43,39% de los europeos decidieron votar, lo que representa un nuevo descenso de dos puntos respecto al mínimo histórico del 45,47% de 2004. La derecha se mantiene sólidamente en Alemania y se refuerza en Francia, Italia, Reino Unido y Polonia. En España, el triunfo del Partido Popular, con 23 diputados sobre los 21 del socialista José Luis Rodríguez Zapatero no fue tan abultado.

El Partido Popular Europeo (PPE) volverá a ser la primera fuerza del Parlamento Europeo con una representación de entre 263 y 273 diputados, lo que supone aumentar considerablemente la ventaja sobre el segundo partido, el Partido de los Socialistas Europeos (PSE), que se mantendrá en una horquilla de 155 a 165. Los liberales serán la tercera fuerza (de 78 a 84 eurodiputados), menos que en el Parlamento anterior aunque experimentan avances notables en Alemania, Francia y Holanda. Los verdes son la fuerza que emerge con más impulso, al obtener entre 52 y 56 escaños, frente a los 43 que tenía.
El presidente del grupo socialista en el Parlamento Europeo, Martin Schulz, admitió abiertamente la derrota. "Es ciertamente una noche triste y amarga para la socialdemocracia". Pero añadió: "Vamos a intentar frenar las fuerzas incontroladas del mercado, aunque lo haremos desde una base menos sólida que antes".
El descalabro socialista ha sido especialmente notable en el Reino Unido y Francia, pero también en Dinamarca, Holanda y Hungría.
El comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, el socialista Joaquín Almunia, sintetizó la situación con estas palabras: "Quizá lo que le falta a la izquierda europea es un proyecto más claro, más definido". Almunia admitió que "la izquierda y la socialdemocracia no han sido capaces de presentar en estas elecciones un proyecto claro para una salida que combine la eficacia económica con lo valores que defienden el proyecto socialdemócrata y de una Europa social y progresista".
Los socialistas sólo lograron buenos resultados en Eslovaquia, donde alcanzaron un 32% de los votos, el doble que en 2004, y en Grecia donde aumentaron hasta el 36%, y donde los conservadores de Nueva Democracia descienden desde el 43% al 33,7%.
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, junto a la canciller alemana, Angela Merkel, el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, y el de Polonia, Donald Tusk, son los gobernantes que salen mejor parados. El presidente de los populares europeos, Joseph Daul, manifestó su satisfacción por los resultados afirmando que "el PPE ha ganado por mucho y los socialistas han perdido".
Daul recordó que José Manuel Durão Barroso es el candidato del PPE para seguir al frente de la Comisión Europea. Lo cierto es que con este panorama de amplia consolidación de los conservadores en los principales países de la UE, las posibilidades de Barroso para renovar su mandato al frente de la Comisión aumentan de manera significativa. Aunque en principio el Consejo del próximo 18 y 19 de junio no tenía previsto nombrarlo como candidato para que los ratifique el parlamento en julio, el resultado de ayer puede cambiar la suerte en favor del político portugués de manera notable. Sarkozy sin duda tendrá mucho que decir. Barroso cuenta además con el apoyo de tres dirigentes socialistas, entre ellos José Luis Rodríguez Zapatero.
El dato más negativo para el proyecto europeo ha sido sin duda la caída en la participación, que ayer descendió un nuevo peldaño hasta situarse en el 43,39%. La apatía y el desinterés por Europa han seguido aumentando de manera continuada desde las primeras elecciones de 1979, en las que la participación fue del 61,99%. Fue llamativa la baja participación en Lituania, 20,54% y Eslovaquia, 19,6%.
Los partidos ecologistas registraron avances muy notables en Francia donde el partido de Daniel Cohn Bendit ha doblado prácticamente su representación y un resultado similar obtuvieron en Dinamarca, mientras que mantuvieron sus buenos resultados en Alemania.
La extrema derecha logra mayor representación en la Eurocámara, con avances significativos en Finlandia, Austria, Hungría, Eslovaquia y Holanda.

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