POR: LUIS VICENTE LEÓN.
El Gobierno ha tomado ventaja del crecimiento económico para subir la popularidad de Chávez
El Gobierno ha tomado ventaja del crecimiento económico para subir la popularidad de Chávez
Hoy escribo a cuatro manos con el excelente economista de Datanálisis, Francisco Allen, para responder otras dos preguntas relevantes: ¿La economía venezolana puede continuar creciendo durante el 2008? ¿Cuáles serán los principales obstáculos que enfrentará?
Aunque es posible que los precios del petróleo no mantengan su tasa de crecimiento, la cantidad de dinero circulando seguirá siendo brutal para el tamaño de nuestra economía. A primera vista esto resulta positivo, tomando en cuenta que ese dinero estimula el consumo en el corto plazo. El problema ocurre cuando se aplica un modelo económico inadecuado que, debido a su naturaleza primitiva, estatista y controladora, desestimula abiertamente la producción privada. Conjunto a lo anterior, se encuentra la ineficiencia de los diseñadores de políticas públicas, los cuales pueden separarse en dos grupos: aquellos que ocupan sus cargos gracias a su afiliación política y no a su formación o capacidad y los que a pesar de ser personas calificadas, se sienten presionados y amenazados por el discurso presidencial, por lo que toman decisiones insólitas, muchas veces contra su criterio racional.
El año 2008 dará lugar entonces a una batalla entre el estímulo del petróleo y el desestímulo que produce la ineficiencia intrínseca de la revolución. A muy corto plazo es posible que resulte ganador el "oro negro" (se estima que con su ayuda se produzca un crecimiento de 5% en el 2008), pero la economía sufrirá heridas graves, siendo las más importantes la inflación, el desabastecimiento y la devaluación. Sobre la inflación, la misma será producida por múltiples factores: exceso de dinero, escasez de oferta, incremento de los costos de importación, voracidad fiscal y expectativas negativas de los agentes económicos.
La diferencia entre el Índice de Precios al Consumidor y el incremento de los costos de operación de las empresas es de más de 10 puntos porcentuales, es decir, que mientras los consumidores se enfrentarán a una inflación superior al 25% el próximo año, los empresarios lo harán a niveles superiores al 35%, lo cual permite pronosticar una grave situación para las empresas.
En segundo lugar, los problemas de abastecimiento continuarán dando dolores de cabeza. Las propuestas de pañitos calientes, con liberaciones parciales por ensayo y error, no serán suficientes para garantizar el suministro de bienes y servicios en una economía en plena expansión de demanda y sin confianza empresarial. Los bienes que se requerirán para el primer semestre del año, que ya no se están produciendo internamente o no están embarcados para ser importados al país, simplemente no estarán en el anaquel, independientemente de las decisiones heroicas que el Gobierno intente a última hora para corregir su increíble incompetencia.
Tendremos también presiones en el mercado cambiario. Se intentará mantener el tipo de cambio oficial en Bs. 2.150. para controlar la inflación, originando una serie de distorsiones, entre ellas, una demanda brutal de dólares oficiales que llevará al Gobierno a extremar la discrecionalidad en su asignación, haciendo de la corrupción "la reina del sistema". En definitiva, lo que se tendrá es un mercado oficial restringido y un mercado negro en plena devaluación, con fuertes impactos inflacionarios reales,independientemente que el Gobierno intente prohibir a los agentes económicos hablar de él.
Hasta ahora, el Gobierno ha tomado ventaja del crecimiento económico para apuntalar la popularidad de Chávez. El problema es que ese crecimiento se convierte en una variable abstracta cuando el venezolano común sufre, en paralelo, una serie de problemas cotidianos que afectan su vida, por lo que la popularidad del Presidente no será inmune a las heridas económicas que, sin duda, veremos enrojecerse durante el 2008.
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