SI CHÁVEZ FUERA ESTADOUNIDENSE Y BUSH VENEZOLANO”

En la controversial entrevista que el presidente Hugo Chávez concediera a Bárbara Walters, entre otras cosas nos llamó la atención que aparte de intervenir en los asuntos internos de los EEUU, se atrevió a hacer afirmaciones temerarias y pintorescas comos estas: “Si yo fuera estadounidense y pudiera ser candidato presidencial, ganaría la presidencia de EEUU, yo derrotaría a Mister Busch, denme seis meses…” Asombra no la intromisión del insolente mandatario -es habitual su irreverencia- sino su insensatez y narcisista actitud, ya no sólo los venezolanos deben soportar y sufrir sus impertinencias hasta el 2.021 –según ha sugerido, sin disimularlo- sino que ahora también los estadounidenses estarían amenazados de esa improbable y remota posibilidad, pero debiendo tolerar sus insultantes insinuaciones.

Sabemos que tal hipótesis es absurda por imposible, en virtud de que ambos mandatarios lógicamente estarían imposibilitados para ser presidentes de otros países, e impedidos para ser competidores por ese cargo presidencial, y como quiera que fue el presidente Chávez quien planteó la descabellada idea, nos da derecho al resto de las personas a también imaginarnos absurdas elucubraciones.

Advirtiéndoles que haremos sólo una fábula de ficción -para evitar herir susceptibilidades- les confesamos que nos cuesta imaginar como sería esa circunstancia, si el jefe único pudiera abandonarnos a nuestra suerte, negándonos su dilecta presencia a sus conciudadanos, privándonos de su providencial figura, y emigrara a tierras ajenas en gesta heroica, a conquistar en sus épicas batallas políticas virtuales, ese ansiado trofeo de guerra glorioso, para convertirse en bien de la humanidad, en el flamante presidente de los EEUU, ¿sería el benefactor del mundo olvidándonos tan ingratamente?.

Cuesta creer que la partida del líder único, pudiera ser suplida, por otro ser terrenal, tal vez por un humilde mortal menos aventajado, sin la pretensión de nuestro providencial estadista insustituible e inigualable, pero podría ser al menos parecido al presidente Bush, quien según Chávez estaría de partida, y sería un “cadáver político”, pero al menos, nos bastaría para comprender que ya no gozaríamos de su entrañable presencia, ni del nunca bien ponderado Aló presidente de cinco horas. ¿Mister Bush si fuera venezolano, podría al menos hacerle temporalmente la suplencia, mientras él se ocupa en otros temas trascendentales?Demos por hecho que siendo estadounidense ganaría fácilmente la presidencia, pues no tendría contendor, y según ha dicho, le bastarían seis meses para ganar ¿Por qué no habría de cumplirlo, acaso no es una nimiedad para quien gana todas las elecciones transparentes siempre? Ya lo imaginamos sentado frente al merecido escritorio de la oficina oval, teléfono rojo en mano, dialogando hasta la madrugada con el jeque barbado del azúcar, preguntándole por su salud: -“¿How Are You?” Para más tarde contactar a su Secretario de Estado, quien tal vez sería venezolano y seguramente andaría volando sobre territorio oriental en misión de paz, recogiendo junto a los Marines las minas que dejarían esparcidas por todas partes “algunos” enemigos de antaño del viejo fenecido imperio, quienes se habrían ya plegado a su nuevo gobierno de paz, justicia, libertad e igualdad mundial, porque habrá nacido el nuevo imperio norteamericano socialista unido, comandado por el “auténtico adalid” de la libertad universal. Le expresaría en claro ingles a su antiguo Ministro de relaciones exteriores: “-Llévales a todos “moral y luces” que es lo que necesitan, contruiremos ahora "el hombre nuevo y un mundo nuevo", el mio.

El Secretario del Departamento de Estado le podría explicar: -Pero presidente, ellos lo que quieren es que les paguemos a mejor precio su petróleo. Es probable que respondería iracundo: -De ninguna manera, ese precio es inaceptable, me van a disparar la inflación mundial, diles que o me aceptan el precio que les fijé, en la nueva conferencia de la OPEP o los “militarizo, los estatizo, los expropio”, les tomo los pozos,los invado, o les mando el INDECU, o el SENIAT, les envío al Superintendente, para que los cierre y les ponga la tira amarilla, les echo al pueblo encima, a las guerrillas colombianas, a los círculos bolivarianos, o las milicias, al G2, a los reservistas, a los tupa maros, a los cara paicas, a sendero luminoso, a los piqueteros, a los indigenas, a Lina Ron, al FBI o a la CIA, tú amenázalos, oblígalos.

- Pero hermano, -¡hermano nada Secretario de Estado!, yo soy el presidente de los EEUU de Norte América, a mi no me tutees, no estamos en una cancha de bolas criollas, hazme el favor, yo soy el presidente del ¡mundo mismo! -Disculpe señor presidente, pero es que ellos expresan, que si no les acepta pagar ese precio le van a realizar una revuelta popular mundial, quemarán banderas norteamericanas, tomarán embajadas, realizarán varios atentados terroristas, en los pozos petroleros venezolanos, o atacarán torres en Nueva York, y nos advierten que borrarán del mapa a Israel; construirán reactores nucleares y podrían confeccionar armas atómicas. -¿Cómo es la cosa, amenazas a mi, al líder único, ¡ni Dios mismo!, atentados terroristas contra EEUU, y en Nueva York? Eso es caerse a mentiras, yo no acepto presiones, ¿ya tomaste café?

“El líder único” apuraría sus tazas de café, para proseguir: -¡No chico!, eso es imposible, no ves que yo soy Chávez, o lo que es lo mismo, el nuevo “gallo cantador” del “mundo mismo”, que a mi todos me aman, respetan y temen; que nadie en su sano juicio me haría retroceder, yo soy el pueblo, y el pueblo está conmigo, yo soy el estado, además, les voy a dar un discurso de cinco horas cuando vaya a la próxima conferencia de la ONU, o les haré un Aló presidente desde el desierto, o tal vez les monte un acto de protesta en un estadio, una movilización de masas para reclamarles contra el aumento usurero que le quieren imponer al pueblo, son unos especuladores, acaparadores, pero, o nos venden ese petróleo más barato, o los intervengo, o no les renovamos la concesión.

-Pero presidente (ya cansado el Secretario, replicaría) ellos preguntan ¿por qué ese cambio tan drástico?, si usted antes quería luchar por los pueblos más pobres del mundo, y defendía el precio del petróleo, además argumentan, que los costos de producción no les permiten vender a esos precios fijos sin quebrar. – No importa, ¿uno no puede haber cambiado de opinión? Cambié de opinión, ya no soy más socialista,” se me ha ocurrido” que ahora no seré más socialista, ni capitalista, solo soy chavista, lo que significa que decidí que gobernaré por decreto, sin Congreso, haré una ley habilitante, y cambiaré la Constitución para aprobar la reelección indefinida aquí en los EEUU, y le quitaré tres ceros al dólar y punto, ¿hasta cuando ganan dinero ellos? El estado entonces los expropiará ¿Cuál cambio chico, de que cambio me hablas tú, no ves que yo soy pobre, de sabanetas de Barinas, soy “veguero”, no te das cuenta que debo trabajar para que “mi pueblo” estadounidense tenga “la mayor suma de felicidad posible”, y para que siempre pueda tener gasolina y comida más barata, ¿no ves que la gente de aquí votó por mi y me quieren tener de presidente hasta el dos mil 50?. Debo trabajar por la estabilidad de todos, no solamente la del medio oriente, así que cúmplase. ¡Carrizalez! (grita a su otro Ministro) declaro que exista un precio del petróleo más barato,.-Eso no existe -le replica el Ministro- Presidente usted lo que necesita es un asesor, que lo medio oriente.

Probablemente llamaría por el teléfono rojo a otro colaborador emblemático: -Aló, ¿con el jefe de la CIA? -No digas mi nombre, que nadie sepa quien soy. -Le responden- Preguntaría en seguida: -Hermano ¿cómo hacemos? estos “especuladores, acaparadores” de la OPEP nos quieren subir el precio del petróleo, ¿qué hacemos camarada?

En línea, alguien maquiavélico podría indicarle: -Tranquilo mi sangre, déjamelo a mi, voy a ponerme a trabajar en eso enseguida, vamos a hacer cabildeo fuerte en el Congreso para aprobar una ley habilitante rápido y así darte todo el poder, necesitamos muchísimo dinero, hay que hacer más misiones populistas, después podríamos enviarles par de portaviones y estacionárselos en el Golfo, eso los “caga” (diccionario marciano), mientras tanto, te lanzas un periplo por América latina, reúnete con el presidente de Brasil -el que esté- para solicitarle y acordar producir más etanol, pídeles que deforesten más selvas en el Amazonas, es necesario para sembrar más caña, hay que sustituir progresivamente la dependencia del petróleo, reducir el consumo y el precio; paralelamente debemos lograr que el Banco del tesoro nos apruebe recursos sin límites, para destinarlos a comprar más armas; debemos apurar la investigación científica y tecnológica, sobre los sustitutos de la gasolina, los biocombustibles; mejorar los sistemas para aprovechar la energía solar, desarrollar el empleo del hidrógeno y la energía electromagnética; así como, aumentar los reactores nucleares; incrementar el transporte público eléctrico; debemos repartir dólares, es preciso.

Con gesto tétrico, le expresaría al misterioso interlocutor: -Ignoro como lo van a tomar, esos caballeros son ¡tercos y bravos!, además, me pregunto: ¿Y que hacemos con Venezuela y su crisis social que esta inoculándose desde que dimos el golpe. ¿Qué hacemos con mis amigos de las FARC y las guerrillas izquierdistas de toda la región, con el Plan Colombia; con el eje multipolar del Alba, Bolivia, Ecuador, Cuba, Nicaragua; con el Mercosur, con Brasil, Argentina, Uruguay, Paraguay y Chile?

-¿Y que le planteamos a nuestros vecinos México, Guatemala, Honduras, El Salvador, Belice, Costa Rica y Panamá; y con los países del Caribe?

-Ese es el patio trasero, concéntrate en el medio Oriente, que allá en Venezuela tenemos al presidente “venezolano”, el agitador “Mister Diablo Bush”, con su chequera petrolera y nos vende barato y a tiempo. Lo dejaremos que crea que la utopía del socialismo es posible –aunque ni el mismo se lo crea- lo estimularemos a dar discursos durante horas en programas de televisión interminables, para intentar hipnotizar a las masas, y así aplacarlas con falsas promesas de redención social, y a alimentar quimeras, sueños de liberación imperialistas, aprovecharemos su falta de escrúpulos, de visión política y carisma, para que nos continúe vendiendo el petróleo sin demora, y le haremos creer que lo queremos derrocar y eliminar,para que viva temeroso y confundido, e invierta su tiempo diciéndole al mundo que somos los poderosos explotadores del mundo (CIA), que repita lo mismo, mientras nos ocupamos de manejar este lucrativo negocio, y la gente se come ese cuento que inventamos.

Definitivamente las comparaciones son odiosas; pero el señor presidente Chávez suele hacerlas, para generar toda clase de conjeturas disparatadas, como estas que hemos presentado. Pura ficción o ficción pura, elucubraciones absurdas e imposibles, sólo retórica, histrionismo sin límites, que le permiten afirmar: “Si yo fuera estadounidense”. Es como decir, “si Bush fuera venezolano”; esta disyuntiva, nos hace recordar una patética frase de un tristemente célebre personaje, que cometió la desfachatez al contestar a una interrogante de un acucioso periodista que le preguntara sobre algún tópico, para responderle esta “barbaridad”: “Eso no es ni lo uno ni lo otro si no todo lo contrario”.