miércoles, noviembre 01, 2006

VENEZUELA: LA UNIDAD OPOSITORAUNA ESPERANZA DE VICTORIA DEMOCRATICA

En Venezuela observamos, que mediante la presión democrática que ha ejercido legítimamente la alianza de la unidad opositora por ante el Consejo Nacional Electoral, se ha logrado que el organismo electoral mejore sustancialmente las condiciones para que se realice un proceso electoral que otorgue las mínimas garantías de transparencia e imparcialidad. No es, ni ha sido, ni será fácil conquistarlo, pero mediante la unidad de las principales fuerzas políticas democráticas que integran esta alianza unitaria de la oposición, se ha logrado que el CNE convenga en no implementar los cuadernos electrónicos en la totalidad de las circunscripciones electorales. Así mismo se ha logrado también, que el organismo se comprometa a la apertura de las urnas de votación de manera proporcional al número de mesas en cada centro de votación; lo cual quiere decir que se van a auditar urnas electorales que constituyen un 54 % del total de las mesas de votación. De igual manera se ha logrado que el CNE se comprometa, a que garantice a todo evento que las máquinas de votación deben mantenerse desconectadas sin ningún tipo de transmisión hasta que culmine el acto de votación, y después de que esté impresa el acta de escrutinio es que se realizará la transmisión de los resultados. Así mismo, se ha logrado, que las maquinas “caza huellas” prácticamente sean eliminadas de la mayoría de los Estados del país , porque serán empleadas hasta ahora, sólo en siete Estados (son 24); se han venido sucediendo las auditorias de las máquinas de votación bajo la supervisión, fiscalización y control de los representantes de todos los candidatos presidenciales. Todos estos logros, por si solos no constituyen garantía absoluta de transparencia electoral, faltan cosas por lograr y discutir, sin embargo es muy auspicioso, saber que se ha avanzado en esta materia, en la consecución de acuerdos y consensos esenciales entre los adversarios políticos, y entre los aspirantes presidenciales, para lograr llevar adelante a buen término la realización del proceso electoral de diciembre, sin que se produzcan mayores traumas en la sociedad venezolana, tan polarizada actualmente, y así garantizar la convivencia pacífica y civilizada entre todos los venezolanos que aspiran a vivir en democracia y libertad.

Todos estos elementos de garantías electorales, logradas a pulso por la oposición porque son derechos constitucionales, que el régimen pareciera escamotearles, conquistados a fuerza de presión cívica de los ciudadanos particulares, y de la alianza unitaria opositora, según dirigentes opositores como “Teodoro Petkoff”, quien es Jefe de la estrategia del candidato de la unidad opositora nacional Manuel Rosales, les otorgan sin embargo a la oposición las “garantías mínimas” para poder participar en el proceso electoral, y aunque no están satisfechos, si lucen más optimistas frente a los temores que naturalmente expresan por la falta de imparcialidad y transparencia, en virtud de los antecedentes que tiene el actual CNE. No obstante, frente a este nuevo escenario alentador, se ven muy entusiastas, porque estiman que ante este “nuevo escenario político” se abren esperanzas de viabilidad y confiabilidad en el proceso electoral, que los inclinan a ser moderadamente optimistas, para encarar el desafío electoral, y convocar masivamente al país opositor a concurrir a la contienda electoral, con reservas lógicamente, pero también decididos a defender los votos con toda energía y con la sólida esperanza de alcanzar la victoria, y que esta les sea reconocida y jamás escamoteada. Aunque el sistema electoral no está blindado y nadie asegura su perfección, tampoco ha sido abiertamente objetado por los aspirantes, y esto es muy importante, ya que existen en el país toda clase de rumores en distintos sentidos, pero lo oficial es lo que ha dicho el candidato Manuel Rosales a través de su jefe de estrategía Teodoro: “Vamos a ir a las elecciones hasta el final”, y a menos que ocurra un decisión de última hora, todo indica que la oposición si se va “a atrever” a contarse voto a voto, “pelo a pelo” con el gobierno este diciembre.

Debemos reconocer, que hasta ahora ha sido muy difícil para la alianza opositora de la unidad nacional, lidiar en este proceso electoral, con la actitud de algunas voces que estimulan la abstención, que al único que le conviene es al régimen; particularmente importante ha sido hacerle ver a la mayoría de la oposición venezolana, que si pueden derrotar al régimen mediante la participación ciudadana masiva y a través del voto; no obstante la desproporcionada campaña multimillonaria que mantiene el gobierno desmedidamente, en todos los medios de comunicación, y del evidente uso abusivo de los recursos del estado aparentemente, para influir en la decisión de los electores en su favor. Ante tan avasallante despliegue publicitario, pues es natural que algunos en la oposición se encuentren algo desalentados, desmotivados y hasta desmoralizados, porque no perciben por parte del organismo electoral rector del proceso, una actitud de mayor severidad ante los excesos que comete el gobierno en la campaña; aunque Manuel Rosales pudiera lograr que el gigante dormido que es el pueblo venezolano expectante, cauteloso, aparentemente inerte, pero aguardando tal vez el mejor momento para reaccionar como una fiera herida enfurecida, y despertar de un solo esfuerzo colectivo, en un último aliento instintivo de preservación democrática, salga sorpresivamente a votar masivamente el próximo tres de diciembre, y así propinarle un “gran zarpazo electoral” al adversario, para derrotarlo efectivamente.

Pero advertimos y observamos, que ese pueblo desea garantías de transparencia e imparcialidad como condición mínima para concurrir a participar en unas elecciones libres, que le garanticen no sólo que su voto sea contabilizado y respetado, sino que también se le garantice su legítimo derecho a hacerlo en secreto, sin tomar ningún riesgo innecesario por ejercerlo, y sin polemizar con nadie por expresar su opinión. Sentimos y vemos en el ambiente, que la oposición sabe que puede derrotar al régimen, pero sólo si logra que la gente salga a masivamente a votar este próximo 4 de diciembre en actitud cívica, pacífica , democrática, pero de forma muy activa y con esas garantías mínimas conquistadas a fuerza de legítima presión democrática.

Desde luego que necesita la unidad opositora hacerle comprender a las grandes mayorías de venezolanos ya decididos en su favor, pero igualmente los indecisos y abstencionistas , que deben tener una participación activa, no pasiva; que deben concurrir a votar y a defender sus votos en los centros electorales; por eso es esencial que entiendan lo que les ha dicho el candidato presidencial Manuel Rosales: “que se llenen de valentía, de coraje, y concurrir a las mesas de votación y permanecer atentos, cautelosos, vigilantes para impedir que se les escamoteé la expresión limpia de la voluntad popular expresada en las urnas”. Para tal fin, el candidato Manuel Rosales ha asegurado a todo el país, que la alianza opositora a pesar de las dificultades , está y estará realizando todo un despliegue de apoyo logístico que ejecutaran en defensa del voto durante y después del proceso electoral, y que no permitirán que les sustraigan un solo voto, Manuel Rosales insuflando de ánimo a sus seguidores ha sostenido: “Daremos la pelea unidos en todos los escenarios, estamos listos y dispuestos para la contienda electoral y nada nos podrá impedir que defendamos la voluntad popular”.

Por eso es evidente, para quienes se oponen al régimen que gobierna en Venezuela, que para poder concretar sus aspiraciones, tienen que salir a votar, y no quedarse en sus casas viéndolo todo por televisión comiendo cotufas; si desean cambiar de gobierno, no les queda otra sino que dar la pelea democrática, permanecer alertas, comunicados, expectantes, y mantenerse pacíficamente en cada centro de votación durante y después del sufragio, luchando por conquistar un destino mejor; sin dejarse intimidar por el abusivo uso que realiza el régimen de los espacios publicitarios, de los cuales dispone descarada y cínicamente sin ningún pudor, para enrostrarles a sus conciudadanos su poder desmedido que raya en el abuso; que frente a esa arbitrariedad, ante a esas aberraciones, los venezolanos demócratas pueden y deben apelar y recurrir a su gran dignidad, a su gigantesca mística, a su enorme gallardía y a su infinito valor.

Ante el régimen que pretende el continuismo en el poder, el pueblo venezolano, puede y debe levantar las banderas de la democracia y la libertad, por las que siempre ha luchado y de las que tanto se precian. Les ha llegado a los venezolanos la hora de reaccionar unidos para defender su democracia, les ha llegado la hora de despertar al gigante dormido que son: “el pueblo democrático de Venezuela”; les llegó la oportunidad de vencer al régimen de gobierno actual ¿la dejarán pasar, la desaprovecharán? -tal vez, no somos adivinos- pero, sabemos de lo que es capaz de hacer unido el pueblo venezolano, todos los hombres y mujeres de buena voluntad que aman a su país, tendrán la ocasión de expresarse este próximo 3 de diciembre, y ejerciendo su derecho a votar en democracia y en libertad, y así podrán decidir si derrotan o apoyan la pretensión de establecer un sistema político socialista de corte totalitario, con partido único y un jefe único, o si eligen la esperanza de construir un sistema político de corte democrático, con pluralidad de partidos y liderazgo colectivo. La decisión será definitivamente de la mayoría, y debe ser respetada; de allí que la unidad opositora encarna una esperanza de victoria democrática real.

Pero no debe olvidar esa alianza de unidad opositora venezolana, que el peor fraude no es el que te hacen, sino el que te dejas o permites hacer. La mejor forma de evitar la amenaza de un fraude, es cuidando los votos de los ciudadanos con testigos en todas y cada una de las mesas electorales, vigilar las urnas, fiscalizar y controlar todo el proceso electoral, dar la pelea democrática de garantía de la voluntad popular, e impidiendo que el adversario te haga trampa; para tal fin es vital que los ciudadanos sean entrenados, y adiestrados adecuadamente, no basta denunciar y cantar fraude, hay también que probarlo para desmontarlo e impedirlo y hacerlo inviable e imposible..

Pero creemos que lo más importante más allá de garantizar la transparencia del proceso electoral, es lograr movilizar a la población a votar a favor del candidato opositor que defienden; es conquistar el favor del pueblo, organizarlo, prepararlo apropiadamente para que ejerza eficazmente su derecho al sufragio; para tal fin se requiere el trabajo político personal indispensable de los dirigentes nacionales, regionales, municipales, parroquiales, el de los ciudadanos activistas y voluntarios en la calle, pero de noche y de día, trabajo constante, permanente, trabajo político y más trabajo que se ha dejado de hacer en el pasado y que ahora hay que retomar para siempre, y no precisamente el que despliegan acertadamente algunos dirigentes importantes, a través de los medios de comunicación, que también es necesario, sino aquel trabajo de “hormiguita” que debe hacerse siempre en la actividad política auténtica, visitando y contactando la gente personalmente, atendiendo sus requerimientos, problemas y más urgentes necesidades de toda índole, hacerlo en vivo y en directo, en sus casas, en sus trabajos, en las calles, en todas partes, en todos los escenarios habidos y por haber; luego de eso, es evidente que es esencial, vital, definitorio, decisivo e importantísimo, desplegar una descomunal logística de recursos físicos, materiales, humanos, espirituales, que permitan eficazmente expandir toda la acción política y el alto grado de organización logrado, para ejecutar la gran operación de votación masiva el día de las elecciones propiamente. Si la oposición logra articularse y movilizarse realmente de esta forma, simplemente será posible ganar en diciembre las elecciones presidenciales, si logra hacerlo, con toda seguridad conquistará la victoria electoral y Venezuela tendrá en Manuel Rosales su nuevo presidente, quien hoy lidera a la oposición y constituye una esperanza posible de victoria.

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