Así lo recoge la nota de Tal Cual
Las cifras rojas
Este fin de semana se registraron 60 homicidios, mientras el presidente Chávez continúa "estacionado" metalmente en Honduras y su gobierno da muestras de estar amarrado y sin ideas frente al grave drama de la inseguridad
Mientras el presidente Chávez continúa “estacionado” metalmente en Honduras y su gobierno aquí en Venezuela da muestras de hallarse impotente y sin ideas frente al grave drama de la inseguridad, las cifras de muertes violentas escapan de los controles oficiales y sorprenden cada vez más a la población.
El pasado fin de semana no fue la excepción: 60 homicidios enlutaron a nuevos hogares en Caracas y Vargas, según información extraoficial emanada de la morgue de Bello Monte, cuyos funcionarios dieron cuenta del ingreso de 62 cadáveres. De viernes para sábado fueron registrados 16 cuerpos, de sábado para domingo 22 y de domingo para lunes 24.
Es el caso, ya suficientemente divulgado de Kevin Sequera, de 22 años de edad, herido en la calle 10 de Los Jardines de El Valle, y cuya familia vivió el vía crucis del “ruleteo” hospitalario, ya que a los tres centros asistenciales donde fue trasladado, no podían atenderlo por carecer de insumos y de médicos de guardia.
“Murió de mengua”, lamentó su madre, en declaraciones por Globovisión, que todos vieron con un nudo en la garganta, justo cuando la defensora del pueblo, Gabriela Ramírez, aseguraba que el tema e la inseguridad obedecía más a una manipulación mediática que a la realidad.
Sequera, según sus familiares, se encontraba conversando con sus padres frente a su casa, cuando desde un carro Fiat Siena, color gris plata, un sujeto le disparó. El hecho ocurrió el domingo a la 1:30 de la tarde. No había policías en lugar.
Su madre, Luz Betania Suazo, asegura que el joven fue llevado a tres hospitales, el Militar, el de Coche, el CDI de Las Mayas y en ninguno “había médico, ni equipos para atenderlo”. Kevin Sequera falleció en el Hospitalito Militar, donde previamente le advirtieron a sus familiares que no podían dejarlo allí, ya que no era militar y tampoco estaba afiliado.
El joven realizaba los trámites para estudiar Computación, dejó niña de meses y laboraba en la construcción.
Otro infortunado venezolano que ingresó a la lista de los fallecidos del fin de semana fue Richard Tejada, de 37 años, a quien un hombre le disparó la noche del sábado, en el sector denominado La Vuelta del Ahorcado, exactamente en el barrio San Blas.
Momentos antes de que le efectuaran los disparos, Tejada había realizado una llamada a un amigo en un puesto de celulares callejero, y cuando se marchó la dueña del negocio le llamó le reclamó el pago de la llamada.
Según su esposa Deisy Rivas, la víctima le contestó a la señora que tanto el dinero como el teléfono se lo había entregado a su hija y en ese momento llegó el hombre y le disparó. Tejada deja una viuda y dos niños.
El pasado fin de semana, un amplio reportaje publicado en El Universal da cuenta que a la cotidiana inseguridad y la espantosa situación de las cárceles, se suma la participación de bandas de funcionarios policiales en una gran parte de los secuestros express que se llevan a cabo en Caracas, y frente al cual las víctimas y sus familiares se topan con la impunidad de un sistema de Justicia (incluyendo Fiscalía y Defensoría del Pueblo) dedicados tiempo completo a la política partidista.
Es obvio que tema de la inseguridad jamás ha estado en la agenda de prioridades del Presidente y eso explica la negligencia y la desaprensión del resto del alto Gobierno.
Si desde la primera magistratura no hay quien exija, reclame, los subalternos se conformarán con inventar “cifras positivas” para justificarse y lanzar de vez en cuando los llamados "operativos", cuya eficacia es comprobadamente nula, pero sirven para crear la impresión de que se está haciendo algo, cuando en verdad el tiempo pasa y el futuro nos está alcanzando.
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