Venezuela vive la hora de los guapetones agavillados "cobardes" y sufre su doble moral.

POR:ARCANGEL VULCANO

El Sr Chávez en su alocución de ayer desde Catia en Caracas nos ha hecho recordar a los muchachos guapetones muy peleones de la escuela, que a cada rato provocaban pleitos artificiales para intentar en vano hacerse populares, o simplemente exteriorizar sus bajos instintos y perversidades, y en sus artificios solían desafiar a pelear sin distinciones a todos su condiscípulos a la hora del recreo; pero cuando algún valiente le asumía gallardamente el reto citándolo a entrompar a la salida, el cobarde arrogante se escurría por la puerta trasera, porque siempre a la hora de las chiquitas evitaba el combate cuerpo a cuerpo; por eso el desafiador del colegio tomó la indeleble fama de aguajero.

El Sr Chávez quien se ufana de ser cristiano y creyente en Jesucristo, a quien ha denominado como “socialista y revolucionario”, exhibe una doble moral, y se permite la ligereza de predicar promover la paz mundial, pero por otro lado desencadena deliberadamente en los últimos años en el continente americano, una peligrosa y preocupante carrera armamentista alegando razones de defensa, esgrimiendo como argumento la posibilidad o el riesgo potencial y latente de una presunta invasión e intervención estadounidense para derrocarlo.Doble moral que es más obvia cuando permanentemente insulta al imperio gringo, pero les vende, envía y cobra puntualmente la cuantiosa factura petrolera que usa para financiarse y expandir su proyecto político seudo revolucionario.

Es común escuchar y ver como el Jefe supremo del oprobioso régimen conculcador de los derechos humanos de los venezolanos, hace constante alarde de ser muy amplio y democrático, pero al mismo tiempo viola flagrantemente la Constitución y las leyes.

Es la doble moral en acción cínica de un caudillo inescrupuloso que dice combatir la corrupción administrativa, pero que la tolera descarada y cínicamente en el seno de su gobierno, encubriendo a los personeros más encumbrados que desde distintas posiciones se han apropiado del erario público; es un gobernante con una doble moral, porque ordena a su sumiso y servil Contralor General de la República inhabilitar políticamente, selectivamente a candidatos opositores, mientras encubre la más degradante y evidente corrupción que ha salido a la luz pública en varios casos conocidos y emblemáticos, y que lo desnudan como un falso luchador contra la corrupción.(El maletín)

Doble moral también exhibe el Sr Chávez, cuando por una parte dice actuar para promover la integración de los pueblos, pero por debajo de la mesa auspicia, sostiene y financia movimientos subversivos desestabilizadores en varios países, para cometer una grosera y abierta injerencia en los asuntos internos de otras naciones democráticas.

Es la doble moral de un caudillo antidemocrático abusador, y que queda en evidencia cuando desde el ejercicio temporal de su cargo, presume de su dudosa honestidad, pero descaradamente comete delitos de peculado de uso; malversación de fondos; abuso de poder y extralimitación de funciones; disponiendo y usando sin restricciones ni límites de los multimillonarios recursos financieros y logísticos del estado, para hacer sin ningún pudor,desvergonzadamente, proselitismo político, y desplegar una brutal, desproporcionada y ventajista propaganda publicitaria en favor de su parcialidad política y de su partido PSUV, a través de todos los medios de comunicación propiedad del estado, en desmedro del resto de las organizaciones políticas y sociales, que integran la diversa y plural sociedad democrática venezolana.

Hugo Chávez suele hacer alarde de un valor y un coraje que jamás ha sido evidente ni probado en combate, porque cada vez que las circunstancias se lo han exigido, hasta donde hemos conocido, siempre se ha rendido o ha debido replegarse tácticamente; debe ser por eso que ayer su compadre el General retirado y ex ministro de la defensa Raúl Baduel lo llamó "cobarde" (quien si debe conocerlo mejor), Baduel, quien antes era ensalzado por el gendarme como héroe revolucionario, y enaltecido hasta la exaltación después que lo ayudó a rescatar y reponer en el gobierno, luego de traerlo de la isla de la Orchila en donde estaba rendido y sometido a sus captores, a quienes se les fue a entregar personalmente, acompañado de la piadosa compañía de personeros de la Iglesia a quienes le habría solicitado su mediación, cuando sintió el frío petrificante del auténtico riesgo de tener que encarar de verdad a las facciosos dispuestos a todo, reteniéndolo prisionero entonces sin que hiciera resistencia ni mostrara ninguna actitud hostil contra sus captores.

El General retirado Raúl Baduel, hoy caído en desgracia, perseguido por el gobierno y señalado como “traidor”, se ha atrevido a calificar a su antiguo jefe como “cobarde”; precisamente el día en que el líder del proceso seudo bolivariano le ha ofrecido al imperio estadounidense hundir la cuarta flota si se atreve a incursionar en aguas del río Orinoco, no sin antes anunciar que dos aviones supersónicos, bombarderos rusos están aquí haciendo maniobras militares; pero insinuando que también vinieron para defenderlo de los yanquis y pitiyanquis que lo quieren matar (“me voy a montar en un bicho de esos, ha expresado vanidosamente), pero actuando cual si fuera aquel patético guapetón de la escuela citado, que solía llamar a un hermano mayor clamando ayuda, para que lo defendiera, cada vez que la pelea iba en serio, como producto de sus excesos contra los demás alumnos, cuando por fin, luego de tantos alardes ofensivos, algún condiscípulo valiente aceptándole sus reiterados desafíos, asumía valientemente el reto, para expresarle delante de todos: “Te espero a la salida para entrompar a ver si es verdad, a ver si es verdura el apio”; en ese instante crucial y decisivo, la doble moral de algunos, es cuando se hace más evidente; cuando se hace latente la hora de los "cobardes" agavillados, a los que siempre esperan a la salida, y que suelen solicitar auxilio de sus amigos patoteros de pandilla, cada vez que se sienten amenazados y les toca por fin afrontar las consecuencias de sus atropellos.

¿Por qué sorprenderse?, si incluso hemos visto al vanidoso y arrogante faccioso, aferrándose a un crucifijo pidiendo y suplicando perdón. Los arrogantes pendencieros, casi siempre suelen escabullirse por la puerta de atrás.

A estas alturas ya nada nos sorprende, después de haber visto emblemáticos y aleccionadores episodios históricos que muestran fehacientemente las debilidades humanas. Hemos visto con tristeza y gran pena, a muchos irresponsables guapetones políticos, que han sumergido innecesariamente a sus países en interminables conflictos guerreros fraticidas, terminar condenados, ahorcados despiadadamente por sus jurados enemigos, o por sus propios pueblos que les sirvieron como pretextos para desarrollar sus planes hegemónicos; y a muchos poderosos de ayer, salir huyendo por la puerta de atrás (sobran ejemplos, deben mirarse en el espejo, nadie es eterno, ni infalible sólo Dios).

El ejercicio de la alta política requiere y exige en su difícil accionar de extraordinarias cualidades, de muchísimo equilibrio, ponderación, serenidad sabiduría y gran conocimiento; por eso la política de estado es para los estadistas, no para irresponsables improvisados; y no debe jamás ejercerse exhibiendo una doble moral, sin medir las consecuencias nocivas que esto siempre supone para las víctimas que son los pueblos indefensos, porque más tarde o más temprano, los pueblos sabrán cobrar las afrentas sin inmutarse. Venezuela desgraciadamente pareciera que está viviendo la hora de los guapetones agavillados "cobardes" y sufre su doble moral; pero ninguno se salva, porque todos están inmersos en el mismo fango por causa de sus ambiciones, y todos alegan ser mejores para la nación, que igual padece por causa de sus inflados egos y sus desaciertos; Venezuela sufre por esa doble moral de sus dirigentes que no escarmientan, no aprenden las lecciones que les ha dado el pueblo, ¡qué desgracia!