POR:FREDDY LEPAGE.
Las crecientes expresiones de rechazo en las filas gubernamentales al bodrio de la mal llamada reforma constitucional traen de cabeza al comandante de la revolución. De allí su mal humor y carácter intemperante, demostrados en la Cumbre Iberoamericana pasada, realizada en Santiago de Chile.
Chávez acepta, aunque de mala manera, la crítica de los sectores democráticos a sus intenciones despóticas. Pero, cuando esta impugnación cobra fuerza entre sus prosélitos, entonces la cosa se pone color de hormiga para quien no está acostumbrado a la contestación a sus órdenes.
Aun cuando sabemos que lo ocurrido en la reunión de jefes de Estado forma parte de un show montado para desviar la atención sobre los peligros y acechanzas que afronta la democracia venezolana, no es menos cierto que la irracionalidad de la conducta presidencial refleja un inestable estado de ánimo, el de quien está acostumbrado a actuar como niño malcriado cuando las cosas no salen a su manera.
Ahora bien, la ruptura interna se insinúa desde diferentes rincones. Por un lado, la discrepancia del partido Podemos e individualidades políticas afectas al régimen. Por el otro, la disconformidad pública del general Baduel, en representación de importantes fracciones militares institucionales.
Igualmente, el descontento de movimientos sociales y sindicales y de un segmento importante del pueblo embrujado por los cantos de sirena del caudillo de Sabaneta. Y, para rematar, la valiente censura militante de la ex primera dama, Marisabel Rodríguez. Vistas las cosas así, resulta una obviedad el debilitamiento de las bases de apoyo popular a la pretendida modificación de nuestra carta fundamental.
La gente no está dispuesta a calarse, sin anestesia, la engañifa representada por el cuento chino voceado por los acólitos oficialistas de "un mayor poder para el pueblo". Esta mentira se escurre por las costuras de la demagogia y el populismo envenenado. Chávez está consciente de que este es su peor momento desde que llegó a la Presidencia de la República. No cabe la menor duda: perdió el potente y vital impulso del pasado.
Los que lo apoyaron incondicionalmente ahora vacilan ante sus delirios vesánicos de poder y gloria y presagian el camino hacia el abismo. Huelen el principio del fin. La intolerancia y la represión crecen proporcionalmente a la desaprobación generalizada de los principios autocráticos y hegemónicos contenidos en la "reforma" de la Constitución.
Los saltos de talanquera seguirán desquiciando a los validos del Gobierno, a aquellos aprovechadores de oficio que medran a la sombra del mandamás de Miraflores. Al fracasar los métodos persuasivos, al saberse derrotado, Chávez hará uso de cualquier bellaquería para torcer la voluntad libertaria de la sociedad.
Utilizará a sus matarifes para amedrentar a la población, haciendo ver que todo está consumado. Para ello cuenta con el control férreo de las dóciles instituciones del país. Es muy fácil huir hacia delante cuando uno se siente guapo y apoyao’.
No obstante este dramático cuadro (el chavismo se zarandea en sus contradicciones), la oposición persiste en verse el ombligo, de manera suicida. No termina de metabolizar la presencia del germen de la destrucción, gracias a la implosión que se gesta en las entrañas del propio proceso "bolivariano".
Insiste en el debate sin sentido entre votar o no votar, en legitimar (o deslegitimar) el referéndum, participando o no, sin llegar a ninguna conclusión concreta y viable para salir del laberinto. Ante una disidencia titubeante, desunida, sin una ruta definida, los estudiantes resultan el fácil blanco estratégico de la furia de los conjurados cubanos y sus compinches criollos.
Fuente:Noticiero Digital.
3 comentarios:
Publicado: Dom Nov 11, 2007 8:28 am
Título del mensaje: Manuel MALAVER: Votar o no votar: Esa no es la cuestión
ND/La Razón
Votar o no votar: Esa no es la cuestión
Es sintomático que al buscarle una relación a la crisis política que tiene en este momento a miles de estudiantes protestando por las calles de Venezuela, el oficialismo no piense en el referendo revocatorio del 15 de agosto del 2004 que culminó con un cuestionado resultado electoral adverso a la oposición que puso fin a la movilización popular iniciada desde finales del 2001, sino en la crisis política del 11 abril del 2002, cuando una manifestación de millón y medio de opositores fue contenida a tiro limpio en Puente Llaguno por bandas armadas de la burocracia partidista y gubernamental con un saldo de 19 muertos y 150 heridos.
O lo que es lo mismo: que para el gobierno de Hugo Chávez las manifestaciones estudiantiles no se dirigen solo a frustrar o aplazar la reforma constitucional y el referendo que busca aprobarla, sino a poner en evidencia el perfil autoritario y dictatorial de un régimen que más allá de la reforma o el resultado del referendo, está “ya” constituido en un gobierno al margen de la ley y frente al cual no queda otro recurso que la lucha.
Aun más, yo diría que lo que esencialmente le duele al chavismo es esta última percepción y las políticas que genera, y que para disuadirlas o aplastarlas está dispuesto a saltar sobre la reforma y el referendo mismos.
¿Qué la reforma extrema este conflicto gobierno-nación, y que la convocatoria al referendo ofrece la oportunidad de denunciarlo y aun de derrotarlo? Pues ciertamente sí, pero sin que ello signifique que porque deje de haber reforma o sea derrotada en diciembre próximo, el chavismo renuncie a ser más autoritario, represivo y dictatorial de lo que ahora ha sido.
Y es en esa dirección que me parece apuntan las manifestaciones estudiantiles que hasta la hora de escribir esta nota (la mañana del sábado) sacudían el país, las cuales estaban poniendo correctamente el acento en la denuncia de la naturaleza esencial del gobierno y no en las circunstancias de que estaba reformando ilegalmente la constitución y convocando a un referendo fraudulento para aprobarla.
De ahí que para Chávez y sus seguidores aplastar las manifestaciones se está convirtiendo en una cuestión decisiva, estratégica y de vida o muerte y tratan de hacerlo de la única manera que saben hacerlo y que ya algunas veces les produjo resultados: a plomo limpio.
En este sentido los sucesos de la tarde del miércoles en la Universidad Central de Venezuela, cuando un grupo de estudiantes oficialistas armados hasta los dientes arremetió contra estudiantes democráticos que regresaban de una marcha pacífica con un saldo de 7 estudiantes heridos, son modélicos, pues revelan que para el gobierno, el problema es la movilización estudiantil en sí y que para contenerla debe definirla y establecerla como señal de una insurrección generalizada que solo de una manera circunstancial y tangencial conviene relacionar con la reforma y el referendo.
En otras palabras: que al oficialismo ya no le importa ir a votar el 3 de diciembre con las manos tintas de sangre, pues ha determinado que para perpetrar el golpe de estado constitucional que ha denunciado Raúl Baduel, ya no le es necesario la paz, la legalidad, ni las disposiciones de la actual o la futura constitución.
Cuanto está el gobierno consubstanciado con esta solución pudo verse en la cadena de radio y televisión que una hora después de los sucesos de la UCV ordenó el ministro del Interior y Justicia, Pedro Carreño, quien ya traía una “versión oficial” de los hechos, presentando como “agredidos” a los estudiantes oficialistas que acababan de exhibirse en las cámaras de televisión pistola en mano disparando a diestra y siniestra, como “agresores” a los 7 estudiantes que en ese momento estaban siendo atendidos en la sala de emergencia del Hospital Clínico de la Ciudad Universitaria, y deslizando de nuevo una tesis que cada día es más recurrente en la estrategia gubernamental: el allanamiento de la autonomía universitaria.
Simulación macabra del más puro fascismo político que consiste, no solo en promover hechos de sangre y violencia que contribuyan a amedrentar y sacar de juego “al enemigo”, sino en pasar rápidamente a acusar a las víctimas de victimarios, a culpabilizarlos por la actuación represiva de las fuerzas del orden y del desorden y dejarles el mensaje de que si no se inmovilizan y aceptan la estrategia del caudillo hacia el poder total, las pasarán peores.
Pero si hacía falta otra prueba de que las agresiones en la UCV y la intervención de Carreño constituían una acción concertada, hubo que pararle al “debate” efectuado en la Asamblea Nacional la mañana del jueves sobre los sucesos, y donde, con la presencia de 3 estudiantes que alegaban haber sido “agredidos” por las fascistas de la oposición, el conjunto de los asambleístas revolucionarios intervino -pero sobre todo las parlamentarias Cilia Flores, Desireé Santos e Iris Varela- para presentar la versión de Carreño corregida y aumentada y llamar a que el canal de televisión que había trasmitido el video que más allá de toda duda demostraba quiénes eran los agresores, Globovisión, y el diario que publicó en primera una foto que lo corroboraba, “El Nacional”, “fueran barridos del mapa”.
Y aquí no cabe más que recordar por lo emblemático del momento y de la persona que lo representaba, la voz y la figura de la asambleísta, Iris Varela, la cual gritaba que nunca se la había conocido como hipócrita “y por tanto se proponía para ponerse al frente de las pobladas que fueran a incendiar a Globovisión”.
Pero lo especialmente sustantivo de las intervenciones de los parlamentarios oficialistas, así como de la “alocución” de Carreño y del conjunto de las opiniones de los portavoces “revolucionarios” que se refieren a la crisis política en curso, es la tendencia a aislarla de la reforma y el referendo del 3 de diciembre, a considerarla como una crisis en si misma y a proclamar que se le debe poner fin a como de lugar, y aunque manche de sangre una consulta que en razón de su contenido estratégico y constitucional debería suceder sin asomo de violencia e ilegalidad política.
Pero evidentemente son formalismos que ya no interesan al chavismo, el cual cada día se distrae más de la campaña a favor del “SI” y de la derrota del “NO”, prefiriendo ir al grano de asfixiar la protesta que, de mantenerse en combustión, puede arrollar al gobierno, la reforma y el referendo.
De modo que no es exagerado afirmar que el referendo se trasladó a la calle, que se sucede a diario y mucho antes del 3 de diciembre, y arroja un resultado que escapa al conteo tramposo de las máquinas Smartmatic, de los cuadernos electrónicos y de los dispositivos captahuellas, y que no es otro que el resultado de la decisión de las mayorías nacionales de rechazar, enfrentar y derrotar a la dictadura chavista.
¿Pero estamos diciendo que esa decisión se coloca al margen del ritual electoral y que si celebra el referendo del 3 de diciembre hay que salir a boicotearlo o a no participar?
No, evidentemente que no, puesto que votar o no votar será siempre una decisión democrática y personal de cada ciudadano, pero sí que independientemente de que se realice en un sentido u otro, ya hay un referéndum en la calle y Hugo Chávez y su reforma lo están perdiendo.
Publicado: Vie Nov 16, 2007 9:26 am
Título del mensaje:
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¿Qué resultaría de la abstención?
El abstencionismo no deslegitima. En ningún lugar del mundo el abstencionismo deslegitima.
La abstención para las elecciones legislativas fue altísima. ¿Qué consecuencias tuvo?
Pues que existe una Asamblea roja-rojita.
¿Qué consecuencias tendrá la abstención en el Referéndum?
Pues tendrá las siguientes consecuencias practicas:
1. El CNE no tendrá que hacer fraude, a todos los efectos legales y prácticos el numero de votantes no importa
2. Chávez ganara más fácil.
3. La oposición perderá la oportunidad de movilizarse y de muy probablemente ganar el referéndum
4. Chávez dirá que la oposición en Venezuela no existe
5. Chávez dirá que la abstención fue porque el pueblo sabia que todas maneras la Reforma iba a ganar y prefirió no perder el tiempo en líneas en los centros de votación
6. La oposición quedara todavía mas dividida cuando una parte acuse a la otra de tener la culpa
7. La oposición no sabrá cuan fuerte es
8. Después de la reforma se le aplicaran las leyes a la oposición de tal manera que prácticamente no existirá.
9. Chávez en el poder hasta que se muera.
10. Venezuela será esclava hasta que el tirano muera.
¡Vota NO y defiende tu voto!
EL PROBLEMA DE LOS QUE NOS OPONEMOS A CHAVEZ ES QUE PENSAMOS QUE EN VERDAD SOMOS LA MAYORIA Y HASTA EL DIA DE AYER NO FUE ASI, ENTONCES AHORA QUE POR PRIMERA VEZ TENEMOS LA POSIBILIDAD DE DERROTARLO EN LAS URNAS, CARECEMOS DE TAL CONVENCIMIENTO, UNA DERROTA ELECTORAL SERIA LAPIDARIA PARA EL PROCESO Y EN CASO DE HACER UN FARUDE ESTE SERIA FACILMENTE DEVELADO LO QUE TRAERIA COMO CONSECUENCIA QUE EL DIA 3 DE DICEMBRE FUESE UN DIA DE ACONTECIMIENTOS INIMAGINABLES, ES CIERTO QUE TIENEN VENTAJA ELECTORAL PERO NUNCA HAN TENIDO LA NECESIDAD DE HACER LA TRAMPA Y ESO LO SABEMOS TODOS, POR OTRO LADO IMPEDIR LAS ELECCIONES NO ES QUE SEA UNA MALA IDEA, PERO LOGRARLO ES IMPOSIBLE PORQUE NO SOLO ESTA EL ESTAMENTO MILITAR A SU FAVOR SINO QUE UN 30% DE LA POBLACION AUN LO APOYA INCODICIONALMENTE, ENTONCES POLITICAMNETE HABLANDO TENGAMOS LA CONFIANZA QUE LOS VIENTOS SOPLAN A NUESTRO FAVOR, SIN EMBARGO ADMITO QUE ESTE NUEVO PANORAMA HA SIDO POSIBLE POR LA PROTESTA DE CALLE.
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