POR:ARCANGEL VULCANO.
Con tantos eventos noticiosos y polémicas políticas vividas recientemente en Venezuela, muchísimas personas parecieran haber olvidado que el próximo mes de Julio de éste año se les cumple la mitad del período a los diputados integrantes de la Asamblea Nacional. ¿Solicitaremos los venezolanos un referéndum revocatorio para revocar el mandato de los parlamentarios integrantes de ese esencial cuerpo legislativo nacional? amanecerá y veremos, la posibilidad existirá a partir del mes de julio.
No hay que olvidar cómo y en que especiales circunstancias fueron elegidos estos parlamentarios, quienes salvo contadísimas excepciones han convalidado el respaldo incondicional al gobierno y ejecutorias del autoritario Sr Chávez para que realice desde el gobierno toda clase de excesos y violaciones a la Constitución y a las leyes de la república.
Esos diputados fueron electos como se sabe, mediante una escasa participación popular, en un proceso caracterizado por la alta abstención (más del 70%), lo que la marcó con la mancha indeleble que le otorgó a perpetuidad el carácter de ilegitimidad política, esa Asamblea Nacional nació con el pecado original, de que fue electa por una pírrica concurrencia de votantes.
En tal virtud, es absolutamente oportuno y pertinente recordarles a todos los venezolanos; pero especialmente al liderazgo auténtico de todos los factores que integran la diversa y plural oposición democrática venezolana, que es el momento de considerar la seria posibilidad perfectamente viable , de que se produzca en lo inmediato la convocatoria de un referéndum revocatorio, para solicitar la revocatoria del mandato a la gran mayoría de los parlamentarios serviles al régimen, quienes evidentemente son responsables directos de facilitarle la plataforma seudo legal necesaria al gobierno del abusivo Chávez, para la ejecución de las sucesivas arbitrariedades cometidas desde el ejercicio del poder de forma autocrática.
La Asamblea Nacional servil a Chávez es entonces revocable, la misma que le otorgó poderes extraordinarios para que gobernara por decreto.
Esa Asamblea Nacional, perfectamente puede ser revocada, por cierto, sobran los motivos para hacerlo,fundamentalmente por su silencio cómplice ante las ejecutorias inconstitucionales de su Jefe supremo, a propósito de la más reciente ocurrencia madrugadora del caudillo, su flamante decreto ley de “inteligencia” (madrugonazo) que viola flagrantemente la Constitución Nacional, gracias al visto bueno de esa ilegítima Asamblea Nacional cómplice y sumisa.
No hay que olvidar cómo y en que especiales circunstancias fueron elegidos estos parlamentarios, quienes salvo contadísimas excepciones han convalidado el respaldo incondicional al gobierno y ejecutorias del autoritario Sr Chávez para que realice desde el gobierno toda clase de excesos y violaciones a la Constitución y a las leyes de la república.
Esos diputados fueron electos como se sabe, mediante una escasa participación popular, en un proceso caracterizado por la alta abstención (más del 70%), lo que la marcó con la mancha indeleble que le otorgó a perpetuidad el carácter de ilegitimidad política, esa Asamblea Nacional nació con el pecado original, de que fue electa por una pírrica concurrencia de votantes.
En tal virtud, es absolutamente oportuno y pertinente recordarles a todos los venezolanos; pero especialmente al liderazgo auténtico de todos los factores que integran la diversa y plural oposición democrática venezolana, que es el momento de considerar la seria posibilidad perfectamente viable , de que se produzca en lo inmediato la convocatoria de un referéndum revocatorio, para solicitar la revocatoria del mandato a la gran mayoría de los parlamentarios serviles al régimen, quienes evidentemente son responsables directos de facilitarle la plataforma seudo legal necesaria al gobierno del abusivo Chávez, para la ejecución de las sucesivas arbitrariedades cometidas desde el ejercicio del poder de forma autocrática.
La Asamblea Nacional servil a Chávez es entonces revocable, la misma que le otorgó poderes extraordinarios para que gobernara por decreto.
Esa Asamblea Nacional, perfectamente puede ser revocada, por cierto, sobran los motivos para hacerlo,fundamentalmente por su silencio cómplice ante las ejecutorias inconstitucionales de su Jefe supremo, a propósito de la más reciente ocurrencia madrugadora del caudillo, su flamante decreto ley de “inteligencia” (madrugonazo) que viola flagrantemente la Constitución Nacional, gracias al visto bueno de esa ilegítima Asamblea Nacional cómplice y sumisa.
Venezuela debe entonces recordar, que puede si así lo necesita y requiere, iniciar un proceso para solicitar revocar a esa Asamblea Nacional a partir del mes de julio, cuando se les cumple exactamente la mitad de su período legislativo. Además de que se presentaría una oportunidad de oro, en virtud de que los parlamentarios fueron electos con un porcentaje de votos irrisorios, realmente muy escasos, por lo que no sería difícil superar los votos requeridos para revocarles válidamente su mandato.
Un referéndum revocatorio del mandato de esos diputados de la Asamblea Nacional que tuviera éxito, abriría nuevas posibilidades para la oposición venezolana, y tendría un efecto inmediato para revertir la actual situación política de desventaja de la sociedad democrática en general, acorralada por el régimen autocrático que intenta imponerle el comunismo, sería un freno eficaz frente al monopolio legislativo del oficialismo en manos del caudillo y el cual usa para atropellar al resto de los ciudadanos.
Sería así perfectamente posible colocarle un muro de contención infranqueable a las pretensiones hegemónicas, totalitarias, a las arbitrariedades, abusos y atropellos constantes del descomedido Chávez. Supondría tener la posibilidad de poder modificar y tener un nuevo Consejo Nacional Electoral, un transformado Tribunal Supremo de Justicia; de modificar igualmente al Poder Moral, derogar la Ley Habilitante y otras leyes ilegales e inconstitucionales, que han sido promulgadas a contracorriente de los auténticos derechos e intereses del pueblo venezolano. Se haría viable revocar las ejecutorias antidemocráticas, revisar a fondo todos los actos de corrupción administrativa perpetrados por la actual camarilla que desgobierna Venezuela. La posibilidad de revocar a la Asamblea Nacional existirá muy pronto, no sería aconsejable desestimar de plano esa real posibilidad. La oposición democrática venezolana tiene una ocasión valiosísima, es por lo que debe considerarla seriamente.
Sería así perfectamente posible colocarle un muro de contención infranqueable a las pretensiones hegemónicas, totalitarias, a las arbitrariedades, abusos y atropellos constantes del descomedido Chávez. Supondría tener la posibilidad de poder modificar y tener un nuevo Consejo Nacional Electoral, un transformado Tribunal Supremo de Justicia; de modificar igualmente al Poder Moral, derogar la Ley Habilitante y otras leyes ilegales e inconstitucionales, que han sido promulgadas a contracorriente de los auténticos derechos e intereses del pueblo venezolano. Se haría viable revocar las ejecutorias antidemocráticas, revisar a fondo todos los actos de corrupción administrativa perpetrados por la actual camarilla que desgobierna Venezuela. La posibilidad de revocar a la Asamblea Nacional existirá muy pronto, no sería aconsejable desestimar de plano esa real posibilidad. La oposición democrática venezolana tiene una ocasión valiosísima, es por lo que debe considerarla seriamente.
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