jueves, septiembre 04, 2008

Temas de campaña electoral: Problemas "menudos" del pueblo, sus prioridades.

POR:ARCANGEL VULCANO

El capcioso Sr Chávez muy tendenciosamente, en plena campaña electoral para elegir gobernadores y alcaldes, pretende deliberada y muy convenientemente, soslayar e ignorar los principales problemas que padece y sufre el pueblo venezolano, con el objeto de imponer el ritmo de los acontecimientos políticos a su favor. Por eso aplica varias estrategias persiguiendo precisos objetivos políticos: El principal propósito, evidentemente es el de mantener distraídos a los venezolanos del esencial foco del meollo de las calamidades que los agobian y afectan a diario; busca a todo evento minimizar el impacto negativo que está recibiendo su pésimo gobierno por el veredicto popular, de la opinión pública nacional en general, que le exigen cumplir cabalmente con sus deberes diferidos. Por otra parte, también se ha planteado como meta, imponer él y más nadie la agenda electoral, la escogencia de los temas a tratarse, debatirse y ventilarse durante la campaña electoral.

Chávez, a objeto de lograr alcanzar esos objetivos, está empleando tácticas muy precisas en el despliegue y ejecución de sus planes. La más obvia de todas, fue haber promulgado los 26 decretos leyes, que no son un trapo rojo únicamente, pero que cumple con la consecución de distraer y mantener ocupada a la oposición y al país entero, a partidarios y a opositores. Es muy obvio, que necesita, requiere y desea fomentar un interminable e improductivo debate político jurídico, en torno a los distintos temas jurídicos controversiales que suponen los voluminosos y densos contenidos de 26 decretos leyes, que fraguó durante largos meses preparándolos taimadamente para usarlos como armas de doble filo; por una parte cumple con sus objetivos electorales, pero por otro lado dispone efectivamente de una legislación plenamente vigente de corte colectivista, que podrá usar para apuntalar gradualmente, progresivamente por fases, su proyecto político neo comunista dizque socialista; decretos leyes que podrían mantener perfectamente distraídos y muy ocupados durante largos meses a expertos, especialistas, académicos y a juristas estudiosos; pero que mantienen también muy inconvenientemente ocupados, desconcertados y confundidos a los profanos -que son la mayoría- y a la gran masa opositora que disiente del régimen; en ese debate infructuoso se podría fácilmente ir la campaña electoral y no terminaríamos de discutir todas las leyes, ni siquiera extraer conclusiones, y menos conseguir resultados efectivos contra los decretos leyes promulgados.

Hemos expresado en otras entregas, que este complejísimo asunto de las 26 leyes constituye en realidad una habilidosa maniobra del Sr Chávez, quien empleando un falso dilema ha colocado artificialmente y deliberadamente al país en un callejón sin salida, en ambos casos, Chávez perdiendo o ganando las elecciones obtiene beneficio, siempre podrá maniobrar, además, es improbable que pierda todas las gobernaciones con el ventajismo que despliega. Es una falacia entonces, sostener que si la oposición gana la mayoría de las gobernaciones significaría la guerra; pero también lo es mantener la matriz de opinión de que ganando las elecciones regionales se podrían derogar, anular y dejar sin efecto las 26 leyes, porque la decisión del 23 de noviembre simplemente no es vinculante con la plena vigencia que mantendrían esas leyes cualquiera que fuera el resultado electoral. Es por lo que insistimos en alertar al país nacional, en el sentido de que no debería hacerse falsas expectativas e ilusiones en relación a la remota posibilidad de que un resultado electoral favorable a la oposición, traería como consecuencia y efecto inmediato, la nulidad de los controversiales 26 decretos leyes; el camino eficaz para perseguir derogar esos decretos leyes es otro, jamás las elecciones del 23 de noviembre. Pero el asunto precisamente en cuestión que pretendemos exponer, es explicarle al país, que Chávez tendenciosamente intenta confundir, desconcertar y distraer a la oposición y al país en general, y en buena medida hasta ahora los está consiguiendo.

La prioridad de Chávez en este instante, es que su partido PSUV pueda ganar el mayor número de gobernaciones y alcaldías posibles el próximo 23 de noviembre. Le interesa fomentar la abstención auspiciando el desconcierto y la confusión entre la población, por eso procura transmitir la desesperanza en las mayorías nacionales; alienta, auspicia y promueve la división entre las filas de la oposición; se regodea arrogante y prepotente, ufanándose durante las abusivas transmisiones de sus cadenas de radio y televisión nacionales, mostrando su avasallante poder, su grosero y delictivo ventajismo, sus arbitrariedades en el manejo de los cuantiosos recursos financieros y logísticos del fisco nacional, bajo el control del estado interventor, centralista y militarista; administrados inmoralmente desde el gobierno como un caudillo cínico y despótico violador de la Constitución Nacional y las leyes de la república, quien comete flagrantemente delitos de peculado de uso, abuso de poder y malversación de fondos públicos, a la luz pública con el mayor desparpajo, blindado con la más cínica impunidad, que le confieren desvergonzadamente, con su anuencia y complicidad servil, todos los integrantes agavillados y confabulados del resto de los poderes públicos, que a todas luces están intervenidos y controlados bajo los inescrupulosos designios de un aspirante a dictador, un caudillo político, quien ya no disimula sus ayer inconfesables fines.


En tal virtud, los venezolanos sin excepciones, debemos estar absolutamente conscientes de los graves riesgos y acechanzas que amenazan a la república democrática; y por eso no deberíamos inconvenientemente caer en la estrategia tendenciosa del capcioso y maniobrero instalado en el poder; ni distraernos torpemente de los problemas y temas esenciales que deberían ocupar nuestras auténticas prioridades.

Los venezolanos deberíamos fundamentalmente sin descuidar el tema de las leyes, concentrar toda nuestra atención y esfuerzos en debatir y ventilar durante la próxima campaña electoral, principalmente los temas y problemas que en realidad más nos afectan y preocupan, como por ejemplo: sobrevivir dignamente; la inseguridad personal; los constantes asesinatos y robos que sufren miles de venezolanos víctimas del hampa desbordada, incontrolable e irrefrenable, por la insuficiencia de políticas de seguridad eficaces; el irrefrenable alto costo de la vida; el desempleo; le escasez de productos esenciales del consumo masivo; la carencia de viviendas; el deterioro creciente de los principales servicios públicos esenciales que necesitamos consumir a todo evento como son los de electricidad (apagones), agua, teléfono, transporte; nos preocupan en grado superlativo la paupérrima situación de algunos centros de salud pública, por la insuficiente dotación de indispensables y necesarios insumos médicos, medicamentos e instrumental quirúrgico; su inocultable deterioro, por la evidente falta del adecuado mantenimiento de las principales obras de infraestructura del estado, como autopistas, carreteras, puentes, calles, escuelas, universidades, hospitales, dispensarios, módulos policiales, centros de atención pública en general, estadios, canchas deportivas, en su gran mayoría venidas a menos por la displicencia y el descuido gubernamental en general (gobierno nacional, regionales y locales), que no atienden oportuna y adecuadamente sus obligaciones y deberes, si no que prefieren ocuparse de combatir en guerras virtuales, que en nada ayudan a los venezolanos a encontrar verdaderas soluciones a sus problemas vitales, esenciales, habituales y cotidianos; los gravísimos problemas a los que debe enfrentar a la buena de Dios, porque el gobierno obligado a hacerlo vive distraído y ocupado en otros menesteres (comprar armas en Rusia), ignorando los lacerantes problemas que más nos importan y aquejan diariamente a todos los venezolanos y que el caudillo en una oportunidad llamó infelizmente, como los "problemas menudos del pueblo", es decir, menudencias sin importancia.Problemas vitales, esenciales y habituales del pueblo venezolano y que el gobierno deliberadamente soslaya, por estar torpemente ocupado en su combate virtual y verbal con el maluco imperio norteamericano, que supuestamente nos amenaza con invadirnos, pero que nos paga puntualmente la cuantiosa factura petrolera que nos financia y ayudan a costear los devaneos ideológicos y el proyecto político expansionista dizque bolivariano, del seudo líder revolucionario.Mientras el bocazas seudo revolucionario pronuncia diariamente sus interminables peroratas para arremeter con lo que él considera su enemigo a muerte, la gran mayoría de los venezolanos, dueños de la más gigantesca riqueza petrolera (que nunca vemos ni en sueños) jamás imaginada por nuestros libertadores, debemos conformarnos y resignarnos con librar la inevitable batalla diaria para sobrevivir y poder medio comer, así como librando la constante batalla, pero no contra el imperio gringo, sino contra el hampa desbordada que anda con el moño suelto matando, robando, delinquiendo, acechándonos y amenazándonos con enviarnos con boleto sin retorno al cementerio.Libramos una verdadera batalla por sobrevivir; pero además ya nos es muy difícil poder costear suficientemente nuestras más elementales necesidades, nos crecen geométricamente nuestras carencias, mientras el Jefe supremo invierte multimillonarios recursos del fisco en financiar a sus socios ideológicos y sus proyectos políticos en otros países a costa de nuestras necesidades más elementales diferidas, y que nunca son suficientemente satisfechas como deberían.Hoy en Venezuela hay el reaparecimiento de enfermedades endémicas que se creían superadas y dominadas, como por ejemplo la malaria; más de 27 mil casos de dengue al año, y han rebrotado increíblemente temibles enfermedades, como el mal de chagas, la lessmaniasis; igualmente amenazan a nuestra población inocente, indefensa e impotente, padecimientos infecto contagiosos como la parotiditis (paperas), la meningitis, la neumonía, la tuberculosis, el sida, diarreas, etc.Nuestras principales ciudades están colapsadas por montañas de basura, creciendo así la insalubridad y los riesgos a toda la población. La seudo revolución mal llamada bolivariana ha fracasado en el combate de estas preocupantes realidades que la muestran tal cual es, como un inmenso y gigantesco engaño al pueblo, una enorme mentira, sustentada en cuantiosas y costosísimas propagandas, difundida por el brutal aparato de comunicación que maneja discrecionalmente a su antojo el régimen oprobioso, manipulador, cínico y desvergonzado que nos quiere meter gato por liebre, y que emplea principalmente para intentar en vano mantener el gran engaño, el infinito fraude que es en verdad; porque durante su pésima gestión gubernamental de diez largos años, el país está colapsado de problemas irresolutos, mientras el omnipotente faccioso seudo líder incesantemente repite historias y fábulas, desentierra glorias pasadas de los héroes nacionales, y nos habla sin parar de las batallas que libra contra el “amenazante” imperio gringo.El indoblegable pueblo Venezolano libra es una lucha pero contra el imperio del nuevo emperador latinoamericano autoproclamado como el adalid de los “pobres”, el neo redentor, el salvador, el ungido para luchar contra las injusticias, la corrupción, la miseria y las calamidades que nos agobian, por eso ese pueblo engañado tendrá la gran oportunidad de pasar sus facturas votando el 23 de noviembre exigiendo sus derechos, y ese día le importarán un comino las batallas virtuales contra el imperio yanqui, y sólo atenderá a las razones de peso, las reales, a los chillidos que se pronuncian desde la boca de sus vacíos estómagos, los inocultables e insuperables aullidos del monstruo de millones de cabezas, integrados por millones de almas; para pasar por encima de cualquiera, no se conformará con comer mariposas; ignorará sabiamente potes de humos, trapos rojos, habilidosas y artificiosas maniobras de distracción, y derrotará a los fraudulentos engañadores de oficio; ese día el glorioso y libertario soberano pueblo venezolano, les explicará claramente a sus verdugos, lo que son en realidad los mal denominados “problemas menudos del pueblo”, sus prioridades.

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