jueves, noviembre 02, 2006

VENEZUELA ESCOGERÁ ENTRE: LIDERAZGO DEMOCRÁTICO COLECTIVO O MESIANICO AUTOCRATICO


El oficialismo en Venezuela no es invencible como nos lo quieren hacer ver sus interesados partidarios del gobierno; la realidad es que el régimen ha perdido apoyo progresivamente en la población venezolana que se encuentra desencantada ante el fracaso del gobierno al verse imposibilitado de resolver los más graves problemas que atraviesa el pueblo venezolano; a pesar de la gran cantidad de multimillonarios recursos de que han dispuesto haber podido al menos atenuar los problemas de toda índole que se vienen acumulando significativamente sin que se logren soluciones oportunas y eficaces.

La gran mayoría de los venezolanos, según todas las encuestas más reputadas que circulan en todos los medios de comunicación, reciente la magra obra de gobierno, y sobrarían los ejemplos sobre la gravedad de la situación económica y social que sufre la mayoría de la población venezolana. Lo que ha ocurrido es que la oposición siempre ha caído por error en la estrategia divisionista del gobierno, quien ha jugado a la abstención, lo cual ha motivado la desmovilización de la oposición, a su estancamiento, su desorganización y desarticulación. A Chávez le convenía que la oposición no se uniera, que no se pudiera poner de acuerdo, porque sabe que si en la oposición hubiera articulación de estrategia, táctica, proyecto y liderazgo uniforme su proyecto autoritario correría el riesgo de derrumbarse como un castillo de naipes, que se sustenta en el temor, la persecución y el arrinconamiento de la oposición.

La verdad es que el gobierno está cada día justificando su inacción, su pésima gestión y su incapacidad para realizar una buena administración de los inmensos y caudalosos recursos petroleros con los que ha contado, para realizar una gran obra de gobierno, y de los cuales ha dispuesto a discreción y sin control, sin haber logrado mejores resultados, porque le han entrado a las arcas del fisco nacional más de cuatrocientos mil millones de dólares, y esto lo colocan en incomoda evidencia ante el pueblo, lo desnudan frente al país, no tienen pretextos posibles, nada pueden alegar en su favor para justificar su descomunal fracaso; porque ahora hay mas pobreza, marginados, miseria, insalubridad, aumento de la delincuencia, la inseguridad, la criminalidad, aumento de los homicidios, desempleo, inflación, carencia de viviendas dignas, se han producido el cierre de miles de empresas, en fin, cada día los venezolanos experimentan y sufren el recrudecimiento de sus problemas sociales y económicos, pero asombrados, viendo como insólitamente, su presidente se ufana y pavonea por todo el mundo, viajando en su lujoso avión, realizando cuantiosísimas donaciones a otros países, y para colmo de males, realizando sus planes de expansión de la revolución bolivariana por todo el mundo, financiando toda clase de programas en ese sentido, que han supuesto la desatención de los más urgentes problemas de sus conciudadanos a los cuales hoy les pide su voto por amor.¡que molleja! como diría cualquier maracucho asombrado.

De allí que en la oposición están ahora trabajando con mayor claridad y experiencia, porque han aprendido de sus errores, y ya saben que el régimen no es invencible como pretende hacer creer; de allí que trabajan acertadamente, para lograr la indispensable coherencia para construir y articular juntos todos los venezolanos que legítimamente ad versan al régimen que gobierna, una estrategia y acción política victoriosa que les permita derrotar a Chávez electoralmente. Lo cual naturalmente no es fácil, si consideramos que la oposición venezolana está conformada por una gran diversidad de distintos sectores a veces muy disímiles. La oposición venezolana es vario pinta, multicolor, diversa, y esto a veces dificulta la aplicación y ejecución de una acción política efectiva y triunfadora. Era difícil construir una alianza política unitaria con perspectivas reales de obtener y alcanzar una victoria electoral, antes de la aparición del candidato de la unidad nacional opositora Manuel Rosales, por la ausencia de un liderazgo que fuera percibido por la mayoría como carismático, un liderazgo cautivador de voluntades, verdaderamente descollante y atrayente, que emocionara al país opositor, que imprimiera un ritmo vertiginoso al escenario actual y que lograra revertir la situación de desmotivación, desmoralización y desánimo que asfixiaba a la oposición, para que pudiera entonces cautivar y esperanzar de nuevo al país frente a la posibilidad de obtener una victoria frente al régimen chapista. Ahora la oposición tiene un proyecto político, un programa alternativo, y despliega actualmente una organización unitaria de las distintas fuerzas políticas que la conforman; y un liderazgo sólido como el que encarna Manuel Rosales como candidato presidencial, que está ejerciendo un liderazgo renovador, esperanzador, es un liderazgo distinto, refrescante, unificador e inspirador. La situación política ha cambiado drásticamente, definitivamente es otra, por eso el régimen de Hugo Chávez ha acusado el fuerte golpe que se le ha ocasionado últimamente con el logro de la unidad opositora, y por eso comienza a tambalearse. El Gobierno está mal, está tocado, “¡señores buenas noches!” como diría aquel célebre narrador de boxeo, y tenemos la impresión de que Manuel Rosales no es Betulio, si no que pareciera un fuerte oponente que pudiera ganar la pelea electoral, si logra conectar acertadamente a su rival en el último asalto, el definitivo, el del tres de diciembre..

Algunos expertos en materia electoral han dicho que existen muchas posibilidades de lograr revertir positivamente la situación de desventaja actual que aparentemente enfrenta la oposición. Lo primero que deben hacer (dicen) quienes integran las fuerzas políticas de la oposición, es estar contestes en que enfrentan a un “adversario formidable, excesivamente inescrupuloso, absolutamente maniobrero, groseramente demagógico y populista, capaz de hacer cualquier cosa con tal de preservar el poder”, por lo cual no debe sorprenderles nada que provenga de él. Deben estar conscientes del inmenso desafío al que se están enfrentando, deben calibrar la infinita responsabilidad que pesa sobre ellos, se están jugando el destino de la democracia, la vigencia del estado de derecho democrático, el futuro de las instituciones democráticas, la vigencia de los principios constitucionales libertarios e igualitarios que los han inspirado siempre es vuestra razón de existir como nación republicana.

También argumentan algunos experimentados en estos asuntos propiamente electorales: Lo segundo es luchar y trabajar por construir una opción política de poder unitaria, que se constituya en alternativa real para todos los venezolanos opositores a ese régimen que los amenaza con eternizarse en el poder y oprimirles para siempre. Una opción política aglutinante de todas las voluntades democráticas de ese país, que sea garantía de equilibrio, que le haga contrapeso multitudinario al chavismo sectario, opresor y violador de los más elementales y sagrados derechos del resto de la población que no lo apoya; pero sobre todo, una opción que pueda consolidarse para derrotar democrática, pacífica y electoralmente al oficialismo en la próxima contienda electoral presidencial del tres de diciembre próximo.

Y en tercer término, lograr movilizar a todo el país de infinita vocación auténticamente democrática en torno a un nuevo liderazgo no mesiánico sino colectivo, pero muy vigoroso, basado no en el personalismo de un caudillo, ni en la demagogia populista de un presunto salvador de la patria, sino que en la visión posible de la actuación de un liderazgo moderno, eficiente, democrático, muy preparado, con gran vocación de servicio, capaz de conducir democráticamente a un gran equipo de hombres y mujeres honestos y preparados que puedan conducir al país hacia nuevos horizontes de paz y progreso, sin hacer distinciones, ni discriminaciones de ninguna especie. Un equipo colectivo integrado por líderes altamente calificados y eficientes, que lideren a toda la nación y que puedan transformar el actual clima de desarticulación y desmembramiento del país, neutralizando el caos, la violencia y los riesgos desestabilizadores que se ciernen sobre la República.. Al final, sólo diremos que lo que vemos venir en diciembre es la escogencia que deberán realizar los venezolanos entre dos tipos de lideres, entre dos estilos de liderazgos, entre un líder democrático como Manuel Rosales, con tendencia a dirigir su esfuerzo en equipo, habituado a conducirse de manera más amplia, mediante el dialogo constructivo, que practique la tolerancia, democrática y a trabaje colectivamente en equipo sin creerse el líder único insustituible e indispensable, escuchando a todo el mundo con capacidad de rectificación; o escoger a un líder mesiánico, de las características de Hugo Chávez, con tendencia autoritaria y personalista, acostumbrado a imponer su interminable monólogo, a ser acatado y obedecido, de forma absolutamente personalista, sin que se pueda disentir de su opinión, y que imponga siempre su voluntad, sin que exista la posibilidad de dialogo, porque se sabe y se siente el único capaz de conducir el gobierno en su país. Entonces: ¿Qué preferirán los venezolanos, liderazgo democrático de carácter colectivo o liderazgo mesiánico de carácter autoritario y totalitario?

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