POR: FERNÁNDO OCHO ANTICH.
Parece mentira. Fidel Castro renunció esta semana a la Presidencia del Consejo de Estado y a su función de Comandante en Jefe. Durante casi año y medio mantuvo la ilusión de retornar al poder. Definitivamente, la grave enfermedad que padece lo impidió. Su larga convalecencia, también ayudó a transferir el poder sin mayores problemas a su hermano Raúl. De todas maneras, surgen grandes interrogantes en el destino de Cuba. Nada es claro. Las preguntas se multiplican. Las respuestas prudentes de los expertos muestran que el panorama político es por lo menos oscuro. Nadie se atreve a afirmar con precisión qué va a ocurrir.
Parece mentira. Fidel Castro renunció esta semana a la Presidencia del Consejo de Estado y a su función de Comandante en Jefe. Durante casi año y medio mantuvo la ilusión de retornar al poder. Definitivamente, la grave enfermedad que padece lo impidió. Su larga convalecencia, también ayudó a transferir el poder sin mayores problemas a su hermano Raúl. De todas maneras, surgen grandes interrogantes en el destino de Cuba. Nada es claro. Las preguntas se multiplican. Las respuestas prudentes de los expertos muestran que el panorama político es por lo menos oscuro. Nadie se atreve a afirmar con precisión qué va a ocurrir.
Los sectores democráticos aspiran a una inmediata apertura que permita el regreso de la libertad a la sacrificada isla. Los fidelistas, como Hugo Chávez, sueñan en la continuidad del régimen sin que nada cambie. Pienso, que ninguno de los dos sectores tiene la razón. Los cambios ocurrirán, pero con lentitud. El tiempo, ese mago de la historia, permitirá que los distintos sectores que comparten el poder en Cuba logren los acuerdos necesarios para realizar una transición pacífica hacia, no tengo la menor duda, una democracia representativa de economía de mercado. Es la única manera de salvar en cierta forma el poder y el estatus político construido durante casi cincuenta años.
Los ejemplos de transiciones políticas bien conducidas señalan la necesidad de impulsar importantes transformaciones para evitar la violencia. Así lo hizo Francisco Franco en España. Escogió desde joven a Juan Carlos de Borbón para garantizar la unidad de España a través de la monarquía, pero el franquismo entendió que era imposible preservar el régimen, después de la muerte del dictador, sin realizar una importante apertura. Adolfo Suárez tuvo la inteligencia de lograr enrumbar a España hacia una democracia representativa de economía de mercado, que no sólo logró que los españoles olvidaran la tragedia de la Guerra Civil, sino que permitió la firma del Pacto de La Moncloa y la alternabilidad republicana de gobiernos socialistas y conservadores.
Así también lo hizo el general Eleazar López Contreras. Es quizás un mejor ejemplo por lo parecido con el proceso político cubano. Ministro de la Defensa de Juan Vicente Gómez, esperó pacientemente su muerte para heredar en su totalidad el inmenso poder que significaba el régimen gomecista. En su primer gabinete designó a figuras comprometidas con la dictadura en espera a que los sectores democráticos tuviesen la fuerza suficiente para impulsar los cambios requeridos. El 14 de febrero, como era de esperarse, vino la reacción. El presidente López, reemplazó de inmediato a los ministros y gobernadores de estado de origen gomecista para designar figuras comprometidas con la democracia como Rómulo Gallegos y plantear en el Programa de Febrero importantes transformaciones políticas y económicas.
No soy un experto en asuntos cubanos. Por suerte escuché, en estos días, una interesante intervención de Américo Martín que me permitió tener una amplia visión de los futuros acontecimientos cubanos. Lo primero que aprendí es que Raúl Castro no es ningún segundón de Fidel. Ciertamente, que ha sido su leal colaborador, pero ha tenido puntos discordantes con él desde los tiempos de la Sierra Maestra. Es verdad que no tiene, por suerte, el carisma de su hermano, ni la capacidad de maniobra y flexibilidad que siempre dio muestras Fidel Castro, pero ha logrado capitalizar un inmenso poder en Cuba a través del absoluto control que tiene sobre las Fuerzas Armadas Revolucionarias. El mismo caso de Eleazar López Contreras. Sin duda, la diferencia es la persona.
Otro aspecto que me impresionó de la bien documentada exposición de Américo Martín fue su certeza de que Raúl Castro impulsará cambios importantes en los próximos meses. Está convencido que negociará con Estados Unidos una suspensión del bloqueo, como único camino para evitar un estallido de violencia en Cuba. Esa apertura significará un alejamiento de los principios socialistas a objeto de lograr un mejoramiento del nivel de vida del pueblo cubano. Es verdad, que tendrá resistencia en los sectores más radicales del fidelismo, pero su control sobre las Fuerzas Armadas le permitirá ir purgándolos progresivamente. También mantuvo que Raúl Castro se alejará de Hugo Chávez para lograr el acercamiento con Estados Unidos. Ojalá el liderazgo norteamericano sea capaz de entender el complejo proceso cubano y no cometa equivocaciones.
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5 comentarios:
Fidel Castro se retira, todo sigue igual en Cuba
Por: Larry Nieves
Se retira el dictador vitalicio cubano, Fidel Castro, "informa" el Partido Comunista. Dos cosas vienen rápidamente a la mente, mientras se esperan más acontencimientos en la isla de Cuba:
El "retiro" de Castro es una admisión de que el viejo está más muerto que vivo. Pero eso es algo que ya todos sabíamos, ¿no?
Las cosas no van a cambiar substancialmente en Cuba en el corto plazo. El hermano de Fidel, Raúl Castro ha estado en el poder ya más de un año ejerciendo labores dictatoriales y es poco lo que ha podido mostrar en términos de "transición" o "reforma".
Si uno se convence de las dos cosas anteriormente dichas, da risa entonces leer los titulares de la prensa. Algunos ejemplos:
Terra: Disidentes ven en renuncia de Fidel Castro posibilidad de comienzo de cambios.
El Universal (Venezuela): Copei: Renuncia de Castro debe facilitar transición hacia la democracia.
El Tiempo (Colombia): Sorpresivo anuncio de renuncia de Castro divide a comunidad internacional.
Podría seguir buscando, pero usted ya se hace la idea. El hecho no es sorpresivo, ni es oportunidad de nada. Si los cubanos no se ha rebelado en 50 años, ¿qué les hace pensar que lo van a hacer ahora? O, visto desde otra perspectiva, ¿si la dictadura cubana no se ha reformado en 50 años, qué les hace pensar que lo va a hacer ahora?
Ah, bueno, quién sabe. La verdad es que nadie sabe. Probablemente lo que los cubanos estaban esperando era que Fidel pasara a mejor vida para empezar a resolver sus problemas y a poner las cosas en su lugar. Lo dudo.
¿Cómo va a afectar el retiro de Castro a Venezuela? Creo que el status quo de las relaciones bilaterales se mantendrá, mientras Raul mantenga dominio de la situación.
De todo esto, lo que los venezolanos tal vez podamos sacar es una pequeña lección: mientras no se cambie el sistema estatista por un capitalismo liberal, quien gobierne es de poca importancia. Eso debe ir quedando abundantemente claro a medida que Raúl Castro substituye a su hermano y las cosas no cambian fundamentalmente. Ya van más de 18 meses que Fidel no gobierna y el socialismo cubano sigue vivo.
Como un cáncer.
Gustavo Linares Benzo // El tirano
La clave para entender a quien acaba de renunciar es que jamás permitió que otros lo sucedieran
Lo esencial de Fidel Castro es que nunca dejó el poder. Que nadie se engañe con romances, complicidades o la buena prensa de la revolución cubana: la clave para entender a quien acaba de renunciar es que jamás permitió que otros lo sucedieran, concentró el poder de manera increíble aún para los estándares latinoamericanos (habría que buscar parámetros asiáticos) y jamás, jamás, compitió en unas elecciones libres (nunca tuvo el valor que hay que reconocerle a Chávez). Que fuera de izquierda o de derecha es secundario.
Castro es parte así del catálogo latinoamericano de tiranos, donde se encuentran Juan Vicente Gómez, Chapita Batista y Augusto Pinochet, sólo que los supera por varias décadas a todos. Hay que compararlo con engendros como Stalin y Marx, y reconocer también que no fue un asesino como ellos. Pero jamás eliminó la pena de muerte en Cuba y la usó selectivamente en algunos casos, con el general Ochoa cuando más sonaba como alternativa.
Castro llega al poder en Cuba en enero de 1959, un año después del comienzo de nuestra democracia. La historia de los dos pueblos no podría ser más distinta. Para usar una medida objetiva, durante cincuenta años los venezolanos hemos podido abandonar el país cuando hemos querido, "votando con los pies" como se dice; en cambio, Fidel se irá a la tumba con el baldón de haber tenido que cerrar las fronteras para garantizarse los conejillos de indias de su experimento socialista, pues de lo contrario se hubiera quedado sólo con el Che. Incluso hoy en día, en las charlitas públicas que es a lo que más ha llegado su hermanito Raúl, muchos se quejan de lo difícil que es salir de Cuba.
Y las condiciones de vida cubanas las estamos sintiendo en carne propia. En este lugar se escribió la misma semana que el Presidente comenzó a hablar del socialismo del siglo XXI que vendría en Venezuela la manifestación socialista fundamental: las colas. Y aquí están. El barril de petróleo a cien dólares y el pote de leche a ningún precio: el milagro socialista producido por el Gobierno más inepto de la historia, lo que han sufrido los cubanos y mucho peor.
Mientras que en cincuenta años Cuba tuvo a Fidel y ninguna elección, nosotros tuvimos siete presidentes y once elecciones libres. Ahora que Fidel se va, ya no hay que ser de derecha para reconocer que fue el gran tirano de América.
glinares@cjlegal.net
Oswaldo Páez-Pumar // A Fidel
Con todo mi corazón
te deseo otros cincuenta
para que vivas la afrenta
que fue tu revolución.
Estamos desesperados
con tu discurso por dieta;
el cinturón que se aprieta
mientras que vives holgado.
Pero entregado el poder
Fidel vas a conocer
el humillante atropello
que sufrimos los cubanos;
y quiero Fidel, hermano,
que comas también de aquello.
Instalan el parlamento cubano para elegir al sucesor de Fidel Castro
La Habana.- El Parlamento cubano comenzó hoy en La Habana a las 10.00 locales (15.00 GMT) la sesión en la que nombrará al sucesor del líder revolucionario Fidel Castro, que deja la presidencia tras 49 años y 55 días en el poder.
Los 614 diputados, casi todos militantes o simpatizantes del Partido Comunista, votarán en las próximas horas por una lista única de candidatos al Consejo de Estado, cuyo presidente es la máxima autoridad del país, detalló Efe.
La lista se ha mantenido en reserva hasta ahora, pero numerosos cubanos, analistas y diplomáticos creen que la encabeza el general Raúl Castro, de 76 años, presidente interino desde hace 19 meses por una enfermedad que postró a su hermano Fidel, de 81.
El presidente argelino, Abdelaziz Buteflika, también cree que la obra de Fidel será continuada por Raúl, y así lo dice en una carta que envió al general, cuya difusión hoy en medios oficiales cubanos es la primera señal abierta sobre su esperado nombramiento como jefe de Estado y de Gobierno.
"Se que le dará continuidad a la obra de Fidel con un compromiso y una fuerza inagotables", escribió Buteflika a Raúl, de quien muchos en Cuba esperan reformas económicas que alivien la agónica escasez de alimentos, vivienda, transporte y otros artículos y servicios esenciales.
Raúl Castro, que asiste a la sesión con traje de calle y corbata, ha mencionado en los últimos meses la necesidad de hacer reformas estructurales, aunque sin abandonar el régimen socialista, y ha criticado el "exceso de prohibiciones" que hay en la isla.
Además del presidente, hoy serán elegidos para los próximos cinco años un primer vicepresidente, cinco vicepresidentes más, un secretario y otros 23 miembros del Consejo de Estado.
La instalación de la séptima legislatura de la Asamblea empezó en el Palacio de Convenciones, dirigida por la presidenta de la Comisión Electoral, María Esther Reus, mientras en el resto de la ciudad se mantenía la tranquilidad de los últimos días.
Se anunció oficialmente que los canales de televisión cubanos, todos estatales, transmitirán en directo la clausura de la sesión a las 14.30 (19.30 GMT).
La actividad en las calles de La Habana a primera hora de esta mañana soleada y calurosa es la misma de cualquier domingo, salvo en torno al Palacio de Convenciones, observaron corresponsales de Efe.
Fidel Castro no quiere ser presidente, ni comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, pero no ha revelado qué hará con otro de sus cargos, el de primer secretario del Partido Comunista.
Dirigentes de la disidencia explicaron a Efe que por ello tienen dudas y reservas sobre si efectivamente deja el poder.
Hijo del inmigrante gallego Ángel Castro, segundo de Fidel en todos los frentes políticos, militares e institucionales, Raúl es ahora primer vicepresidente de los consejos de Estado y de Ministros, segundo secretario del partido y ministro de las Fuerzas Armadas, además de único cubano con rango de general de Ejército.
"Puede contar con el apoyo y la amistad de Argelia, que sabe valorar las responsabilidades que ahora asumirá", le promete Buteflika en su reveladora carta, y asegura que "ha conmocionado al mundo" el anuncio de que Fidel no desea ser reelegido.
"Es comprensible la aspiración de este gran hombre a un descanso bien merecido, lugo de una larga vida de combates, luchas y militancia", añade Buteflika.
"Pero es difícil aceptar -continúa- su desaparición de la escena política cubana e internacional que ha marcado profundamente con su gran personalidad, su verbo poderoso y la lucidez de su visión que nunca ha fallado".
Antes de nombrar el Consejo de Estado, la Asamblea Nacional del Poder Popular elegirá a su propia directiva para esta legislatura de cinco años.
De acuerdo con la Comisión Electoral, 481 diputados (78 por ciento) tienen grado universitario, 265 (43%) son mujeres, y 374 (61%) nacieron después del triunfo de la revolución que derrocó al dictador Fulgencio Batista el 1 de enero de 1959.
Hay 395 legisladores blancos, 118 negros y 101 mestizos, según la misma fuente
El Parlamento cubano se apresta a nombrar al sucesor de Fidel
La reunión histórica elegirá al nuevo jefe de Estado, el primer relevo del poder desde 1959
El Parlamento elige al sucesor de Fidel, en el primer relevo del poder desde 1959- EFE
El Parlamento cubano se apresta a escoger esta tarde al sucesor de Fidel Castro, en el primer relevo en el poder en Cuba desde 1959, cuando el líder, ahora octogenario, derrocó al dictador Fulgencio Batista. Todas las miradas se dirigen hacia su hermano Raúl como su sucesor en la jefatura del Estado, sin embargo, Fidel seguirá siendo la primera figura dentro del Partido Comunista.
Raúl Castro controlará los cambios en el sistema
La nueva etapa de Cuba afronta el reto del relevo generacional
El cambio en Cuba vendrá con la economía
¿Todo indica que Raúl, que gobierna interinamente desde que su hermano enfermó hace 19 meses, será nominado y elegido el domingo como nuevo jefe de Estado por la Asamblea Nacional, o Parlamento, en una sesión que comenzará a las 10.00 de la mañana, las 4.00 de la tarde, hora española.
El general de 76 años se ha afirmado en el poder y prometido mejoras en el deteriorado nivel de vida de los cubanos. La renuncia esta semana de Fidel lo colocó frente al sillón presidencial. Raúl dejó claro que no renegará del sistema socialista que levantó junto a su hermano a 145 kilómetros de Estados Unidos, el enemigo que pidió esta semana "apertura democrática" en la isla.
Más silencioso y metódico que su hermano, Raúl siempre ha sido la sombra de Fidel en el poder. En los 19 meses que lleva al frente del Gobierno provisional, después de que una enfermedad intestinal obligara a Castro a alejarse de la presidencia, sus apariciones públicas han sido contadas.
Nadie espera sorpresas. Fidel escogió a Raúl ya como su sucesor tras el triunfo rebelde sobre el dictador Batista y ha sido segundo al mando en todos los frentes políticos e institucionales. Fidel Castro, de 81 años, continuará jugando un decisivo rol como jefe del gobernante Partido Comunista, el único legal en la isla. Conservará además el aura de última leyenda viviente de la izquierda mundial.
Cambios en el Consejo de Estado
Muchos también estarán pendientes de cambios en la anatomía del Consejo de Estado de 31 miembros que será elegido el domingo por el Parlamento a partir de una lista única.
Raúl podría, por ejemplo, dejarle su actual cargo de primer vicepresidente -o número dos- a Carlos Lage, un médico de 56 años considerado el cerebro de la tibia apertura económica de la década de 1990 y que ha operado como primer ministro de facto desde la enfermedad de Fidel.
El canciller Felipe Pérez Roque, de 42 años, podría, por su parte, subir un peldaño y ocupar el puesto que Lage deje vacante como uno de los cinco vicepresidentes de menor rango.
La composición del ejecutivo será más relevante con Raúl que con Fidel, quien dictaba tanto la política exterior como decidía sobre la potencia de las bombillas en la casas de los cubanos.
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