POR: SAUL GODOY GÓMEZ.
Yo no creo en el socialismo, tengo suficientes argumentos para demostrar sus falacias e inconsistencias, puedo descubrir cómo opera su mecanismo lógico-retórico para hacer aparecer la realidad de modo que favorezca su pervertida visión del mundo, y digo pervertida porque detrás de un supuesto amor al hombre, a la igualdad y a la justicia, se oculta el siniestro rostro del autoritarismo y el totalitarismo, es una ideología pervertida porque utiliza a los pobres y la pobreza para engañar a la gente y hacerlas creer que su "verdad" es la única y la más justa, y por medio de la manipulación ejercer control sobre la persona y convertirla en un adepto, en un fanático de esas ideas inhumanas. Somos muchos los venezolanos que no nos tragamos el cuento de este imperialismo de izquierda que responde a unos intereses transnacionales, a un poder político que tiene sus reuniones internacionales, sus foros, sus congresos que aúna naciones socialistas y mandatarios cuyo único fin es apoderarse del mundo, para ello apuestan y se otorgan financiamiento entre ellos, apoyo militar y diplomático y en retorno esperan hacerse con grandes regiones ricas en recursos naturales, con poblaciones enteras sometidas a su designio, con mercados para sus economías centralizadas y bajo el peor de los capitalismos, el de Estado, es una forma de pensamiento y acción que necesita de la explotación de los pueblos, del dominio de las conciencias y de un predominio por medio del terror. En una verdadera democracia se debería tener la oportunidad de expresar nuestros puntos de vistas, de discutir, debatir y demostrar nuestra posición, sin temor a represalias, para que la gente pudiera formarse su propia opinión, pero no, no podemos, estamos vedados de los medios de comunicación en manos de los comunistas, de aquellos medios administrados (secuestrados) por un Estado que pretende representar a todos los venezolanos, de un gobierno que nos quiere hacer creer que es ecuánime, imparcial, justo, humanista y que le gusta la discusión de las ideas, ya hemos visto que esto es falso de toda falsedad, este gobierno se ha declarado socialista, excluyendo a toda otra visión del mundo y posición política, la discusión de ideas que pretende son "sus ideas" no otras, se ha declarado, por medio de un artilugio verbal, representante del "pueblo", de toda la nación, cuando en realidad solo comanda a sus rocambolescos seguidores, una banda ruidosa y armada que aparece en toda ocasión que se necesite reafirmar que son muchos y están de acuerdo con el régimen y su líder (para eso los visten de rojo, para que no haya duda que son ellos), es el viejo truco leninista de cómo unos pocos pueden aparentar una gran mayoría, para efectos de infundir temor y desanimar a la oposición. Como buenos comunistas comprenden muy bien la propaganda y el engaño, y como, manipulando la información, pueden ahorrarse mucha sangre y violencia, son unos artistas en doblegar al colectivo vía la tergiversación de la realidad, la desinformación, la destrucción de los valores y la creación de unos nuevos…
La hegemonía comunicacional es una necesidad para estos enemigos de las sociedades abiertas, utilizan la democracia y sus libertades para posicionarse como movimientos democráticos y hacerse con el poder, para luego de construir el Estado y a la sociedad entera, para emascularla y hacerla dependiente de los mecanismos de opresión y subyugación, su necesidad de controlar a la sociedad pasa por hacerla incapaz de trabajar, comer, divertirse, pensar, y hasta sostener relaciones personales sin estar mediando el Estado, sin pedir permisos, sin tramitar autorizaciones, pases, cartillas, credenciales o hacer enormes colas para obtener lo esencial para la vida.
Para hacer esto posible no puede haber críticas, ni oposición, ni nada que contradiga su autoridad, el que piense diferente, el que es independiente en medios, ideas y acción se convierte en enemigos de la humanidad, en traidores. Por ello es inevitable que todos esos periodistas, técnicos, gerentes, productores, artistas y hasta patrocinantes de los medios de comunicación en manos de los comunistas, se convierten de inmediato en colaboradores y cooperadores inmediatos en el crimen de vaciar al país y su gente de alma y espíritu para convertirlos en esclavos.
La única manera que tiene el Estado autoritario, disfrazado de democracia, para acallar a los medios de comunicación libres e independientes, es por medio de sus órganos jurisdiccionales, por un lado con un Tribunal Supremo de Justicia que legitime el asalto a los derechos fundamentales de la sociedad al derecho a estar oportunamente informados, a la agresión a los dueños de los medios y a las instalaciones físicas de sus empresas de comunicación en nombre de la verdad, los tribunales ordinarios se encargaran junto con la Fiscalía, la Contraloría y la Guardia Nacional de atormentar y perseguir a los periodistas, impidiéndoles que realicen su trabajo, negándoles acceso a las fuentes de la información oficial, confiscándoles equipos y agrediéndolos con fines de "seguridad", a los organismos encargados de la recaudación de impuestos, operaciones de telecomunicaciones, a los que entregan divisas para la compra de equipos e insumos, a los que velan por la integridad de menores, a los que controlan los contenidos para entorpecer y retardar las operaciones rutinarias de los medios privados y libres, presionarlos y amenazarlos con multas, cierres, confiscaciones cuando digan algo que incomode al régimen. Pero además, tiene un grupo diverso de organizaciones civiles, comunales, de control social, gremiales y veedores de toda especie, adeptos al gobierno quienes son los encargados de interponer denuncias, acusaciones y ejercer la presión "popular" para que las acciones judiciales y administrativas tengan un sustento otro que la mala voluntad del líder incapaz herido en su ego. Y si las cosas hay que llevarlas a los extremos, disponen de los grupos violentos y desadaptados que, armados y en gavilla, atacan a profesionales de la comunicación e instalaciones mientras las autoridades miran hacia otro lado. Los comunistas no van a detenerse hasta lograr silenciar a todo el país, así signifique empezar a desaparecer a periodistas valientes, demócratas, y que están dispuestos a dar su vida por la verdad y la dignidad. Solo le pido al mundo que observe con atención lo que pueda sucederle a la televisora Globovisión.
Fuente: http://opinion.eluniversal.com/2008/02/17/opi_34079_art_la-hegemonia-comunic_17A1361845.shtml
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