POR:ROCÍO SAN MIGUEL.
El periplo de Chávez de esta semana por más de 7 países africanos y europeos, ha sido edificado con el claro objetivo de fortificar su debilitada imagen, de cara a la segunda quincena de septiembre cuando regrese-, que sabe será muy dura en lo interno por el fin del periodo de vacaciones estudiantiles, histórico en apaciguar el clima de conflictividad en el país.
El periplo de Chávez de esta semana por más de 7 países africanos y europeos, ha sido edificado con el claro objetivo de fortificar su debilitada imagen, de cara a la segunda quincena de septiembre cuando regrese-, que sabe será muy dura en lo interno por el fin del periodo de vacaciones estudiantiles, histórico en apaciguar el clima de conflictividad en el país.
El Presidente venezolano sabe que Libia, Siria, Argelia, Bielorrusia y Rusia son plataformas idóneas para un discurso “de propaganda política”, que le permitirá captar instantáneas a su equipo reporteril de eventos cerrados, controlados por enormes dispositivos de seguridad, donde saldrá aplaudido en su crítica contra los Estados Unidos. En esos circuitos no habrá mandatarios impertinentes como Alan García del Perú, quien en la última cumbre presidencial de Unasur en Bariloche, le recordó burlándose-, lo “hueco” y maniqueísta de su crítica “antiimperialista” cuando todo el petróleo venezolano se lo vende a ese país.
A su arribo a Irán y a través de las pantallas de Venezolana de Televisión pudimos enterarnos de que Venezuela tiene suscritos con ese país más de 500 acuerdos de cooperación. Vaya usted a saber la utilidad que ha recibido Venezuela de tales convenios. Sin embargo continuamos dando pasos agigantados yo diría peligrosos- en explorar la cooperación conjunta en materia nuclear con fines civiles. Mucha tela que cortar sin duda, para dos países que se caracterizan por la ausencia de transparencia y rendición de cuentas de sus gobiernos.
A Rusia acude el Presidente a realizar nuevas compras de sistemas de armas, desoyendo aquella vieja conseja de ir con hambre al mercado, por la inutilidad de cosas que terminan comprándose en contra de la racionalidad que imponen el bolsillo y las verdaderas necesidades.
Chávez va a Rusia a seguir condenándose a depender tecnológicamente de un país, como una vez criticó ocurría frente a los Estados Unidos en materia militar. Y vaya cómo está claudicando Venezuela, cuando toda la aviación militar está pasando a depender del poder de los rusos, salvo algunos entrenadores de vuelo adquiridos a China.
El frenazo quizá lo reciba Chávez mañana, 11 de septiembre, fecha de su llegada a Madrid. Allí la plataforma de venezolanos en España sabrá recordarle al gobierno de Zapatero el doble rasero de la política exterior española, que cacarea el respeto a los derechos humanos y sus vínculos históricos con Iberoamérica, tapándose la nariz y mirando a otro lado cuando de vender material policial, de seguridad y defensa a Venezuela se trata.
Sin embargo, probablemente sea esta la última visita que haga Chávez a España. Pues son ya incontables los testimonios de venezolanos con doble nacionalidad que están sopesando intentar querellas contra el primer mandatario nacional, ante la Audiencia Nacional de España, por violaciones graves a los derechos humanos.El mundo da muchas vueltas y la justicia española ha demostrado ser progresista en la aplicación del principio de jurisdicción universal.
Un principio que ha recordado por cierto esta semana al Estado venezolano y sus instituciones, el fiscal de la Corte Penal Internacional, el argentino Luis Moreno Ocampo, al advertir que Venezuela tendrá que capturar al Presidente de Sudán, Omar Al Bahir, si este decide aceptar la invitación de Chávez de asistir en Margarita a la cumbre entre Unasur y África a finales de septiembre Chávez ha desafiado a la Corte Penal Internacional al invitar a un mandatario con orden de captura internacional. Quizá con el cierre de su gira en Madrid, esté desafiando también a los venezolanos con nacionalidad española, que puedan intentar una querella en su contra ante la Audiencia Nacional de ese país. El tiempo lo dirá, pero estimo que a eso debe temerle.
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