domingo, noviembre 30, 2008

"La conquista de Petare" (¿"La fórmula Petare Ocariz para ganarle a Chávez"?)

POR:OSCAR MEDINA /EXPEDIENTE.

En su segundo intento y con demasiadas fuerzas en contra, Carlos Ocariz consiguió ganar la Alcaldía de Sucre. Y la maltrecha parroquia fue fundamental: 72% del municipio son barrios.
Aquí en Petare, donde matan a un promedio de dos personas diarias, el presidente Chávez cree que no pudo ganar porque esto está lleno de "ricos pudientes y racistas"

Esa noche un conocido personaje del oficialismo llegaba cabizbajo a un canal de televisión privado. Allí y sin cámaras encendidas, cuenta la historia de pasillo, soltó aquello: "Perdimos por culpa de Petare". Se refería a otra contienda, a la derrota que en diciembre pasado le puso freno a la reforma constitucional propuesta por el presidente Hugo Chávez. Esa debió haber sido una señal.

La populosa y maltrecha parroquia nuevamente aporta su cuota decisiva para frustrar el avance del chavismo. Los votos que le dieron la Alcaldía del municipio Sucre a Carlos Ocariz y especialmente los que cosechó en Petare fueron determinantes para dejar en el camino las aspiraciones de tres rojos emblemáticos: Jesse Chacón, Diosdado Cabello y Aristóbulo Istúriz.
Allí en Petare, donde dice el Presidente que hay campos de golf y ostentosas piscinas, Ocariz obtuvo 103.402 votos y Chacón 80.871, con una abstención de 39,18% y 3.520 votos nulos. Y para entender el peso de la parroquia hay que ver los totales del municipio: Ocariz ganó con 146.226 votos y Jesse logró 115.356. Petare representa más de 70% del padrón electoral del municipio Sucre y aportó 102.361 de los 583.795 votos que obtuvo Henrique Capriles para arrebatarle la Gobernación de Miranda a Diosdado Cabello.

Desde las 10 de la mañana del domingo pasado el candidato de la coalición opositora y miembro fundador de Primero Justicia sabía que la fortuna empezaba a sonreírle en su segundo intento por alcanzar la Alcaldía de Sucre: "Las encuestas reflejaban una tendencia favorable", asegura.

Alrededor de las 2 de la tarde, en la sala situacional montada en el preescolar Lapicito, en Petare, el coordinador de movilización de Barrio Unión, José Palacios, colgaba uno de sus celulares y anunciaba a los presentes que 13 mil familias del municipio ya habían reconfirmado su voto para Ocariz. El optimismo empezó a desbordar: "Ahora Carlos tiene que ganar por paliza", se entusiasmó Alfonso Morales, coordinador de Podemos: "Como diez veces vino Chávez para acá. ¿Qué significa eso? Que está desesperado. Es que el carómetro lo dice". La línea de los asesores, sin embargo, aconsejaba prudencia: la movilización de votantes debía seguir según lo planeado.


Fue en la noche cuando Palacios, quien tenía a su cargo las labores en 13 centros de votación, tuvo mayor certeza del triunfo: "Estaba bajando a la escuela Alberto Ravell cuando me llamaron. A las 7 ya sabíamos que ganábamos".

Pero hubo un momento en que la duda y la incertidumbre abrieron boquetes más allá, en la gran sala situacional montada en la hacienda El Arroyo: "Fue cuando Tibisay Lucena anunció a los ganadores y no dio los resultados de Sucre", cuenta Ocariz: "Teníamos las actas y la diferencia nos favorecía por 12 puntos.

No era un resultado cerrado. Imagínate eso en medio de tanta presión, sin haber dormido... hasta que a la 1:50 de la madrugada la Junta Electoral Municipal emitió el boletín, que confirmaba los 12 puntos".

Poco a poco. Lejos está Carlos Ocariz de ser un recién llegado a Petare. Guste o no guste, lo cierto es que desde sus días de estudiante universitario en los años 90 (se graduó de ingeniero civil en 1995) se vinculó al trabajo en los barrios de la parroquia y luego entró al equipo de la Gobernación de Miranda, creó la Fundación de Desarrollo Social del Estado Miranda y aportó al proyecto de Ley de Participación Ciudadana. Tenía 24 años.

"Antes de que Chávez hablara de eso, usábamos una metodología de transferir recursos a las comunidades", explica: "La gente planteaba sus prioridades y en función de eso se establecían presupuestos participativos. La comunidad escogía a las autoridades de una asociación civil responsable y esas personas recibían un entrenamiento. Así logramos hacer miles de obras".

En el año 2000, Ocariz fue electo diputado por Sucre y durante su paso por la Asamblea Nacional promovió las leyes de Barrios, de Desarme y de la Tercera Edad. El escalón lógico era intentar llegar a la Alcaldía: "Esas elecciones de 2004 fueron muy duras. Ya buena parte de la gente había asumido no votar y la oposición estaba dividida. Hacer campaña era una tragedia. Pero perdí apenas por 2% de los votos. Te consuelas diciendo que aunque perdiendo ganaste, pero eso te dura cuatro días. Después tienes que reactivar a tu equipo y volver a darle esperanzas".
Con el triunfo de José Vicente Rangel Ávalos en Sucre entraron también 12 concejales chavistas (de un total de 13) y posteriormente, con el retiro de los aspirantes opositores a la Asamblea Nacional, no quedó espacio para nadie más.

"Seguimos trabajando", recuerda Ocariz: "Todos los fines de semana organizábamos actividades en las comunidades, entregábamos juguetes, ayudábamos con lo que podíamos a los afectados por las lluvias, a los más pobres, y poco a poco armé esa red social y política que actuó el domingo. Eso lo hicimos con las uñas. El chavismo tenía todo, las juntas parroquiales, la Alcaldía, el Legislativo, la Gobernación. Y construimos ese tejido con base en una expectativa, la de que las cosas podían cambiar". Parecía que sí.

La elección presidencial de 2006 activó la red de Ocariz en apoyo a la candidatura de Manuel Rosales. Y tan mal no fue: "Rosales perdió en Sucre por cerca de 6 puntos".

Hasta que llegó el momento de lo que él llama "la elección que disparó la esperanza", el referendo por la reforma constitucional: "En Sucre lo ganamos con 23 puntos de ventaja. Por un lado, el liderazgo del chavismo estaba confiado. Y por el otro, la verdad es que nos movimos bien. Eso disparó los ánimos y desde diciembre empezamos a organizar mi candidatura".


El engranaje.

Para llegar a la Alcaldía tuvo que pelear no sólo contra el oficialismo y su maquinaria. En el propio bando opositor encontró adversarios: cinco precandidatos con aspiraciones, entre ellos Oscar Pérez y William Ojeda, quizás el más difícil de convencer. Dos tandas de cuatro encuestas hicieron falta para que, finalmente, el 20 de julio el militante de Un Nuevo Tiempo declinara a favor de Ocariz y se consolidara una propuesta unitaria. "Ahí comenzó otra etapa: tú contra el Estado", describe el panorama Ocariz: "Chávez vino 9 veces a Petare, eso es más de lo que ha venido en los últimos cuatro años. Y mientras ellos entregaban lavadoras yo repartía volantes".

Lo primero que quedó claro fue que la cosa era contra Chacón, no contra Chávez: "Hicimos un esfuerzo por focalizar la campaña en Sucre, no en lo nacional". Y el otro gran empeño clave fue "cosechar" lo que Ocariz define como "un sentimiento popular por el cambio que proponemos".

En otras palabras, había que mover a la gente: "Cinco meses antes de las elecciones trabajamos el concepto de familia movilizadora, de familias completas que estuvieran con el cambio. Pasamos todos los días metidos en los barrios captando a esas personas, yo mismo lo hacía y el equipo de todos los partidos. Abrimos un call center y cada martes se recibían las listas para comprobarlas llamando a esos contactos. Así captamos 25 mil familias en las zonas populares".

Si en las urbanizaciones la metodología efectiva fueron las asambleas, en los barrios lo que hace la diferencia es el casa por casa y las caminatas encabezadas por el candidato: "Creo que le di la vuelta a Petare al menos seis veces". A Ocariz lo vieron a toda hora: a las 6 de la mañana repartía café y volantes en las paradas de metro y de autobuses, a las 10 comenzaba a caminar cerro arriba y en la noche le tocaban las asambleas.

A donde fuera el reclamo mayor era el mismo: la inseguridad.

"Era una estrategia con metas supervisadas y manejo de estadística y focus groups", explica. Pero también con un pequeño ejército en actividad plena el día de la cita electoral: 3.500 testigos, 2.400 movilizadores, 250 personas atendiendo el call center, otras 120 llamando a la gente a salir a votar, 120 más tocando puertas donde hicieran falta más votos, unos 80 voluntarios -la mayoría estudiantes- en la sala situacional de El Arroyo, 450 motorizados y 120 carros trasladando a los votantes contactados. "Logramos llegar al proceso con testigos en todas las mesas, con gente formada y motivada para defender los votos".

Linda Villasmil estuvo trabajando ese día en la zona de Maca, donde contaban ya con 3.200 familias movilizadoras y tenían al menos 16 motos y algunos jeeps. Cada persona trasladada recibía su chuleta y explicaciones sobre cómo votar. Villasmil reconoce que era díficil ganar en Maca: "Aquí siempre han sido muy chavistas, y tenían como 10 vehículos, los carros de la Alcaldía y la Gobernación, y hasta a Polimiranda llevando gente con camisas rojas. Y adentro, ellos acompañaban a su gente a las máquinas. Eso era pelea y pelea. Y después no querían dejar cerrar los centros".

4.200 fueron los votantes que llevó el equipo de Palacios a trece centros. La meta final, revela, era conseguir entre 60 y 70 mil votos en los barrios (72% del municipio) y de 80 a 90 mil en las urbanizaciones. Dice que llegaron cerca.

De acuerdo al CNE, Ocariz sólo ganó en 43 de los 118 centros de votación de la parroquia. Pero eso le bastó para superar a Chacón. Será una mera curiosidad, pero también ganó en todos los centros con nombres de santos en Petare. Ante el reto que plantea poner orden en la mayor y más peligrosa barriada del país a más de uno deberá encomendarse. Mientras más, mejor.

"¡Vinieron por ti!" . ("...nadie está predestinado ni a la gloria ni a la tumba de forma prematura...")

POR:CARLOS BLANCO /TIEMPO DE PALABRA.

"Chávez quiere vengarse de los que votaron contra él y busca a los que purgarán esa culpa"

¡Vinieron por ti!

El Presidente está en la etapa mórbida de la negación. Quiere tapar el sol con un dedo, y tapar el dedo con otro dedo, y tapar el último dedo con una reunión del ALBA. El país vive el momento en que el Supremo Comandante de los Ejércitos Bolivarianos levita de la amargura y no puede entender lo que acontece. Es el momento en que dice "no es verdad", "no me mientan", "es imposible". Cuando alguien de su entorno intenta susurrarle, "Comandante, es cierto; sí, perdimos aquí y allá", el hombre zapatea y entra en el vértigo de la rabia que suplanta al desánimo, sólo para anticipar de nuevo el tormento. Claro que se calmará; entenderá que hubo pérdidas asombrosas e inesperadas; comprenderá, como le sucede a los omnipotentes, que la eternidad es un santiamén. Le toca discernir que cansa; que la magia se diluyó; que sus anécdotas repetitivas no arrancan ni una sonrisa; que se le tolera como a los enajenados; que se ha convertido en un descomunal fastidio que gravita como una nube tóxica sobre sus compatriotas. Mientras tanto, arrebata y quiere vengarse de los que votaron contra él; como no los puede castigar, busca a los que purgarán esa culpa: los medios de comunicación y los que han sido elegidos fuera de su corral.
EL PLEBISCITO. Quiso convertir las elecciones en un plebiscito. En la mayoría de los estados a los cuales dedicó su mayor furia, su grosería y sus amenazas, obtuvo una respuesta negativa y la oposición ganó. Cuando colocó el dilema entre el opositor y él, como presión para obligar a las definiciones, lo logró pero, en sentido contrario. Si había que escoger entre un opositor y Chávez, la mayoría se inclinó por el opositor. De esta forma se diluyó el nombre del candidato democrático para convertirse en "el otro", el que podía derrotar al Presidente.

En algunos lugares no se logró el candidato único, entre otras cosas porque no se aplicaron métodos democráticos para obtenerlo; las elecciones primarias pudieran haber sido un instrumento que dejara menos heridos en el camino, aunque tampoco, por sí mismas, garantizaban victoria alguna como lo demuestra Aragua. En los sitios en los cuales los resultados aparecen estrechos, queda la duda, como en Barinas, sobre la posibilidad de manejos fraudulentos contra la disidencia democrática.

Ahora se observa al Pitágoras barinés en unas lamentables reflexiones sociológicas que, más bien, parecen sociopáticas. Ha intentado demostrar con fantasías numerológicas que los ricos y blancos le dieron la victoria a los opositores, como si esos "ricos" y "blancos" no hubiesen elegido en el pasado a Aristóbulo, a Rangel Ávalos, a Diosdado y otros oficialistas que han gobernado. De ser como dice este Pitágoras, se demostraría que bajo el gobierno de los rojos sólo los blancos con plata habrían proliferado; se comprobaría que bajo el sol bolivariano se habría incrementado el racismo. Argumentos idiotas que sólo puede proferir, con el desparpajo de los compulsivos, quien no respeta ni su palabra ni los oídos que las reciben.

Sin embargo, Chávez tiene un punto que no es poca cosa. El gobierno ganó la mayoría de las alcaldías y aumentó su presencia con respecto al período precedente. Es posible que una de las causas haya sido la división en las filas opositoras; pero hay algo más. Los partidos a los que correspondía la movilización y el activismo de base, están muy mal. Esto no es para contentar a nadie, sino un hecho. No es cierto que los partidos estén ahora fuertes y recuperados. Confundir la votación obtenida con una fortaleza política no ayuda sino que distorsiona las situaciones y las necesidades planteadas hacia adelante. Los ciudadanos votaron por los partidos como instrumento para derrotar al chavismo; pero, en la base, en los municipios, los resultados son magros.
El papel de las organizaciones partidistas en los municipios es muy relevante. Allí están los activistas de base y allí se revela una importante debilidad que constituye un desafío intelectual, político y organizativo.

LOS VENCEDORES. Hay de distinto tipo y trayectoria. Uno de los más interesantes es Antonio Ledezma. Este dirigente ha demostrado que es un fajador a quien nadie le apostaba un cobre hace unos meses. No era posible, se decía, que un discípulo de Carlos Andrés Pérez, un "adeco", un "abstencionista", pudiera ganar en Caracas. Sin embargo, se mantuvo en la pelea; impulsó la abstención cuando creyó en ésta; la participación electoral cuando le pareció conveniente. Poco a poco se ganó el respeto de muchos y cuando el régimen inhabilitó a Leopoldo López, a pesar de las maniobras de opositores que piensan enano, nadie estaba mejor colocado que él para la Alcaldía Mayor.

Este caso, como otros, demuestra que nadie está predestinado ni a la gloria ni a la tumba en forma prematura. Todo depende de las políticas que se representen, de la perseverancia y el coraje, sobre todo en un tiempo en que las personalidades cuentan mucho más de lo normal dada la debilidad de los partidos. El de Ledezma es un caso interesante porque muchos poderosos se le sacudieron y su campaña fue hecha con las uñas. La inmensa ventaja es que llegó sin hipotecas y su tarea es no adquirirlas ahora.

El SÁNDWICH. Los opositores victoriosos han dicho que quieren trabajar conjuntamente con el gobierno nacional. El crimen, por ejemplo, no puede ser combatido en una circunscripción electoral sin el concurso de los niveles de arriba. Chávez, en estos días de furia, se ha radicalizado, especialmente contra los medios a los cuales atribuye la victoria opositora; además ha procedido a despojar de atribuciones, bienes y recursos a gobernaciones y alcaldías, especialmente la Alcaldía Metropolitana. Si sigue así, refractario a sus obligaciones, la estrategia oficial será la del sándwich: comprimir por "arriba" y por "abajo" a las nuevas autoridades. Por "arriba", al negarles recursos del poder nacional, al hostigarlos, al negarles la sal y el agua; por "abajo", desde las alcaldías y municipios controlados por el gobierno, para exacerbar las demandas contra los mandatarios regionales, que se verán imposibilitados de cumplirlas y así -piensan- los liquidarían fácilmente. Es una estrategia peligrosa porque si bien puede hacer fracasar la gestión de los nuevos gobernantes, puede también desatar furias contra el régimen que la promueve; el rechazo a Chávez, ya creciente, puede incrementarse. En estas circunstancias, el intento de enmienda para satisfacer su obsesión de eternidad, puede deshacerse más rápido.

PELIGRO. La reacción del régimen es descontrolada. Así como no aceptó la derrota en la reforma constitucional y ha tratado de imponerla, puede intentar desconocer la voluntad electoral del 23-N. Si así lo hace, el conflicto político escalará a niveles asombrosos y peores.


sábado, noviembre 29, 2008

"Venezuela cambió; Chávez no" ("...la reforma reeleccionista va...y será pronto...")

POR:ADOLFO GALGUEIRO.

La reforma reeleccionista va, y será pronto antes que se acabe el encanto del brujo Merlín.

Para poder afirmar quién ganó el domingo pasado es necesario primero definir los criterios que permitirían cantar la victoria que gobierno y oposición se adjudican.
En el lado opositor hay algunas (no demasiadas) razones para decir que el balance fue positivo. Haber preservado lo que se tenía agregando nuevos y emblemáticos espacios es un avance significativo. Sin embargo no debemos olvidar que se perdieron la mitad de las alcaldías que estaban en manos no chavistas. Ello debe ser motivo de reflexión como también debe serlo la miopía y egoísmo con que muchos actores de la oposición se comportaron durante el proceso lo cual costó el triunfo en Barinas, Bolívar y estuvo a punto de cobrarse también a Carabobo. Chacao y El Hatillo fueron muestra para la vergüenza. ¡Sigan así de “patrióticos” y desde ya les ofrecemos apuesta por los resultados de la elección presidencial del 2012! ¡Fuerte contra locha!

Visto está que en un escenario polarizado, con bastante participación, Chávez logró remontar las profundidades en las que estaba sumido. No tiene ningún escrúpulo para hacer campaña , además tiene carisma y el Tesoro público detrás.

El oficialismo acumula más votos que la oposición aun cuando muy lejos de los diez millones que antaño nos iban a “meter por el buche”. La oposición apenas logró incrementar en la rata de crecimiento vegetativo del REP, no es para bailar de alegría.

Ledezma y Capriles, inteligentemente, hablaron de paz, convivencia y cooperación. Así debe ser pero habrá que ver cómo se las arreglarán para gobernar con un Ejecutivo abusivo poco dispuesto a ayudarlos y próximamente sin mucho real. La inseguridad y la lista roja de los muertos de cada fin de semana ya no serán culpa de Barreto, Bernal o Diosdado sino de Ledezma, Rodríguez y Capriles. A la Alcaldía Metropolitana se le quitó la policía y se le escatimarán los recursos lo cual no impedirá que el Comandante truene el mes siguiente reclamando “seguridad”. Ya lo verán.

Capriles gobernará con el apoyo del “ghetto del Este” y el repudio visible de los Valles del Tuy, Barlovento, etc., donde la votación revela su escasa penetración. El voto castigo que hoy ungió a los opositores pronto puede convertirse en boomerang como le ocurrió a “Papi Papi”. El encantamiento en política suele ser fugaz.
Hemos amanecido con un nuevo mapa político que genera muchas expectativas. Venezuela ha cambiado; Chávez no.
Este cronista se caló las cinco horas de la rueda de prensa el lunes con los corresponsales extranjeros donde se vio a un Chávez interpretando la jornada del día anterior como un mandato para radicalizar y perpetuarse. No tenga Ud. duda que la “enmiendita” para elegirse “per secula seculorum” va, aunque sea disfrazada como iniciativa del PSUV, del “pueblo” o de la Madre María. ¿Quién interpretará la disposición constitucional que impide volver a presentar la cuestión dentro del mismo período? El Tribunal Supremo naturalmente, el cual se distingue por ser fuente prístina de derecho de justicia revolucionaria, o sea: la reforma reeleccionista va, y será pronto antes que se acabe el encanto del brujo Merlín.

"Va con todo" ("Chávez...dispuesto a conseguir a las malas lo que no alcanzó en la lucha electoral")

POR:FAUSTO MASÓ / El Método del Discurso

Va con todo ¿De qué se queja Chávez? De todo. Ganó 17 gobernaciones y el 81% de las alcaldías. ¿Quería no perder ni siquiera en Zulia y Nueva Esparta? A pesar de una inflación superior al 30%, la muerte en cada esquina, el maletín de Antonini, el desastre, pues. Creyó su propio discurso y cuando leyó la letra chiquita de los resultados le dio un patatús. Con otra victoria como la del pasado domingo es el Pirro venezolano, de triunfo en triunfo tiene que irse de Miraflores en helicóptero como de la Rúa en Buenos Aires. Al 52,5% llegaron los votos chavistas y a 47,5% los de la oposición, sin contar mucho voto de chavista light.
Se le atragantaron los resultados de Catia. Le ocurrió como cuando nos ahogamos en un restaurante y nos da pena gritar y levantamos los brazos para ver si pasa la comida. En Catia salió la criada respondona a pesar de que Jorge Rodríguez haya ganado en Libertador. En la elección de 2004 el PSUV ganó Catia con 40% de ventaja, esta vez la diferencia apenas alcanzó 15%. Los votos antichavistas de Catia sumados a los de la clase media provocaron el revolcón en Caracas, porque en Chacao, Baruta, etc... Chávez saca 10% de los votos, o un poquito más. ¡Los pobres no votaron como antes! Perdió en Altagracia, ganó por mil votos en Coche y en San José. Lanzaba argumentos falaces y poco democráticos, amenazaba que a donde ganase la oposición no enviaría los recursos que por ley le pertenecen. Nada pudo contra la herencia de sus desastrosos alcaldes. La oposición, además, enterró al abstencionismo a pesar de algunos intentos de última hora para desalentar a los electores. Hay que quitarse el sombrero con Chávez en campaña. NO perdona, dispara desde la cintura, no tiene límites en el vocabulario, o en la igualdad democrática, o en el empleo de recursos, o la violación de cualquier regla. Por un pelo Mario Silva no derrota a Salas Feo, gracias a Chávez y a lo que Albornoz llamó la "línea blanca": regalar neveras, tostadores, aires acondicionados. La oposición convenció a la clase media de que votara, comprendió que el futuro de Venezuela dependía de la plaza Catia, no de la plaza Altamira.

A la medianoche del 23, Chávez sintió a los suyos desanimados ante el triunfo de Carlos Ocariz en Petare, Ledezma, Capriles Radonski, Rosales, Pérez Vivas. Ahora sí va con todo, dispuesto a conseguir a las malas lo que no alcanzó en la lucha electoral. Dijeron que aceptaban la derrota y a continuación movilizaron a los suyos para acosar a los nuevos alcaldes. Le irá peor cuando los venezolanos reaccionen indignados ante la arbitrariedad. Históricamente Caracas es la primera en votar por la oposición, más tarde sigue el resto del país. Si la clase media no se abstiene y si una parte de los pobres no votan por Chávez, el cuadro electoral a futuro se complicará para el oficialismo. ¿Podrá Chávez ganar un referéndum que le permitiría seguir en la presidencia después del 2012? Casi seguro que no, porque la frágil mayoría chavista se convertiría en minoría en un referéndum. ¿Está unida la oposición? Parcialmente. La lucha continúa. El 23 de noviembre no fue la última batalla, vendrán otras y otras. La próxima será la elección para la Asamblea, un sistema de elección donde la representación de las minorías se convirtió en una burla, igual que el voto por lista. Este sistema amenaza con darle a la primera minoría el control absoluto de la Asamblea. ¡Agárrense de las manos!

viernes, noviembre 28, 2008

El síndrome ganamos pero perdimos (los dilemas de Chávez y la oposición)


POR: ARCANGEL VULCANO.

La gran mayoría de los analistas han expresado ya sus más densos diagnósticos y lecturas sobre el proceso electoral venezolano del 23 de noviembre; les hemos leído y escuchado por un lado a los partidarios del gobierno de Chávez, sostener válidos argumentos para explicar su presunta gran victoria; por otra parte a los afines a la oposición hacer lo propio; también a los denominados neutrales sugerir que ha ocurrido una suerte de empate técnico. Todos explican suficientemente sus razones de peso, y nadie en su sano juicio podría desvirtuar ni con argumentos políticos ni numéricos, que todos de algún modo tienen en parte razón, porque resultan incontrovertibles, al ser aplicados directamente en cada situación y lugar en la que ambos bandos resultaron ganadores.

En tal virtud, ya es habitual escuchar tanto al Sr Chávez y sus mayores defensores, como a importantes personeros de la oposición afirmar que sus victorias son contundentes e inobjetables por estas o cuales razones. Unos dicen que cuantitativamente ganaron, otros que su victoria es más cualitativa que numérica; algunos expresan que obtuvieron mayor número de votos totales, otros que hay que evaluar también los resultados dependiendo de la importancia de las plazas conquistadas por ser puntos neurálgicos; que lo esencial para medir el impacto de los resultados electorales no es el número de plazas ganadas sino su calidad y que habría que considerar en mayor grado los efectos políticos privilegiándolos por encima de la simpleza de las matemáticas; que se ganó en las zonas más pobladas denominadas urbanas, mientras que otros ganaron en las regiones llamadas diminutivamente “rurales”; en fin, argumentos van y vienen de lado y lado, para continuar una diatriba interminable. Que yo gané aquí pero perdí allá, que tú ganaste allí, pero yo gane más acá, que si pero que no, que perdí pero gané, que ganamos pero perdimos, en fin, hemos caído en medio de un escenario que deseamos bautizar como el del síndrome ganamos pero perdimos.

El síndrome ganamos pero perdimos es muy nocivo para la salud de Venezuela. Por una parte, el gobierno está entrampado en sus dilemas; pero por otro lado la oposición está también acorralada en graves dilemas y desafíos.

Chávez sabe que perdió las más importantes y neurálgicas plazas políticas, ya lo había advertido durante la campaña electoral (“si pierdo allí vendrían por mi y sería la guerra”). Para un individuo como Chávez, quien aseguró que se jugaba su futuro político y el de su revolución, y que ha confesado ser un guerrillero que no da cuartel a sus enemigos a quienes jamás considera como adversarios (“al enemigo ni agua” repitió hasta la saciedad durante la campaña) que se muestra como un soldado revolucionario, para quien la actividad política no es una sana y normal competencia por el poder en una lucha cívica para servir, sino que es una guerra a muerte y de exterminio de sus adversarios políticos, en el que no existen matices, ni posiciones intermedias, sino radicales, irreductibles; por eso es lógico deducir, que para él perder en la capital, la denominada Gran Caracas, en su estado vecino Miranda y las principales zonas aledañas (Petare, Chacao, Baruta, El Hatillo),es perder en su propio principal reducto, la zona neurálgica del poder político venezolano, el asiento de los poderes públicos del estado y la principal sede del gobierno, para él es gravísimo, porque el efecto y el impacto político es devastador; Chávez siendo el soldado que dice ser y sintiéndose como a veces confiesa que se siente (debió tragar arena) como si combatiera en una guerra convencional comandando batallas contra sus enemigos, debe sentirse hoy como si un ejercito enemigo le hubiera cercado, sitiado en su propio feudo y reducto, tomándole a su alrededor las principales colinas vecinas de su bunker y amenazándole con tomarle por asalto y vencerlo muy pronto en su aparente desguarnecida trinchera (Miraflores).

Semejante circunstancia, nos hace presagiar , que no sería extraño que como consecuencia de esa peligrosa e inestable situación, producto del sectarismo, la ceguera, las ambiciones de poder de nuestros principales dirigentes políticos, las pequeñeces de la lucha política y lo rastrero de los egoísmos; los venezolanos pacíficos, civilizados, democráticos de distintas ubicaciones ideológicas entremos en un innecesario conflicto ya resuelto electoralmente, porque que ya cumplimos como se esperaba con nuestro deber, votando masivamente el pasado domingo 23, y sería muy peligroso que estuviéramos en riesgo de sufrir las consecuencias de una terrible confrontación fraticida que podría desatarse, por culpa de los dilemas y errores de Chávez y de algunos pequeños sectores opositores extremistas, si no lográramos imponer la paz mediante el uso del diálogo para que prive la sensatez.

La oposición seria, responsable, la que ya encontró el camino democrático, y que no se ha dejado seducir por la tentación de las salidas aventureras, decidió emprender el rumbo civilizado, pacífico, cívico, el de la lucha política en la calle mediante la participación política militante, también se enfrenta a serios dilemas y grandes desafíos. Por una parte, debe soportar las fuertes amenazas de un régimen que ha mostrado ya sus intenciones de provocarla para polarizar y dividir aún más a la población agrediéndola de forma injustificable con miras a preparar y abonar el terreno para promover y lograr una enmienda constitucional que le permita la reelección, y cuando a penas se ha proclamado a sus principales líderes triunfadores, augurándole que no le dará tregua, y que le intentará sabotear imponiéndole desde ya sus obstáculos y trampas. Esas manifestaciones que se están produciendo no son espontáneas sino ordenadas y dirigidas por Chávez; él ha hablado claro, querrá imponer y aplicar sus 27 decretos leyes vigentes, vendrá "con todo" a imponerlos sin misericordia (es el dueño de la caja de los machetes, su aparato de poder está intacto). Chávez es la primera víctima del síndrome ganamos pero perdimos, y ahora se encuentra atrapado entre serios dilemas que deberá afrontar y dilucidar. Es natural que él encontrará una fuerte resistencia, la oposición tiene como movilizar masivamente a la población a confrontar en la calle y a protestar en la mismísima capital, pero sabe que Chávez tiene todo el poder para reprimirla brutalmente. El desafío de la oposición por una parte, es saber y poder encontrar la forma para convivir y trabajar junto a un gobierno central que ha confesado ser su enemigo a muerte, que desde ya le está declarando la guerra. Por otro lado, la oposición se enfrenta al gigantesco reto de resistir a la tentación de "algunos" conspiradores que querrían intentar derrocar a Chávez; a su vez, debe tambien encarar el infinito desafío de gobernar para todos y hacer un buen gobierno; vale decir, poder resolver los serios problemas cotidianos diagnosticados y conocidos para los cuales ha prometido trabajar muy duro para encontrar soluciones; pero deberá responder una gravísima interrogante: ¿Cómo y con que hacerlo, si enfrenta a un gobierno que le muestra los dientes y le obstruye su labor desde el principio? ¿Como hacer para no quedar como una oposición endeble, timorata, débil, complaciente y colaboracionista con un régimen que no se cansa de golpearla, irrespetarla, atropellarla y ofenderla? ¿Cómo contener las normales reacciones de querer enfrentar al régimen en las calles, si continuaran los reiterados excesos y las violaciones a la Constitución Nacional, el irrespeto y las flagrantes violaciones a los sagrados derechos humanos ciudadanos? ¡No será fácil! resolver adecuada y exitosamente semejantes desafíos. Por un lado, si la oposición gobernante comete la insensatez de acudir iracunda a aceptar los retos del gobierno, que procura desde ya provocándola, una confrontación en la calle entre bandos, podría desatarse un desastre (¿sería la guerra?), porque aparte de que se auspiciaría un clima irrespirable de violencia en el país, ya tenemos también en puertas como consecuencia de la caída del precio del petróleo y la recesión mundial, una amenazante crisis económica a la vuelta de la esquina, y que podría estallarnos a todos en la cara con sus nocivas consecuencias colectivas, además de un hervidero de problemas sin solución que asfixian a la población en general y que constituyen una bomba de tiempo social, que podría explotarnos en cualquier momento, si no atendemos juntos la emergencia (no hay que olvidar la explosión social del caracazo).

Los dilemas de Chávez no son menos graves. Sabe perfectamente que está entrampado, que se ha auto encallejonado metiéndose como lo hizo en la campaña electoral con las consabidas consecuencias, saliendo muy golpeado y arriesgando su futuro político. Por un lado, él debe pensar que una cosa piensa el burro y otro quien lo monta (No es NO); tiene frente a sus narices un dilema que lo destruirá políticamente de todas- todas, que es irresoluble y es este: Si permite y facilita que la oposición realice un buen gobierno en los lugares en donde ganaron, Chávez pierde; pero si no lo permite también. Es simple, y la respuesta está en los resultados de las gestiones opositoras. Si Chávez asfixia y sabotea a la oposición igual los problemas irresolutos esenciales para la población chavista y no chavista se los enrostrará y sabrá cobrar el pueblo a él, a más nadie; el pueblo sabrá que ha saboteado irresponsablemente, que no ha dejado gobernar, ni facilitado los recursos para que la oposición gobierne con éxito. Lo peor es que sabe y teme que si provee los recursos y apoya a los gobiernos opositores, y estos lograran éxitos importantes en el combate y la solución de los problemas de todos, la oposición se fortalecerá sucesivamente, pues sencillamente la población en general los premiará. Sería entonces la más patente demostración de que la oposición estaría preparada para relevarlo en el cargo. Es decir, si hace una u otra cosa igualito Chávez estaría jodido (joder verbo aceptado por la real academia de la lengua), es por eso que afirmamos responsablemente, que es un dilema irresoluble para él; pero no para todos. Sin arrogancia, sostenemos, que un verdadero jefe de estado que ame a su país y a su pueblo profundamente, no tendría jamás dificultad alguna para resolver apropiadamente como corresponde ese dilema en apariencia irresoluble únicamente para él que quiere gobernar para siempre, hasta que se muera; irresoluble sólo para él que es un caudillo ambicioso e irresponsable como ha demostrado ser; porque un jefe de estado auténticamente demócrata y patriota, sencillamente cumpliría con su deber, haría lo correcto, y lo correcto en este caso sería ponerse del lado de la ley y de los intereses supremos de la nación. Cumplir con lo establecido en la Constitución Nacional y con el claro mandato mediante la voluntad que ha expresado de forma explicita el pueblo soberano.Gobernar sin exclusiones, sin discriminaciones y para todos sus conciudadanos, respetándoles y garantizándoles el ejercicio pleno de sus legítimos derechos, sin importar su ubicación social, racial e ideológica, sin ningún tipo de condicionamientos, ni sectarismos ofensivos a su inteligencia y condición humana. Colaborar con los gobiernos regionales sin atender a su ubicación política, dentro de un marco de convivencia y respeto mutuo. Sin amenazar con sacar los tanques y no otorgarles los recursos económicos para los gobiernos estadales y locales si no votamos por su partido. En fin, sin obligarnos a hacer nada que no deseemos hacer, a lo cual no tuvieramos el deber.

Intuíamos antes del 23 de noviembre que los resultados parejos colocarían a Chávez frente a otro terrible dilema que hoy se ha hecho más evidente: ¿promover o no ahora con el país dividido, polarizado, con la derrota política que ha sufrido (la mitad del país no votó por su fómula) y con una crisis económica en puertas, la ambicionada reelección indefinida? Dijimos entonces, que el dilema sentíamos que lo teníamos resuelto. El 23 de Noviembre se produjo la muerte política de la reelección indefinida en Venezuela -aunque Chávez porfiadamente no quiera verlo- y el nacimiento de las nuevas candidaturas presidenciales, entre ellas las posibles caras que mostrará el oficialismo para heredar a Chávez; pero él tercamente seguramente se empeñará en torcer la voluntad del pueblo por ambición desmedida de poder (enfermiza); sacando cuentas matemáticas muy a su conveniencia; leyendo e interpretando los resultados a su manera; en vano manipulando, deformando y desnaturalizando la realidad; intentando hacer creer que la decisión del 23 de noviembre es una ratificación eterna e incondicional a su mandato y a su seudo revolución comunista mal disimulada (no lo es de ninguna manera); procurando persuadir a todo el mundo -sin logralo jamás- de que todos los votos logrados por sus candidatos a gobernadores, alcaldes, diputados regionales y concejales municipales le son endosables (¡NO!), y que fueron para aprobar su seudo revolución socialista al estilo cubano; intentando en vano de asemejar, asimilar y fusionar los votos del 2D con los del 23 N (No señor); para tal fin, tratará sin lograrlo de calcar, extrapolando ambos escenarios, diferentes oportunidades históricas que son diametralmente opuestas y de naturaleza política y jurídica distintas. Pero el pueblo es sabio, muy inteligente, intuitivo, informado y ya sabe que esta vez fueron a votar por otras causas y razones; por lo que de intentar deformar y torcer su voluntad, volvería masivamente sin ninguna duda a gritar muy fuerte que ¡NO! quieren un presidente eterno, único, indefinido (dicatdor) ni nada que se le parezca, que eligió fue mandatarios locales y que aspira cambios.

El síndrome ganamos pero perdimos, lo sufren ambos bandos en conflicto, pero para nuestra desgracia sus efectos e impactos negativos los padeceremos todos los venezolanos inocentes, que deseamos vivir en paz, libertad y progreso verdaderos, chavistas, opositores, neutrales, políticos y apolíticos, progresistas, moderados, radicales, centristas, izquierdistas, derechistas, liberales, conservadores, demócratas, comunistas, anarquistas, pobres y ricos, clases sociales altas, medias y bajas, paricipacionistas, abstencionistas, voluntaristas, apáticos, creyentes o ateos, ostracistas, ermitaños e indiferentes. Todos en general en el fondo deseamos un sólo objetivo, ser felices, desarrollar y tener la oportunidad de desplegar nuestros potenciales; tener un país integrado por ciudadanos libres que se respeten mutuamente y se amen profundamente, conformar una nación de gente temerosa y respetuosa de Dios, orientada por su sagrada palabra y por los valores supremos universales que inspiran a la humanidad, respetuosos de las leyes, que nos señalan un camino seguro para construir un país y un mundo mejores, en el que podamos vivir todos juntos tolerándonos nuestras naturales diferencias y ayudándonos mutuamente como hermanos.

Hay que obligarlos entonces a cumplir con sus deberes con toda la nación, imponerles la necesidad del diálogo político constructivo, tanto a Chávez y a la oposición, si, obligarlos a entender y asumir, que el país votó cívicamente, civilizadamente, democráticamente y mayoritariamente colocando las cosas en su sitio, procurando un justo equilibrio. Venezuela usó el voto castigo para premiar y suplantar, empleó la economía del voto; pero mandó unos mensajes muy nítidos, Venezuela habló fuerte y dijo: Siempre deberá Ganar es Venezuela no sus dirigentes; triunfó fue la democracia, Venezuela gritó que es y quiere seguir siendo multicolor, plural, diversa, democrática y muy libre. El país decidió que ninguno de los bandos en conflicto pudiera cantar "victorias contundentes ni aplastantes", dividió los votos entre muchos, para así jamás justificarles a ninguno “pulverizar, barrer, arrasar, borrar del mapa, liquidar, ni destruir al otro” sino que les propuso convivir en paz; ni que alguien se atribuyera el control absoluto del poder político, sino que lo repartió. La nación les dio una gran lección a sus dirigentes más sectarios -pobres si no lo entendieron- les dijo: Queremos vivir en democracia, libres y en paz, deseamos que se imponga responsablemente la concordia, la sensatez y la convivencia pacífica; que gobiernen empleando el diálogo; que predomine la diversidad, la pluralidad y el respeto mutuo, que todos aprendamos a convivir y a tolerarnos, para así poder trabajar todos juntos mejor y resolver los problemas más agobiantes, como la inseguridad, la carestía de la vida, el desempleo, el deterioro de los principales servicios públicos. Trabajen juntos y coordinadamente cumpliendo y obedeciendo la Constitución y las leyes, empleando siempre el diálogo y la creatividad, poniéndose de acuerdo de buena fe en la mejor forma para mejorar la educación, la salud, y la economía nacionales.¡Basta de pleitos injustificables!,¡paren la diatriba política e ideológica! hay que enfrentar unidos las dificultades, respetándonos y aprendiendo a convivir en medio de nuestras normales y lógicas diferencias; ocupémonos de lo más esencial, privilegiemos los problemas de las grandes mayorías, que es en esencia resolver lo más importante, nuestras cotidianidades. Venezuela dijo: Nadie es absoluto, ninguno que aspire el favor popular puede tener la razón única en un puño, todos pueden aspirar a gobernar, nadie tiene el exclusivo privilegio conocimiento y derecho para atribuirse poderes especiales, ningún conciudadano está por encima de la Constitución y de la ley.

Comprender y aplicar lo dicho por el pueblo el 23 N, es el mejor antídoto para curar el síndrome ganamos pero perdimos, claro que no es definitivamente olvidar el asunto y ya, sino aprender de verdad a ganar y a perder aceptándonos, conviviendo, es lo civilizado, lo cual sin dudas, es muy pero muy difícil de lograr, y más aún, en la lucha febril por conquistar el poder, porque cada día nos convencemos más en base a las experiencia vividas y vistas, de que es verdad lo que le escuchamos en un programa de radio transmitido en vivo decir al curtido fallecido dirigente socialcristiano merideño Edecio La Riva Araujo, exgobernador del Estado Mérida, quien no sin cierta ironía, y jocosamente expresó: "¡¿aaayyyyy… el poder?!, el poder es muy sabroso!..." debe serlo, porque la lucha por alcanzarlo y mantenerlo a veces es sin tregua e irracional, muy nociva para la salud de las democracias de los pueblos.Pero el pueblo tiene la sabiduría y la grandeza de espirítu para resolver cristianamente sus dificultades. El pueblo debe ejercer plenamente sus derechos, y en este momento con gran determinación necesita ejercer el más importante, el derecho de poder vivir en paz. Venezuela necesita sociego, es la hora de conquistar la paz, se requiere una tregua. Debemos trabajar todos sin excepción, sin discriminaciones, por el bien general del país, para salir adelante. ¡Armisticio ya! ¡Gobiernen!...

jueves, noviembre 27, 2008

"Los símbolos del 23 N" (Ruptura de mitos, invencibilidad,indestructibilidad del vínculo de Chávez con los sectores populares)

POR:ANDRÉS CAÑIZÁLEZ"

Este 23 de noviembre se venció el mito de la supuesta invencibilidad de Chávez, que ya estaba en entredicho desde el referendo constitucional del 2 de diciembre de 2007.

En política son tan importantes las acciones como los símbolos. Tal axioma cobra fuerza cuando se miran los resultados de las elecciones realizadas en Venezuela este 23 de noviembre. Se trató de unos comicios para elegir alcaldes y gobernadores, junto a legisladores regionales, pero en realidad constituían una suerte de plebiscito sobre la gestión de Hugo Chávez.

El que el jefe de Estado se involucrara a fondo en la campaña, para intentar repetir su condición de portaaviones electoral, simboliza la importancia que tenían estos comicios más allá de los cargos en juego. En menos de 11 meses el presidente Chávez no puede exhibirse arrolladoramente ganador, como venía sucediendo desde 1999. Muchas cosas están cambiando, y en la dirección correcta, en la política de la Venezuela actual.El cambio simbólico más importante tiene que ver con la figura del Presidente. Chávez sigue siendo, sin duda alguna, el único líder nacional en medio de un vecindario de liderazgos aún en ciernes. Sin embargo, este 23 de noviembre se venció el mito de su supuesta invencibilidad, un asunto que ya venía siendo colocado en entredicho desde que mordiera el polvo de la derrota, en el referendo constitucional del 2 de diciembre de 2007.La conjunción, en menos de un año de estos dos resultados, marcan el sendero de la política correcta: dar la pelea en la arena democrática. Se trata de revertir la mayoría del chavismo con el trabajo político. Sin embargo, sería un enorme error creer que Chávez ha perdido su capacidad de forma absoluta. Entramos, en realidad, en una etapa de mayor disputa política, con posibilidades reales de que la oposición construya alternativas atractivas para las mayorías.
Junto al mito de la invencibilidad de Chávez, otro que se ha derrumbado es el que le otorgaba una aparente indestructibilidad al vínculo entre el proyecto chavista y los sectores populares. Carlos Ocariz, en su rol de flamante alcalde del municipio Sucre, teniendo en su seno a Petare -el barrio más grande de América del Sur-, simboliza este cambio. Su triunfo en este 2008, del cual ya estuvo cerca en 2004 pese a la abstención de entonces, recompensa un trabajo de base sostenido a lo largo del tiempo.
Estamos ante un enorme reto para la oposición: desde este municipio caraqueño debe demostrar que puede ofrecer políticas efectivamente incluyentes para los más pobres, en un marco de respeto a la pluralidad y diversidad políticas.

Las victorias de Henrique Capriles, como gobernador de Miranda, y de Antonio Ledezma, como alcalde mayor de Caracas, deberían ser el marco institucional adecuado que empuje un modelo de políticas públicas para Sucre.
Las derrotas más simbólicas del chavismo están en las figuras de Aristóbulo Isturiz, Diosdado Cabello y Jesse Chacón. Los tres han estado, recientemente, como colaboradores cercanos del mandatario, y contando con recursos ilimitados del Estado, el respaldo directo de Chávez y tener una campaña con enorme ventajismo, todo ello hace más notable su caída.

Sus derrotas no deben verse únicamente como resultado de un impulso opositor, que sin duda existió, sino también un claro mensaje de las propias bases del chavismo: el lazo con el líder se mantiene, pero se pueden castigar las malas gestiones, aun de los propios colaboradores del presidente Chávez. Este resultado refleja, desde nuestra perspectiva, el inicio del fin del cheque en blanco de la población que sigue al presidente Chávez, ante la mala gestión oficial.
La participación directa del presidente Chávez en la campaña de algunas regiones y municipios debe revisarse, ahora, a la luz de los resultados. La imagen de un amenazante Hugo Chávez en Zulia o Carabobo, estados en los que invirtió no sólo tiempo, sino que también dedicó enormes recursos del Estado y puso en juego su propia capacidad de convocatoria popular y movilización de votantes, simboliza los límites del chavismo.
No logró el triunfo ni comprando, ni chantajeando ni creando zozobra. En el Zulia, como se recordará, amenazó con cortar incluso las relaciones institucionales y financieras, en Carabobo dijo que lanzaría los tanques. No ocurrió lo último ante el triunfo de Henrique Salas, y tampoco podrá aplicar lo primero ante los indiscutibles triunfos de Pablo Pérez y Manuel Rosales.
En su primera reacción ante los resultados del 23N, el presidente Chávez ha dicho: el pueblo habló.

Nadie lo duda. Los resultados han sido claros. Ahora habrá que seguir la estrategia oficial, en los próximos meses, para saber si el gobierno escuchó el mensaje o si ha podido interpretar correctamente lo que le dicen los símbolos de esta elección.

"Elecciones, Rusia y energía nuclear" ("...violando acuerdo internacional latinoamericano ...zona desnuclearizada")


POR:JULIO CÉSAR PINEDA.

Venezuela,Irán y Rusia con los petrodólares han fortalecido su hegemonía regional.

En Venezuela las recientes elecciones demostraron el apego del venezolano al sistema democrático y a la consulta electoral. La prensa mundial destacó la participación masiva, la credibilidad del órgano electoral y el dilema por resolverse entre un modelo autoritario, continuista, excluyente y la tradicional democracia con sus deficiencias pero con el pluralismo y la alternabilidad. Los analistas extranjeros destacaron la satisfacción de todos los actores y la justificación de sus triunfos, para el Gobierno el número de gobernaciones ganadas y la vigencia del liderazgo del presidente Chávez, para la oposición la reconquista de las importantes gobernaciones de Carabobo y Miranda, como los triunfos en Táchira, Distrito Federal y la Alcaldía de Sucre. El Zulia y Nueva Esparta a pesar del esfuerzo del PSUV y del Gobierno continúan en poder del modelo alterno al proyecto de la Revolución Bolivariana. Chávez mantuvo el medio rural mientras que las grandes ciudades le dieron la espalda. Se terminó el mito de la invencibilidad del chavismo, fueron sancionadas tres de sus principales figuras: Istúriz, Cabello y Chacón.

Se cierra el fraude constitucional cuando por decreto se pretendía modificar la Constitución con el modelo cubano del socialismo real, rechazado en todo el mundo luego de la caída del muro de Berlín y el derrumbe de la Unión Soviética. Se reafirmó lo decidido por el pueblo cuando el pasado 2 de diciembre derrotó la reforma constitucional en el referendo de 1999. Venezuela, como todos los países de América Latina, continuará por el sendero de desarrollo de justicia pero siempre en libertad.

De Rusia. No podemos dejar de referirnos esta semana al giro geopolítico de la diplomacia venezolana al acercarse después de Irán a la nueva Rusia de Putín. Venezuela como Irán y Rusia con los petrodólares han fortalecido su hegemonía regional y la centralización del poder, tratando de destruir toda oposición con reformas constitucionales, autoritarias y continuistas. No es extraño que una flotilla de barcos rusos con propulsión nuclear, esté realizando maniobras conjuntas en aguas venezolanas. Coincide esta primera incursión militar rusa en el continente, después del fin de la URSS con la visita oficial del presidente ruso Dimitri Medvedev, en momentos de diferendos entre Washington y Moscú, peligrosa situación que pudiera repetir la crisis cubana de los misiles rusos en octubre de 1962 que puso al planeta cerca de una guerra nuclear. Para Chávez esto entra en su estrategia de confrontación con Washington mostrando su alianza con un poder mundial que hoy también desafía a Estados Unidos. Para Rusia es ganancia avanzar en esta geografía donde sólo ha tenido vínculos con Cuba, le permite extender su influencia y mayor poder de negociación. El pasado mes de septiembre estuvieron dos bombarderos supersónicos Tu-160 de la aviación rusa, también con armas nucleares en Venezuela. Mas allá de las explicables alianzas de todo Estado y de su opción internacional, lo grave en este caso es que se estaría violando un acuerdo internacional latinoamericano firmado en México por todos nuestros gobiernos donde se declara a nuestra región como zona desnuclearizada. El Tratado de Tlatelolco tiene dos protocolos que comprometen a los Estados con armas nucleares en el mundo y a las naciones con posesiones territoriales en esta región. Este tratado se originó precisamente luego de la crisis cubana, donde de haberse dado la guerra entre Rusia y Estados Unidos, América Latina hubiera estado afectada con el efecto radiactivo de las bombas atómicas. La OPANAL, Organización para el Control de las Armas Nucleares en América Latina con sede en México, debería pronunciarse sobre este asunto. Más grave aún para Venezuela cuando el señor Presidente anunció que los rusos construirían un reactor nuclear en el estado Zulia, y en alguna oportunidad invocó la cooperación atómica con Irán. Teherán tiene el veto de la comunidad internacional porque todo indica que su desarrollo nuclear es con fines militares y Rusia tiene el antecedente del accidente de Chernóbil con la contaminación radiactiva que produjo en el mundo. ¿Será acaso que el reactor de más de 400 MW con tecnología rusa que Fidel Castro no pudo terminar ahora pretenden implantarlo en Venezuela?

El presidente Lula ha preferido operaciones militares conjuntas con Francia y Holanda tal vez porque al rechazar al gendarme estadounidense no quiere caer en el nuevo imperialismo ruso. Brasil y Argentina, con grandes desarrollos atómicos, desconfían en esta materia de Teherán y Moscú.

martes, noviembre 25, 2008

Chávez desde el balcón del pueblo a repartir boletos para Isla Borracha


POR:ARCANGEL VULCANO.

¿Qué fue lo que determinó que un Chávez acostumbrado a celebrar efusivamente sus triunfos electorales desde el célebre balcón del pueblo, junto a sus fanatizados partidarios el domingo 23 por la noche, prefiriera trasladarse al pequeño recinto de un hotel capitalino a ofrecer una rueda de prensa junto al reducido comando político de su partido? ¿Cómo es que un individuo habituado a ser aclamado por las multitudes, en vez de hacer lo propio luego de obtener una supuesta amplísima victoria electoral y de haber derrotado -según dice- de forma contundente a sus adversarios políticos, se pierde la oportunidad de festejar apoteósicamente su supuesto triunfo, como correspondería, rodeado de su amado pueblo que debía esa misma noche vitorearlo?

Desde nuestra perspectiva, de acuerdo a experiencias anteriores, Chávez debió escoger, seleccionar con premeditada, calculadora, fría y medida actitud el momento preciso de su aparición pública la noche del domingo 23. Para tal fin, como es lógico tenía que evaluar distintos escenarios posibles, y desde luego analizar detenidamente junto a sus principales asesores y colaboradores de mayor confianza, la totalidad de los resultados electorales que le suministraban por distintas vías que son típicas en este tipo de situaciones. Chávez como es natural, disponía de un eficiente equipo político diestro para trabajar en menesteres electorales. Es así como durante todo el día 23 debió disponer de todo tipo de mediciones y resultados que le daban clara cuenta de cómo se producían las proyecciones y tendencias. Como en otras ocasiones, lo más probable es que Chávez se había propuesto en un primer momento esperar pacientemente la emisión del primer boletín oficial del CNE , el cual se produjo al filo de la media noche; pero es obvio que Chávez, al igual que sus rivales, desde muy temprano ya conocían la gran mayoría de los resultados de todo el país suministrados directamente por las informaciones directas que le llegaban entre otras fuentes de su partido a través de el cúmulo de la copias de las actas que le proporcionan a todos los participantes. De tal manera, que Chávez tuvo suficiente tiempo para meditar y decidir, luego de evaluar los resultados, cómo, cuando, dónde, con quienes y con qué carácter debía aparecer ante el país y por qué?

Sobre el modo, nadie puede a estas alturas tener dudas, con toda seguridad debía ser transmitida su alocución por televisión en un preciso instante, él sería la noticia. Tampoco es difícil determinar el cuando, es muy claro, que su aparición debía hacerse inmediatamente después de concluir la transmisión oficial del primer boletín oficial ofrecido por la presidenta del CNE.

Las interrogantes más complejas de responder son las demás. ¿Dónde debía aparecer, con quienes, con qué carácter y por qué? Chávez apareció de repente, sin aviso previo, sorpresivamente, en un lugar en donde no era esperado por sus principales colaboradores, y rodeado de escasos seguidores, en el pequeño salón de reuniones de un hotel capitalino, muy poco acondicionado para recibir multitudes, lugar donde la directiva de su partido PSUV se encontraba ofreciendo informaciones generales del proceso en boca de sus principales figuras, quienes lucieron visiblemente desconcertados ante la presencia del líder máximo.

De acuerdo a los antecedentes y la controversial personalidad de Chávez, suponemos que todo el mundo lo esperaba ver aparecer esa noche jubiloso, sonriente y triunfante en caso de ganar las elecciones, convenientemente ataviado de rojo rojito con su inseparable boina escarlata en el balcón del pueblo, con los brazos en alto golpeando con su mano derecha la palma de su mano izquierda, saludando a las multitudes congregadas en cambote, cantando a capela el himno nacional, junto a sus principales Ministros, familiares y amigos, rodeado de una fervorosa manifestación de partidarios emocionados, celebrando juntos y con transmisión en cadena nacional, su eventual gloriosa victoria, ¿Qué pasó, por qué no hubo una bulliciosa y pletórica celebración desde el balcón del pueblo en el palacio de Miraflores, por qué la avenida Urdaneta y sus alrededores no estaban repletas con las masas populares, ni arengadas por su Jefe providencial, omnipresente y omnipotente ¿Qué pasó? ¿Acaso la hoy publicitada victoria no era digna de celebrarse junto al pueblo? ¿Debía ser anunciada y explicada la victoria hasta la saciedad en cadena nacional durante largas horas, para que en efecto fuera comprendida? ¿Había que valerse de abundantes cálculos matemáticos para lograr hacerla creíble, no podía acaso explicarse suficientemente esa misma noche? ¿Qué ocurrió, por que decidió Chávez, irse a encerrar en un salón de hotel?

Chávez con conocimiento de causa y efecto, a la luz de los resultados electorales que conocía perfectamente al instante de producirse, decidió no celebrar la presunta victoria en el balcón del pueblo y creemos conocer las razones.

Percibimos que Chávez no se encontraba con su habitual buen estado de ánimo, no estaba muy alegre, lo cual se nos hizo evidente al mostrársenos sombrío, descolorido, demacrado, con el rostro hinchado –tal vez por causa del cansancio por la jornada de trabajo- pero su rictus lo hacía ver muy lúgubre y quebrantado –posiblemente por la bronquitis que confesó padecer- pero es obvio que su actitud no era la de alguien que estuviera muy feliz, ni contento y menos jubiloso, sino que muy preocupado; pero además, sus ojos mostraban su encono, su incontenible y muy mal disimulada ira. Nadie sabe que pasaba por su mente, ni que atormentaba su alma en ese instante, pero su conducta y su discurso lo revelan.

Chávez decidió irse a aparecer frente al país en ese sitio poco habitual porque al conocer los resultados, recibió inesperadas y desagradables noticias que le fueron muy sorprendentes y negativas para sus planes de anunciar la victoria apoteósica que deseaba, esa misma noche desde el balcón del pueblo. Privaron para decidirlo probablemente razones anímicas, emocionales, psíquicas y también políticas.

Chávez podía manejar derrotas provinciales cualesquiera que estas fueran; pero jamás podría celebrar en Caracas si pasaba lo que ocurrió, perdiendo inesperadamente y sorpresivamente la Alcaldía mayor en la denominada Gran Caracas; no contaba con la tragedia que significaría que su principal pupilo el profesor Aristóbulo Istúriz perdiera con Antonio Ledezma antiguo pupilo del expresidente Carlos Andrés Pérez, adecos ambos de uña en el rabo, -que poco se ha dicho- por eso Chávez no podía soportar ni celebrar en Caracas que su revolución seudo bolivariana perdiera esa importante, significativa, emblemática y simbólica plaza, por ser la cuna de Simón bolívar, y menos en manos de un adeco curtido. Pero además, al perder también en el estado Miranda su pupilo Diosdado Cabello frente a un antiguo copeyano como Henrique Capriles, a quien tildó públicamente de "oligarca, hijito de papá, sifrino, golpista, fascista y ricachón"; igualmente en el Municipio Sucre a Carlos Ocaris quien derrotó a su discipulo Jesse Chacón, en la populosa Parroquia de Petare, así como vencieron ampliamente los representantes opositores en los Municipios capitalinos, en Chacao Graterón (PJ); en Baruta Gerardo Blayde (UNT) y en el Hatillo Mirian Do Nacimiento (AD) practicamente arrazando; tal vez por eso debió sentirse absolutamente rodeado de adecos y copeyanos, cercado, sitiado y muy decepcionado de sus partidarios a quienes de seguro culpa de su tragedia, y de las derrotas secretamente por ahora; pero debió decidir amargamente que no debía premiarles ni celebrarles absolutamente nada, porque al perder su principal bastión y reducto capitalino contra adecos y copeyanos, los considera a todos unos ineptos, aunque hipócritamente debiera consolarlos públicamente para evitar un efecto desmoralizante general. Chávez debió concluir enseguida, que ellos se dejaron arrebatar su más importante feudo estratégico, su mayor y mejor trofeo, Caracas, y eso no se los perdonará jamás, ni a sus figurines derrotados, ni a sus confiadas huestes revolucionarias a quienes posiblemente no tardará en acusar de “flojos”, como ya lo hizo alguna vez.

Chávez desconsolado, calculó enseguida su próximo movimiento, prefirió irse al hotel a hacer su chow histriónico, sabía que perdieron el control absoluto de la capital y que no había nada que celebrar, por eso simplemente no celebró desde el balcón del pueblo. Chávez no debe haber sentido nada bueno en el instante que conoció los resultados electorales, estos debieron golpearlo y abatirlo hondamente; imaginamos que en su mente debieron estar presentes en ese crucial momento las imágenes de sus camaradas perdedores Diosdado Cabello, Aristóbulo Istúriz y Jesse Chacón, los más famosos ganadores del boleto exclusivo para ser penitentes en Isla Borracha.

Un Chávez sombrió, patético muy oscuro, decidió aparecer en aquel tétrico escenario de hotel, junto a todos los jefes del PSUV de menor rango, para hacer justicia y cobrar sus cuentas; los escogió deliberadamente por razones estrictamente políticas, estratégicas y tácticas. Su mensaje ha sido muy nítido, les dijo simbólicamente: El único líder del partido soy yo y ninguno de ustedes me hará sombra. Fue a repartir los boletos para la Isla Borracha a los candidatos perdedores, quienes serán sus huéspedes penitentes sin retorno. Concurrió presuroso a entregarles ante las cámaras el título de culpables, por haber perdido en la capital de la república y arruinarle la celebración en el balcón del pueblo (la cara de Aristóbulo era de antología). Chávez actuó en su carácter de presidente del partido; asumió el comando inmediato del partido, les hizo la cruz a los camaradas que se creían herederos universales de su liderazgo, especialmente a Aristóbulo Istúris y Diosdado Cabello; pero también fue a enterrar políticamente al Alcalde Mayor metropolitano Juan Barreto.

Chávez hizo su sorpresiva jugada porque intuyó rápidamente que haría el ridículo celebrando frente al balcón del pueblo, rodeado de derrotados, identificándose y asemejándose a los que considera como principales culpables de su derrota en la Capital Caraqueña y penitentes de la Isla Borracha, escurrirían el bulto haciendo mutis, dejándolo solo asumiendo su derrota, y explicándole al país lo inexplicable, que es ganador pero no ganó en su casa, y muy desarmado sin argumentos. Debía enseguida intentar hacer olvidar sus advertencias, que aseguraban que si perdía en esos lugares, vendrían por él.

Chávez debió ayer explicar durante largas horas al mundo sin lograrlo, cómo es que puede asegurar que obtuvo una gran victoria perdiendo en la cuna del Libertador Simón Bolívar, y en los más poblados estados que integran el principal corredor electoral que conforman el corazón de Venezuela, como lo son Zulia, Carabobo, Miranda, Táchira y Nueva Esparta, y para colmo de sus males, la zona capitalina. Desde el abandonado balcón del pueblo se fue a repartir boletos para Isla Borracha; debió irse presuroso. Ayer se lamió sus heridas de gladiador frente a todo el mundo pero no convenció, nos pareció que acusó el fuerte golpe, y por eso se apresuró a descabezar compadeciéndolos por sus derrotas con tiempo a sus posibles contendores internos que aspiran disputarle la candidatura presidencial y el control del partido, la denominada derecha endógena (chavismo sin Chávez), pero presurosamente con su jugada mediática del domingo 23, todos sus principales exponentes fueron desde ese hotel sellados en la frente con la palabra indeleble "derrotados", y montados en el vuelo directo con destino sin retorno a la Isla Borracha, donde purgarán sus penas, mientras el caudillo afina su tino para impulsar su reelección indefinida, desde ya haciendo marómas, artilugios para los cuales es ya un consumado mago histriónioco, que actúa audaz en el circo que montó para hacer ayer su chow, y así continuar avanzando en la consolidación de su proyecto político sin ningún segundón que le incomode, dejando claro que en el PSUV él es el único Jefe supremo.

"¿Es más importante lo que Chávez perdió?"


Luis Vicente León: “Chávez perdió el corazón del país”

Caracas.- Luis Vicente León, director de Datanalisis, comentó hoy que en las elecciones regionales del pasado domingo 23 de noviembre hubo importantes pérdidas numéricas y simbólicas para la oposición y para el “chavismo”.

En el caso del Presidente, considera que “Chávez perdió el corazón del país”.

“Estamos haciendo un balance de ganancias y perdidas tanto en la oposición como en el “chavismo”. Del lado del chavismo vemos como positivo que en efecto en términos del número de votos y estados que controla el gobierno mantiene más o menos el mismo porcentaje”, dijo León.

Comentó que sin duda alguna Hugo Chávez sigue siendo un líder muy fuerte en los números, con una gran capacidad de movilización, “algo impresionante para un líder después de 10 años en el poder”.

Pero este es solo la razón fría de los números. En un sentido simbólico es incluso más importante lo que el Presidente perdió: “Chávez perdió el corazón del país (…) perdió cinco de los ocho estados del corredor electoral más importante de Venezuela, que concentra al 62% de los electores”, explicó Luis Vicente León.

Adicionalmente, considera que es importante tener en cuenta que los llamados estados del corredor electoral concentran fuerzas vivas, políticas y sociales que son determinantes en la vida de la Nación.

Por otra parte, hay que tomar en consideración que perdieron los “delfines del Presidente”: Diosdado Cabello, Jesse Chacón, Giancarlo Dimartino, Aristóbulo Istúriz… “Perdieron los chicos del Presidente, más importante aún, su sucesión”.

Pero además considera que ayer la oposición le robó a Chávez el “momentum” del triunfo.

“Un hombre que obtiene el 52% de la votación debía estar celebrando, amaneciendo en el balcón del pueblo pidiendo nuevamente la enmienda constitucional para la reelección indefinida y, simplemente, no pudo. Porque ¿cómo se presentaba ante una ciudad que perdió?”, comentó León.

Desde el punto de vista de la oposición, León considera que ha obtenido unos espacios que le permitirán consolidar liderazgos locales, regionales y nacionales, “liderazgos con recursos y una tribuna que antes no tenían”.

Resumiendo podríamos decir que “numéricamente el chavismo ganó, pero perdió simbólicamente, le abrió las puertas a la consolidación del liderazgo opositor” y la oposición impidió de momento el avance de las intenciones reeleccionistas del Presidente, concluyó Luis Vicente León.
Fuente:http://www.eluniversal.com

Prensa Internacional coincide: Regionales dan “duro golpe” a Chávez


Chávez acusó el golpe.

Mientras el presidente Hugo Chávez considera que las 17 gobernaciones son una muestra del fortalecimiento de su proyecto político y de su partido, la prensa internacional ve la jornada electoral de este domingo como un “duro golpe” al gobierno nacional, pues la oposición elevó el número de gobernaciones a su favor y logró triunfos claves.

Tomando como base la nota publicada por el diario mexicano. La Crónica, en la que se destaca que la victoria opositora en los estados de Zulia, Miranda, Nueva Esparta Carabobo y Táchira, junto con la alcaldía de Caracas, representan un avance para estos factores pues, en conjunto, estas entidades concentran más de la tercera parte de la población.
Este mismo diario destaca lo que otros medios internacionales recogieron de la jornada electoral:
El Mercurio (Chile): “Venezuela: oposición triunfa en gobernaciones clave, aunque Chávez mantiene la mayoría de los estados”. El rotativo considera que tras estos resultados, Chávez debe repensar la idea de la reelección indefinida.

El Tiempo (Colombia): Destacó que a pesar de que los candidatos chavistas ganaron la mayoría de las gobernaciones, los opositores lograron la alcaldía de Caracas “propinando un duro golpe político” al mandatario.

El Colombiano (Colombia): “La oposición ganó terreno” dice y destaca que estos factores dieron “un golpe duro al proyecto del socialismo del siglo XXI y a un fortín que el oficialismo que luchó hasta el último voto” al conseguir la alcaldía de Caracas.

La Nación (Argentina): Cataloga la victoria chavista “obtuvo una victoria agridulce en unos comicios regionales que había convertido en plebiscito sobre su gestión, con el oficialismo triunfando en la mayoría de los estados pero con la oposición ganando plazas clave”. Para el periódico, el nuevo mapa político en uno de los mayores exportadores de crudo del mundo podría suponer un obstáculo al proyecto de Chávez de reformar la Constitución para permitir su reelección indefinida.

Clarín (Argentina): Citó las declaraciones del primer mandatario, quien consideró que los resultados constituyen un respaldo a su programa de gobierno socialista. “Estos números y esta gran victoria socialista es una señal muy fuerte”.

Folha de Sao Paulo (Brasil): Tituló “Oposición vence en Caracas y en los dos mayores estados, pero el gobierno tiene mayoría”, destacando la amplia participación en estos comicios.

AFP (Agencia Internacional): Insiste en que si bien Chávez tiene mayoría, “pero pierde corazón político y económico del país”.

ABC (España): “La oposición venezolana gana terreno al chavismo” señala el rotativo, destacando ademá la participación ciudadana y el clima de tranquilidad generado

El País (España): Titula con “El partido de Chávez gana en la mayoría de Estados, pero pierde los más poblados y Caracas”, pese a la “agresiva campaña electoral” y la inhabilitaciones a líderes de la oposición”.

Fuente:http://www.noticierodigital.com/?p=6698

lunes, noviembre 24, 2008

"Seguid el ejemplo que Caracas y el Zulia dieron"

POR: ARCANGEL VULCANO.

Felicitaciones al glorioso y libertario pueblo venezolano por la gesta histórica que acaba de librar y consquistar democráticamente, pacificamente y civilizadamente. Gloria a los vencedores y honores a los vencidos. Venezuela ha dado su veredicto.Felicitaciones al oficialismo y a la oposición por la gran lucha librada en buena lid, ambos merecen un gran reconocimiento a pesar de las fallas.Felicitaciones también al CNE por el trabajo realizado y a los cientos de miles de venezolanos que trabajaron en este importante proceso electoral. Ha ganado la democracia venezolana, todos somos hermanos, necesitamos, merecemos y deseamos vivir en paz.
Aunque aún es muy pronto para sacar conclusiones de lo ocurrido ayer en Venezuela por motivo de las elecciones regionales; podemos extraer por ahora, algunas lecturas preliminares. Ya habrá tiempo para evaluar y analizar en profundidad las consecuencias y el impacto del proceso electoral.

Pero sin duda, una de las primeras lecturas que hacemos, es que la oposición venezolana a pesar de perder en 17 estados en Venezuela, y ganar en importantes estados como Zulia, Carabobo, Miranda, Táchira y Nueva Esparta; logró ayer contra todo pronóstico concretar una gran proeza política; una verdadera hazaña, al conquistar una extraordinaria victoria inimaginable en Caracas, que es el centro del poder político en Venezuela, al vencer contundentemente al caudillo omnipresente y todopoderoso que hasta ayer era Chávez, y en la mismísima cuna del poder; ahora cualquiera ubicado en las huestes de la oposición podría gritar a todo pulmón en la mismísima cueva del lobo: “Seguid el ejemplo que Caracas dio”…La oposición ganó en Petare el barrio popular más grande y poblado de Latinoamérica , en pleno corazón del Municipio Sucre; pero también la oposición derrotó a los candidatos de Chávez en los Municipios Baruta, El Hatillo y Chacao. La capital de la república y el estado Miranda resultan sin duda plazas muy emblemáticas, estratégicas e importantes, por ser unas de las más populosas del país. Chávez ha recibido un serio descalabro electoral en el epicentro del poder en Venezuela, se acabó el mito de que él es el líder exclusivo de los pobres. Además, la cuna del Libertador es Caracas. Seguid el ejemplo que "Caracas dio" repiten hoy los venezolanos que se oponen al proyecto totalitario del caudillo derrotado en su feudo, lo cual no quiere decir que los caraqueños dejen de ser bolivarianos; pero si que ser bolivariano ya no es exclusivo de los chavistas, los hijos de Bolívar derrotaron ayer al Jefe supremo auto proclomado hijo de Bolívar, sus herederos al parecer no piensan lo mismo.Es obvio que los ganadores en la capital, Antonio Ledezma y Henrique Capriles emergerán como nuevas figuras abanderadas de las huestes opositoras, sumándose a Manuel Rosales y Pablo Pérez del Zulia.

Pero como si esto fuera poco, la oposición ha ganado en el importante estado Zulia, en donde Chávez no ha podido imponerse a pesar de sus amenazas y desplantes.Ahora los zulianos se suman al grito de Caracas, para expresar también seguid el ejemplo que el Zulia dio, que podríamos conjugar en uno sólo: Seguid el ejemplo que Caracas y el Zulia dieron.Sin embargo, sería mezquino y poco realista no reconocer el triunfo cuantitativo del partido oficialista PSUV al ganar las gobernaciones en disputa en 17 estados no menos importantes; desde aquí felicitamos sinceramente al partido de gobierno, que ha demostrado que ya no dependerá en el futuro únicamente de un líder, y que tiene como mostrar liderazgos emergentes con peso propio y específico, incluso disidentes, díscolos y desobedientes del caudillo, y que no se han mostrado genuflexos ante las presiones indebidas para intentar en vano manipularlos, hasta incluso en algún momento haber sido expulsados del PSUV para luego rogarles que volvieran, como por ejemplo el caso de Henry Falcón, electo gobernador en el Estado Lara por una amplia y abrumadora mayoría; fenómenos políticos regionales como este, habrá que considerar muy seriamente en el futuro. Falcón es un carismático líder socialista emergente moderado,con una positiva gestión en la importante alcaldía de Barquisimeto, y quien había sido ofendido por el Jefe máximo, todo un caso para ser incluído en los libros de records.
Otra lectura no menos importante, es que el denominado chavismo disidente fue agriamente derrotado en Guarico, Sucre, Trujillo, Aragua, Portuguesa, Barinas, Falcón; lo cual indica que partidos disidentes como PPT y PCV así como PODEMOS ayer incondicionales a Chávez recibieron una contundente derrota al negarse a respaldar candidaturas únicas. Hay derrotados muy destacados y simbólicos en este grupo como por ejemplo:Manuel Martínez actual gobernador en Sucre, el Gobernador Manuit de Guarico, el gobernador Didalco Bolívar de Aragua, quienes han salido con las tablas en la cabeza al perder sus candidatos pupilos. Otros derrotados de consideración son Ismael García, José Albornoz y Figuera secretarios Generales de los partidos PODEMOS, PPT y PCV respectivamente, que presentaron candidaturas disidentes. En Trujillo ha sido derrotado el actual gobernador disidente Gilmer Viloria al quedar de tercero su pupilo y candidato Octaviano Mejias. Salieron todos políticamente chamuscados; Chávez los derrotó inmisericordemente, sin miramientos, ni atenuantes y en buena lid, los etiquetó como traidores a la revolución, por los que deberán regoger sus gallos muertos y buscar reacomodarse en las filas de la oposición emergente.
Los próximos huespedes, penitentes exclusivos de la Isla Borracha, con boleto de primera clase según anunció el mismo Chávez para los perdedores en sus filas son: Giarcarlo Di Martino candidato derrotado abiertamente en el estado Zulia; Willian Fariñas del Estado Nueva Esparta;Mario Silva en el Estado Carabobo; con boleto sin retorno Diosdado Cabello por el Estado Miranda; y Leonardo Salcedo por el Estado Táchira. Por otro lado, de los candidatos a alcaldes derrotados más emblemáticos del oficialismo tienen reservado también su estadía simbólica en la Isla Borracha Aristóbulo Istúriz y Jesse Chacón.
Mención especial merecen personajes tristemente célebres de la política como Tascón, famoso por su inolvidable infame "lista", quien también salió derrotado estrepitosamente en su intento fallido de conquistar la Alcaldía Mayor de Caracas contrariando al caudillo, llegó detrás de la ambulancia, sin duda chávez lo mandó directo a su muerte política, aunque en política no hay muertos.
Hay plazas en las que a pesar de haber perdido la oposición ha incrementado su votación, y han mostrado líderes emergentes que han demostrado una interesante recuperación electoral para la oposición, como por ejemplo en estados como Falcón y Mérida, en donde Graterol y Willian Dávila respectivamente han obtenido dignas votaciones.Llaman la atención por otro lado, las apabullantes victorias del oficialismo en estados orientales como Monagas y Anzoátegui; así como la desafortunada ausencia de unidad en las huestes opositoras para haber logrado triunfos necesarios en estados que pudieron ganarse como por ejemplo Bolívar y Barinas.En el primero fue imposible que se pusieran de acuerdo Velazquez y Rojas Suárez, perjudicando notablemente a la alianza opositora; así como se notó en el segundo caso, la actitud inexplicable de algunos renuentes a la unidad como Rafael Simón Giménez, quien en Barinas al negarse a declinar en favor del candidato disidente Reyes, evito un posible triunfo disidente, quienes al parecer no logran ganar aún la confianza de la oposición más radical.Igualmente, destacan por parecidos motivos casos como el del famoso "Conde del Guacharo" Benjamín Rauseo y el cantante Reinaldo Armas en los estados Anzoátegui, Guarico respectivamente, y en las alcaldías del este de la capital en donde si ganó la oposición parecieron ser castigadas Liliana Hernández y Delsa Solorzano en Chacao y el Hatillo respectivamente,todos ellos mantuvieron porfiadamente hasta el final sus candidaturas a pesar de no contar con un respaldo suficiente. Así mismo, ocurrió con el caso del sempiterno aspirante Claudio Fermín en el Municipio Libertador, quien tal y como era de esperarse se negó a declianar y a apoyar al líder universitario emergente Estalin Gonzáles de la unidad opositora causando fuertes suspicacias, facilitándole al oficialismo mantener el único reducto que le queda ahora en Caracas al ganar la Alcaldía facilmente el polémico y controversial Dr:Jorge Rodríguez, quien salvó la honrrilla.
El país votó cívicamente, civilizadamente, democráticamente y mayoritariamente colocando las cosas en su sitio, procurando un justo equilibrio, usó el voto castigo para premiar y suplantar, empleó la economía del voto; pero mandó un mensaje muy nítido: Ganó Venezuela, triunfó la democracia, Venezuela es multicolor."Venezuela es como un cuero seco" dijo alguna vez el expresidente Guzmán Blanco; haciendo alusión, a que si lo pisabas por un lado se levantaba por el otro, eso es lo que pareciera haber ocurrido ayer en Venezuela; crujió el cuero, lo pisaron por un lado; pero se levantó por el otro. Para nosotros ninguno de los bandos en conflicto pueden cantar victoria, ni atribuirse el control absoluto del poder político, ahora está repartido; el país les dio una gran lección a sus dirigentes más sectarios, les dijo: Queremos vivir en democracia y en paz, queremos que se imponga la concordia, la sensatez y la convivencia pacífica; que gobiernen empleando el diálogo; que predomine la diversidad, la pluralidad y el respeto mutuo, que todos aprendamos a convivir y a tolerarnos, para poder a trabajar todos juntos por resolver los problemas del país.¡Basta de pleitos injustificables!, hay que enfrentar unidos las dificultades respetándonos y aprendiendo a convivir en medio de nuestras naturales, normales y lógicas diferencias; ocupémonos de lo más esencial, privilegiemos los problemas de las grandes mayorías, que es en esencia resolver lo más importante, nuestras cotidianidades.
A continuación presentamos algunas interesantes reseñas de Noticias 24 que consideramos describen muy bien la situación planteada:

“Luego de que el Consejo Nacional Electoral (CNE) emitiera su primer boletín, líderes opositores celebran el triunfo de tres gobernaciones: Zulia, Nueva Esparta y Miranda, además de la Alcaldía Mayor de Caracas. Sin embargo, minutos después, fue confirmado la victoria de dos nuevos estados: Carabobo y Táchira”.Los venezolanos afectos a la oposición también salieron a las calles a celebrar el triunfo de sus líderes políticos.
Por su parte, los militantes del PSUV celebraron anoche en Caracas lo que fue una victoria “agridulce” en los comicios regionales, animados por la visita sorpresa del presidente Hugo Chávez a su cuartel general.

Tras horas de espera, los militantes ‘chavistas’ reunidos en el hotel de Caracas donde el PSUV instaló su comando central de campaña pudieron comprobar como, pese a mantener en su poder la gran mayoría de los estados del país, perdieron Caracas y otras gobernaciones.

“No me lo puedo creer” se lamentó una simpatizante del partido, visiblemente contrariada, cuando la rectora del Consejo Nacional Electoral (CNE), Tibisay Lucena, informó de que, contra todo pronóstico, el candidato opositor Antonio Ledezma ganó la alcaldía de Caracas.

Los aplausos y los vítores con los que se celebraron cada una de las 17 gobernaciones conseguidas hasta ese momento, especialmente en los estados donde la contienda se presentaba más reñida, como Barinas, quedaron silenciados ante unas derrotas que resultaron más dolorosas por lo inesperadas.

Aristóbulo Istúriz, al igual que Diosdado Cabello, que se presentaba en el estado Miranda para la reelección, fueron los grandes derrotados de la noche

Lejos quedó el optimismo con el que simpatizantes como la joven Oriana Ortega, de 22 años, pronosticaba al principio de la tarde que las fuerzas afines al oficialismo ganarían en 20 estados y “seguro” que conservarían la capital venezolana.

La incredulidad no impidió a otros militantes hacer una primera autocrítica y reconocer errores, en improvisados corrillos a la espera de la reacción oficial del partido.
El ánimo remontó con la sorpresiva llegada de Chávez, quien se acercó al comando central de campaña de su partido, donde se fundió en un abrazo con el aspirante a la alcaldía de Caracas de su partido, Aristóbulo Istúriz.

Istúriz, al igual que Diosdado Cabello, que se presentaba en el estado Miranda, región que incluye las zonas aledañas a la capital, fueron los grandes derrotados de la noche, aunque Chávez les prodigó palabras de afecto ante los aplausos de sus seguidores”.
“Seguid el ejemplo que Caracas y el Zulia dieron”…