jueves, noviembre 20, 2008

Chávez atrapado sin salida por los votos.


POR:ARCANGEL VULCANO.

Nos encontramos entre quienes opinan que este próximo domingo 23 de noviembre no habrá una victoria contundente para ninguno de los dos grupos que se disputan el poder político en Venezuela. Creemos que los resultados serán parejos. Intuimos que el mapa político nacional se tornará multicolor, y en ningún caso predominará un solo color, otra cosa, sería absolutamente contrario a la naturaleza diversa y plural que caracterizan a la heterogénea sociedad venezolana. Lo que creemos que prevalecerá este domingo 23 es que Venezuela es plural, diversa, multicolor, jamás mono color.

Sin embargo, consideramos que el Sr Chávez ha incurrido en un gravísimo error de cálculo político, al convertir precipitadamente y equivocadamente el proceso electoral regional en un plebiscito, buscando sacarse el clavo de la derrota del referéndum popular del 2 de diciembre, tal vez movido por su afán y ambición de poder, en su obscena obsesión por eternizarse en el cargo temporal que ocupa, mal disimulando sus intenciones de preparar el escenario propicio para promover de nuevo una enmienda constitucional para intentar imponer la posibilidad remota de la reelección indefinida, mediante el endoso de los votos de sus candidatos; el problema es que ese endoso podría ser muy negativo para él, porque es muy probable que en los grandes centros poblados y en las ciudades más importantes del país reciba junto a sus candidatos impuestos una gran dosis del llamado voto castigo , lo cual lo colocarían frente a un importante dilema hacia el futuro.

Luego de haber sido reelecto en el año 2.006, Chávez increíblemente perdió en un año más de tres millones de votos al someter a referéndum popular su propuesta inconstitucional de reforma constitucional, que incluía entre otros aspectos, la posibilidad de instaurar en Venezuela la reelección indefinida; pero el caudillo sabía claramente que ese proceso electoral era de naturaleza absolutamente diferente al actual para elegir a gobernadores, alcaldes y diputados de los consejos legislativos regionales; sin embargo decidió calculadoramente aprovechar la ocasión, para intentar recuperar el terreno perdido, involucrándose de lleno en el proceso electoral regional persiguiendo relegitimarse, valiéndose del uso indiscriminado, arbitrario y abusivo de todos los recursos financieros y logísticos del estado, de los cuales ha dispuesto inmoralmente sin límites, ni controles, ni restricciones, violando flagrantemente la Constitución y la ley del sufragio que le prohíben expresamente realizar durante el ejercicio de su cargo, actos de proselitismo político a favor de parcialidades partidistas; con el agravante de que lo ha hecho impunemente, con el visto bueno del CNE y la anuencia de sus cómplices de los órganos del poder público obligados a controlarlo, fiscalizarlo, sancionarlo y penalizarlo, sin ninguna vergüenza, descaradamente, y cínicamente, ante el estupor de propios y extraños, quienes impotentes han debido tolerar lo inaceptable de un régimen que se jacta de democrático y respetuoso de las leyes.

Sin duda Chávez ha puesto toda la carne en el anafre, arriesga su futuro, se juega a “Rosa Linda” en una sola partida; si la oposición democrática y la disidencia de su movimiento excluyente (PPT, PCUV, PODEMOS, etc) logran ganar un importante número de gobernaciones y alcaldías en el denominado corredor más poblado del país, en las regiones electoralmente más densas, su gobierno comenzaría a derrumbarse porque quedaría sin sustentación política; de allí su evidente desesperación, amen de que le han estallado varios casos de corrupción en la cara que han hecho tambalear su base de apoyo, obligándolo a reaccionar como cree que debe, contraatacando, agrediendo, amenazando, pero está entrampado, el acorralado es él, no la oposición que se ha mantenido con la mira puesta en el objetivo, que es el episodio histórico del 23 de noviembre, de allí nada ni nadie la ha sacado.
Chávez pareciera ignorar que el país y el mundo impávido lo observan sigilosamente mientras está cometiendo todos sus excesos y violaciones; por eso sin advertirlo, podría sufrir un terrible descalabro electoral este 23 de noviembre al recibir el repudio colectivo silencioso a través de la rebelión cívica de los votantes. Chávez en el fondo, está atrapado sin salida por los potenciales votos de los electores que integran los millones de demócratas venezolanos, que son sin duda la mayoría. Ellos podrían infringirle una significativa derrota electoral este 23 de noviembre, frenando sus ansias autoritarias y totalitarias. La oposición podría obtener un triunfo muy cualitativo, más que cuantitativo; pero habrá que sumar los votos generales en todo el país, así como calibrar la importancia de las plazas obtenidas.

Nada tendría de extraño que Chávez gane en los estados más pequeños, pero de menor calibre electoral en cuanto a su población y relevancia. En los estados más pequeños es más fácil que el gobierno tenga mayor margen de maniobra y pueda manipular, controlar y movilizar a sus potenciales partidarios; pero en los estados con mayor número de votantes como Zulia, Carabobo y Miranda el control del aparato gubernamental se difumina, se diluye, allí es casi imposible que el gobierno manipule una votación masiva, no tiene como hacerlo.
Los venezolanos no hemos olvidado el cierre arbitrario de RCTV, tampoco los 27 decretos leyes ilegales recientemente aprobados entre gallos y media noche; el país recuerda los intentos de imponernos la tristemente célebre ley de inteligencia bautizada por el pueblo como ley sapo; los venezolanos jamás olvidarán los computadoras de Raúl Reyes y las evidentes relaciones delictivas de Chávez con las FARC, y su petición de otorgarles beligerancia y reconocimiento; ni el envió de batallones y tanques a la frontera con Colombia que nos colocaron a las puertas de una guerra fraticida, ni sus recules con el presidente Uribe luego de insultarlo para después llamarlo “hermano”; y mucho menos hemos olvidado el famoso caso del maletín con los 800.000 dólares incautado en Argentina, ni los regalos y cuantiosas donaciones a otros países; ni las infamantes listas Tascón y Maisanta; tampoco olvidaremos nunca el despido de los 20 mil trabajadores petroleros, las persecuciones y hostigamientos contra los disidentes; no olvidamos a ninguno de los presos políticos, ni los caídos en las calles por causa de la violencia desatada por el discurso del odio; ni la catarata de insultos contra los venezolanos valientes que nos oponemos con dignidad a las ejecutorias totalitarias del régimen oprobioso.

Los venezolanos sufrimos la indolencia, displicencia, la incompetencia, la inoperancia, la impericia, la corrupción de diez largos años del desgobierno seudo revolucionario de Chávez y su camarilla de incondicionales, hemos padecido sus atropellos y faltas de respeto estoicamente, por eso no olvidamos, y sabemos que votaremos en secreto, sin temor, pasaremos facturas, saldaremos viejas deudas pendientes y sin pagar que están vigentes y no han prescrito, procurando colocar un poderoso muro de contención al proyecto político castro-chavista comunista, militarista, centralista, intervencionista, conculcador de nuestros legítimos derechos, de las libertades individuales, de nuestros sagrados derechos humanos, de la propiedad privada, y que han sido impunemente violados por Chávez y sus acólitos. Lo haremos en paz, civilizadamente, sin violencia y sin rencor, pero con absoluta determinación y convicción; pero sobre todo con la infinita esperanza puesta en un cambio posible en democracia.De tal manera, que nada está escrito en política; creemos que si se conjugan varios factores esenciales, el mapa político electoral de Venezuela podría amanecer multicolor el próximo 24 de noviembre. Pero para que esto ocurra es indispensable que se reduzca sustancialmente la abstención histórica, típica en este tipo de eventos electorales regionales; pero además, que densos sectores de la población descontentos con la catastrófica acción negativa gubernamental del régimen excluyente, así como por las pésimas gestiones gubernamentales regionales y municipales, que mantienen en patético estado de postración, miseria, calamidades y pobreza a la mayoría de la población venezolana, a pesar de la bonanza petrolera de los últimos años, se expresen masivamente sin temor concurriendo a votar y a defender su voluntad este domingo 23 de noviembre procurando un cambio positivo para toda la nación.

En todo caso, tenemos a Chávez hoy atrapado sin salida por la potencial fuerza de nuestros votos, y el resultado del 23 de noviembre depende íntegramente de todos nosotros los venezolanos, él espera por ellos; de nosotros depende si lo premiamos o lo castigamos por sus violaciones y errores; le llegó la hora de afrontar el terrible veredicto del pueblo. Como no ha habido justicia para frenar las violaciones de Chávez, el pueblo tendrá la oportunidad de hacerla, por eso lo tiene atrapado sin salida con sus votos.

1 comentario:

Manuel Miranda dijo...

Es tal asi.

Entiendo un costoso error innecesario que el Presidente Chavez tenga que arrojarse para si la carga pesada de tantos malos candidatos y algunos sencillamente inoportunos.

Por un simple ejercicio de logica... Si la oposicion conquisto 2 gobernaciones de gran importancia en su PEOR MOMENTO en el 2004, gracias a su torpe manejo politico del 2001...

Las cosas le favorecen mucho mas, luego de haber sido LEGITIMADOS en el referendum del 2007