martes, noviembre 07, 2006

“REY DESNUDO Y REENCUENTRO NACIONAL”

Tenemos la impresión de que en virtud del alto índice de abstención que experimentó el pasado proceso electoral en Venezuela, para elegir los integrantes de La Asamblea Nacional, que se escenificó el pasado cuatro de diciembre del 2.005, el presidente y aspirante a la reelección Hugo Chávez, quedó desprovisto de argumentos políticos, que justifiquen su “presunto” mayoritario apoyo popular actual, el pretendido apoyo popular incondicional, tenemos la certeza de que no existe hoy; respaldo popular erosionado, pero del cual continúa ufanándose, mostrando ante el país y el mundo, toda clase de encuestas posiblemente manipuladas y pagadas por el régimen, que no cuadran, no encajan con lo que se percibe en la calle, esa popularidad artificialmente producida ya no existe hoy; en aquel entonces, la descomunal abstención electoral ascendió a más del 80%, eso lo dejó desnudo ante el país y el mundo.

Sigue sin embargo el régimen chavista asegurando en todos los escenarios posibles, que ganará ampliamente las elecciones presidenciales del tres de diciembre; que “Manuel Rosales no tiene la menor posibilidad de ganar” frente al tamaño gigantesco de respaldo popular que mantiene el líder del proceso revolucionario, que sinceramente hoy no creemos llegue a los niveles de los cuales se vanaglorian los personeros oficialistas. Aquí lo que hemos visto es a una maquinaria chavista dispendiosa, realizando cada vez mayor esfuerzo por montar actos portátiles, eventos políticos conformados de personas desganadamente transportadas en autobuses pagados por el gobierno, traídas y transportadas desde el interior del país, uniformadas con franelas rojas y gorras rojas, semejando a un ejercito miliciano mercenario, más parecidos a estudiantes uniformados que electores libres, que concurren cada vez menos a estos eventos en donde el caudillo suele hablarles maratónicos, y desgastados discursos repetitivos, que no parecen entusiasmarles como en otrora tiempos pasados. Da la impresión de que el régimen está deseoso de que se agote el tiempo regresivo y así negarle prorrogas a sus adversarios, que le respiran en el cogote.

Según algunos importantes dirigentes integrantes del comando de campaña de la Unidad Opositora Nacional: “El Rey” se quedo entonces desnudo”, y actualmente teme profundamente quedarse de nuevo “desnudo” el próximo 3 de diciembre cuando deberá someterse aterrado a un proceso electoral que le causa pesadillas; porque sabe que la abstención podría repetirse y deslegitimarlo definitivamente; igualmente teme participar en un proceso de elecciones limpias frente a un adversario de la oposición que aglutine el descontento que ha generado su gestión de gobierno, por eso maniobra para no facilitar unas condiciones mínimas de transparencia electoral que permitieran al país entero eyectarlo a voto limpio del poder que pretende ejercer hasta cuando le de la gana. El Rey sufre un terrible trauma como consecuencia de ese patético escenario fúnebre que presenciaron sus revolucionarios ojos ese fatídico domingo 4 de diciembre, ante el vacío evidente que le hizo el pueblo, ante la ausencia de votantes y colas en las solitarias mesas, cuando comprobó que ya su verbo no convocaba más, solo a un mermado grupo de 17 por ciento de votantes ya no tan duros sino muy frágiles y gelatinosos, y un porcentaje aproximado ente 5 y 7 por ciento conformado por empleados públicos e integrantes de la fuerza armada confesos partidarios del voto nulo, porque fueron obligados al ver a la rabiosa Iris Varela presa de la hidrofobia , vomitando y escupiendo ante las cámaras sus amenazas de despido justificado, mediante su odio gesticulado a los ya no tan incondicionales empleados públicos, que cada día se le vuelven más renuentes. ¿La otra cara de la moneda? más de 80 por ciento de votantes que le hicieron el más atronador gesto de desprecio jamás proferido al pretendido prócer en su delirio megalómano de grandeza, él debe sentirse ofendidísimo, su epopeya ha sido mancillada con la mancha del desinterés de sus conciudadanos, el mensaje le fue expresamente enviado, y lo recibió a la luz de su ira exteriorizada al rato contra sus colaboradores más serviles:¡Ya basta de trampas y de imposiciones a dedo!...le gritaron los venezolanos que se abstuvieron de votar desde lejos, pero muy cerca de su orgullo herido.

El pasado 3 de Diciembre Hugo Chávez llamó en cadena nacional de radio y televisión, por todos los medios habidos y por haber a votar; realizó toda una abusiva, ventajista y brutal campaña publicitaria en todos los medios de comunicación, llamando desesperado al pueblo venezolano a escoger entre el imperio norteamericano “desestabilizador” de su gobierno, y su régimen revolucionario junto a la oferta del socialismo del siglo 21; se valió de cualquier cantidad de argumentaciones absurdas para llamar a votar, denunció una eventual invasión, un presunto magnicidio, planes desestabilizadores, y clamó a los venezolanos su participación para derrotar el abstencionismo y así vencer el golpe mediático que quería propinarle la “terrible oligarquía traidora, terrorista y vende patria” que lo quiere sacar del poder. Pues resulta que ese pueblo a quien le rogó concurrir a votar masivamente para así defender su revolución y su régimen socialista, no salió a votar, no atendió el llamado desesperado del “caudillo ”, sino que prefirió expresar contundentemente su opinión absteniéndose, no votando, no participando en las elecciones para elegir los diputados a la Asamblea Nacional. El pueblo habló fuerte y claro, expresó su opinión inequívoca, en respuesta a los llamados en cadena de radio y televisión que se le hicieron. Chávez quedó en evidencia, se demostró que esa pretendida popularidad de la que tanto alardea ya no la tenía; y no sólo eso, igualmente quedaron indirectamente en duda, los presuntos seis millones de votos que obtuvo en el referéndum, (¿los obtuvo en realidad?), porque ahora no logró ni siquiera movilizar en favor de sus candidatos a diputados, un 15 por ciento del electorado nacional. Lo cual indica su dramática merma de respaldo popular; y de la pérdida de su poder de convocatoria, dejando toda una estela de “dudas” sobre su cuestionado triunfo en el revocatorio.

¿Pero que fue lo que ese pueblo que se abstuvo de votar expresó con su actitud irreverente y de desafío frente al líder del proceso, que fue lo que pidió entonces, y que es lo que desea hoy?- Expresó de forma categórica por una parte, que ya no confiaba en el parcializado Consejo Nacional Electoral ni en el Presidente Chávez, y que tampoco estaba de acuerdo con el sistema electoral que se había impuesto y establecido hábil y astutamente, de forma ilegítima, ilegal y por demás dudosa. Pero por otra parte, dijo ese pueblo abstencionista que no cree en el “arrogante” Presidente que los convocó a votar desesperado, pero es que no cree en él ni en lo que estuvo argumentando repetitivamente para llamar a votar. Es decir, ese pueblo no vio por ninguna parte pruebas y motivos verdaderos que demostraran que lo que el Presidente estuvo repitiendo insistentemente fuera cierto o importante como para votar, incluso hasta altas horas de la noche del sábado 3 de diciembre, a escasas horas de iniciarse el proceso electoral, en su atosigante cadena televisiva.

El pueblo respondió a esas argumentaciones desesperadas de Chávez no acudiendo a votar, le dijo que no cree en magnicidios, ni en presuntos planes de invasión del imperialismo, ni en golpes anunciados, pero lo más grave para Chávez, fue que el pueblo a la hora de defender su revolución y su oferta de socialismo del siglo 21, frente a la otra pretendida riesgosa y eventual opción imperialista de invadirnos y esclavizarnos mediante la imposición de un sistema liberal colonialista, ante el clamoroso llamado a votar, ante ese denunciado dilema, la gente escogió diferente a lo que el caudillo desencajado y desgañitado les pedía suplicante. ¿Será que la gente no entendió la premura o la gravedad de sus clamores? Estamos seguros que los entendieron, pero ya no le creen, pero es que tampoco le temen, y lo peor, ya no le obedecen ni acatan incondicional y ciegamente, ¿o habrá sido que ya no le consideran digno del cargo que ejerce?

Por eso deben reencontrarse todos los venezolanos demócratas de este país, integrantes de la sociedad civil, partidos políticos, ONG, organizaciones no gubernamentales, medios de comunicación de vocación probadamente democrática, organizaciones sociales, empresariales, comerciales, industriales, sindicales, estudiantiles, religiosas, deportivas, culturales, conformadas por dirigentes y líderes políticos y sociales, empresarios, comerciantes, industriales, sindicalistas trabajadores, campesinos, obreros, deportistas, educadores, periodistas, estudiantes, gremios profesionales, amas de casa, de distintas tendencias ideológicas, social cristianos, social demócratas y socialistas progresistas. De izquierda, de derecha, de centro izquierda o centro derecha, unirse todos dentro o fuera de sus agrupaciones políticas, sindicales y sociales, para lograr “un gran reencuentro nacional” para articular una efectiva “concertación” necesaria e indispensable salvadora de la democracia y de la patria, para combatir eficazmente contra un adversario común, amenazadoramente autocrático, totalitario, antidemocrático, demagógico, populista, tramposo, inescrupuloso, militarista, maniobrero y manipulador, que constituye una terrible amenaza para nuestro país y un serio riesgo de confiscación de nuestros derechos democráticos, por la sucesiva imposición de un sistema comunista totalitario disfrazado de democracia dizque participativa.

De allí que pueden y debe enfrentarlo decisivamente, y reinventar nuevas maneras de participación, empleando las viejas y nuevas agrupaciones políticas y sociales para reorganizar a la sociedad que está dispersa, confundida, atomizada, desmovilizada, que se ha hecho en apariencia débil e ineficaz frente al adversario sectario, habilidoso y astuto.

Deben desde la oposición, concertadamente, y anteponiendo el sagrado interés nacional, relanzar una nueva, atractiva, seductora, y unificadora propuesta electoral a todos los venezolanos, que pueda servir de sustento y plataforma organizativa para darle perfil y forma a un liderazgo colectivo altamente eficaz, que logre motivar, reagrupar, unificar, movilizar y reorganizar a la sociedad democrática en torno a un programa y un proyecto democrático auténtico alternativo al chavismo , en procura de lograr no sólo derrotar sus pretensiones hegemónicas, sino en procura de la recuperación de la necesaria independencia, y autonomía de las instituciones del estado, indispensable para evitar el derrumbe total de la nación, que están siendo torpe y perversamente orientadas, usadas caprichosamente, poniéndolas al servicio de un líder abusivo, en procura de la implantación de su proyecto político decadente y obsoleto, que se empeña en llevarlos hacia un camino equivocado de totalitarismo, intervencionismo exacerbado, personalismo, centralismo, militarismo, y toda una serie de peligrosas desviaciones del rumbo democrático que necesita el país entero, incluso a los fanatizados y delirantes seguidores del caudillo, que caminan ciegos hacia donde pretende llevarlos el “líder” del llamado proceso revolucionario, que ya comienza a evidenciarse como un vacío eslogan electoral por demás muy , engañoso e inconveniente para la democracia. Por eso los venezolanos en su gran mayoría aspiran un gran rencuentro nacional, que disipe tantos riesgos de enfrentamientos fraticidas injustificados, para impedir un peligroso cisma en la sociedad venezolana.

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