martes, septiembre 09, 2008

¿Chávez el martillador clavado?


POR: ARCANGEL VULCANO.

“Me provoca clavarles otras 26 leyes” expresó recientemente el Sr Chávez actuando semejándose a un martillador que suele clavar clavos, en su programa dominical, haciendo clara alusión a la cuestionada y controversial promulgación de sus 26 decretos leyes, que incontrovertiblemente contienen muchísimos aspectos que fueron legalmente desaprobados y rechazados por el soberano pueblo venezolano, mediante la manifestación expresa de su legítima voluntad en el referéndum popular realizado el pasado dos de diciembre del 2.007.
Aparte de ser un irrespeto a la voluntad y a la dignidad del soberano pueblo venezolano, la anterior insultante y descomedida expresión, es también una flagrante violación a lo establecido en La Constitución Nacional. El Sr Chávez con su infeliz frase: “me provoca clavarle 26 leyes más”; por una parte, reconoce y admite tácitamente que el solo acto de la promulgación de esas leyes constituyó en si mismo un hecho violento, agresivo, ilegítimo e ilegal; es decir, que admitió que nos ha “clavado” 26 decretos leyes a todos los venezolanos, no es que nos las ha decretado, sino “clavado”, y definitivamente no se le “clava” algo a alguien de buena manera ¿o si? Porque ni una aguja hipodérmica se clava sin que sea considerado como un acto de violencia.

Luego de esa desafortunada confesión, el Sr Chávez, ha quedado en evidencia ante el país como un abusador, un arbitrario y violador flagrante de la Constitución y las leyes, colocándose al margen de la legalidad. Admite que no ignora que la manera como promulgó esos decretos leyes fue mediante un acto de violencia (nos las clavó según confiesa), proferido en contra de la voluntad del indefenso, noble y confiado pueblo venezolano; porque ninguna persona sensata en su sano juicio, jamás podría considerar siquiera expresar públicamente a ningún conciudadano, a quien le deba la obligación de respeto, una expresión tan despreciable, repugnante por lo agresiva, como esa. Para demostrarlo, bastaría con hacer un sencillo ejercicio de imaginación; visualicemos por un instante que cualquier abogado litigante medianamente instruido y adiestrado en el ejercicio profesional, expresará en un acto solemne frente a una Corte de Justicia, por ejemplo, alguna frase como está: A continuación ciudadanos jueces les clavaré la siguiente argumentación; pero si no fuera suficiente para persuadirles, me provoca clavarles otra nueva explicación.

“A confesión de parte relevo de pruebas” solemos repetir los abogados, cada vez que alguien admite mediante su propia confesión hechos en particular, su culpabilidad o participación en algún evento etc; lo cual supone que ya no hace falta continuar promoviendo ni evacuando más pruebas, porque se ha evidenciado con su confesión la verdad, por lo que es irrelevante proseguir discutiendo sobre un asunto suficientemente probado. Exactamente eso ha ocurrido con el episodio referido anteriormente, en el que el Sr Chávez, aparte de confesar habernos “clavado” una vez, también expone su deseo de volvernos a “clavar”, es decir, que implícitamente reconoció que nos ha violentado y violado nuestros legítimos derechos promulgándonos (clavándonos) esas leyes ilegales; pero además expresa como si esto fuera poco, que aún tiene deseos de continuar violentándonos, agrediéndonos, y de violarnos nuestros legítimos derechos consagrados en la Constitución, que ya nos violó “clavándonos las 26 leyes. Que es lo mismo que habernos dicho, ya les clavé 26 decretos leyes una vez y me provoca clavarles 26 más. Demostrándose así fehacientemente el desprecio que siente y tiene por la opinión ajena, por La Constitución y las leyes; colocándose deliberadamente al margen de estas.

Chávez ahora nos miente descaradamente, cuando manipulando pretende hacernos creer que puede legislar sobre materias ya dirimidas, que incluía su fallida propuesta de reforma constitucional derrotada por el pueblo; pero es la propia Constitución Nacional la que le impone una clarísima prohibición en tal sentido, y no como pretende en vano hacer creer, sosteniendo que es la oposición quien manipula; todo lo cual se evidencia en el Artículo 345 de la Constitución Nacional que reza: “Se declarará aprobada la Reforma Constitucional si el número de votos afirmativos es superior al número de votos negativos. La iniciativa de Reforma Constitucional que no sea aprobada, no podrá presentarse de nuevo en un mismo período constitucional a la Asamblea Nacional”. NO ES NO.

Es conveniente por otra parte, recordarle al Sr Chávez el Artículo 333 de la Constitución Nacional vigente: “Esta Constitución no perderá su vigencia si dejare de observarse por acto de fuerza o porque fuere derogada por cualquier otro medio distinto al previsto en ella”.

“En tal eventualidad, todo ciudadano investido o ciudadana investida o no de autoridad, tendrá el deber de colaborar en el restablecimiento de su efectiva vigencia”.

Nadie debería perder de vista el contenido y el significado exacto del anterior artículo, si no quiere terminar como un martillador clavado; sobre todo el próximo 23 de noviembre cuando el martillo lo tenga en sus manos el engañado pueblo venezolano a la hora de votar en las urnas electorales, para cobrar sus facturas por los reiterados agravios, irrespetos y violaciones; ese día quien podría resultar clavado podría ser otro y no el pueblo inocente quien no ha agredido a nadie -por ahora- ; de ser así, estaríamos viendo -Dios lo guarde- al martillador clavado, quien nos clavó y quiere clavarnos impunemente a nosotros sus violaciones a la Constitución y a las leyes, según su propia confesión; y que después no se diga que no fue Chávez quien oficializó ese lenguaje inadecuado -por decir lo menos-.Que se saque ahora la viga de su ojo por andar mirando la paja del ojo de sus hermanos.

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