lunes, diciembre 03, 2007

La Rebelión de los hijos de papá y mamá (hijos de Venezuela)


POR:ARCANGEL VULCANO.

Cómo los "hijos de papá", así los calificó despectivamente el Sr Chávez a los jóvenes estudiantes que irrumpieron en el escenario político nacional para oponerse a la violación de la libertad de expresión con ocasión del cierre de RCTV. Desde entonces, no cesó el caudillo llanero de proferir toda clase de insultantes epítetos contra los líderes estudiantiles que hoy son considerados –con sobradas razones- como los auténticos héroes de la nación venezolana, a quienes el país entero rinde merecido reconocimiento al considerarlos como los factores de fermento que amalgamaron la unidad de toda la oposición integrada en la sociedad civil, aglutinada en los partidos políticos, gremios profesionales, empresariales y sindicales, las instituciones civiles fundamentales como la Iglesia Católica, los medios de comunicación, los trabajadores, etc, luego de la histórica victoriosa jornada electoral cívica para derrotar la propuesta totalitaria de la mal llamada reforma constitucional, librada a brazo partido en las urnas electorales junto al pueblo de Venezuela.

Ha sido esta lucha cívica victoria entonces, una auténtica rebelión de los mal llamados “hijos de papá”, de aquellos jóvenes rebeldes que lograron derrotar junto al resto de la sociedad democrática (a quien inspiraron con su ejemplo aleccionador) el vano intento totalitario de un faccioso y sectario jefe político, convertido en un ambicioso envanecido, arrogante, pendenciero, enceguecido por el poder y decadente, quien se desfiguró en el ejercicio de su cargo, y que dejó de representarlos, para constituirse en una seria amenaza contra el ejercicio libre de los derechos de todos sus conciudadanos, y contra la misma democracia, colocándo en riesgo la paz y la estabilidad de la republicana.

Los “burguesitos, los sifrinitos, los hijos de la oligarquía, en fin, los hijitos de papá y mamá, los lacayos del imperio”, como despectivamente los mencionaba cada vez que la emprendía contra los héroes nacionales que en realidad ahora son, evidenciando que el país no los considera negativamente, sino como una esperanza de un futuro nuevo, mejor para todos, porque anhelan y persiguen la convivencia, la preservación del estado de derecho,la libertad, la democracia, la tolerancia y la reconciliación nacional, que ahora son nuestras banderas, y que nos mostraron el camino correcto para triunfar, que no era otro que el de la, constancia, la lucha electoral, la participación, la protesta cívica no violenta, mediante el cuidado y vigilancia del proceso electoral y la preservación sigilosa, acuciosa y diligente de los votos, para así liderar y hacer junto al pueblo venezolano la rebelión democrática que hoy ha cristalizado en éxito y gloriosa victoria, que bautizaremos como la rebelión de los hijos de Venezuela, quienes a fin de cuentas, sin ser sifrinos, ni oligarcas realmente, somos los venezolanos nacidos en esta tierra hermosa. Los hijos de Venezuela somos en verdad quienes nos opusimos ferreamente al intento tiránico de un aspirante a dictador sectario. Por eso pensamos que merecemos hoy más que nunca el calificativo de hijos de papá y mamá. La venezolanos quienes derrotamos el intento de fraude constitucional y desmontamos juntos el golpe de estado tramado por el régimen que desgobierna. ¡Qué viva la Cosntitución!

El Sr Chávez, tal vez aún no ha logrado comprender lo que le pasó, ya habrá suficiente tiempo para agotar el análisis político de los recientes acontecimientos; pero sin duda, nos atrevemos a afirmar, que posiblemente olvidó un pequeño gran detalle esencial y que le pasó grave fáctura: Y es que no importa nuestra condición social, económica, racial, filosófica, ideo lógica o religiosa, en nuestro país los venezolanos -salvo las naturales excepciones- de alguna manera todos somos hijos de papá y mamá, y a la gran mayoría nos gusta respetar a nuestros padres y familiares, porque nos agrada sentirnos hermanos, no odiarnos, porque somos cristianos de verdad. Así que al derrotado del palacio, junto a Dios nuestro Señor Jesús, el pueblo lo ha aleccionado y vencido con creces, es decir, los hijos de los padres y madres venezolanos, que tenemos abuelos, hermanos, primos y parientes; todos juntos hicimos la rebelión de los hijos de papá y mamá, para por fin vencerlo y anticiparle su futuro, que no será otro que su segura salida definitiva del poder para beneficio de todos los hijos de papá y mamá de esta noble patria venezolana, que ayer le dijo claramente, una sola frase: ¡jamás estarás para siempre! Venezuela es y será siempre república democrática.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias, Su Majestad, Muchas Gracias

Millones de venezolanos que depositaron su voto para aceptar o rechazar la propuesta presidencial de una mal llamada reforma constitucional debieron esperar hasta la 1 de la madrugada por los resultados de un referéndum que corrían de boca en boca desde las seis de la tarde. Tuvieron que esperar en la mayor preocupación y angustia no porque las autoridades del CNE no tuvieran suficientes actas escrutadas como para dar un primer boletín – a las 7 de la tarde, como se prometiera. E ir completándolos a medida que se les procesara, como sucedía en Venezuela en el pasado ya no muy lejano o como sucede hoy en cualquier país del mundo civilizado. Sino por imposición del presidente de la república quien, según confesó en la mayor impunidad, obligó a esperar por dichos resultados hasta que él tuviera absolutamente claro – él, y nadie más que él, Su Majestad el Supremo – que su derrota era matemáticamente irreversible.

A otro con ese cuento de su moralidad ciudadana. Si tal fuera el caso, los venezolanos hubiéramos tenido un boletín integral, por regiones, perfectamente escrutadas. En manos de todos los canales – RCTV con señal abierta, de primera – de acuerdo a las tradicionales fanfarrias y los invitados especiales de siempre: políticos de todos los colores. De modo a seguir la evolución de las tendencias y participar realmente en el proceso comicial. Por imposición suya debimos, en cambio, cual secuestrados del Poder sentirnos agradecidos porque él, el Supremo, nos concedió la gracia de satisfacernos dándonos la migaja del puntito y su final de fotografía.

Son muchas las preguntas pendientes. ¿Por qué algunos medios internacionales reportaron una diferencia de entre 6 y 10 puntos a favor del NO escrutado un 80% de las mesas de votación horas antes del “final fotográfico”? ¿Qué papel jugaron las Fuerzas Armadas en esta decisión de aceptar la “irreversibilidad” de los resultados? ¿Por qué el CNE se sometió al arbitrio presidencial y tardó seis horas más de las prometidas en darnos su boletín, exasperando a tal grado a los dirigentes opositores, que estos se vieron obligados a presionar amenazando con una rebelión popular de mantenerse esa situación desesperante? ¿Podría el liderazgo opositor haber mostrado la viril firmeza que demostró en las palabras de Antonio Ledezma de no haber tenido constancia de que la diferencia era inmensamente mayor que la que reconociera el CNE? ¿Fue el resultado de fotografía una salida honorable para una abrumadora y posiblemente definitiva derrota que el Supremo se negó a aceptar hasta que no le quedó más remedio?

En tanto no tengamos los detalles del proceso, no podremos sacar las debidas conclusiones históricas del mismo. Una cosa está, sin embargo, meridianamente clara: si la abstención rondó el 45%, como se señala, el peso principal del rechazo a la reforma recayó en los sectores populares. Si su misma gente no le hubiera dado la espalda y los poderes realmente fácticos no hubieran estado del lado de la justicia, hubiéramos tenido otra ominosa versión del tristemente célebre Referéndum Revocatorio.

Valga por ahora una sencilla constatación: los vencidos bajo esta abrumadora derrota son Chávez y Fidel Castro, en primer lugar; la asamblea y los sectores radicales del chavismo, en segundo lugar; y el proceso en su conjunto, en tercer lugar. El “por ahora” no tiene ya el más mínimo valor. Lo cierto es que por ahora se ha visto obligado a prescindir del lema fidelista “patria, socialismo o muerte” trocándolo por el más humilde y derrotista del Ché inmolado: Hasta la victoria siempre, venceremos.

Una amarga confesión para quien inicia su hundimiento.

Maria D. Torres dijo...

Si pudimos. En la unión está la fuerza siempre que las metas sean las correctas. Ahora es que empieza el trabajo y debemos seguir haciéndolo en equipo.
Grande Venezuela!!!
Un abrazo,
MD

La Gata Insomne dijo...

AMIGO!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
QUE VIVAN NUESTROS CHAMOS, HIJOS, SOBRINOS, estudianes!!!!!

VAMOS DE FARRA, DE JUERGA DE ROMERÌA.
pegate Al trencito!!!

POR FIN!!!!!
GANAMOS!!!!
POR AHORA!!!!!!!!
Y OJALÂ QUE VENEZUELA PARA SIEMPRE!!!!!

Luego vego a ponerme al dìa HOY ESTOY DE MARCHA!!!!!

Anónimo dijo...

Felicitaciones a los hijos de Venezuela, han sabido defender su patria. Sólo es el comienzo de la lucha de un pueblo por la libertad y la democracia. Hugo Chávez debe reflexionar y meditar una estrategia de salida del poder, que lleve a Venezuela a buen puerto: Democracia y apertura comercial, fortalecimiento de la industria nacional e incentivos a los privados. No tiene otra salida, ni Chávez ni Venezuela.

Aliensombra
http://polidrez.blogspot.com/

Manuel Miranda dijo...

Saludos amigo

Se acuerda cuando simultaneamente escribiamos sobre la espectacular escapada a la encerrona que intentaron tenderles a los estudiantes en la Asamblea Nacional?

A partir de ese estelar momento, es que esos jovenes se convirtieron en heroes y ahora lo han ratificado en las urnas.

En su momento adverti al chavismo que no los eligiera a ellos como sus "rivales". Por lo general los estudiantes despiertan simpatias.

Ahi estan los resultados.