Por: RUI FERREIRA
El desarrollo económico latinoamericano pasa necesariamente por la diversidad en la opción de combustibles y una forma de lograrlo es el desarrollo de la industria del etanol en toda la región, incluyendo Estados Unidos.
En ese sentido, muchas opciones fueron abordadas ayer por un panel de expertos que se reunió en el marco de la Conferencia de las Américas, la cual patrocina The Miami Herald Media Company.
''La región latinoamericana tiene todas las condiciones para ser el gran exportador de biofuel y alimentos, allí tenemos todo lo que se necesita, agua y tierras, pero se necesita financiamiento'', indicó el brasileño Roberto Rodrigues, un miembro de la Comisión Interamericana del Etanol.
Rodrigues, oriundo del único país donde el etanol ha penetrado prácticamente toda la industria automovilística, justificó la ventaja latinoamericana explicando que la caña de azúcar, la base de ese biocombustible, necesita mucha agua, pero también temporadas secas y mucho terreno para desarrollarse.
''En Africa no hay mucha agua que lo justifique; en Asia predominan las pequeñas fincas, lo que hace muy caras las siembras. En Latinoamérica tenemos áreas enormes donde se rotan otros cultivos con la caña que son ideales para ello'', apuntó.
''No me hablen ahora del Amazonas, de que vamos a acabar con el Amazonas. La caña necesita una zona árida y en el Amazonas llueve todos los días'', añadió, refiriéndose a los críticos del desarrollo del etanol, uno de cuyos argumentos es de que transforma los alimentos en combustible.
Sin embargo, según David Rothkopf, un ex integrante del gabinete de Bill Clinton, no se han hecho todos los estudios de viabilidad económica, y el proyecto pudiera no ser tan rápido ni fácil de implementar.
''Hay quien piensa que el biocombustible es un combustible verde, pero no es cierto. Para procesar la caña y obtener el etanol, necesitamos refinerías que funcionan con petróleo. De modo que en eso hay que tener en cuenta el equilibrio de costos'', dijo Rothkopf.
El etanol lo están presentando en una serie de foros por todo el mundo como una alternativa barata, confiable y segura al agotamiento de los combustibles tradicionales. Lo que no está todavía claro es si el precio será competitivo. En la única gasolinera que vende el biocombustible en Miami, un galón cuesta $2.30.
Por ello, enfatizó Rodrigues, quien fue ministro de Agricultura en Brasil, ``necesitamos crear un mercado, porque el mercado no existe. Hace falta que muchos más países comiencen a producir etanol, a crear las legislaciones necesarias para amparar esa industria''.
Según el ex gobernador floridano Jeb Bush, ``en Estados Unidos lo que más podemos hacer para combatir a la pobreza en la región es racionalizar nuestra política agrícola; es decir, acabar con el proteccionismo y los subsidios y, al mismo tiempo promover el crecimiento agrícola en las regiones remotas de los países latinoamericanos''.
''Les soy muy sincero: prefiero depender de 15,000 campesinos en Perú, Colombia o Brasil que de un loco en Caracas que quiere acabar con nuestras libertades y democracia'', señaló Bush.
Fuente:elNuevoHerald.com rferreira@herald.com
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