miércoles, noviembre 29, 2006

¡VENEZOLANOS VIVA LA CONSTITUCION!




La Constitución Nacional de la República Bolivariana de Venezuela establece y consagra en su Preámbulo lo siguiente:

“El pueblo de Venezuela, en ejercicio de sus poderes creadores e invocando la protección de Dios, el ejemplo histórico de nuestro Libertador Simón Bolívar y el heroísmo y sacrificio de nuestros antepasados aborígenes y de los precursores y forjadores de una patria libre y soberana; con el fin supremo de refundar la República para establecer una sociedad democrática, participativa y protagónica, multiétnica pluricultural en un Estado de justicia, federal y descentralizado, que consolide los valores de la libertad, la independencia, la paz, la solidaridad, el bien común, la integridad territorial, la convivencia y el imperio de la ley para esta y las futuras generaciones; asegure el derecho a la vida, al trabajo, a la cultura, a la educación, a la justicia social y a la igualdad, sin discriminación ni subordinación alguna; promueva la cooperación pacífica entre las naciones e impulse y consolide la integración latinoamericana de acuerdo con el principio de no intervención y autodeterminación de los pueblos, la garantía universal e indivisible de los derechos humanos, la democratización de la sociedad internacional, el desarme nuclear, el equilibrio ecológico y los bienes jurídicos ambientales como patrimonio común e irrenunciable de la humanidad; en ejercicio de su poder originario representado por la Asamblea Nacional Constituyente mediante el voto libre y en referendo democrático, decreta la siguiente :”

Este extraordinario preámbulo constitucional, constituye en si mismo una maravillosa síntesis de ideales y principios doctrinarios, de esperanzas de que al fin, algún día, los venezolanos tendremos vida constitucional; podríamos considerar que actualmente son más ideales que realidades; pero esto , no puede ser pretexto para violarlos impunemente sin justificación y con deliberada premeditación, para
< deformarlos, desnaturalizarlos, e imponer tendencias ideológicas distintas a las consagradas en esta Constitución .

El mejor remedio para frenar la anarquía en las sociedades es aplicar el derecho, la ley como instrumento de regulación de las actividades de una sociedad determinada, y como mecanismo de facilitación de la convivencia humana. La mejor manera de impedir el llamado anarquismo colectivista es doblegándolo con la instauración del Estado de Derecho Constitucional, Democrático y de Justicia. El Estado de Derecho no debe ceder ante las tentaciones personalistas de ningún caudillo, por popular que este sea o pretenda ser. Debe por tanto el colectivo que conforma una sociedad que aspire civilizadamente vivir en paz, imponer por sobre los anarquistas la ley, y hacer prevalecer el interés colectivo y supremo de la nación; hacer lo contrario es conducirse indefectiblemente hacia la instauración de la dictadura legalizada. No hay receta más eficaz para destruir el Estado de Derecho Constitucional, que manipulándolo, y deformándolo, fomentando el endiosamiento personalista de una única persona, de un prospecto de dictador, de un inescrupuloso y ambicioso caudillo, eso casi siempre degenera en tiranía absoluta, en el derrumbe de la sociedad democrática y en el establecimiento de un régimen totalitario, lo cual es la muerte del Estado de Derecho y el establecimiento de un orden social muy inestable, vulnerable y en riesgo de estallar por guerras fraticidas injustificadas, entre integrantes de un mismo pueblo. De allí que, en función de privilegiar el bien común, es vital defender, preservar y consolidar el Estado de Derecho Democrático, hacer lo contrario, sería traicionar y violar los principios constitucionales previstos en ese preámbulo maravilloso, que acabamos de citar, y exponer irresponsablemente a todo el colectivo social al caos, la anarquía y la confrontación .

La Constitución Nacional de la República Bolivariana de Venezuela, no es de inspiración socialista, ni comunista, es absolutamente democrática. En su artículo Nº 2 establece lo siguiente: “Venezuela se constituye en un Estado Democrático y social de Derecho y de justicia, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico y de su actuación, la vida, la libertad, la justicia, la igualdad, la solidaridad, la democracia, la responsabilidad, social y, en general, la preeminencia de los derechos humanos, la ética y el pluralismo político”.



Ni en este artículo, ni en ningún otro de la Constitución Nacional se consagra algo diferente al Estado democrático y social de Derecho; los venezolanos no encontraremos consagrados en esta sagrada Constitución ni el concepto de Revolución o de Gobierno revolucionario, sencillamente no existen, no están contenidos, y por ende no tienen vigencia en el acontecer jurídico legal nacional ni cabida en la conciencia de la mayoría de los ciudadanos que son demócratas. De tal manera, que el empleo de esa terminología, por el gobierno, el presidente y sus partidarios, es, ha sido y seguirá siendo, una simple manipulación política, y así lo denunciamos ante el país y el mundo.

El uso incorrecto y deliberado de los terminos revolución, y gobierno revolucionario, por parte del gobierno, han sido una falacia, una entelequia, una audaz y hábil manipulación estratégica; esos conceptos no existen ni como términos ni como principios, no están previstos, ni consagrado en la carta magna, por lo tanto, el uso de esos conceptos es ilegítimo, pero además, es una reiterada falta de respecto a los derechos del pueblo. Los han venido sistemáticamente imponiendo a todo el país, aprovechando sus posiciones de poder, con el respaldo de la fuerza mercenaria civil,con la inexplicable complacencia de sectores militares que los sostienen, en detrimento de los derechos de toda la nación.

Responsablemente aseguramos que la Constitución Nacional consagra es el concepto de Estado Social Democrático, esa es la realidad, aunque no le agrade al huésped temporal de Miraflores, y que pareciera estar ansioso por cambiar. Desea, y lo ha confesado abiertamente, establecer un sistema socialista, en contra posición y desafío abierto con el Estado Democrático vigente; pero para hacerlo necesitaría reformar la Constitución Nacional de inspiración socialdemócrata, por otra que consagre un Estado Socialista, comunista, colectivista, de inspiración marxista, no importa cómo se le denomine, el fondo de la cuestión es esa, ningún otro. De eso se trata, de establecer por inercia y claudicación de la población, e imponer por etapas, un sistema político distinto al previsto en nuestra Constitución, que no sería de ningún modo democrático, y que aboliría entre otros derechos el de la propiedad privada; pero además, sometería a los ciudadanos ante el Estado todopoderoso, conculcador de las libertades económicas, confiscador de los derechos individuales, absolutamente totalitario, autocrático, militarista, intervencionista, que impondría una filosofía e ideología diametralmente opuesta a la que defiende los principios democráticos que han inspirado siempre la vida republicana de Venezuela, ajeno a sus tradiciones e idiosincrasia.

Sería sin duda una Constitución muy diferente a la que los venezolanos aprobamos en referéndum popular aprobatorio. Este es el verdadero dilema al que se enfrentan los venezolanos, ¿Democracia o Socialismo? lo demás es auto engañarse.

A parte de que la actual Constitución Nacional ha sido descarada e irresponsablemente violada en múltiples ocasiones, de distintas formas por el presidente, sus ministros, su gobierno y sus partidarios, cometiendo toda clase de abusos, atropellos, incluso cometiendo a la vista del país flagrantes delitos, instigando a delinquir, sembrando el odio entre las clases sociales, violentando los derechos de indefensas personas naturales y jurídicas, haciéndolos indignos del ejercicio del gobierno y de la autoridad que en mala hora el pueblo venezolano les confirió confiadamente, porque ha irrespetado las leyes, pero también los derechos de muchísimos ciudadanos, quienes no se han sometido a sus designios,mancillando a disidentes indefensos que protestan valiente y dignamente contra sus pretensiones hegemónicas, insultándolos, vejándolos, persiguiéndolos, encarcelándolos, aterrorizándolos, discriminándolos políticamente y amenazando a toda la sociedad, abusando cobardemente de su investidura y su condición privilegiada. También intentarán reformar la Constitución Nacional vigente y enmendarla para tratar de eternizarse en el poder, y continuar pisoteando nuestro legítimos derechos.

Hugo Chávez intenta reelegirse, con el concurso de muchos otros ingenuos e inocentes conciudadanos, que permanecen increíblemente hipnotizados por cantos de sirena, quienes en su mayoría han sido engañados, manipulados, inducidos y tentados por toda clase ofrecimientos demagógicos y de chantajes del “encantador de serpientes”, del caudillo populista, y que aún no han logrado quitarse la venda de los ojos, para no ver el precipicio a donde los intenta conducir inertes, su gendarme justiciero militarista.

Podríamos realizar un compendio sobre las constantes violaciones de la actual Constitución Nacional, tendríamos seguramente que escribir un libro para asegurarnos el espacio suficiente; ¡no cometeremos esa temeridad hoy!, pero basta leer y analizar el preámbulo de la Constitución Nacional y hacerse esta única pregunta: ¿En Venezuela actualmente se han cumplido cabalmente esos ideales y principios consagrados en su preámbulo? Al responder esta sencilla interrogante con sinceridad, sabremos que se han violado flagrantemente casi todos esos nobles ideales y que la realidad los desnuda profanados por el régimen oprobioso, por eso debemos concluir con un grito de rebeldía libertario lanzado desde la patria de Simón Bolívar que dice así: ¡venezolanos, viva la Constitución! ¡ Viva la democracia y la libertad, que viva el estado democrático, viva la paz y la concordia, que vivan los venezolanos! Restablezcamos el estado de derecho.

lunes, noviembre 27, 2006

EL ATREVIDO FENOMENO MANUEL ROSALES ESPERANZA DEMOCRATICA. PESADILLA DE CHÁVEZ

Hace muchísimo tiempo, cuando conocimos a Manuel Rosales, jamás imaginamos que llegaría a ser lo que es hoy, ni sospechamos que se convertiría para la gran mayoría de los venezolanos en un fenómeno electoral, en la esperanza democrática de un pueblo, de quienes este próximo domingo tres diciembre tendrán la oportunidad de cambiar la historia de este país y elegirlo su nuevo presidente. Al verlo por primera vez , tal cual es, un venezolano sencillo, de origen humilde, muy auténtico, prudente, respetuoso, muy serio; ni siquiera podíamos soñar que ese humilde ciudadano llegaría a hacer lo que hoy es, para propios y extraños, un verdadero fenómeno político, que se ha constituido en toda una esperanza de cambio y de victoria electoral para buena parte de los venezolanos, que ven en él la posibilidad de deslastrarse y liberarse del régimen militarista, autocrático y abusador del “Teniente Coronel Hugo Chávez”. Para muchos el atrevido Manuel Rosales, es hoy la peor “pesadilla” del actual presidente, porque a tan sólo días de las elecciones según algunas encuestas, ha logrado ya rebasarlo en la intención del voto, concretando un empate técnico, que lo colocaría ante la posibilidad cierta de ganar las elecciones y ser el próximo presidente de los venezolanos.

No haremos una semblanza del candidato de la unidad nacional opositora, no alabaremos su gestión como alcalde de Maracaibo, ni su gobierno como gobernador del
Estado Zulia, ni su gestión pública demostrada en su bastísima experiencia como dirigente político curtido en las dificilísimas actividades partidistas, ni tampoco evaluaremos su dilatada y conocida trayectoria gerencial en la compleja administración pública, ni escudriñaremos sus cualidades como legislador en su desempeño como concejal y más tarde como diputado a La Asamblea Legislativa de su estado natal; esos entretelones se los dejaremos a los hacedores de currículos, indispensables para las remembranzas que habrán de hacerle los especialistas de la materia para los distintos informes que deberán redactar, cuando sea necesario e indispensable acuñar la trayectoria del presidente electo, también cuando “todos” quieran conocer en detalle, que ha hecho y que ha dejado de hacer ese señor canoso, con cara de circunstancias, muy serio, de voz ronca y pausada, si le corresponde Dios mediante, por la decisión soberana del pueblo, ceñirse la banda tricolor amarillo, azul y rojo que lo embista como nuevo presidente de la República.

Intentaremos de explicarnos el fenómeno político que ha producido Manuel Rosales en la política venezolana, desde la perspectiva propiamente electoral, como fenómeno social. No es fácil explicar y menos comprender el fenómeno Rosales visto a la luz de los últimos acontecimientos políticos vividos por los venezolanos, durante los ocho años de gobierno chavista, e igualmente, en virtud de los últimos cuatro o cinco meses. Seguramente que deberá ser investigado y analizado por los especialistas tal fenómeno, enfocándolo adecuadamente mediante la metodología de investigación, para estudiarlo apropiadamente mediante el método científico, sin caer en las especulaciones de ningún tipo. Aclaramos que en nuestro caso, sólo nos limitaremos a emitir opiniones muy personales, desprovistas de la rigurosidad debida.

Lo primero que nos viene a la mente, para tratar de explicarnos el fenómeno electoral en que se ha convertido Rosales, a la luz del estudio de todas las encuestas serias, que lo colocan como una alternativa posible, que representa una oportunidad real de victoria electoral frente al chavismo, es precisamente que el fenómeno existe, es real, no es un invento, no es un espejismo, ni obedece únicamente al marketing político, ni a maniobras mediáticas artificiales, tampoco es producto exclusivo de la campaña electoral en si misma. De allí que, a lo largo y ancho del país en sólo unos meses ha surgido como un nuevo líder, ejecutando una meteórica campaña electoral, es hoy quien se ha atrevido a desafiar seriamente, al otrora gigante invencible locatario de Miraflores, y eso “no es gratuito” ni casual. Constituye en si mismo, un gran logro político, haber conseguido en tan poco tiempo unificar a la oposición dispersa, debilitada y desarticulada, conformar un frente electoral con reales posibilidades de éxito, e insuflar el ánimo necesario en la población democrática para consolidar un plan o proyecto incluyente y democrático de país, como alternativa al proceso excluyente chavista.

El Liderazgo que Rosales está ejerciendo es real, eficaz, y ha logrado motivar y cautivar a millones de venezolanos que estaban adormitados, desarticulados, descreídos, desesperanzados, muchos resignados, otros entregados, y ese es su mayor mérito, por ahora; era lógico que estuvieran desmotivados, abatidos, incoherentes luego de vivir el infierno en que se les ha convertido el país; estaban impotentes, vencidos, apaciguados; de repente casi providencialmente, y de la misma entraña del pueblo, aparece casi insospechada e inesperadamente, éste peculiar personaje haciendo uso de un lenguaje sencillo, llano, preciso, muy nítido, clarísimo, directo y nos estremece a todos; nos pega ese grito libertario desde la tierra del relámpago del Cata tumbo, diciéndonos a todos : “¡No señor, no es el tiempo de empantuflarse, es la hora de quitarse la pijama, es el tiempo de luchar por la democracia, por nuestros derechos, yo tengo suficientes cañones para combatir a Chávez y ya lo he revolcado varias veces, y estoy dispuesto a darle un revolcón el tres de diciembre¡”. ¡Caramba! atención, ¿que es esto? dijimos quienes lo miramos estremecidos, y se ganó la atención de “todos”, pero también el respeto, ahora no podemos dejar de mirarlo y oírlo. ¡Impresionante!, da la impresión de que había que reaccionar como lo hizo oportuna y valientemente Rosales, pero además, esto sugiere que a Chávez había que combatirlo en el terreno donde todos le han rehuido, en el electoral, en donde se cree invulnerable y en el que Rosales ha demostrado hasta el cansancio que no lo es, y que es perfectamente posible derrotarlo; Rosales está cosechando ahora lo que sembró, porque está apunto de conquistar una gran victoria electoral que lo sitúan como el nuevo líder democrático necesario; está definitivamente embestido de la legitimidad y la autoridad indiscutible, para comandar y liderar adecuadamente a las poderosas huestes de la oposición, que vagaban dispersas sin dirección política, y que ansiaban un conductor capaz de unificarlos y compactarlos para presentarle un combate efectivo al adversario que los tenía intimidados, inmovilizados y reducidos.

Rosales, logró insospechadamente ubicarse en las encuestas con 11%, cuando apenas insinuó hace tan solo unos meses, su aspiración presidencial, nadie le discutía su liderazgo regional en el Zulia, pero la candidatura nacional requería mucho más que eso; tenía unas particulares cualidades que lo hacían potencial aspirante, pero ¿cómo fue que se convirtió en el fenómeno evidente que hoy es, y que lo colocan a punto de consolidarse siendo electo presidente el próximo domingo?. ¿A qué obedece su inusual ascenso en las encuestas, cómo ha sido posible que esté ya a un paso de ganar las elecciones? Pensamos que más allá de los naturales méritos personales que ha demostrado tener Rosales, no lo ha logrado sólo, ha contado con ese “gigante dormido” que es el pueblo venezolano y que lo ha investido por instinto de preservación democrática, como portador indiscutible de sus esperanzas, sueños, anhelos, y legítimas aspiraciones, las cuales no debería desestimar ni defraudar jamás, porque la lucha sin duda no terminará este domingo.

Rosales ha contado también con un equipo multidisciplinario conformado por venezolanos altamente preparados, integrantes de todas las tendencias políticas y de la sociedad civil, muy competentes, capaces, eficientes, quienes han contribuido con su trabajo incesante a conformar un liderazgo colectivo, consciente de su papel histórico y del inmenso desafío que enfrenta la nación. Quienes han diseñado una estrategia y ejecutado una campaña efectiva, capaz de crear un eslogan tan sencillo, pero igualmente eficaz y contundente, como el ya convertido en icono el famosísimo “Atrévete” que tiene a todo el mundo en el país, a propios y extraños, repitiéndolo atrevidamente, lanzándolo a los cuatro vientos por todas partes contra el miedo que trata en vano de producir el régimen, y que hoy es el tema seguro, de cada noche presidencial venezolana, convirtiéndosele en la peor pesadilla de Chávez. También cuenta Rosales, con el respaldo decisivo y firme de todos los precandidatos presidenciales que solidariamente depusieron sus legítimas aspiraciones, cediéndolas noblemente en beneficio del interés supremo del país, facilitando la escogencia de la candidatura unitaria nacional opositora, que pudo lograrse gracias a ese desprendimiento. Pero además, Rosales ha contado también con el respaldo definitivamente indispensable de la gran mayoría de los partidos políticos opositores al régimen, y de los medios de comunicación, de tradición democrática, y que hacen vida política en el país, integrando un frente conformado por más de cuarenta organizaciones políticas que despliegan sus actividades partidistas en todo el territorio nacional, y eso si es verdad que “no son conchas de ajo”, eso, hace roncha… ¡y que roncha!

Por su parte, Manuel Rosales ha demostrado también una inusitada capacidad política para articular en primer lugar, su equipo de campaña; igualmente que es un trabajador incansable, muy valiente, extraordinariamente directo, conciso, en el uso del lenguaje en sus alocuciones públicas. La imagen personal y física que transmite es de una gran sobriedad; aunque es llano en el empleo del lenguaje coloquial que usa en sus contactos directos y discursos frente al pueblo, sin florituras, sin adornos, ni artificios, también ha demostrado poseer densos conocimientos indispensables y necesarios, pero sin asumir poses de divo, o de sabiondo, sabelotodo, como “algunos caudillos fono parlantes” desafortunados y tristemente célebres por sus interminables y fastidiosos monólogos, que se volvieron insufribles para el pueblo; Rosales no ha pretendido ser un Mesías o salvador de la patria, ni ha hecho alardes acomodaticios; pero indudablemente posee una experiencia administrativa, política, gerencial, una instrucción suficiente y adecuada, que lo avalan como dirigente político diestro, altamente capaz y eficaz, para cumplir con gran acierto su noble tarea, su especial papel histórico, el cual le ha sido encomendado por la mayoría de la población venezolana auténticamente democrática, que se ve interpretada e inspirada en su liderazgo esperanzador. Convirtiéndose y encarnando hoy en día un verdadero fenómeno electoral; es el fenómeno Manuel Rosales, la esperanza democrática.

Manuel Rosales es un fenómeno político, pero también es un ser humano auténtico sin igual, un líder necesario para conducir al pueblo de Venezuela en su hora más aciaga, más crucial, un líder preclaro y providencial que ha demostrado que se puede derrotar a Chávez electoralmente, que nos ha quitado la venda de los ojos a todos sus compatriotas, que sostiene con gallardía que el pueblo venezolano está de pie, firme, en guardia, presto y decidido para defender y conquistar sus derechos, y que lo conducirá bajo su liderazgo hacia la victoria este próximo domingo tres de diciembre.

Así que, venezolanos, “tranquilos y sin nervios”, sin temor, con coraje y valentía, a vencer el abstencionismo, a derrotar la apatía, somos infinitamente optimistas, este domingo tres de diciembre a votar todos masivamente, a derrotar el continuismo, para que no quede duda de la verdadera vocación democrática y pacífica mayoritaria del pueblo venezolano y para que conquistemos juntos un porvenir prospero para todos y cada uno de los venezolanos, y podamos respirar con el corazón expandido hasta la inmensidad, sin que nadie pueda osar jamás intentar oprimirnos. Porque siempre se encontrarán de frente con millones de hombres y mujeres como Manuel Rosales, para demostrarles de lo que somos capaces los venezolanos cuando nos unimos, podemos convertirnos en la peor pesadilla de cualquier aspirante a mandón antidemocrático, cuando nos atrevemos a vencer nuestros injustificados temores, para derrotar a cualquiera que pretenda o intente conculcarnos y arrebatarnos nuestros legítimos derechos.

domingo, noviembre 26, 2006

¿CHAVEZ ENTREGA LA PELOTA?

A estas alturas de nuestra existencia ningún mitin o concentración que se realice en las campañas electorales presidenciales logra convencernos de que ellos sean efectivos para garantizar la seguridad de un triunfo electoral; por eso ya ninguno que se haga por multitudinario que sea logra convencernos del triunfo anticipado, ni impresionarnos, y menos sorprendernos. Pensamos luego de largos años presenciando concentraciones de masas, que en realidad estos actos no influyen de manera decisiva y determinante en el resultado electoral final de las elecciones presidenciales. ¿Se preguntarán pero a que vienen estas aseveraciones a estas alturas de la campaña electoral en Venezuela? Sencillo, les trataré de demostrar con argumentos contundentes a quienes luego de ver los multitudinarios eventos de cierre de campaña de ambos candidatos, y que ya aseguran la victoria de uno y otro bando están incurriendo en una ligereza por decir lo menos. ¿Asegurar la victoria por un buen mítin de cierre de campaña? nada más inexacto, no se puede ni debe asegurar nada a riesgo de autoengañarse; nadie en su sano juicio puede en base al éxito de estos mítines por buenos que fueran, determinar que se ganaron ya las elecciones, porque tal o cual mitin fuera superior al otro. Aunque es bueno advertir las diferencias visibles entre uno y otro evento, porque en este caso lo que mas resaltan de ambos actos multitudinarios de personas, son precisamente las diferencias cualitativas y no cuantitativas. Sin embargo, las elecciones se ganan es el día de las elecciones, y ganará el que tenga el mayor respaldo popular en las urnas.

En primer término, hay que explicar lo evidente, respondiéndose algunas preguntas. ¿Si los mítines o concentraciones de masas en las campañas electorales no son determinantes por qué y para qué los candidatos presidenciales y los partidos que los apoyan los hacen ? Se hacen porque son importantes, necesarios para transmitir e insuflar ánimo y entusiasmo a sus respectivos partidarios, a sus militantes y a activistas; también para transmitirles la idea de que se pertenece a una fuerza poderosa; para hacerles sentir a sus seguidores toda clase de emociones de triunfalismo requeridas y necesarias para poder activar con relativo éxito en la difícil lucha política partidista que requiere de mucha disciplina y condiciones especiales; también para tratar de transmitir matrices de opinión mediáticas al resto de la población, a los potenciales electores que viven estos actos desde la televisión o la radio. ¿Pero y si los mítines no determinan un resultado favorable, por multitudinarios que estos sean, por qué siempre se insiste en realizarlos? Precisamente para evitar a todo evento la desmoralización de sus seguidores y partidarios, quienes son los que harán el trabajo político activista previo en la actividad partidista habitual, de participación popular, organización y de movilización el día de las elecciones, que es propiamente el de la votación, escrutinio etc.

Cuando se milita y activa en un partido político de corte tradicional, es decir, inspirado en el viejo modelo organizativo piramidal, del tipo estalinista, como lo hemos conocido en casi todos los partidos que poseen esas características en Venezuela, desde los más antiguos hasta los más recientes; allí en esas agrupaciones -útiles sin dudad- se está claro que se es integrante, miembro de una organización integrada por dirigentes políticos disciplinados con legítimas aspiraciones políticas, que persiguen desde luego unos objetivos políticos, pero también se tiene la firme convicción de que se es compatible y participe de una determinada ideologia, con la cual se sienten identificados y comprometidos, se forma parte de una suerte de cofradía, debe estarse consciente de que se es responsable de asumir determinadas posturas y de adoptar ciertas aptitudes frente al colectivo, la sociedad y uno mismo, sentirse útil, necesario,pero también vanidosamente importante, casi indispensable, se nutre todo esto, de una falsa ilusión, que degenera casi siempre para la gran mayoría en desengaño,generalmente se termina siendo allí, una especie de mercenario mal pagado que siempre arriesga el pellejo por los jefes, lo que se denomina en el argot político como "el tonto útil", la escalera para los demás; pero en los partidos políticos, en donde existen normas, estatutos, reglas, que son la base de funcionamiento organizacional de la fuerza política a la que perteneces, se requiere necesariamente de los indispensables militantes que nutren estás organizaciones políticas, y que en realidad hacen de los partidos políticos las herramientas insustituibles de la participación ciudadana, quienes sostienen la democracia participativa y protagónica a pesar de sus vicios y defectos.

De allí que la mayoría de los mítines persiguen es mantener a sus militantes emocionados, motivados para que cumplan sus respectivas tareas. Nadie hace el trabajo de activismo político eficientemente si no se encuentra realmente motivado, si no está persuadido interiormente de que forma parte de un conglomerado, de algo que luzca importante, trascendente; es decir, que las organizaciones políticas más exitosas y poderosas son aquellas que logran insuflar un mayor y mejor nivel emocional y de disciplina organizativa en su militancia. Es la explicación de las verdaderas razones para realizar los actos multitudinarios o mítines, que realizan los partidos políticos en las campañas electorales, lo cual no quiere decir que el resto de la sociedad que no concurre a estos eventos multitudinarios sienta o persiga lo mismo que sus más fanatizados militantes; como tampoco, que estos mítines no influyan en el ánimo de los electores no adscritos a los partidos. Que no sean determinantes, ni decisivos no implica que no deban hacerse y que no sean necesarios. De hecho hay que hacerlos, pero lo que intento demostrar es que esos eventos no son decisivos, ni pueden determinar un resultado electoral igualmente masivo a la hora de realizarse las elecciones.

Esto lo advertimos a propósito de los más recientes mítines de cierre de campaña de los candidatos presidenciales Manuel Rosales y Hugo Chávez, los cuales han generado toda clase de comentarios a favor y en contra. Es muchísimo lo que podrían decir politólogos, analistas expertos y toda clase de conocedores en la materia, incluso lo que deberían añadir lícitamente los distintos comandos de campaña al respecto. Pero más allá de los múltiples aspectos que todos ellos han tocado; hay que referir algunas experiencias personales vividas en otros mítines: ¿Cómo olvidar por ejemplo el multitudinario mitin de cierre de campaña de Rafael Caldera realizado en el año 1.982 , en la Avenida Bolívar convertida en cruz gigantesca con la avenida Fuerzas Armadas, durante la contienda electoral con Jaime Lusinchi? En verdad fue una concentración masiva espectacular, que superó en número de concurrentes a cualquiera que se hubiera hecho durante esa campaña. Sin embargo Caldera fue en esa ocasión ampliamente derrotado por el candidato de la oposición Jaime Lusinchi, por una ventaja muy significativa. No se puede ignorar el hecho de que Caldera era el candidato del gobierno de Luís Herrera, ¿quien puede hoy dudar de la influencia e importancia que tienen los recursos del estado en la realización de estas movilizaciones?, que mayormente demuestran la capacidad organizativa y de movilización de los partidos políticos y la efectividad de sus militantes y activistas, pero que no garantizan la adhesión incondicional del resto de los electores que no concurran a estos eventos propiamente partidistas.

Más allá de lo que es obvio de las marchas, mítines o concentraciones del pasado Sábado 25 y la del Domingo 26, lo que nosotros podemos agregar es que ambas han sido extraordinarias manifestaciones masivas de personas afectas a ambas corrientes; las dos concentraciones fueron verdaderamente movilizaciones respetables; no cometeremos la ligereza o temeridad de algunos ingenuos, de tratar en vano de descalificar a una y a otra; unos alegando razones tan obvias como el uso de los recursos desmedidos del estado, culpándolos de realizar una movilización sólo de miles de autobuses, otros irrespetando a sus participantes de ser obligados o traídos nariceados contra su voluntad; y tampoco, aceptamos, del lado oficialista, argumentos débiles y pueriles, desmereciendo una movilización como la del Sábado en Caracas, verdaderamente multitudinaria, y que fue realmente una inigualable demostración cívica, de mística, de indiscutible participación ciudadana espontánea, muy loable en virtud de que la oposición no dispone de los caudalosos recursos de que abusa el régimen; tampoco incurriremos en la ligereza de hacer estimaciones numéricas inexactas y falaces, irrespetando a los asistentes a tan extraordinarios actos, y que reflejan realmente la auténtica vocación pacífica y democrática del pueblo venezolano.



Sólo debemos decir, que la decisión definitiva y trascendental no está únicamente en los respetables ciudadanos que acudieron a esos hermosos actos y que evidentemente están ya decididos a votar por sus candidatos, por demás, demostrando gran fervor popular, civismo, alegría y emoción legítima; sino que la decisión final y crucial estará en manos también de quienes aún no concurriendo a esos eventos, tienen también el derecho a elegir el próximo presidente, y esos conformarán sin lugar a dudas la auténtica mayoría, como parte integrante de los diez y seis millones de electores con derecho a voto; y a esa verdadera multitud de electores, si es verdad que de movilizarse ese domingo tres de diciembre sería la mayoritaria, la tatarabuela de las marchas, avalanchas, tsunamis, marejadas, terremotos, cataclismos, o como se les quiera denominar, que será sin dudas, la movilización finalmente decisiva que deberá realizar el soberano pueblo venezolano, para elegir a su presidente para el próximo período constitucional.

Tenemos la impresión, de que lo único que ha logrado demostrar el oficialismo este pasado domingo 26, es una gran capacidad de movilización y de organización de sus militantes, partidarios y más fervientes seguidores; que está dispuesto a vender cara su derrota cada vez más probable, y que dispone inescrupulosamente, e impunemente, de todo el aparato logístico del estado para usarlo en su favor, antes y durante el día de las elecciones; y demostró además, que puede activarlo grosera y desmedidamente también el domingo tres de diciembre; que puede repetirlo en todo el país sin que le tiemble el pulso, sin empachos, sin ningún pudor, sin ruborizarse, sin derramar una lágrima por el adversario que juega limpio y con mística, no lo duden. Ahora que no deben olvidar los meritorios y emocionados opositores, sin caer en triunfalismos ni en falsos espejismos, luego de la hermosa gesta de mística que lograron demostrar el pasado Sábado; que esa capacidad de movilización también pueden y deben hacerla efectiva el tres de diciembre, pero con la mayoritaria población que no milita en el chavismo y está aguardando pacientemente en sus casas, el día y la oportunidad de pasarle la factura completa a este régimen abusador y ventajista, mediante el apropiado, oportuno, necesario, indispensable y adecuado apoyo logístico que ha de brindársele sin pretextos a todos los comandos de campaña, y a la estructura organizativa, de todas las fuerzas políticas de la oposición que participan en la coalición unitaria. Que después no se diga que no estaban advertidos, que no se justifique nunca la ausencia de recursos de toda índole, para haber combatido eficazmente contra un brutal adversario, que usará todos los medios para garantizarse la movilización de sus electores; lo que indica que en el supuesto negado de perder las elecciones no sería por falta de respaldo en la población, sino por ausencia de organización, disciplina, efectividad, medios adecuados, recursos logísticos de toda naturaleza, que sean válidos, legítimos y viables, para no sólo lograr movilizar y asistir eficazmente a los potenciales electores, incluso facilitándoles los medios adecuados de transporte y logística que a bien requieran para desplazarse a ejercer su derecho al voto, y que apoyan potencialmente al candidato unitario opositor , sino que también para imposibilitar e impedir un eventual fraude con su activa participación, y para hacer efectiva la muy probable victoria electoral, que cada día parece más alcanzable y posible.

Cada día que pasa se suman nuevos elementos de convicción, que nos llevan a la conclusión de que el Teniente Coronel Hugo Chávez es derrotable; a quien le fascina por cierto jugar al béisbol y desempeñarse ocasionalmente como picher zurdo, Botó el juego en la novena entrada, y está próximo a ser relevado del montículo de lanzador por el manager, (el pueblo) porque es imperdonable, injustificable, ya que le era casi imposible no haber lanzado un buen juego, cuando tenía todo lo favorablemente disponible para hacerlo, y definitivamente no lo hizo, ni lo hará.

Su gestión gubernamental pudo haber sido muy provechosa para el país, tenía todo lo necesario para realizar una extraordinaria gestión de gobierno; en un principio gozó de respaldo popular mayoritario, la fe y la más grande esperanza de sus compatriotas; un clima político apropiado para ejecutar los cambios necesarios; ha dispuesto de los multimillonarios recursos de divisas extranjeras que le han ingresado al fisco nacional y que ascienden a casi quinientos mil millones de dólares; una oposición ampliamente desgastada, con unos partidos políticos que como AD, Copei, el Mas y otros, estaban desacreditados, con perdida de respaldo y experimentando un proceso de declive, desmantelamiento progresivo, y de deserción en masa de sus bases, víctimas de una crisis interna más pragmática que ideológica, y de la claudicación por auto exclusión, cansancio, ostracismo e impotencia de sus principales líderes potencialmente emergentes, quienes por culpa de la ceguera de sus caudillos históricos, que impidieron el relevo generacional de sus jóvenes baluartes, víctimas de la ineptitud y el egoismo de sus máximos líderes, como Carlos Andrés Pérez y Rafael caldera, quienes debilitaron a sus partidos y destruyeron la esperanza de millones de militantes, que eran la garantía democrática de relevo político en el país; pues Chávez terminó de derrotarlos, pero están vivos aún por sus doctrinas magníficas, y la mística y brillantes de sus jóvenes talentos diferidos; tenía entonces el Teniente Coronel Chávez todo para conducir al país hacia el perfeccionamiento del sistema democrático, pero prefirió dar un violento e inexplicable giro hacia el Castro-comunismo, después de haber sido electo para que combatiera los viejos vicios anquilosados en la antigua y desprestigiada administración pública, que había defraudado las esperanzas de la nación; ahora innecesariamente ha dividido peligrosamente a la sociedad venezolana entre patriotas y enemigos a quienes tilda de lacayos traidores del imperialismo, y está tratando de torcer el rumbo democrático del país, para imponer un régimen militarista de corte autocrático y totalitarista, con partido único, reelección indefinida, Asamblea Nacional monocolor, pensamiento único, una educación ideologizada, que sin lugar a dudas rechaza la gran mayoría de venezolanos que aspiran a seguir viviendo en libertad y en democracia. Es decir, la receta de Hugo Chávez para los venezolanos consiste en eternizarse en el poder para convertirse en una especie de dictador constitucional legalizado, que tendría como eje central reformar la Constitución Nacional vigente para imponer eventualmente un régimen totalitario; por eso debemos evitarlo, derrotándole democráticamente a punta de votos, haciéndole contrapeso multitudinario ; para decirle a ese picher que está haciéndonos perder inexplicablemente el juego democrático, que aspiramos y deseamos seguir jugándolo, y tratar de ganar el juego en bien de todos; es hora de que nos entregue la pelota, de que lo releve otro picher, uno nuevo que no lance tanta bola mala y conceda más bases por bola, que comience a lanzar la bola por la goma para intentar salvar el juego. ¿Chávez entregará la pelota?

viernes, noviembre 24, 2006

CHAVEZ DERROTADO

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El Teniente Coronel y actual Presidente de Venezuela Hugo Chávez ya está derrotado a sólo días de las elecciones, porque el pueblo venezolano jamás le perdonará el odio que ha sembrado deliberadamente en la sociedad, entre sus compatriotas, para lograr sus fines políticos antidemocráticos.

Cualquiera que sea el resultado electoral del próximo tres de diciembre, es decir, en el supuesto negado de ganar las elecciones; está muy claro ya para todos de antemano, que el país rechaza mayoritariamente la imposición de un sistema socialista de corte totalitario al estilo cubano; de allí que podríamos vaticinar que ya no podrá imponerlo, incluso si llegara a ganar las elecciones -que lo dudamos seriamente- ya que de lograrlo, sería con una precaria ventaja, frente a su promesa imposible ya de alcanzar de obtener los tan ansiados diez millones de votos; lo cual le impediría implementar sus recetas socialistas a contra corriente, sin arriesgarse a que el país se le desestabilice; porque no creemos que el país desee tan triste destino.

Más allá de consideraciones estadísticas, de análisis sobre las posibilidades electorales de los bandos en disputa. Lo que si es indispensable para todos los venezolanos, es impedir que se imponga la violencia en la sociedad . Lograr dirimir nuestras diferencias democráticamente. Hay que impedir que un sector de la población le imponga al otro la receta de la violencia. Hay que evitar que este proceso derive en una confrontación fraticida. La única manera de conseguir la paz es que la población interesada directamente en este conflicto, que se nos cierne en puertas, participe masivamente, civilizada y pacíficamente para alcanzar una salida electoral a esta crisis política, tan aguda que nos amenaza.

Las garantías reales contra el fraude serán la participación masiva de la población en el proceso electoral. La mejor cura contra el fraude es la participación de miles de testigos en las mesas electorales cuidando y vigilnado la pulcritud del proceso electoral el próximo tres de diciembre; más allá de mecanismos internacionales, de veedores y de cualquier otro instrumento valido, lo esencial es que la gente vote, que personas de todos los sectores sociales y factores políticos, integrantes de todos los partidos y organizaciones civiles sean los testigos alertas en todas las mesas de votación.Su permanencia permanente durante todo el proceso electoral a fin de constatar, verificar las actas, los resultados, su transmisión y sobre todo, presenciar las auditorias de las urnas electorales, abrir las cajas que deban abrirse en actos públicos, frente a todos y delante de todos, eso es fundamental.

La inmensa mayoría de los venezolanos somos pacíficos, demócratas, no somos golpistas, rechazamos la violencia provenga de donde provenga, pero no pondremos jamás la otra mejilla, ni claudicaremos nuestros derechos ante nadie, por muy fuerte que sea , aparente ser, o pretenda ser. Rechazamos que se pretenda manipular la verdad mediante encuestas amañadas y financiadas por el gobierno y que se viole impunemente la Constitución Nacional; peor aún, repudiamos, que se pretenda involucrar a la Fuerza Armada Nacional en la contienda política; que se use innoblemente y sin pudor para ponerla a favor de un proyecto político, es inaceptable que se quiera intimidar a la población con argumentos tan viles; el pueblo sabrá cobrarles tantas humillaciones, atropellos y abusos a quienes han actuado con tan bajas intenciones y malsanos procederes.

Abogamos por la paz de la nación, solicitamos a todas las instituciones legítimas del estado que cumplan con la Constitución Nacional y las leyes de la república, es la única manera de garantizar la paz para todos. Exigimos del Consejo Nacional Electoral su imparcialidad y pulcritud, el respeto de las normativas electorales, y sobre todo, el respeto a los ciudadanos, necesitamos que demuestren patriotismo y talante democrático en esta hora difícil que vive la nación. Les exigimos transparencia, y el carácter necesario para sancionar a los infractores, a quienes usan los dineros del estado para desplegar toda una brutal campaña publicitaria absolutamente ventajista y desproporcionada, los exhortamos como autoridad electoral a rectificar, a corregir y a sancionar tantos entuertos cometidos por el régimen que groseramente nos enrostra su poder desmedido y descarado. No es posible callar cuando se presencia impunemente el desmedido abuso de poder que realiza el gobierno, en detrimento de los ciudadanos y los demás participantes del proceso electoral.

No ocultamos nuestro rechazo a este gobierno, no tememos sus represalias, tenemos el valor y la entereza espiritual suficiente para asumir las consecuencias de nuestras expresiones, sabemos que no es ni será jamás fácil enfrentarse al poder; tampoco pedimos ni concedemos tregua contra un adversario como este, que ha demostrado hasta ahora, que se autoproclama como cristiano pero se comporta como autocrático; que se viste de rojo y fomenta el odio entre nosotros sus hermanos y conciudadanos al perseguir a quienes piensan diferente; que arma con fusiles a sus reservistas abusando de su doble condición de presidente y candidato para intimidar a sus conciudadanos y nos los muestra en cadena nacional de televisión apuntándonos ante las cámaras a sus prójimos indefensos; que nos ofrece librar una guerra asimétrica contra el imperio, pero mandando a nuestros hijos a pelear por él y al mismo tiempo se viste de azul justificandose pues todo lo ha hecho por amor, aparte de que todos los días envia a norteamerica el infaltable despacho petrolero que nos es muy bien pagado en dolares contantes y sonantes; que se jacta de estar ganando las elecciones por 30 puntos de ventaja según las encuestas pagadas por el gobierno, pero no se atreve a debatir con su oponente;que nos irrespeta como sus potenciales electores porque nos dice que ya todo está decidido a su favor, sin haber contado ni un sólo voto.

Para nosotros el teniente Coronel Hugo Chávez ya está derrotado de antemano. En nuestras conciencias ya está derrotado, porque no podemos aceptarle impunemente tantos errores, insultos, abusos, atropellos y vejaciones contra nuestros conciudadanos. Podríamos enumerar una interminable lista de razones suficientes para no votar por el presidente candidato, sería algo verdaderamente ocioso; sólo daré una sola razón. No votaré por Hugo Chávez, porque la Constitución Nacional de la República Bolivariana de Venezuela en ninguna parte menciona la palabra Revolución, ni establece ni consagra el concepto de gobierno revolucionario en ninguna norma; porque votamos para aprobar esa Constitución y aprobamos fue el concepto de Estado democrático y social de derecho y de justicia. De tal manera, que responsable y respetuosamente expresamos, que consideramos que Chávez está mintiéndole a todo el país y al mundo entero cuando violando la Constitución ha impuesto los conceptos de revolución y gobierno revolucionario, sin que los venezolanos votaran para aprobar esa impuesta revolución y gobierno revolucionario; lo cual sugiere claramente que ha manipulado a su conveniencia la Constitución Nacional en detrimento del estado de derecho y en perjuicio de toda la nación para satisfacer sus fines políticos y los de su partido, de imponer un régimen “revolucionario” de corte militarista, autocrático y totalitario, jamás consagrado en la carta magna, contrario a la ley y a la voluntad soberana del pueblo venezolano.

Por eso al final de todos estos argumentos, decimos con dignidad infinita, como muy bien un día sugirió Gandhi, que Chávez podrá si lo desea y decide, perseguirnos, apresarnos, encarcelarnos, incomunicarnos, torturarnos, apalearnos, liquidarnos , al final, tendrá nuestros cadáveres, pero jamás tendrá nuestra obediencia. Para nosotros aún ganando ya ha perdido, porque jamás logrará obtener en las urnas los diez millones de votos que un día ofreció “meternos por el buche”,ni logrará tampoco que la oposición se abstenga de votar, ni impedir que defienda la democracia y que obtenga un elevadísimo y multitudinario respaldo popular; además de que le será difícil ganar las elecciones, por no decir imposible, porque nosotros si respetamos a todos los venezolanos electores potenciales votantes decisivos, y siempre consideramos la posibilidad de estar equivocados en nuestras visiones personales,y tal vez no contar con el favor del pueblo, que a fin de cuentas siempre es quien tendrá la última palabra, y eso es sagrado; que sea entonces el pueblo quien decida que hacer con él señor presidente hoy candidato a la reelección.

martes, noviembre 21, 2006

¿POR QUIEN DEBEMOS VOTAR EL 3D?

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He aquí un compendio de requisitos y sugerencias, sobre por quien debemos votar los cristianos, de acuerdo a la “Doctrina Católica” difundida en Encíclicas Papales y en Conferencias públicas, dictadas por tres de los más conocidos e importantes Papas de la Iglesia Católica; particularmente nos fascina su asombrosa claridad y su impresionante vigencia; nos permite facilitar decidir y responder, la más íntima pregunta que se harán todos los venezolanos el próximo tres de diciembre, cuando concurran a las urnas electorales a elegir a su Presidente ¿Por quien debemos votar el 3D?, La Doctrina Socialcristiana de la Santa Iglesia Católica sugiere votar por:

1) Por quien promueva y defienda el bien común.

Es noble prerrogativa y misión del Estado inspeccionar, ayudar y ordenar las actividades privadas e individuales de la vida nacional, para hacerlas converger armónicamente al bien común; el cual no puede determinarse por concepciones arbitrarias, ni recibir su norma, en primer término, de la prosperidad material de la sociedad; sino más bien, del desenvolvimiento armónico y de la perfección natural del hombre, para la cual el Creador ha destinado como medio (Papa Pío XII, Encíclica Sumi Pontificatus).

La razón de ser de cuantos gobiernos radica por completo en el bien común (Papa Juan XXIII, Encíclica Pacem in terris).

2) Por quien promueva y defienda los derechos fundamentales del hombre.

Tutelar el intangible campo de los derechos de la persona humana y facilitarle el cumplimiento de sus deberes, ha de ser oficio esencial de todo poder público. ¿No es acaso esto lo que lleva consigo el significado genuino del bien común, que es lo que el Estado debe promover? (Papa Pío XII, La solemnita Della Pentecoste).

Las normas estatales no pueden abolir ni hacer irrealizable el ejercicio de los derechos y deberes personales. Tales como: el derecho al verdadero culto a Dios.

El bien común abarca a todo el hombre, es decir, tanto a las exigencias del cuerpo, como a las del espíritu. De lo cual se exige que los gobernantes deben procurar dicho bien por las vías adecuadas, de tal forma que, respetando el recto orden de los valores, ofrezcan al ciudadano la prosperidad material y al mismo tiempo los bienes del espíritu” (Papa Juan XXIII, Encíclica Pacem en terris).

En la época actual se considera que el bien común consiste principalmente en la defensa de los derechos y deberes de la persona humana. De aquí que la misión principal de los hombres de gobierno deba tender a dos cosas; de un lado, reconocer, respetar, armonizar, tutelar y promover tales derechos; de otra lado, facilitar a cada ciudadano el cumplimiento de sus respectivos deberes. Tutelar el campo intangible de los derechos de la persona humana y hacerle llevadero el cumplimiento de sus deberes, debe ser oficio esencial de todo poder público.

Por eso, los gobernantes que no reconozcan los derechos del hombre o los violen faltan a su propio deber y carecen, además, de toda obligatoriedad las disposiciones que dicten.

Más aún, los gobernantes tienen como deber principal el de armonizar y regular de una manera adecuada y conveniente los derechos que vinculan entre sí a los hombres en el seno de la sociedad, de tal forma que, en primer lugar, los ciudadanos, al procurar sus derechos, no impidan el ejercicio de los derechos de los demás; en segundo lugar, que defienda su propio derecho y no dificulte a los otros la práctica de sus respectivos deberes, y, por último, hay que mantener eficazmente la integridad de los derechos de todos y restablecerla en caso de haber sido violada.

Es además deber de quienes están a la cabeza del país trabajar positivamente para crear un estado de cosas que permita y facilite al ciudadano la defensa de sus derechos y el cumplimiento de sus obligaciones.

El bien general del país también exige que los gobernantes, guarden un pleno equilibrio para evitar, por un lado, que la preferencia dada a los derechos de algunos a determinados grupos sociales venga a ser origen de una posición de privilegio en la nación, y para soslayar, por otro, el peligro de que, por defender los derechos de todos, incurran en la absurda posición de impedir el pleno desarrollo de los derechos de cada uno. Manténgase siempre a salvo el principio de que la intervención de las autoridades públicas en el campo económico, por dilatada y profunda que sea, no sólo no debe coartar la libre iniciativa de los particulares, sino que, por el contrario, ha de garantizar la expansión de esa libre iniciativa, salvaguardando sin embargo, incólumes los derechos esenciales de la persona humana.

Idéntica finalidad han de tener las iniciativas de todo género del gobierno dirigidas a facilitar al ciudadano tanto la defensa de sus derechos como el cumplimiento de sus deberes en todos los sectores de la vida social (Papa Juan XXIII, Encíclica Pacem in tierris).

Es imposible que la paz florezca, donde la inviolabilidad de la vida se halla comprometida en extremo. Donde reina la violencia, desaparece la verdadera paz. Por el contrario, donde los derechos del hombre son profesados realmente y reconocidos públicamente, la paz se convierte en la atmósfera alegre y operante de la convivencia social (Papa Pablo VI, Mensaje para La Jornada de la Paz de 1.977).

3) Por quien defiende y fomenta la libertad religiosa.

No ignoramos que a vuestra fe se tienden insidias gravísimas. Parece que se ha de temer que en el próximo porvenir recrudecerá la persecución contra aquellos que no se plieguen a traicionar el sacrosanto deber de la religión. Por eso, una vez más os exhortamos a que, superando las amenazas y daños de todo género, hasta el destierro y el peligro mismo de la vida, no traicionéis jamás vuestra fidelidad hacia la madre Iglesia (Papa Pío XII, Orientalis Omnes ecclesias).

Entre los derechos del hombre debemos enumerar también el de poder venerar a Dios, según la recta norma de su conciencia, y profesar en privado y en público. A propósito, de este aspecto, el Papa León XIII afirma: “Esta libertad, la libertad verdadera digna de los hijos de Dios, que protege tan gloriosamente la dignidad de la persona humana, está por encima de toda violencia y de toda opresión y ha sido siempre el objeto de los deseos y del amor de la Iglesia. Esta es la libertad que reivindica constantemente para sí los apóstoles, la que confirmaron con sus escritos los apologistas, la que consagraron con su sangre los innumerables mártires cristianos”.

Son muy diversas las situaciones en las cuales, de buena gana o por fuerza se encuentran comprometidos los cristianos, según las regiones, los sistemas sociopolíticos, las culturas. En algunos sitios se hallan reducidos al silencio, considerados como sospechosos, y tenidos, por decirlo así, al margen de la sociedad, encuadrados sin libertad en un sistema totalitario….(Papa Pablo VI, Encíclica Octogesima Adveniens).

De esta justa liberación, vinculada a la evangelización, que trata de lograr estructuras que salvaguarden la libertad humana, no se puede separar la necesidad de asegurar todos los derechos fundamentales del hombre, entre los cuales la libertad religiosa ocupa un puesto de primera importancia. Actualmente, “muchos cristianos, todavía, precisamente porque son cristianos o católicos, viven sofocados por una sistemática opresión. El drama de la fidelidad a Cristo y de la libertad de religión, si bien paliado por declaraciones categóricas a favor de los derechos de la persona y de la sociabilidad humanas, continúa” (Papa Pablo VI).

4) Por quien cada uno crea en conciencia más apto para conseguir los fines precedentes.

“Educadores de hoy…el ideal del hombre que habéis de preparar lo encontráis en el perfecto cristiano…El mundo no tendrá que arrepentirse si un número siempre creciente de tales cristianos interviene en todos los órdenes de la vida pública y privada…. Por ello no ahorréis fatigas para despertar la conciencia moral, de tal suerte que al paso de los años, el “hombre honesto” no aflore por casualidad….Formad hombres valientes, que estén en condiciones de difundir en torno a sí el bien y de dirigir a los demás con claridad de principios….Abrase la nueva juventud al respiro de la catolicidad y sienta el encanto de aquella caridad universal que abraza a todos los pueblos en el único Señor. Dadles asimismo la conciencia de su propia personalidad y, por ello, del máximo tesoro de la libertad; adiestrad sus espíritus en la sana crítica, pero al mismo tiempo infundidles el sentido de la humildad cristiana de la justa sujeción a las leyes y de los deberes de solidaridad”(Papa Pío XII, Discurso al II Congreso de profesores de Enseñanza Media 6-9-49).

Si es laudable estar por encima de las querellas contingentes que envenenan la lucha de partidos, para quedar fuertemente unidos sobre los puntos esenciales de la justicia de la caridad, de la prudencia cristiana, sería vituperable dejar campo libre para dirigir los asuntos del Estado a los indignos o a los incapacitados (Papa Pío XII, Discurso a la “Conferencia Olivaint”, 28-3-48)

Como todos los hombres son entre sí iguales en dignidad natural, ninguno de ellos en consecuencia, puede obligar a los demás a tomar una decisión en la intimidad de su conciencia. Es éste un poder exclusivo de Dios, por ser el único que ve y juzga los secretos más ocultos del corazón humano.

Los gobernantes, por tanto, sólo pueden obligar en conciencia al ciudadano cuando su autoridad está unida a la de Dios y constituye una participación de la misma….Ahora bien, del hecho de que la autoridad proviene de Dios no debe en modo alguno deducirse que los hombres no tengan derecho a elegir los gobernantes de la nación, establecer la forma de gobierno y determinar los procedimientos y los límites en el ejercicio de la autoridad. De aquí que la doctrina que acabamos de exponer pueda conciliarse con cualquier clase de régimen auténticamente democrático (Papa Juan XXIII; Encíclica Pacem in terris).

No basta recordar principios generales, manifestar propósitos, condenar las injusticias, proferir denuncias con cierta audacia profética; todo ello no tendrá peso real si no va acompañado en cada ser humano por una toma de conciencia más viva de su propia responsabilidad y de una acción efectiva.

Resulta demasiado fácil echar sobre los demás la responsabilidad de las presentes injusticias, si al mismo tiempo no nos damos cuenta de que todos somos también responsables, y que por tanto, la conversión personal es la primera exigencia. Esta humildad fundamental quitará a nuestra acción toda clase de asperezas y de sectarismos; evitará también el desaliento frente a una tarea que se presenta con proporciones inmensas. La esperanza del cristiano proviene, en primer lugar de saber que el Señor está obrando con nosotros en el mundo, continuando en su Cuerpo, que es la Iglesia -y mediante ella en la humanidad entera- la redención consumada en la cruz, y que ha estallado en victoria la mañana de la resurrección; le viene, además, de saber que también otros hombres colaboran en acciones convergentes de justicia y de paz, porque bajo una aparente indiferencia existe en el corazón de todo hombre una voluntad vivida fraterna y una sed de justicia y de paz que es necesario satisfacer. De ese modo, en la diversidad de situaciones, funciones y organizaciones, cada uno debe determinar su responsabilidad y discernir en buena conciencia las actividades en las que debe participar.

Envuelto entre corrientes contradictorias, donde al lado de aspiraciones legítimas se deslizan orientaciones sumamente ambiguas, el cristiano debe elegir con diligencia su camino y evitar comprometerse en colaboraciones incondicionales y contrarias a los principios de un verdadero humanismo, aunque sea en nombre de solidaridades profundamente sentidas. Si quiere realmente desempeñar su propio papel como cristiano y ser consecuente con su fe, debe mantenerse vigilante en medio de la acción, para dar a conocer los motivos de su conducta y para rebasar los objetivos perseguidos, movido por una visión más amplia de la realidad, lo cual evitara el peligro de los particularismos egoístas y los totalitarismos opresores (Papa Pablo VI, Encíclica Octogesima Adveniens).

La Iglesia admite un pluralismo sano de opciones políticas, en la comunidad.

La Iglesia rechaza el socialismo y el comunismo. La Iglesia se ha visto obligada muchas veces a dar la voz de alerta contra el peligro de dejarse arrastrar por el espejismo de especiosas y fatuas teorías y visiones de bienestar futuro y por los engañosos alicientes e incitaciones de falsos maestros de la prosperidad social, que no consienten, entre el capital y el trabajo, aquellos mutuos acuerdos que mantienen y promueven la concordia social para progreso y utilidad de todos.

“Engaños, desilusiones tan sólo experimentan los individuos y los pueblos que les prestaron fe y les siguieron por caminos tales que, lejos de mejorar, empeoran y agravan las condiciones de la vida y del adelanto moral y material. Esos falsos pastores hacen ver que el bienestar no puede proceder sino de una revolución que transforme toda la consistencia social o modifique totalmente el modo de ser nacional”(Pío XII, Discurso a los trabajadores).

Pío XI, en su Encíclica Cuadragésimo Anno, manifiesta que “la oposición entre el comunismo y el cristianismo es radical. Y añade que los católicos no pueden aprobar en modo alguno la doctrina del socialismo moderado”.

La pacificación que la Iglesia propugna no puede en modo alguno confundirse con un derrumbamiento o una relajación de su firmeza tradicional frente a ideologías y sistemas de vida que están en clamorosa e irreducible oposición con la doctrina católica; ni significa indiferencia ante el gemido que todavía nos llega desde las regiones infelices donde los derechos del hombre son olvidados y la mentira se adopta como sistema (Papa Juan XXIII, Mensaje de Navidad 23-12-1960).

El cristiano que quiere vivir su fe en una acción política concebida como servicio, no puede adherirse, sin contradecirse a sí mismo, a sistemas ideológicos que se oponen, radicalmente o en puntos sustanciales a su fe y a su concepción del hombre. No es lícito, por tanto, favorecer a la ideología marxista, a su materialismo ateo, a su dialéctica de violencia y a la manera como ella entiende la libertad individual de la colectividad, negando al mismo tiempo toda trascendencia al hombre y a su historia personal y colectiva. Tampoco apoya el cristiano la ideología liberal, que cree exaltar la libertad individual sustrayéndola a toda limitación, estimulándola con la búsqueda exclusiva del interés y del poder, y considerando las solidaridades sociales como consecuencias más o menos automáticas de iniciativas individuales y no ya como fin y motivo primario del valor de la organización social.

La fe cristiana es muy superior a estas ideologías y queda situada a veces en posición totalmente contaría a ella, en la medida en que reconoce a Dios, trascendente y creador, que interpela, a través de todos los niveles de lo creado, al hombre como libertad responsable.

Otro peligro consiste en adherirse a una ideología que carezca de un fundamento científico completo y verdadero y en refugiarse en ella como explicación última y suficiente de todo, y construirse así un nuevo ídolo, del cual se acepta, a veces sin darse cuenta, el carácter totalitario y obligatorio. Y se piensa encontrar en él una justificación para la acción, aún violenta; una adecuación a un deseo generosos de servicio; éste permanece, pero se deja absorber por una ideología, la cual –aunque propone ciertos caminos para la liberación del hombre- desemboca finalmente en una autentica esclavitud.

Finalmente, a la hora de decidir por quien deben votar, han de tener presente todos los ciudadanos, que si hoy día se puede hablar de un retroceso de las ideologías, esto puede constituir un momento favorable para la apertura a la trascendencia y solidez del cristianismo. Ya que el cristiano que entre en la practica de la lucha de clases y de su interpretación marxista, no puede evitar percibir el tipo de sociedad totalitaria y violenta a la que conduce este proceso.

lunes, noviembre 20, 2006

LAS 14 CLAVES DEL ÉXITO

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Siguiendo en la misma onda de la superación personal; escudriñando en el baúl de mis recuerdos, obtuve estas interesantes sugerencias, sobre cómo alcanzar el tan ansiado éxito en la vida. Estas catorce recomendaciones no son un axioma para mi; sin embargo he de admitir, que luego de ver una docena de trabajos al respecto, son estas recomendaciones las que en lo personal, me han causado un mayor impacto positivo; sin desmerecer otras excelentes iniciativas, me atrevo a sugerirles a mis amigos estás 14 claves del éxito; sinceramente se las presento a su digna consideración:

1. Pensamientos optimistas.

2. Amar la vida.

3. Usar los fracasos como Estimulantes.

4. Evitar la auto compasión y el auto desprecio.

5. Entusiasmo y Confianza.

6. Actuar con decisión.

7. Practicar la ayuda desinteresada.

8. Capacitarse.

9. Transformación personal por medio de la acción. (Relacionada con la autosugestión)

10. Visualización y Poder Mental Creativo + Acción Positiva.

11. Lealtad. (Genera Karma positivo)

12. El silencio. (Conserva energía)

13. El secreto (Genera poder)

14. La armonización y la guía interna.

domingo, noviembre 19, 2006

EL CREDO DE LA FELICIDAD

 1
Husmeando en mis archivos, logré desempolvar un viejo documento que conservo desde hace ya muchísimos años, el cual llegó a mis manos por mediación de un gran amigo,quien es un discípulo aventajado, estudiante de una muy Antigua Orden mística, de esas "escuelas ocultas" que se alojaron en el antiguo Egipto y se dedica al mejoramiento del ser humano y de la humanidad. Hoy deseo mostrárselos a todos mis nuevos amigos en la red, y especialmente a los que han de venir a través de este regalo que les hago; este es el credo de la felicidad, que he leido casi siempre en momentos de gran tribulación, y el cual les sugiero leer con la mente abierta, y dispuesta a sentir profundamente al ser interno que todos llevamos:

Comenzaré cada mañana sin miedo, y buscaré los maravillosos regalos que este día me traerá. Seré guiado por razones inteligentes. No por meras creencias, y veré siempre la verdad ignorando aquello que no esté fundamentado en hechos.

Controlaré mis pensamientos y los guiaré a los planos más elevados, manteniendo en mi mente aquellas ambiciones que aliento y los ideales sagrados que representan lo más grande para mí.

Durante este día encontraré regocijo en la belleza de todo lo que me rodea. Me glorificaré en cada encuentro que tenga con mis semejantes, y aspiraré a la exaltación que viene del amor a Dios y la Humanidad.

Perdonaré libre y prontamente antes de que el perdón me sea solicitado. No abrigaré malos pensamientos hacia nadie. No traicionaré la confianza que en mi ha sido depositada. Me mantendré sereno y calmado ante cada tribulación y afrontaré cada emergencia sin temor.

Seré amistoso y cortés con todos y será para mí cada día un medio de hacer buenas acciones y entregar mi amor sin egoísmo. Obedeceré a aquellos que representan autoridad y daré mi lealtad a quien se la deba. Seré limpio de cuerpo, de acciones y de pensamientos. Reverenciaré a mi Dios y tendré el mayor respeto a las convicciones religiosas de mis semejantes.

A fin de obtener lo máximo de la vida daré lo mejor que me sea posible. En todo momento tendré como lo más importante el servicio, eliminando de mi toda intención de obtener ganancias. Llevaré a cabo alegremente todas mis tareas. Construiré no destruiré.

Y de este modo llegaré al final del día con la satisfacción que solo trae el servicio, la serenidad, la amabilidad y el amor. Me entregaré al descanso con la paz producto de una mente libre de problemas, y del recuerdo de todas aquellas acciones que han sido apropiadamente realizadas.

martes, noviembre 14, 2006

¿COMUNISMO VELADO EN VENEZUELA?

La mayor ilusión es creer que Marx, Lenin, Stalin, Mao y Fidel Castro, estuvieran consagrados a la libertad y al bienestar de los trabajadores del mundo. Todo ha sido un engaño. El Comunismo es la gran ilusión de nuestro tiempo y la mayor catástrofe espiritual. El Papa Pío XI, con gran visión, definía el carácter íntimo del comunismo: “El mal que hay que combatir, es, considerado en su raíz más profunda, un mal de naturaleza espiritual, y de esta corrompida fuente ideológica es de donde brotan con una lógica diabólica todas las monstruosidades del Comunismo”. Esta es la clave fundamental para comprender y sanar tanto mal. Quien lo desconozca, yerra en el diagnóstico y en el remedio.

Son características comunes de las dictaduras totalitarias:
Ideología oficial absorbente; partido único de masas, en el que es típica la jefatura de un solo hombre; culto y endiosamiento de los jefes máximos; sistema de control policiaco; dominio de los grandes medios de expresión y comunicación, de las masas por el Partido; ingerencia del Partido en las Fuerzas Armadas; dominio total del Partido en la economía; vivir en plan de guerra permanente; materialismo de la clase dominante; el Comunismo somete los medios de producción, cambio y distribución a la propiedad colectiva nacional; la ideología comunista pervierte intencionalmente los ideales de la Fraternidad universal, de compartir los bienes, de una sociedad sin clases; el Comunismo como régimen, en definitiva deriva o persigue un fin superior, la dictadura del Partido, capitalismo de Estado y esclavitud de los ciudadanos; el punto crítico es “el desbordamiento totalitario”. Si esto se les parece a algo ¿será pura coincidencia?...

El totalitarismo concede un valor absoluto al Estado. El Estado es fin de si mismo, y origen de todo derecho. El Estado totalitario, consiguientemente: determina por sí lo lícito y lo ilícito, lo que ha de hacer y omitir el hombre; desconoce toda autoridad superior (Dios, Iglesia, Sociedad Internacional de Naciones); antepone, manifiestamente y sin reserva alguna, la fuerza al derecho; desconoce derechos individuales o familiares anteriores al Estado; afirma como absoluto y supremo un valor que sólo es relativo y subordinado.

Por fuerza, un Estado Totalitario asume mitos falsos como normas inviolables, no tiene escrúpulo en usar y valerse de todos los medio, aun los más bárbaros y crueles. Acude a esos procedimientos: Porque se coloca a si mismo fuera del derecho, la moralidad y el decoro público; porque desprecia la dignidad de la persona humana; porque cuenta con suficiente número de hombres degenerados, que se prestan a hacer de verdugos a favor de las causas más viles y sanguinarias.

De parte de la Iglesia Católica, no podía esperarse menos que la condenación de tales regímenes. “el Estado Totalitario es uno de los peores males que pueden sobrevivir a la humanidad y a los pueblos que los sufren.”(Papa Pío XII). Definió claramente su Santidad también, su más claro y contundente rechazo y condena, a la amenaza totalitarista así: “El Estado Totalitario, como un peligroso bacilo, que envenena a la comunidad de naciones y la hace incapaz de garantizar la seguridad de cada uno de los pueblos representa un continuo peligro de guerra”.

El Comunismo ateo ha sido condenado por la iglesia en repetidas ocasiones. La condenación más categórica se halla en la encíclica “Divine Redemptoris” (19 de marzo de 1.937). Este sagrado documento contiene las condenas anteriores, explica la doctrina y frutos del Comunismo (por sus frutos los conoceréis), expone la doctrina opuesta de la iglesia y aconseja los medios contra él. La encíclica es de una perennidad y vigencia asombrosa. No hay documento eclesiástico que en este respecto le iguale. Mientras sobre la humanidad se cierna el riesgo latente de la amenaza Comunista, esta encíclica seguirá siendo la guía segura de la Iglesia y los auténticos cristianos para impedirle su auge.

El totalitarismo nacional-socialista fue expresamente condenado por el Papa Pío XI a través de la encíclica “Mit Brennender Sorge”. No fue una coincidencia casual, el hecho de que ambas encíclicas fueran fechadas en el corto período de cinco días. En ambos documentos se expresa el verdadero dilema hacia donde parecen converger las ideologías extremas: O totalitarismo y materialismo por una parte, o personalismo y espiritualismo cristiano por otra. O más radicalmente, y como el propio Pío XI había dicho en otra ocasión: “Con Dios o contra Dios”.

Para resistir al Comunismo socialmente, no hay otro medio sino la organización compacta: Acción Católica, de partidos políticos y organizaciones de la sociedad civil, de sentido democrático y cristiano. Sin organización no hay manera de vencer el miedo colectivo; y con organización, se puede contrarrestar cualquier empuje “rojo” en cualquier caso. Cuando el Comunismo es un hecho y se ha encumbrado en el poder, no queda otro recurso sino la “organización cristiana de las catacumbas”. La Iglesia cristiana, aun entonces, no cedería, sino que lucharía hasta el fin. Pero cuando aún no ha llegado a esa etapa máxima, es menester unirse socialmente todos los que aman el sistema democrático social de derecho, que defiende las libertades individuales y colectivas, para resistir y vencer a este adversario que es poderoso únicamente por nuestra desorganización y claudicaciones. Contra el miedo colectivo, el único medio de resistencia es la solidaridad cristiana. Decía el Papa Juan XXIII: “Frente a quienes se nos presenta como enorme; pero que no es fuerte, no es valiente, ya que se trata de tentativas del error, de la avidez de la avaricia, o de la violencia”. “El desánimo no puede provenir más que de la escasez de fe”. Definitivamente si algo le sobra al pueblo de Venezuela es fe suprema.

De tal manera, que en Venezuela hoy día debemos tener muy claro, las veladas intenciones de quienes intentan a todo evento imponer un régimen muy extrañamente ambiguo, pregonado como socialista de siglo 21, para aparentar modernidad, pero claramente de corte totalitario, que en realidad es disimuladamente comunista; lo hacen disfrazados de “Mesías redentores de pueblos oprimidos y excluidos”, quienes se ufanan de su devoción incondicional a Jesús el Cristo, pero que tienen “la hoz” disimuladamente empuñada con la mano izquierda, escondida tras la espalda, y que usan su nombre usurpando, deformando y desnaturalizando su sagrada doctrina, para tratar de engañar a incautos, pero aferrados al crucifijo con la mano derecha; aguardando el momento oportuno para darnos el mortal zarpazo totalitario.

Estamos plenamente conscientes de lo peligros que se ciernen sobre la propia existencia de la República, no ignoramos el perfil siniestro de los personajes peligrosos que combatimos, son terriblemente inescrupulosos y nada piadosos con sus congéneres, nos consideran sus enemigos a ser exterminados, no sus adversarios legítimos, por eso debemos estar claros en que la única poderosa arma que tenemos para , enfrentarlos, combatirlos eficazmente hasta lograr vencerlos es esta: “sin teoría previa y sin organización estamos perdidos; pero con ellos y con la gracia de Dios, podemos dominar siempre a la fiera roja en todo momento y en todo lugar”.

El Comunismo en el mundo no está comandado por los pobres ni por los explotados, sino por los “ateos poderosos”. Que éstos se sirvan o traten de servirse de aquéllos para alcanzar sus fines, aprovechando su fuerza combativa y la dinámica explosiva de las injusticias sociales, es un hecho que no debe oscurecernos el camino para localizar la raíz del problema, que en fondo se origina y se nutre de una realidad teológica. En esencia el Comunismo es una rebelión, la más organizada contra Dios, una persecución, la más implacable contra la Iglesia y sus devotos creyentes.

Por eso llegamos a la conclusión, de que para resolver los grandes males de la humanidad no bastan medidas sociales y económicas, que son las que casi exclusivamente ofrecen demagógicamente toda clase de políticos y escritores, por el favor popular que ellas conllevan. Sino que es necesario adoptar por la sociedad entera, dando la espalda totalmente al liberalismo religioso, todas las reformas morales, todas las reformas espirituales que configuren una vuelta integral de la sociedad hacia Dios. Únicamente así podrá la Humanidad sortear la tempestad.

lunes, noviembre 13, 2006

REDENTORES CON TRONO

La humanidad ha intentado dar respuestas a las crisis de orden social aplicando varias recetas. Ha implementado distintos sistemas para tratar de alcanzar sus utopías. El capitalismo, la tecnocracia, el socialismo, el comunismo, el colectivismo, el comunitarismo, la social democracia, el social cristianismo, etc. Mediante su ejecución, todos han pretendido terminar con las miserias humanas a través de la aplicación de leyes y disposiciones sociales más o menos equitativas. Cada uno de esos sistemas tiene sus méritos y sus máculas. Suponiendo que fueran capaces de cumplir con amplitud sus promesas, realmente es dudoso, de que logren satisfacer al ser humano y alcanzar construir, edificar e instaurar un mundo próspero y feliz, porque las miserias, las crisis profundas de naturaleza humana, en nuestra opinión, no son sólo de tipo físico-material y social sino que también "ético morales y espirituales" así que la abundancia y la repartición equitativa por si solas, no resolverán los complejísimos problemas de toda índole de las sociedades integralmente. Se requeriría también de la ejecución de otras iniciativas particularmente importantes, muy distintas a regalar la riqueza o a repartirla a discreción entre los más necesitados.

En tanto que las personas seamos vanidosas, perezosas, arrogantes, irresponsables, superficiales, soberbias, envidiosas, maliciosas, glotonas, intemperantes, malhumoradas, crueles, vengativas, ambiciosas, rapaces, avariciosas, hipócritas, etc., estaremos siempre infringiendo miserias y ahondando las ya anchas diferencias entre nosotros mismos y a los demás, a pesar de que tengamos y dispongamos de todas las riquezas y comodidades que podamos imaginar.

El mundo exterior nunca podrá ser perfecto, mientras no hayamos perfeccionado nuestro mundo interior. El camino de salida a nuestras miserias es también, a fin de cuentas, el camino de entrada a las fuentes de nuestras miserias. Así lo comprendemos sinceramente ahora más claramente, luego de observar y constatar que en Venezuela existe muchísima miseria humana, toda clase de gravísimos problemas socioeconómicos, que padece la población en general, no obstante estar los venezolanos bendecidos, bañados en borbotones de dólares producto de la grande e inimaginable riqueza petrolera que Dios les ha regalado. La sociedad venezolana a pesar de tanta riqueza, pareciera estar sumergida en la más espantosa crisis de decadencia social, política, económica, cultural, ética, moral y espiritual, muy a pesar de disponer de todas las posibilidades físicas y humanas, para resolver sus problemas como sociedad.

Es muy importante sin embargo luchar por el mejoramiento social; pero esa lucha será estéril si al mismo tiempo no nos educamos para eliminar de nuestra personalidad nuestros vicios, defectos e imperfecciones; para elevar nuestras consciencias; para saber darle uso a las cosas y bienes materiales que poseemos; para aprender a compartir entre todos esas riquezas de origen providencial, para conseguir no sólo administrarla sino también, multiplicarla produciendo todos juntos más riqueza material, pero también más desarrollo y evolución interna, espiritual, psíquica, mental, moral y ética.

Quienes logren esto, aunque tengan pocas cosas materiales serán ricos realmente; más quienes tengan muchos bienes y varios de los vicios e imperfecciones señalados, en realidad será muy difícil que logren conseguir la felicidad. Este pensamos que es el "verdadero paradigma", esa es la real utopía de la humanidad como colectivo y de Venezuela como nación, el cual deberíamos auspiciar en nuestras sociedades divididas y fragmentadas, para así lograr impedir el establecimiento del caos, la anarquía y la infelicidad colectiva, para poder conducirnos cada día con mayor definición hacia la cristalización y consecución de nuestras "utopías" como colectivo, como pueblo, y como país; más allá de la implementación de visiones ideológicas contrapuestas, de proyectos políticos mesiánicos, lo que se requiere es educar a los hombres y mujeres integralmente para que sean ciudadanos exitosos, auténticos seres humanos, elevados conscientemente desde sus viscerales instintos primitivos, que los hacen ser personas inferiores, a el elevadísimo estadio de ser personas poseedoras de un alto nivel evolutivo en todos los órdenes de la existencia y el conocimiento humano, en lo místico divino y en lo espiritual, como también en lo material humano; instruidos, educados, virtuosos, patriotas e ilustrados; pero también supremamente espirituales, místicos, morales, éticos, que estén armonizados con la naturaleza, con ellos mismos en su interior, con sus congéneres, con el Universo, con el Cosmos y finalmente con el absoluto, con Dios Todopoderoso.

Debemos en el futuro formar a los individuos-ciudadanos para que puedan ser más conscientes, más honestos, más amorosos, más piadosos, más humanos, más bondadosos, más solidarios, más unidos, más productivos, reflexivos, trabajadores, emprendedores. Para que puedan dejar de ser decadentes, y crueles, criminales, egoístas, ambiciosos, avaros, envidiosos, ególatras, individualistas, lujuriosos, y sobre todo, que sean más cumplidores de sus deberes y obligaciones colectivas solidarias e individuales, que puedan y logren ser más tolerantes, respetuosos del prójimo, de sus "hermanos". Más humildes de corazón, ser mansos de verdad...Y para eso hay que evolucionar demasiado en la escala evolutiva espiritual, es realmente toda una “utopía” por la cual luchar.

Esa si seria una verdadera revolución, en la que nos sumariamos sin dilaciones, ni pretextos ideológicos, esa es la revolución que proponemos a nuestro hermanos venezolanos, la de realizar un profundo cambio de paradigmas en la formación interna y espiritual de los ciudadanos para humanizarlo integralmente. Pero para implementarla se requiere de gran voluntad, de muchísima capacidad, pero también de ilimitada libertad, para accionar socialmente en la construcción de esos cambios profundos, esa revolución auténticamente liberadora e instauradora de nuevos valores espirituales, morales y éticos, colectivos, supondría derrumbar viejos temores, vicios decadentes enclaustrados en las mentes y en las interioridades de funcionamiento interesado del aparato gubernamental obsoleto, periclitado y decadente, del estado todopoderoso que nos oprime las consciencias con sus erradas, repulsivas y asfixiantes políticas alienadoras y usureras.

Implica también, luchar con gran dignidad, gallardía, valor inconmensurable e infinito, por derrotar las imposiciones y pretensiones ideológicas totalitarias de los líderes caudillistas y personalistas absolutamente demagógicos y populistas, que poseen una visión absolutamente primitiva de la realidad mundial. De allí que la única vía en la cual podríamos aplicar estos paradigmas sería en total y absoluta democracia, por eso rechazamos todo intento abusivo de parte de cualquiera que intente suprimirnos la capacidad de pensar y de actuar, de soñar, y de ser nosotros mismos.

Por eso nos rebelamos ahora y nos opondremos siempre a la pretensión absurda de tratar de imponer en Venezuela un sistema político social que defiende, propugna y ejecuta una visión totalmente equivocada de la realidad, una particular propuesta política hegemónica de la sociedad, un esquema social y económico de corte colectivista muy primitivo que propone el trueque y el comunitarismo como sistema de funcionamiento comercial, todo un dinosaurio históricamente fracasado en otras latitudes; un esquema de funcionamiento general de la sociedad muy populista, totalitario, militarista, que tratan de implementar a todo evento engañando al país, defendiendo a un sistema político que como el socialismo, ha fracasado estrepitosamente en todas partes del mundo en donde ha sido implementado como propuesta ambiciosa de solución y receta liberadora de los pueblos; para terminar convirtiendo a millones des seres humanos incautos, en esclavos de regimenes oportunistas y opresores de las libertades y derechos de los pueblos ignorantes, en víctimas de sus planes de dominación.

¡No!, definitivamente la revolución debe ser otra cosa. Debe ser de inspiración verdaderamente cristiana, sin disfrazarse de redentores, ni de Mesías revolucionarios, empuñando el crucifijo con la mano derecha, pero sosteniendo la hoz con la mano izquierda en la espalda, gobernado e impartiendo órdenes irrevocables y absolutas, sin permitir disidencia, sentado sobre una silla forrada con una finísima tela de seda roja, que en realidad es un gran “yunque de acero labrado a golpe de martillo ”, traída tal vez de Rusia por vía de Cuba, y que suele usar como un trono ¿que se le va a hacer?, suelen existir aún para nuestra desgracia, quienes se sienten y se creen, los redentores revolucionarios de sus países y de la humanidad.

jueves, noviembre 09, 2006

"ROSAS PARA CHAVEZ"

Señor Presidente Hugo Chávez, respetuosamente como ciudadanos del mundo, le demandamos simplemente esto:

Debata públicamente ante las cámaras de televisión en vivo, con el candidato de la oposición Manuel Rosales; hágase su fraternal adversario, no su enemigo irreconciliable, estréchele gallardamente la mano, extiéndasela delante de todo el país y el mundo, bríndele una sonrisa sincera ante las cámaras, perdónele compasiva y cristianamente lo que haya de ser perdonado, respételo como persona, como su conciudadano y su interlocutor; y fájese a debatir ideas, programas, propuestas, soluciones, no a librar batallas y guerras entre hermanos, es la fórmula para garantizar la democracia.

Le demandamos que a partir de hoy la única consigna que debe usar en su léxico, sea: “que los venezolanos todos sin excepción mediante la aplicación constante de la solidaridad, la unidad, la tolerancia y la convivencia pacífica, encontrarán el camino seguro para conquistar a perpetuidad la paz, lo demás se les dará por “añadidura”.

Presidente Chávez usted ha confesado ser cristiano, ha reconocido públicamente que su comandante es “Jesús el cristo, el hijo de Dios”, y le creemos. La Biblia nos dice: “Buscad primero el reino de Dios y lo demás se os dará por añadidura”. Encontremos en Venezuela todos los hispanoamericanos un motivo más para orar por la paz en el mundo. Hay que orar por nuestros hermanos venezolanos, quienes vivirán en los próximos días instantes cruciales en su historia, tan cargada de momentos trágicos y difíciles, pero tan meritorios para las causas más nobles de la humanidad.

Presidente, si usted lo hace, se ganará nuestro respeto más profundo como hombre público democrático, aunque no compartamos su particular visión política del mundo. Le diremos: “No estamos de acuerdo con su opinión pero moriríamos para que usted tenga el derecho a expresarla”. Usted ha pregonado la idea de que todos los suramericanos pertenecemos a una misma patria, entonces somos sus compatriotas y conciudadanos, jamás sus “enemigos”, por eso le exigimos y demandamos respetuosa y democráticamente, que cumpla con su palabra y respete a todos quienes somos sus compatriotas, y nos muestre su talante democrático, haciendo lo que se espera de un demócrata de verdad, debatir democráticamente con sus oponente legítimo sin desmerecer su condición personal, sin exponerlo al desprecio público, sin discriminarlo, ni ofender su dignidad como persona porque también tiene el mismo derecho suyo a aspirar a ser electo como Presidente; y usted debe no sólo reconocérselo, sino que garantizarle su ejercicio pleno debatiendo con él, permitiéndole la oportunidad de discutir sus ideas frente a sus electores, de cara al país; porque en el supuesto de que usted sea un mejor exponente argumentando sus ideas y defendiendo sus puntos de vista, lo peor que le puede ocurrir es que usted ratifique y mantenga el respaldo popular del que tanto se ufana.

Convénzanos a todos Señor Presidente, de que usted es un “águila” debatiendo y que sus ideas son mejores, que son posibles, viables, ejecutables; acepte el desafío de Manuel Rosales a debatir ya, sin pretextos, sin dilación, sin eludir el compromiso que tiene frente a sus nacionales, hágalo por la democracia, pero principalmente, por el amor que asegura tener para haber “hecho todo”; por respeto a su propia consciencia; por su vocación de servicio a los demás; por su ambición histórica de trascender y dejar una huella indeleble en su paso por la vida, y la de sus congéneres; y por la grandeza de espíritu que le imploran que demuestre con sacrificio verdadero por el prójimo, hágalo por todos sus compatriotas ante esta difícil hora que atraviesan gracias a sus ideas y ejecutorias, que usted quiere continuar implementando, pero sin debatir y sin consultarles nada, sino dándolo todo como sobreentendido y aceptado.

No se gane usted Presidente, más “enemigos gratuitos”, le llegó la hora de concertar, de conciliar, de concensuar, de acordar, de debatir. Seremos los primeros en escucharle atentamente todo lo que quiera expresarnos debatiendo con su adversario Manuel Rosales, hoy su legítimo adversario, mañana posiblemente “su Presidente”, tal vez por negarse usted a debatir, a lo mejor su futuro inmediato Señor Presidente Chávez, será dejar de ser presidente por no atreverse a debatir gallarda y dignamente como esperamos, con su adversario, cuando sus conciudadanos y las exigencias históricas electorales se lo exigían.

Recuerde Señor Presidente y no olvide nunca, que siempre es mejor combatir y luchar con dignidad y con honor, incluso cuando nos toca perder, también hay que asimilarlo, porque no todo debe mirarse desde el minúsculo cristal, de una sola visión. Asuma esta responsabilidad ante el mundo y ante su país, si ha de ser usted vencedor venza debatiendo, o pierda debatiendo, pero debata. Se lo exige también su condición de Estadista democrático, aspirante a seguir gobernando con el respeto de todos quienes lo elijan, pero incluso de quienes no compartimos su particular visión del mundo, porque no nos consideramos sus enemigos, sólo somos sus compatriotas.

Señor Presidente Hugo Chávez, finalmente, prepárese física, mental y espiritualmente para asumir con gran dignidad y decoro cualquier “decisión legítima” que tomé el soberano pueblo de Venezuela, éste próximo 3 de Diciembre. Cualquiera sea el resultado usted debería asumirlo con gran serenidad y absoluto acatamiento. Si el pueblo Venezolano libremente decide que usted es el ciudadano que debe gobernar a todos los Venezolanos, estos próximos seis años, pues no habrá fuerza humana capaz de impedir esa manifestación expresa de voluntad, y usted tendrá otra nueva oportunidad para continuar realizando su labor gubernamental, y cumplir su papel histórico en la Venezuela moderna que todos soñamos. Pero si el pueblo Venezolano decidiera lo contrario, y usted se empeñara en ir contra su voluntad, desconociendo mediante artificios o maniobras estratégicas un legítimo resultado electoral, pudiera ser catastrófico, no sólo para su ya aquilatada carrera política, la cual le reconocemos, sino para las instituciones democráticas del país, que resentirían seriamente un grave retroceso histórico. Desconocer la libérrima expresión de la voluntad del pueblo en cualquier sentido, constituiría una gravísima amenaza para la estabilidad de la nación, y para la paz de todos los venezolanos, lo cual no es deseable para nadie que crea en la democracia como sistema de gobierno más perfectible.

Lo deseable Señor Presidente, es que todos los venezolanos tengan garantizadas sus esperanzas de vivir todos como hermanos, siendo todos dignos compatriotas, conciudadanos y no enemigos. Por eso pensamos sinceramente que usted tiene la mayor dosis de responsabilidad por todo lo que está ocurriendo señor Presidente. Especialmente por este delicado clima de violencia y preguerra fraticida, que usted ha sembrado y fomentado irresponsablemente, en las almas de muchos venezolanos, que ahora se odian a muerte.

Un debate público y en vivo, entre usted y Manuel Rosales, transmitido en cadena nacional de radio y televisión, sería extraordinariamente útil para ayudar a clarificar y definir la enrarecida situación política tan compleja, que se está experimentando actualmente en el país, serviría además, para auspiciar bajar las naturales tensiones que existen en el seno de la sociedad venezolana. La responsabilidad mayor sin duda pesa sobre su conciencia Señor Presidente.

Pedimos a Dios Todopoderoso que lo ilumine, le de la sabiduría, la integridad, el valor, y la inteligencia indispensable, para decidir la mejor decisión que usted pueda y deba tomar, que no puede ser otra que dar el mayor y mejor ejemplo democrático a sus conciudadanos, debatiendo con su adversario electoral, para así garantizar la paz de toda la nación, y creando un verdadero clima de autentica tolerancia entre compatriotas que somos todos no unos cuantos. Como sus compatriotas jamás le desearemos mal; que pensemos que usted está equivocado no significa que no le respetemos como Presidente, y que no lo amemos como ser humano, a fin de cuentas usted y nosotros somos prójimos, somos hermanos y conciudadanos.

Debemos convivir con nuestras naturales y lógicas diferencias, hacer lo contrario es ir contra la humanidad y contra Dios, es terminar promoviendo una interminable y nociva anarquía, es fomentar el caos, el desorden, el bochinche, el enfrentamiento fraticida. Existe el derecho que ha creado el hombre para regular la vida en sociedad, y lo civilizado en democracia es debatir, dialogar, consensuar, acordar; también disputar, pero respetándonos y sobre todo, jugando “limpio”. De usted el ejemplo Señor Presidente y cúbrase de gloria debatiendo, la historia se lo reconocerá ganando o perdiendo. ¡Muchas Gracias Señor Presidente por leer estas demandas! Los ciudadanos del mundo le enviaríamos rosas de felicidad, si las acepta.

martes, noviembre 07, 2006

“REY DESNUDO Y REENCUENTRO NACIONAL”

Tenemos la impresión de que en virtud del alto índice de abstención que experimentó el pasado proceso electoral en Venezuela, para elegir los integrantes de La Asamblea Nacional, que se escenificó el pasado cuatro de diciembre del 2.005, el presidente y aspirante a la reelección Hugo Chávez, quedó desprovisto de argumentos políticos, que justifiquen su “presunto” mayoritario apoyo popular actual, el pretendido apoyo popular incondicional, tenemos la certeza de que no existe hoy; respaldo popular erosionado, pero del cual continúa ufanándose, mostrando ante el país y el mundo, toda clase de encuestas posiblemente manipuladas y pagadas por el régimen, que no cuadran, no encajan con lo que se percibe en la calle, esa popularidad artificialmente producida ya no existe hoy; en aquel entonces, la descomunal abstención electoral ascendió a más del 80%, eso lo dejó desnudo ante el país y el mundo.

Sigue sin embargo el régimen chavista asegurando en todos los escenarios posibles, que ganará ampliamente las elecciones presidenciales del tres de diciembre; que “Manuel Rosales no tiene la menor posibilidad de ganar” frente al tamaño gigantesco de respaldo popular que mantiene el líder del proceso revolucionario, que sinceramente hoy no creemos llegue a los niveles de los cuales se vanaglorian los personeros oficialistas. Aquí lo que hemos visto es a una maquinaria chavista dispendiosa, realizando cada vez mayor esfuerzo por montar actos portátiles, eventos políticos conformados de personas desganadamente transportadas en autobuses pagados por el gobierno, traídas y transportadas desde el interior del país, uniformadas con franelas rojas y gorras rojas, semejando a un ejercito miliciano mercenario, más parecidos a estudiantes uniformados que electores libres, que concurren cada vez menos a estos eventos en donde el caudillo suele hablarles maratónicos, y desgastados discursos repetitivos, que no parecen entusiasmarles como en otrora tiempos pasados. Da la impresión de que el régimen está deseoso de que se agote el tiempo regresivo y así negarle prorrogas a sus adversarios, que le respiran en el cogote.

Según algunos importantes dirigentes integrantes del comando de campaña de la Unidad Opositora Nacional: “El Rey” se quedo entonces desnudo”, y actualmente teme profundamente quedarse de nuevo “desnudo” el próximo 3 de diciembre cuando deberá someterse aterrado a un proceso electoral que le causa pesadillas; porque sabe que la abstención podría repetirse y deslegitimarlo definitivamente; igualmente teme participar en un proceso de elecciones limpias frente a un adversario de la oposición que aglutine el descontento que ha generado su gestión de gobierno, por eso maniobra para no facilitar unas condiciones mínimas de transparencia electoral que permitieran al país entero eyectarlo a voto limpio del poder que pretende ejercer hasta cuando le de la gana. El Rey sufre un terrible trauma como consecuencia de ese patético escenario fúnebre que presenciaron sus revolucionarios ojos ese fatídico domingo 4 de diciembre, ante el vacío evidente que le hizo el pueblo, ante la ausencia de votantes y colas en las solitarias mesas, cuando comprobó que ya su verbo no convocaba más, solo a un mermado grupo de 17 por ciento de votantes ya no tan duros sino muy frágiles y gelatinosos, y un porcentaje aproximado ente 5 y 7 por ciento conformado por empleados públicos e integrantes de la fuerza armada confesos partidarios del voto nulo, porque fueron obligados al ver a la rabiosa Iris Varela presa de la hidrofobia , vomitando y escupiendo ante las cámaras sus amenazas de despido justificado, mediante su odio gesticulado a los ya no tan incondicionales empleados públicos, que cada día se le vuelven más renuentes. ¿La otra cara de la moneda? más de 80 por ciento de votantes que le hicieron el más atronador gesto de desprecio jamás proferido al pretendido prócer en su delirio megalómano de grandeza, él debe sentirse ofendidísimo, su epopeya ha sido mancillada con la mancha del desinterés de sus conciudadanos, el mensaje le fue expresamente enviado, y lo recibió a la luz de su ira exteriorizada al rato contra sus colaboradores más serviles:¡Ya basta de trampas y de imposiciones a dedo!...le gritaron los venezolanos que se abstuvieron de votar desde lejos, pero muy cerca de su orgullo herido.

El pasado 3 de Diciembre Hugo Chávez llamó en cadena nacional de radio y televisión, por todos los medios habidos y por haber a votar; realizó toda una abusiva, ventajista y brutal campaña publicitaria en todos los medios de comunicación, llamando desesperado al pueblo venezolano a escoger entre el imperio norteamericano “desestabilizador” de su gobierno, y su régimen revolucionario junto a la oferta del socialismo del siglo 21; se valió de cualquier cantidad de argumentaciones absurdas para llamar a votar, denunció una eventual invasión, un presunto magnicidio, planes desestabilizadores, y clamó a los venezolanos su participación para derrotar el abstencionismo y así vencer el golpe mediático que quería propinarle la “terrible oligarquía traidora, terrorista y vende patria” que lo quiere sacar del poder. Pues resulta que ese pueblo a quien le rogó concurrir a votar masivamente para así defender su revolución y su régimen socialista, no salió a votar, no atendió el llamado desesperado del “caudillo ”, sino que prefirió expresar contundentemente su opinión absteniéndose, no votando, no participando en las elecciones para elegir los diputados a la Asamblea Nacional. El pueblo habló fuerte y claro, expresó su opinión inequívoca, en respuesta a los llamados en cadena de radio y televisión que se le hicieron. Chávez quedó en evidencia, se demostró que esa pretendida popularidad de la que tanto alardea ya no la tenía; y no sólo eso, igualmente quedaron indirectamente en duda, los presuntos seis millones de votos que obtuvo en el referéndum, (¿los obtuvo en realidad?), porque ahora no logró ni siquiera movilizar en favor de sus candidatos a diputados, un 15 por ciento del electorado nacional. Lo cual indica su dramática merma de respaldo popular; y de la pérdida de su poder de convocatoria, dejando toda una estela de “dudas” sobre su cuestionado triunfo en el revocatorio.

¿Pero que fue lo que ese pueblo que se abstuvo de votar expresó con su actitud irreverente y de desafío frente al líder del proceso, que fue lo que pidió entonces, y que es lo que desea hoy?- Expresó de forma categórica por una parte, que ya no confiaba en el parcializado Consejo Nacional Electoral ni en el Presidente Chávez, y que tampoco estaba de acuerdo con el sistema electoral que se había impuesto y establecido hábil y astutamente, de forma ilegítima, ilegal y por demás dudosa. Pero por otra parte, dijo ese pueblo abstencionista que no cree en el “arrogante” Presidente que los convocó a votar desesperado, pero es que no cree en él ni en lo que estuvo argumentando repetitivamente para llamar a votar. Es decir, ese pueblo no vio por ninguna parte pruebas y motivos verdaderos que demostraran que lo que el Presidente estuvo repitiendo insistentemente fuera cierto o importante como para votar, incluso hasta altas horas de la noche del sábado 3 de diciembre, a escasas horas de iniciarse el proceso electoral, en su atosigante cadena televisiva.

El pueblo respondió a esas argumentaciones desesperadas de Chávez no acudiendo a votar, le dijo que no cree en magnicidios, ni en presuntos planes de invasión del imperialismo, ni en golpes anunciados, pero lo más grave para Chávez, fue que el pueblo a la hora de defender su revolución y su oferta de socialismo del siglo 21, frente a la otra pretendida riesgosa y eventual opción imperialista de invadirnos y esclavizarnos mediante la imposición de un sistema liberal colonialista, ante el clamoroso llamado a votar, ante ese denunciado dilema, la gente escogió diferente a lo que el caudillo desencajado y desgañitado les pedía suplicante. ¿Será que la gente no entendió la premura o la gravedad de sus clamores? Estamos seguros que los entendieron, pero ya no le creen, pero es que tampoco le temen, y lo peor, ya no le obedecen ni acatan incondicional y ciegamente, ¿o habrá sido que ya no le consideran digno del cargo que ejerce?

Por eso deben reencontrarse todos los venezolanos demócratas de este país, integrantes de la sociedad civil, partidos políticos, ONG, organizaciones no gubernamentales, medios de comunicación de vocación probadamente democrática, organizaciones sociales, empresariales, comerciales, industriales, sindicales, estudiantiles, religiosas, deportivas, culturales, conformadas por dirigentes y líderes políticos y sociales, empresarios, comerciantes, industriales, sindicalistas trabajadores, campesinos, obreros, deportistas, educadores, periodistas, estudiantes, gremios profesionales, amas de casa, de distintas tendencias ideológicas, social cristianos, social demócratas y socialistas progresistas. De izquierda, de derecha, de centro izquierda o centro derecha, unirse todos dentro o fuera de sus agrupaciones políticas, sindicales y sociales, para lograr “un gran reencuentro nacional” para articular una efectiva “concertación” necesaria e indispensable salvadora de la democracia y de la patria, para combatir eficazmente contra un adversario común, amenazadoramente autocrático, totalitario, antidemocrático, demagógico, populista, tramposo, inescrupuloso, militarista, maniobrero y manipulador, que constituye una terrible amenaza para nuestro país y un serio riesgo de confiscación de nuestros derechos democráticos, por la sucesiva imposición de un sistema comunista totalitario disfrazado de democracia dizque participativa.

De allí que pueden y debe enfrentarlo decisivamente, y reinventar nuevas maneras de participación, empleando las viejas y nuevas agrupaciones políticas y sociales para reorganizar a la sociedad que está dispersa, confundida, atomizada, desmovilizada, que se ha hecho en apariencia débil e ineficaz frente al adversario sectario, habilidoso y astuto.

Deben desde la oposición, concertadamente, y anteponiendo el sagrado interés nacional, relanzar una nueva, atractiva, seductora, y unificadora propuesta electoral a todos los venezolanos, que pueda servir de sustento y plataforma organizativa para darle perfil y forma a un liderazgo colectivo altamente eficaz, que logre motivar, reagrupar, unificar, movilizar y reorganizar a la sociedad democrática en torno a un programa y un proyecto democrático auténtico alternativo al chavismo , en procura de lograr no sólo derrotar sus pretensiones hegemónicas, sino en procura de la recuperación de la necesaria independencia, y autonomía de las instituciones del estado, indispensable para evitar el derrumbe total de la nación, que están siendo torpe y perversamente orientadas, usadas caprichosamente, poniéndolas al servicio de un líder abusivo, en procura de la implantación de su proyecto político decadente y obsoleto, que se empeña en llevarlos hacia un camino equivocado de totalitarismo, intervencionismo exacerbado, personalismo, centralismo, militarismo, y toda una serie de peligrosas desviaciones del rumbo democrático que necesita el país entero, incluso a los fanatizados y delirantes seguidores del caudillo, que caminan ciegos hacia donde pretende llevarlos el “líder” del llamado proceso revolucionario, que ya comienza a evidenciarse como un vacío eslogan electoral por demás muy , engañoso e inconveniente para la democracia. Por eso los venezolanos en su gran mayoría aspiran un gran rencuentro nacional, que disipe tantos riesgos de enfrentamientos fraticidas injustificados, para impedir un peligroso cisma en la sociedad venezolana.