POR:ROBERTO GIUSTI.
No se cuando y cómo ocurrirá pero el fin del llamado proceso político parece inevitable
Finalmente Hugo Chávez está perdiendo la lucha que tan duramente ha sostenido en los últimos once años para vendernos una realidad que sólo existe en su discurso. El habilidoso charlatán, guachamarón y mitómano, que alelaba hasta a los más recalcitrantes críticos y envolvía con sus letanías a incautos extranjeros con sus promesas de un mundo mejor, el hombre nuevo y la redención de los desterrados del mundo, se hunde irremisiblemente en el pichaque de sus fábulas imposibles, un asqueroso entramado de corruptelas y en la más desastrosa incompetencia a la hora de asumir las más básicas responsabilidades de Gobierno. 
Si la cuarta república necesitó poco menos de medio siglo para sucumbir ante su propia descomposición moral y política, esta cosa informe y caótica llamado chavismo ha requerido algo más de una década para autoaniquilarse luego de emprender un metódico proceso destrucción nacional y de generación de odio en cuya propia salsa se está cocinando ahora. No se cuándo y cómo ocurrirá, pero el colapso del mal llamado proceso político venezolano parece inevitable, la crisis general que vive el país se expresa en todos los órdenes y el principal responsable la debacle ha descubierto que el gran remedio, que era la verborrea, la mentira y el engaño masivo a través de las esquizofrénicas sesiones colectivas de cadenas radiotelevisadas, sólo sirve ahora para amplificar el tamaño colosal del fraude perpetrado contra todo un país.
Es obvio como en tales circunstancias el reflejo de esa realidad, materializada en el mensaje de los medios de comunicación críticos, se convierte en una fuerza subversiva que pone de manifiesto el cada vez más escaso margen de gobernabilidad de un régimen acosado por sus propias carencias. Por eso cierra canales, intimida a propietarios de medios y periodistas, amplía el radio de sus posesiones, expropia, confisca y se apodera de todo lo que puede. Obcecado como está, ignora que en esa misma medida no sólo aumenta su grado de responsabilidad sino la dimensión de su fracaso ante la incapacidad manifiesta para manejar toda esa suma de poder por parte de la cohorte de inútiles (generalmente desechables) que conforma su gabinete. 
Si la cuarta república necesitó poco menos de medio siglo para sucumbir ante su propia descomposición moral y política, esta cosa informe y caótica llamado chavismo ha requerido algo más de una década para autoaniquilarse luego de emprender un metódico proceso destrucción nacional y de generación de odio en cuya propia salsa se está cocinando ahora. No se cuándo y cómo ocurrirá, pero el colapso del mal llamado proceso político venezolano parece inevitable, la crisis general que vive el país se expresa en todos los órdenes y el principal responsable la debacle ha descubierto que el gran remedio, que era la verborrea, la mentira y el engaño masivo a través de las esquizofrénicas sesiones colectivas de cadenas radiotelevisadas, sólo sirve ahora para amplificar el tamaño colosal del fraude perpetrado contra todo un país.
Es obvio como en tales circunstancias el reflejo de esa realidad, materializada en el mensaje de los medios de comunicación críticos, se convierte en una fuerza subversiva que pone de manifiesto el cada vez más escaso margen de gobernabilidad de un régimen acosado por sus propias carencias. Por eso cierra canales, intimida a propietarios de medios y periodistas, amplía el radio de sus posesiones, expropia, confisca y se apodera de todo lo que puede. Obcecado como está, ignora que en esa misma medida no sólo aumenta su grado de responsabilidad sino la dimensión de su fracaso ante la incapacidad manifiesta para manejar toda esa suma de poder por parte de la cohorte de inútiles (generalmente desechables) que conforma su gabinete. 
¿Nos alegramos y hacemos fiesta ante tanta desgracia junta? Por supuesto que no. La solución democrática, la única posible y deseable, será sometida a la dura prueba que tratará de imponerle un gobernante incapaz y deslegitimado que pretende mantenerse en el poder y hará cualquier cosa por lograrlo. El otro escenario, el ideal, el de los países normales, donde la alternabilidad es una rutina universalmente aceptada, está por verse.
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6 comentarios:
Por.Oscar Arnal.
Chávez: 11 años de desastres y hasta cuando
Después de 11 años de gobierno ininterrumpido de Chávez el caos se apodera por completo de Venezuela. Chávez significa crisis. Significa pasado. Significa desastre. Significa la Cuba de Fidel Castro. Con Chávez no hay posibilidad de verdadera democracia. Chávez acabó con la alternabilidad republicana y pretende perpetuarse para siempre en el poder. Lo ha dicho de forma descarada. Se ha proclamado marxista.
Con los poderes públicos de rodillas para Chávez siempre la revolución estará por encima de ley. Los residuos de democracia alcanzaran hasta que Chávez sea una minoría electoral. Desde ese momento en adelante la dictadura será mucho más descarada. Hay que ser muy ingenuo para pensar que Chávez va a entregar el poder. Eso no existe, Fidel Castro no lo permitiría. Para Castro en Cuba hay democracia. Y ahora que Chávez esta estudiando el marxismo se dará cuenta que dentro de esa trasnochada ideología la dictadura del proletariado es más democrática que la representativa o de partidos.
Por ello, el problema no son las encuestas. Los sondeos de opinión pueden decir cualquier cosa, lo que es interesante resaltar es que Chávez no pretende dejar el poder nunca. Él es la revolución. Él la personifica y la encarna. Sin él nada, y todo con él. Un Chávez único es proclamado por sus adocenados colaboradores. El caso de Baduel es elocuente: un Baduel con Chávez y salvador de Chávez, Ministro de la Defensa y General de Tres Soles; un Baduel opuesto a Chávez sólo, y en la cárcel “por corrupto”.
Chávez: 11 años de desastres y hasta cuando (Continuación)
Vivimos en un país donde nadie quiere invertir un centavo. Hay que estar loco para meter plata en Venezuela. Lo que funciona bien corre riesgo de ser confiscado o expropiado. No se respeta la propiedad privada. Todo al capricho del jefe. Del capataz de la hacienda. Venezuela retrocede a tiempos de Gómez. Manda sobretodo el General, en este caso teniente coronel. Y a su sombra manda la familia, mandan los compadres, y con cuidado los que más jalan mecate.
Es la vuelta a la ley de la selva. Las decisiones de los organismos internacionales no se acatan a pesar de lo que dice la Constitución. Las leyes se interpretan como convienen. Las televisoras se encadenan muchas, y más de 24 horas al mes. Los mensajes propagandísticos están todo el día en la radio y la TV. Se cierran canales de televisión y emisoras de radio. Se nombran y se sustituyen personas como si estuvieran sacadas de cajas de detergentes. El gobierno es una tómbola. No tiene ni ton ni son.
Después de 11 años el país esta en oscuras. El agua escasea. Nada se ha hecho en esta dirección. La delincuencia, los secuestros y el hampa organizada campean. La inflación entre las más altas del mundo. El pueblo sin viviendas. El desempleo campea. Los servicios públicos en el peor estado, basta montarse en el Metro de Caracas. Venezuela en la carraplana. En el despeñadero. En la inopia. El país pobre no vive del trabajo, sino de los subsidios y esto lo vamos a pagar. Producción 0, competitividad menos 0. Todo se importa. Lo paradójico es que nunca el petróleo había estado tan alto durante tanto tiempo. Se regala nuestra riqueza petrolera.
Grave que se pretenda borrar la historia pasada y escribir la nueva. Ahora nos dicen que Bolívar no lucho por imponer una República. Que su centro no fue el crear una democracia: con división de poderes, alternabilidad, un parlamento representativo, libertades públicas, propiedad privada y la Gran Colombia con Perú y Colombia. No, ahora Bolívar quería imponer antes que Marx el comunismo. Se le adelanto al propio padre del Socialismo Científico. Era como el Jesús de Chávez, un comunista convicto y confeso.
Chávez y sobre todo su padre Fidel Castro, no dejaran esto nunca por las buenas. No nos llamemos a engaños. Aquí se están jugando a Rosalinda desde hace rato. Lo tienen claro. Con un poder electoral con capacidad para anular de manera parcial o total las elecciones y un TSJ con el poder para interpretarlo todo a su conveniencia el país esta en un laberinto. Es hora de ponerle el cascabel al gato.
Newsweek: Cuba invade a Venezuela
Febrero 16, 2010
(Chapulín Colorado).- En el blog oficial de la prestigiosa revista Newsweek, acaba de aparecer hoy 15 de febrero, una nota firmada por el periodista Mac Margolis, con un título que, de ser cierto, debería alarmar a todos los demócratas del continente americano (“Cuba invades Venezuela”). A mí, personalmente, y creo que a una gran número de venezolanos, no nos cabe duda al respecto.
A continuación traduzco el breve artículo de Mac Margolis, quien es un colaborador regular de Newsweek en inglés (ver “Chávez Is Losing His Grip”) .
Cuba Invade a Venezuela
Mac Margolis
blog.newsweek.com
Traducción: Chapulín Colorado.
Cuba puede ser una estrella menguante en el firmamento socialista, y estar gobernada por una esclerótica dinastía, pero no se lo digan a Hugo Chávez. El presidente venezolano le está dando a la franquicia de los Castro una segunda vida, encargando más y más áreas de su gobierno, sacudido por la crisis, a la Habana. Un creciente número de despachos fundamentales en la burocracia chavista – incluyendo defensa, seguridad nacional, policia, control migratorio, y recientemente energía – están ocupados por Castrócratras.
Ramiro Valdés, antiguo camarada en armas de Fidel y su ex-ministro del interior, fue recientemente escogido para coordinar las acciones en Venezuela, en respuesta a una emergencia energética causada por extensos apagones. (Los críticos señalan que Cuba ha sufrido fallas eléctricas desde hace mucho tiempo).
Los adversarios de Chávez sospechan que Valdés, famoso por imponer controles policiales a Internet dentro de Cuba, fue contratado para espiar a disidentes venezolanos. Otros habaneros sirven como asesores clave en el Ministerio de la Defensa y en el recientemente reformado Servicio Nacional de Inteligencia Bolivariano, y han negociado en nombre de Caracas (del gobierno nacional) con sindicatos de comercio, productores de café y hospitales (colmo por el cual, aparentemente, el Ministro de Salud renunció el 10 de febrero).
Chávez arguye que nadie está tan bien preparado para manejar crisis domésticas como los cubanos. Muchos venezolanos se estremecen por la misma razón.
El GORILA hundió al país en el hambre y la miseria, nunca antes Mandatario alguno logró destruir al país como lo a hecho este degenerado. Por sus manos pasaron 950.000 millones de $ en 10 años, y los dilapido, los regalo a sus chulos mientras el pueblo está sumido en la más completa miseria,en 60 días el país se quedará sin electricidad por falta de haber hecho las inversiones necesarias en el sector Eléctrico, los alimentos están escaseando mientras el GORILA sigue expropiando, a todo lo que le han puesto las manos lo han destruido. Fidel hace 11 años andaba buscando un pendejo para salir de la crisis, y encontró al GORILA haciendole creer que el proyecto Castro Comunista que le ofrecía podía implantarlo en nuestro país, ahora anda en un barco a la deriva sin rumbo fijo y a punto de zozobrar. Los días del GORILA están contados. Caerá.
Clandestino Says:
A veces confundimos las causas con los efectos y los utilizamos como argumentos que justifiquen actuaciones incoherentes.
“Que de esos seis millones de habitantes unos cuatrocientos cincuenta mil fueron a la prision politica, con condenas inhumanas, en condiciones infrahumanas.
Fueron fusilados cubanos por miles. Por lo que se le antojara a la pandilla de fascinerosos que se habia adueñado de la nacion. Se cuentan por decenas de miles los muertos, entre fusilados y luchando contra Castro, en las montañas y las ciudades.”
pregunto:
¿El efecto de este barbarismo fue la rendición incondicional a Castro?
¿No debió sumarse a las causas que justificaban su necesaria derrota?
Luchar por la libertad no es suicidarse poniéndose a tiro de los sicarios del tirano en manifiesta inferioridad y en actitud agresiva justificando sus aquelarres sangrientos.
La revolución es SU sistema. Es el sistema que utilizan los bárbaros para usurpar el poder y el derecho de los que se lo ganaron. Pero el procedimiento de sus víctimas, para recueperar su poder y su libertad no puede ser el mismo procedimiento bárbaro y sanguinario que sirvió para robárselo.
Luchar por el derecho y la libertad, no es una revolución, si no un acto de limpio y legítimo de justicia. La punta de lanza en la lucha por la libertad es su fuerza y su poder soberano puesto en movimiento por un fuerte e inequívoco sentimiento claro, profundo de libertad, que de forma persistente, manifiesta y pública, no ceje en su constante y pegajosa reivindicación. El clamor reivindicativo sin más armas que la suma de ese poder soberano de la nación y el derecho inalienable que la asiste a ser libre e independiente, en su autogoberno. Esa será el arma más poderosa que esgrima un pueblo libre contra su opresor y que este nunca dispondrá de armas para poderla combatir.
Vuelvo a poner el ejemplo del pescadero. Si el pescadero no nos hace entrega del producto y calidad que pagamos, lo recriminamos y le exigimos nuestros artículos, esgrimiendo nuestros derechos. No cogemos una escopeta o un bidón de gasolina y convertimos su pescadería en una pira.
El estado es el ‘pescadero’ que debe garantizar el ‘pescado’ que paga la nación. Cuando no lo hace en calidad, cantidad o puntualidad se le reclama con la determinación y razón, con la que en justicia nos avala el derecho. Así el mundo nunca verá unas turbas de incendiarios, sembrando el terror y el desorden, con dudosas intenciones, con cócteles molotov, piedras o cadenas. Verá la clara superioridad moral en la dignidad y el valor de una batalla limpia a cara descubierta, por unos bojetivos limpios y legítimos, contrastando con la basura, el hedor y la gusanera que siempre quedará claramente del lado de los que la producen e infectan el espacio común, en manos de los ‘chanchos’ y trolls revolucionarios de la miseria y el horror.
No se trata de rebajarse al nivel del criminal, devolviéndoles los crímenes. Se trata de evidenciarlo ante propios y extraños como criminal, poniendo la dignidad de la justicia y el derecho junto a él, para hacer patente el contraste con su realidad sucia y marginal, y donde sus trucos y mentiras deben rebotar en dirección contraria en inapelable efecto boomerang.
Civismo y urbanidad ciudadana, frente al vandalismo criminal del estado. Cuidando mucho ese aspecto, llenar las calles una y otra vez, con la Constitución en una mano y los delitos de la barbarie en la otra. Esa es la gráfica y el titular, que debe rodar por los medios internacionales.
Entonces no habrá dudas. Todos sabrán reconocer al ganador a pesar de estar oprimido. Todos sabrán reconocer la autoestima y el respeto por sí mismo, de un pueblo libre, soberano e independiente, sobre el que el tirano solo puede representar su triste y patética inferioridad en el degradante espectáculo de arañar su coraza arrastrándose sobre sus propias miserias y evidenciando su inapelable condición delictiva.
Clandestino Says:
No. Cuba nunca quiso ser libre. Ni Venezuela, ni España, ni nadie. Estamos atrapados en una educación aburguesada, en la que escurrimos el bulto ante la responsabilidad del esfuerzo en pro del futuro. Así el futuro siempre acaba en manos bastardas y nadie mueve su trasero para recuperarlo, para nuestros hijos a los que se lo debemos y nunca se lo pagaremos.
Hemos heredado nuestra civilización en lo más alto, en base al esfuerzo, valores y responsabilidad de nuestros ancestros. Luego nos hemos montado sobre ella, nos hemos acomodado y arrellenado en sus confortables estancias y hemos puesto el timón en dirección contraria hacia una catastrófica involución que nos lleva a unos orígenes primitivos, pero además emponzoñados con nuestras refinadas miserias pulidas en nuestras desidias.
Que Dios nos coja confesados.
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