No voy a denunciar que el dedo de Chávez estuvo metido en las primarias de su partido porque lo obvio salta a la vista. Los candidatos ganadores fueron los que debían ser porque no tenían oponente de peso: Istúriz, Rodríguez, Cabello, Chávez, Chacón. Otros lo tuvieron pero eran los de Chávez o por lo menos no le disgustaban a éste: Silva, Isea, Di Martino, García Carneiro, Briceño. Unos terceros perdieron y entre éstos algunos contaban con el dedo, pero otros no y Chávez está feliz porque salió de ellos: Cabezas, Escarrá, Bernal, Arias Cárdenas y Ameliach (aquí deben incluirse aquellos a quienes ni siquiera se les permitió competir: Acosta Carles, Barreto y Rangel Avalos).
Están quienes ganaron y no siendo precisamente los favoritos de Miraflores llegaron a la meta por méritos propios: Tarek (aunque usted no lo crea) y Henry Falcón, quien desafió a Chávez, adelantó la campaña, se lo toleraron y ahora no tiene nada que agradecerle sino todo lo contrario.
En todos estos casos y salvo nuevo aviso podría decirse que, con todos los filtros y manipulaciones, exclusiones y niveles importantes de abstención, (en Sucre, Chacón ganó con 19 mil votos) el PSUV consolida la unidad (al menos parcialmente) porque resulta difícil pensar que alguien se alce en contra de los resultados aduciendo fraude (en Carabobo hubo denuncias contra el CNE) o cualquier otra causa.
El problema está en los ocho estados donde no hubo resultados definitivos (hay que ganar con un mínimo del 50% o al menos con un 15% de ventaja sobre el segundo) y aquí sin atenuantes es el dedo el que decide. Así las cosas, ¿qué hará Chávez, por ejemplo, en el Táchira, donde un militante de vieja data como Leonardo Salcedo ganó en buena lid a quien se consideraba el mejor de todos los candidatos chavistas en el país, José Gregorio Vielma Mora. ¿Irá contra la decisión de las mayorías del partido o la refrendará hundiendo no sólo a su compadre Arias sino también a uno de los mejores cuadros que haya pasado por su Gobierno?
Y yendo más allá: ¿cómo se saldrá de la suerte a la hora de considerar las aspiraciones de los precandidatos de los aliados (PCV y PPT) que quedaron fuera de la justa y esperan que por la vía del dedo se les otorgue alguna gobernación? En este sentido el caso de Guárico se le convierte en un verdadero rompecabezas. (Lara, Manuitt, Albornoz y Contreras)
Vistas así las cosas el escollo de la división no ha sido superado y ya hay escisiones como la de Barinas con Reyes y Azuaje y en Caracas con Tascón, quedando claro que el dedo debe moverse con cautela. Y al final, la clave de todo esto: ¿son los elegidos verdaderos líderes de sus regiones (antes lo eran si Chávez los apoyaba) o se trata de patarucos cuya mejor credencial es la sumisión ante el mandamás que ya no manda más?
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