EDITORIAL (EL PAÍS)
18/11/2007.Chávez se ha quitado la careta. De aprobarse por referéndum el 2 de diciembre la nueva Constitución, confeccionada a su medida, le otorgará plenos poderes. El líder venezolano está traspasando el límite de lo tolerable, pues la democracia no es sólo votos, sino también reglas de juego que permitan el juego Gobierno-oposición y, sobre todo, el respeto de las minorías. Y esto, él no lo quiere. Si no, no estaría machacando a los partidarios del no.
El referéndum se va a celebrar sin las más mínimas garantías. El Consejo Nacional Electoral está controlado por el chavismo y el censo está corrompido. Hay protestas de los estudiantes y otros sectores. Incluso hay rumores de descontento en el Ejército. En un gesto poco habitual, las academias venezolanas (incluida la de la Lengua) han manifestado su preocupación porque esta reforma constitucional se realice sin una elección previa y limpia de una asamblea constituyente.
Su enfrentamiento con el Rey puede darle alas para explotar durante mucho tiempo la crítica a España, pues no hay que olvidar la fecha de 2010 en que empiezan las conmemoraciones bicentenarias de las independencias de los países latinoamericanos. Además de poner en sordina los problemas internos, su populismo bolivariano sacará entonces un enorme partido de todo este rifirrafe.
Hacia el exterior, la tensión con España tiende a aislarle del resto de América Latina donde, salvo un puñado de dirigentes, se le teme más que ama. Quiere convertirse en la referencia de la izquierda latinoamericana revolucionaria y no le faltan seguidores que aplaudan su apuesta. Pero la cuestión es saber si el caudillo venezolano, pese a contar con los beneficios del petróleo, no ha alcanzado ya lo que Clausewitz llamaba ese "punto culminante de la victoria" que hace muy costoso el mantenimiento de las conquistas.
CRÓNICA: LA CUARTA PÁGINA PIEDRA DE TOQUE
"EL COMANDANTE Y EL REY"POR: MARIO VARGAS LLOSA.
La salida de Juan Carlos I, tras las interrupciones e insultos de Hugo Chávez, tuvo la virtud de rasgar el velo de hipocresía que rodea las Cumbres Iberoamericanas
Es verdad que una imagen vale mil palabras y, una secuencia de imágenes, diez mil. El incidente que ha inmortalizado la sesión de clausura de la última Cumbre Iberoamericana celebrada en Santiago de Chile, divulgado al mundo por las cámaras de televisión, dice más e ilustra mejor sobre el caudillo venezolano Chávez y congéneres, así como sobre las relaciones de España con América Latina, que decenas de sesudos ensayos.
Conviene a España tener relaciones privilegiadas con países que encarnan la civilidad y la libertad
Los mejores guionistas de Hollywood no lo hubieran hecho tan bien si querían abrir el espectáculo con la imagen -entre cómica y siniestra- de un espadón tercermundista en plena acción. Interrumpiendo al presidente del Gobierno español que, tímidamente, se atrevía a recordar a los mandatarios latinoamericanos que "nacionalizar empresas no garantiza nada", el comandante Hugo Chávez se apodera del micro y se dispara en insultos contra José María Aznar, quien alguna vez habría invitado a Venezuela a algo tan ignominioso como integrarse "al primer mundo", propuesta fascista que el caudillo tropical rechazó, claro está, porque "somos humanos y los fascistas no son humanos. Creo que una serpiente es más humana que un fascista o que un racista". La estupidez conceptual se enriquece si quien la emite se expresa con la vulgaridad del comandante Chávez y su gesticulación cuartelera. Hasta aquí nada que sorprenda, aunque, sí, mucho que entristezca y avergüence, si quien presencia la escena es latinoamericano y, sobre todo, venezolano.
Entonces, Rodríguez Zapatero pide la palabra a Michelle Bachelet -la presidenta de Chile dirige la sesión- y, extremando el respeto de las formas y buscando con verdadera angustia las palabras más prudentes, trata de dejar sentada su protesta por la "descalificación" que se ha hecho de un ex presidente "que fue elegido por los españoles". Digo "trata de" porque, pese a sus educadas maneras, hasta en dos oportunidades es groseramente interrumpido de nuevo por Hugo Chávez, quien, como la presidenta Bachelet le ha cortado el micro, levanta virilmente la voz a fin de que ninguno de los presentes se libre de escucharlo. A estas alturas, el Rey de España, al que literalmente hemos visto demudarse y enrojecer a lo largo de toda esta escena sin poder ocultar la irritación que le produce, irrumpe con su contundente "¿Por qué no te callas?" que, por un instante, deja al soldadote de marras quieto y mudo, como sin duda le ocurría en el cuartel cuando su superior lo aderezaba de carajos. La presidenta Bachelet introduce un inesperado toque de humor al sugerir con meliflua voz a los presentes "que eviten los diálogos".
Otro tercermundista y comandante entra en escena, esta vez un Daniel Ortega maltratado por los años con una calvicie acelerada y una panza capitalista, para desgañitarse atacando a España por los bombardeos de Estados Unidos contra Libia, por las supuestas depredaciones de Unión Fenosa y contra los embajadores españoles por conspirar contra el Frente Sandinista... hasta que el Rey de España se levanta y deja sentada su protesta abandonando la sesión.
La enseñanza más obvia e inmediata de este psicodrama es que hay todavía una América Latina anacrónica, demagógica, inculta y bárbara a la que es una pura pérdida de tiempo y de dinero tratar de asociar a esa civilizada entidad democrática y modernizadora que aspiran a crear las Cumbres Iberoamericanas. Esta será una aspiración imposible mientras haya países latinoamericanos que tengan como gobernantes a gentes como Chávez, Ortega o Evo Morales, para no mencionar a Fidel Castro. Que sean o hayan sido populares y ganaran elecciones no hace de ellos demócratas. Por el contrario, muestra la profunda incultura política y lo frágil que son las convicciones democráticas de sociedades capaces de llevar al poder, en libres comicios, a semejantes personajes. Ellos no asisten a las Cumbres a trabajar por el ideal que las convoca. Van a utilizarlas como una tribuna para internacionalizar la demagogia y las bravatas con que mantienen hipnotizados a sus pueblos y, por eso, esas Cumbres están condenadas al fracaso y al circo. Antes, la estrella indiscutible de ellas era Fidel Castro y sus espectáculos anti imperialistas, que enloquecían de felicidad a los gacetilleros amantes de escándalos. Ahora que Castro dejó de ser caudillo para convertirse en analista internacional -el único que en Cuba habla y despotrica con envidiable libertad- el histrión preferido de la prensa amarilla es Chávez, émulo y ventrílocuo de aquél.
Claro que hay otra América Latina, más decente, honrada, culta y democrática que la representada por estos energúmenos. Estaba allí, en esa sesión de clausura, invisible y muda, como siempre en estas ocasiones en la que los caudillos, hombres fuertes, "comandantes" y payasos se apoderan de las candilejas. ¿Por qué callan y se dejan ningunear y eclipsar de esa manera si ellos son infinitamente más respetables y dignos de ser escuchados que aquéllos? No sólo porque algunos están sobornados por los petrodólares que derrocha el venezolano a diestra y siniestra. A menudo lo hacen porque temen ser víctimas de las diatribas y descalificaciones de aquellos matones, que les pueden soliviantar a sus extremistas criollos y, también, aunque parezca mentira, porque ellos, que sólo son gobernantes civiles que tratan mal que bien o bien que mal de ajustarse a las limitaciones que les señalan las leyes y constituciones, se sienten mandatarios de segunda frente a esos dioses omnímodos que no tienen otro freno para sus excesos y bellaquerías que su soberana voluntad.
La salida del Rey de España tuvo la virtud de rasgar el velo de hipocresía que circunda las Cumbres Iberoamericanas a las que, en apariencia -no en la realidad- asisten jefes de Gobierno y de Estado dignos del mismo respeto y consideración. Falso de toda falsedad: el señor Chávez tiene unas credenciales que lo exoneran de toda respetabilidad civil y democrática, pues, el 4 de febrero de 1992, traicionó su uniforme y actuó con felonía intentando un golpe militar contra un Gobierno constitucional y legítimo en el que decenas de oficiales y soldados venezolanos murieron defendiendo el Estado de derecho. Levantarse contra un Gobierno constitucional es el peor crimen que pueda cometer un militar y por eso el comandante Chávez fue juzgado, condenado y enviado a la cárcel. Que en lugar de pasarse allí muchos años fuera amnistiado por el presidente Rafael Caldera y luego premiado por una mayoría de venezolanos con la Presidencia de la República no lo absuelve, sólo muestra hasta qué punto estaba turbado ese electorado que se dejó seducir por los cantos de sirena de un demagogo y que está ahora lamentándose amargamente de su error.
Lo absurdo, lo delirante de lo ocurrido en Santiago de Chile es que el comandante Chávez eligiera, para descargar sus iras y convertir en blanco de su mojiganga tercermundista, a España, un país cuyo Gobierno ha hecho esfuerzos denodados para llevarse en paz con él, e, incluso, echarle una mano internacionalmente cuando todo el Occidente democrático lo censuraba por sus atropellos a los derechos humanos y sus complicidades con las satrapías fundamentalistas.
¿Alguna otra enseñanza que sacar de todo esto? Que, como es evidente que a los tigres y a las hienas no se las aplaca con venias y sonrisas y echándoles corderos, conviene mucho más a un país democrático como España privilegiar en sus relaciones a países que representan la civilidad, la libertad, la legalidad, y con los que tiene la seguridad de una cooperación real y de largo plazo, que tratar por todos los medios de ganarse la amistad de quienes representan las antípodas de lo que, afortunadamente para los españoles, es hoy España. Ni la Cuba de Fidel Castro ni la Venezuela de Chávez merecen ser, hoy, los amigos dilectos del Gobierno español, y sí, en cambio todos esos discretos y esforzados gobiernos que, en el resto del continente latinoamericano trabajan por sacar a sus pueblos de esa barbarie del subdesarrollo que representan no sólo los bajos índices de crecimiento y las vertiginosas desigualdades de ingreso, educación y oportunidades, sino, también, la demagogia y la matonería políticas encarnadas en Ortega y Chávez que las televisiones de todo el mundo pusieron en evidencia en la clausura de la Cumbre Iberoamericana.
Es posible que, al reaccionar como lo hizo, el Rey de España transgrediera el protocolo. ¡Pero qué alegría nos deparó a tantos latinoamericanos, a tantos millones de venezolanos! ¿La prueba? Que he escrito este artículo arrullado por los animados compases del flamante pasodoble que ahora entonan y bailan en todas las universidades venezolanas, que se titula ¿Por qué no te callas? y cuya tonadilla y letra llueven sin tregua sobre mi computadora.
Fuente:ELPAÍS.com(España).
3 comentarios:
Carlos Blanco // Tiempo de Palabra
La arremetida contra la abstención de 2005 es porque se demostró que la dirección no dirigía
Abstención 2005
Varios dirigentes sostienen que la abstención de 2005 fue un error. A su pesar, algunos de ellos están empujando la abstención de 2007, al descalificar a quienes ayer se abstuvieron. Aseguran que no votar en 2005 fue un error porque "se entregó la Asamblea Nacional" y que, de no haber sido así, ahora se tendrían unos cuantos diputados que, junto a los de Podemos, podrían enredarle la vida al Gobierno. Mientras más intentan desacreditar a los abstencionistas de 2005, es posible que le den impulso a la abstención de 2007.
2005. La actitud de quienes descalifican la abstención de 2005 se basa en la paparrucha de que se "entregó la AN". No ignoran que ya Chávez la controlaba -modificando el Reglamento a placer- a pesar de que la oposición tenía entonces casi la mitad de los diputados debido a los sucesivos cismas en el chavismo. Además, no es cierto que los dirigentes necesitaran ese escenario para tener una voz potente en la opinión pública, como lo ejemplifican Julio Montoya y Gerardo Blyde, dos reconocidos ex parlamentarios.
Tampoco es conveniente olvidar que dentro de la patraña urdida por el CNE en diciembre de 2005, a la oposición le iban a permitir sólo tener unos 12 diputados (5 ó 6 de AD, unos 3 de PJ y las migajas para el resto).
Ante una situación de evidente ventajismo institucional, con la resaca del fraude del revocatorio de 2004, la mayoría decidió colocarse en una postura abstencionista, lo cual forzó a toda la dirección política del país a seguirla. Los ciudadanos impusieron una línea a los dirigentes. Y un sector de la dirección política de la oposición no se los disculpa; no perdonan el que, desde abajo, desde la calle, se capitaneara una conducta.
Por su parte, después de ese momento, la sensación entre los ciudadanos que se abstuvieron (83% del padrón electoral), fue de euforia. Se había conquistado una victoria en varios sentidos: se desarrolló una línea política desde abajo; se evidenció internacionalmente el masivo repudio a la farsa electoral; y se demostró que la sociedad civil no podía ser maniatada. Debe recordarse que, salvo Julio Borges, la mayor parte de los dirigentes, se avino a la abstención sin reticencias.
2006. Los abstencionistas fueron convencidos de que valía la pena apostar por Manuel Rosales. Evidencia, por cierto, de que no había un abstencionismo ciego, sino perfectamente concebido como táctica política. A pesar de las reservas, el grueso de los que no votaron en 2005 sí lo hizo en 2006. La poderosa consigna de Rosales, "ganar y cobrar", así como su coraje personal al enfrentar a Chávez, dieron cierta confianza. Sin embargo, a pesar de que Rosales denunció el mismo día de las elecciones que su contendor "había ganado, pero no por lo que dicen", lo cual evidenciaba derrota y fraude al mismo tiempo, la sociedad democrática, en una proporción importante, quedó con la sensación de que había sido trajinada nuevamente. 2005 se salió con una sensación de victoria que duró unos meses, hasta que una reflexión se abrió paso: "Nos abstuvimos y esto no resultó en nada". En 2006 la sensación de victoria duró menos, hasta las 7 p.m. del día de las elecciones, cuando apareció la misma reflexión: "Votamos y esto no resultó en nada".
2007. La abstención de 2005 y la participación de 2006 no tienen por qué crear un obligado precedente en ninguna de las dos direcciones para resolver lo que debe hacerse en 2007, porque este momento tiene sus peculiaridades. Sin embargo, atacar a los que quieren abstenerse porque en 2005 "no se consiguió nada" es un gesto tramposo que ignora que con la participación de 2006 tampoco se consiguió nada, salvo la división de Primero Justicia y un éxodo hacia Un Nuevo Tiempo desde AD, que, al decir de Henry Ramos, ha vuelto en buena parte al regazo originario. En ambos casos la falla estuvo en la ausencia de una dirección política que hoy tampoco existe.
El clamor que hoy hay hacia los estudiantes, como ayer hacia Súmate, como anteayer hacia la CTV, Fedecámaras y la Gente del Petróleo, es el clamor por una dirección política que no existe y que no es ni será resultado del acuerdo entre grupos dirigentes cuyos partidos están muy debilitados o son carcasas a la intemperie. Como será la cosa que Manuel Rosales clamó recientemente que "es la hora de la patria, no de la política ni de los partidos ni de los protagonismos personales."
Los partidos no son fuertes o no existen, no porque se les critique (¿no y que la crítica es un ingrediente esencial de la democracia?), sino porque están muy mal.
La arremetida contra el abstencionismo de 2005 en realidad es porque se demostró que la dirección no dirigía, que los presuntos dirigentes no existían y que la reconstrucción de la dirección requiere algo más fuerte que la presencia en los medios y el apoyo del empresariado opositor.
¿Abstención Ahora? Hay dos posiciones dentro de la disidencia. Es posible que esas dos posiciones se expresen el 2 de diciembre si es que hay referendo y si la ventolera no genera la unificación de las posiciones. La mayoría del país está contra la nueva Constitución. Pero ¿por qué hay un gran sector que, sabiéndolo, no quiere votar? Porque afirma que los votos pueden decirle No a Chávez, pero que el CNE le dirá Sí, de todos modos.
¿El hecho de que el fraude vuelva a estar presente implica en forma obligatoria abstenerse? No necesariamente. La condición sería que los jefes de la oposición, sabiendo que el No puede ganar si todos quienes están en contra del adefesio constitucional votan, asumieran desde ya la posición de denunciar el fraude en marcha y contrajeran el compromiso de considerar ilegítimo el resultado de este golpe de Estado que Chávez conduce.
La crisis está en marcha y las preguntas se amontonan. Si el referendo se realiza, ¿se considera o no un golpe de Estado la nueva Constitución? ¿Cuál será la posición si Tibisay sale afirmando que el Sí ganó por unos cuantos millones? ¿Los dirigentes opositores tornarán a decir "nos volvieron a ganar y hay que aceptarlo"? ¿Se consentirá la constitucionalidad de la Constitución porque Chávez "ganó"? ¿Se culpará a los abstencionistas "porque si no se hubieran abstenido habríamos ganado"?
Por el otro lado, ¿es realista decir que debe haber abstención, tomar la calle y no regresar? ¿Cuál es el sentido de insinuar una confrontación "final" entre ciudadanos desarmados y un gobierno armado?
Son cuestiones que una dirección política debería responder, porque el drama no es que no haya Plan B, sino que tampoco haya Plan A. Sin embargo, la situación puede ser rebasada porque la crisis se está almorzando el referendo.
¡Ay, Luisa Estella! ¡Con la máscara chavista eres coautora de este desastre y con la de juez a lo mejor tienes que aplazarlo! ¡Qué papelón tan amargo!
carlos.blanco@comcast.net
Marta Colomina // Acorralado aquí y allá
¿Qué causas han producido tan impresionante descenso en el apoyo a la reforma?
Chávez regresó de Chile fuera de quicio. Centrado nunca ha sido, pero ahora ha rebasado todos los límites. Lleva cinco días arremetiendo contra el rey de España, asunto que poco importa a los millones de venezolanos víctimas del hampa, desesperados también porque no encuentran leche, carne, huevos y ni siquiera papel higiénico. Les preocupa,eso sí, la arremetida contra las empresas españolas que tienen grandes inversiones en el país y generan empleo para cientos de miles de venezolanos.
Las constantes amenazas a la propiedad privada se han traducido en la fuga de inversionistas para otros países donde les garantizan seguridad jurídica. Los desafueros de Chávez -entre ellos su incontinencia verbal y su feroz empeño en convertir a Venezuela en una segunda Cuba- constituyen un grave problema de Estado. Muchos de los suyos se preguntan si ellos pueden seguir apoyando los escandalosos desatinos de quien está conduciendo el país hacia el despeñadero.
Esta semana dos reconocidas encuestadoras, Hinterlaces y Mercanálisis, anunciaron los resultados de sus mediciones concluidas la segunda semana de este mes y en ellos se comprueba que la reforma constitucional (RC) de Chávez está en franca desventaja. La proporción es de dos a uno a favor del "No". Ambos sondeos registran que el rechazo a la RC ha crecido vertiginosamente en las últimas semanas. Según revela Mercanálisis, en septiembre 49% estaba en contra del RC y 44 a favor, pero ya en octubre el rechazo subió al 53% contra el 43%. El descenso del "Sí" en noviembre es casi vertical: 66% está en contra y solo 28% a favor. Cuando ambas encuestadoras indagan sobre lo que conocen del contenido de la RC, los encuestados mencionan la reelección presidencial ; el control que el presidente tendrá sobre la FAN; los riesgos que corre la propiedad privada y el excesivo poder que Chávez quiere para él solo. En las respuestas de los focus group se encontró ladeun dirigente sindical chavista, quien declaró que iba a votar por el "No" porque "si en nueve años Chávez no ha dado seguridad social a los trabajadores y ahora no pueden conseguir ni un kilo de leche, cómo será cuando él tenga eternamente el poder". La percepción de los encuestados es que Chávez está proponiendo esos cambios sólo en su beneficio y no para el pueblo.
Los cambios de opinión más radicales en torno a la RC se registran en los sectores de menos recursos (las clases D y E). En septiembre 57% estaba de acuerdo con la RC (y apenas el 34% en desacuerdo).En octubre el índice de aprobación baja al 50% (el desacuerdo subió 10 puntos hasta ubicarse en un 44%), pero es en la medición de noviembre cuando se manifiesta un drástico cambio: sólo el 30% está a favor y un 64% en contra. Ante cifras tan contundentes el Gobierno saca a colación resultados falsos de encuestadoras piratas con nombre gringo.
¿Qué causas han producido descenso tan impresionante en el apoyo a la RC? El discurso conciliador de los estudiantes y sus marchas pacíficas han sido una importante fuerza motivadora del rechazo, sobre todo porque el Gobierno envió sus matones de oficio contra los estudiantes en la UCV, y luego Chávez y Carreño califican a los pistoleros de víctimas. El creciente desabastecimiento y la violencia cada vez más desatada han sido variables fuertemente actuantes en la caída del·"Sí". Los desatinos de Chávez han acelerado su acorralamiento. Su equipo de ineptos no ha logrado solucionar el desabastecimiento, ni bajar el dólar permuta que marca los precios de miles de productos importados. La inflación sigue subiendo, las viviendas no aparecen y la salud pública está en crisis, mientras Chávez regala hospitales a Nicaragua. El PSUV está a punto de explotar, al igual que el rechazo a la RC de alcaldes y gobernadores chavistas, conscientes de que su cargo y su liderazgo desaparecerán si Chávez logra aprobar tal mamotreto. El impecable discurso de Baduel y el no menos eficaz de su ex esposa María Isabel añaden gasolina al fuego de la disidencia en el interior del chavismo.
¿Y qué van a seguir haciendoquienes se oponen a esta RC y al régimen de Chávez? ¿Seguir la pelea entre quienes hablan de la protesta del "no retorno" y quienes proponen ir a votar? Esta semana Ezequiel Zamora proponía que los estudiantes convocasen a partidos y organizaciones sociales que aún tienen posiciones divergentes en torno a qué hacer frente a la RC, a fin de unificar criterios e ir todoscon una sola decisión: la de oponernos todos férreamente hasta el 1º D a la realización del referéndum, pero ir a votar en masa el 2D si Chávez se atreve a correr el riesgo de perder, o, si osan hacernos trampa, que millones de venezolanos salgamos a la calle gritando ¡fraude!, desconociendo los resultados y clamando por la restitución de la constitucionalidad perdida.
mcolomina@unionradio.com.ve
Dom Nov 18, 2007
Título del mensaje: Acusan a Chávez de encarnar el "fascismo" en la re
De acuerdo a Carlos Fuentes, escritor mexicano
Chávez promueve el fascismo en Latinoamérica
El escritor mexicano Carlos Fuentes dio unas declaraciones a Radio 10 de Argentina, donde se mostró a favor de las palabras del rey Juan Carlos. "Era tiempo de que alguien lo parara", comentó. Añadió: "Denuncia a los demás como fascistas, pero él encarna al fascismo en América Latina (...) Los gestos los discursos, el balcón, los uniformes, todo es de la gran estirpe totalitaria".
Acusan a Chávez de encarnar el "fascismo" en la región
Fecha: 18/11/2007
Link: http://www.infobae.com/contenidos/349611-100799-0-Acusan-Ch%C3%A1vez-encarnar-el-fascismo-la-regi%C3%B3n
Cita:
El escritor Carlos Fuentes se mostró a favor de las palabras del rey Juan Carlos para callar al presidente venezolano. "Era tiempo de que alguien lo parara", destacó en Radio 10
"Es un juglar peligroso y está viendo hasta dónde puede llevar su juego. De nosotros depende decirle: hasta aquí nada más, compadre", subrayó el escritor mexicano.
Carlos Fuentes cree que la reacción del rey Juan Carlos durante la reciente Cumbre Iberoamericana, en la que se enfrentó al presidente venezolano, Hugo Chávez, fue acertada.
"Alguien tenía que decirlo pero nadie se atrevía, sólo el rey", comentó con respecto al "¡por qué no te callas!", la frase que dio la vuelta al mundo pronunciada por el rey.
"Era tiempo de que alguien lo parara", destacó en Radio 10. "Denuncia a los demás como fascistas pero él encarna al fascismo en América Latina. Tiene todos los atributos. Es muy musolineano. Los gestos los discursos, el balcón, los uniformes, todo es de la gran estirpe totalitaria", aseguró.
"Camina como pato, habla como pato, es pato", remarcó.
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