sábado, diciembre 29, 2007

"Panorama 2.008"


POR:PEDRO GARCÍA OTERO.

Por soberbia o ignorancia, Venezuela repetirá los errores del pasado

Condenado, por ignorancia, soberbia o ambas, a repetir los errores del pasado, el Gobierno recorrerá, en 2008, el camino que se vivió hace 20 años, bajo la administración (es un decir, como lo es afirmar que hoy se administra) de Jaime Lusinchi.

El esquema de control de cambio y precios no da para más, pero es difícil que Hugo Chávez rectifique, porque los controles, que nacieron por una razón práctica -detener el empobrecimiento tras el paro de 2003-, enseguida estuvieron marcados por lo ideológico.

En un esquema de transición hacia el socialismo, tenían el sentido de debilitar la empresa privada, sobre cuyas ruinas (y fagocitación) reinaría el Gobierno durante los próximos años, adquiriendo, o tomando, compañías a precios de gallina flaca, poniéndolas a producir bajo un esquema de reparto mientras aguantaran.

Pero, tras los resultados del 2D, el Estado tiene que entendérselas con un sector privado sumamente debilitado, al cual, sin embargo, no puede intervenir. La producción primaria (agrícola y pecuaria) está por el piso, y las importaciones, como se ha demostrado, son un asunto serio, que no se puede improvisar. Por lo tanto, es previsible mayor inflación (algunos llegan a vaticinar 40% el año que viene) y un desabastecimiento más agudo, lo cual, sin duda, derivará en conflictividad.

El problema más grave que enfrenta el Gobierno para el año que viene es que no tiene dinero. Esto, que comienza a ser un asunto evidente, no tiene nada que ver con la cantidad de petrodólares que ha ingresado y seguirá ingresando al país, sino con la pésima administración de esos recursos que se hace desde el Gobierno; con la improvisación con la que se planifican y ejecutan políticas públicas; con un sistema que, como en 1988, favorece la fuga de capitales, las importaciones y la desinversión, aunque pretenda estimular todo lo contrario. Subirán las tasas de interés y la morosidad, y muchos que se montaron "en pelo" en bienes de consumo tendrán que salir de ellos apresuradamente, creando, así, una contracción económica. Este escenario no incluye otra alza desmesurada del petróleo, que volvería a cambiar las perspectivas.

A consecuencia de este panorama económico, lo político no será más sencillo. Hugo Chávez quedó sin piso político cuando su reforma fue rechazada, y sin partido, pues el nonato PSUV es invertebrado. No obstante, intentará replantear su reforma, probablemente tras las elecciones regionales y en el entendido de que le vaya bien, lo cual, visto el referendo, es improbable.

La oposición, a su vez, tampoco tendrá un lecho de rosas, pues le corresponde consolidar su alianza, frenar las tentaciones totalitarias y elegir candidatos creíbles y de consenso para las gobernaciones y alcaldías más importantes del país.

Que 2008 sea feliz, pese a todo.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Adolfo P. Salgueiro // Balance internacional 2007

El Presidente malinterpretó el triunfo del 2D como un mandato para profundizar el socialismo
Fin de año, época de balances y proyecciones. He aquí unas breves anotaciones en ese sentido. El triunfo electoral de diciembre del 2006 sirvió de lecho de rosas para la imagen de un Gobierno que si bien comenzaba a ser cuestionado externamente aun podía exhibir una legitimidad interna bien ganada en comicios que lucieron -o al menos fueron mercadeados- como correctos.

Aquella imagen se ha transformado ahora en un cocktail de algunos aciertos y bastantes fracasos, fundamentalmente por que se pasaron de maracas.

No cabe duda que la interpretación del triunfo de diciembre del 2006 fue errónea ya que fue asumida por el Presidente como un mandato para profundizar el socialismo tanto a nivel interno como internacional. Esta última dimensión fue asumida como el derecho a exportar el proyecto chavista por las buenas o por las malas, dando lugar a acciones que -ahora se comprueba- resultaron un boomerang.

Los cambios en las leyes que enmarcaban la actividad petrolera, aun cuando aceptados a regañadientes por varios de los perjudicados, fueron la primera señal de inseguridad jurídica que encendió la luz roja a la inversión extranjera que cayó verticalmente en todos los rubros. La explotación petrolera continuada hoy a dedo con empresas que poco saben de petróleos pesados y cuya capacidad financiera es desconocida (salvo las rusas, chinas, Petrobras y Repsol) presagia un futuro incierto para el negocio y para el país. Sin real el "bolivarianismo" no es viable. El capital no se arriesga donde no hay seguridad.

En el continente se pretendió inaugurar (y hasta darle jerarquía constitucional) a la "diplomacia de los pueblos" consistente en financiar movimientos desestabilizadores en aquellos países cuyos gobiernos no acompañan el sueño expansionista del Bonaparte barinés. Olvidaron que las relaciones internacionales son entre Estados.

La clientela que presenta la mano pedigüeña (con toda lógica cuando la piñata es gratis) sólo acepta la perorata bolivariana en trueque por la dádiva. Los estados clientes del Caribe de la negritud anglófona y francófona no venden su identidad ancestral al nuevo imperialismo venezolano. Eso se comprobó antes ya. ¿Por qué sería diferente ahora?

La pobre Cristina K. se metió en un lío del que pudo permanecer como espectadora, la Bachelet definitivamente no congenia, Uribe es el nuevo diablo, Marulanda es bueno, Lula tiene que jugar a dos puntas para preservar los negocios y el frente interno, Tabaré se desmarcó, con México cada vez que hay un acercamiento sale Chaderton a decir una ridiculez y lo arruina, a Guyana hubo que pedirle disculpas por meternos en "su" Esequibo, con España el "por qué no te callas" culmina una serie de desencuentros que se traducirán en los negocios privados, Francia solo hace carantoñas mientras liberan a Ingrid, Inglaterra hace rato que dejó el idilio, Alemania "de lejitos". Solo quedan Rusia vendiendo de todo a quienes aún no se dieron cuenta que la revolución bolchevique terminó y China asegurándose sus materias primas para ser la potencia del siglo XXI.

Y aquí Hugo I, cree que se la está comiendo ¡Que desgracia!

apsalgueiro@cantv.net