He querido humildemente, y a finales de año, sugerir algunas estrategias políticas para el año 2008 en nuestra lucha por recuperar la unión nacional.
- El 2008 plantea la oportunidad de recuperar espacios de poder con las elecciones regionales. No hay que ver estás elecciones como una oportunidad numérica de poner más gobernadores o alcaldes opositores. Por el contrario, es la oportunidad de muchos políticos de acercarse al sector más necesitado de la población, cuya mayoría favorece al sector oficialista. Para lograr esto hay que deslindarnos un poco de la típica crítica al chavismo como régimen antidemocrático y agudizar nuestro análisis a las críticas sobre las necesidades materiales de ese sector. Hay que solidarizarnos con su falta de alimento, seguridad y salud.
- El chavismo se nutre muchas veces de su propio enemigo. Por eso el tiempo de letargo luego del Referéndum Presidencial jugó, curiosamente, en contra del oficialismo al igual que poseer la totalidad de la Asamblea, pues no encuentran culpables cuando no han podido resolver los problemas concretos del país. Por ende, no hay que pelear a Chávez en todos los frentes sino en los frentes correctos.
- Está en formación una nueva generación de líderes políticos que abarca más allá de los estudiantes, es deber de los sectores políticos el abrir paso a estas nuevas generaciones para refrescar las propuestas. Si bien en las elecciones regionales deberíamos buscar candidaturas únicas de líderes consolidados, en las parlamentarias debería verse un gran número de nuevos actores políticos nacionales.
- La fuerza del Movimiento Estudiantil yace en pelear por los valores correctos, justicia, paz e igualdad. Los estudiantes debemos separarnos del típico discurso opositor que critica formal y sustancialmente el régimen chavista en sus bases democráticas y acercarse más a un discurso que reclame bienestar social a los pobres. Hay que construir una alianza con los necesitados, no por mero interés político sino por solidaridad nacional. Si bien Chávez nunca prometió ser un líder democrático, sí prometió, en cambio, erradicar la pobreza, y su gobierno empero las misiones y demás planes sociales, la ha exacerbado.
- Debemos reconocer a todos los que nos paramos en el espectro socioeconómico del paraguas que recubre los valores de la oposición, que nuestra visión de la realidad nacional es limitada y que debemos unirnos a sectores del oficialismo, más duchos en su enfrentamiento con los problemas reales de los venezolanos, para así fomentar unión y compromiso.
- Alejarnos de la enfermedad del cortoplacismo. Tratar de tomar atajos para salir de Chávez, sean golpes de Estado, referéndums o Asambleas Constituyentes es un craso error político. Mientras la esperanza que representa Chávez en el corazón de muchos venezolanos no sea suplantada, el vacio de su desaparición jugará en contra de Venezuela. Hay que suplantar la figura de Hugo Chávez, que evoca nuestra adicción caudillista, por la figura de la unión y el compromiso. Hay muchas formas de crear valiosa esperanza, el caudillo es una de sus peores. En este sentido, entendamos que cada día que pasa a Chávez le es más complicado someter al país, pero su fuerza yace en nuestra división nacional. No reaccionemos emocionalmente frente a las agresiones de Chávez. Al toro no se le enfrenta, se le capea. No reflejemos lo que Chávez quiere -odio, indiferencia a los necesitados, oligarcas, golpistas-, reflejemos lo contrario para que sus palabras pierdan fuerza.
- Finalmente, que nuestra plataforma de unión no sea sólo la lucha contra Hugo Chávez, sino la lucha contra la pobreza, la miseria, la división y el subdesarrollo, lo cual es también una lucha interna que debemos asumir. Unirse por los valores correctos dará fuerza a Venezuela y creará las bases para construir una nueva patria a la entrada del siglo XXI.
Feliz Navidad.
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3 comentarios:
Felices Fiestas, amigo, de todo corazón. Admiro tu coraje, tu valentía y tu enjudia, apoyo tus ideas, porque todos los dictadores y las dictaduras terminan mal y así tendrá que marcharse un día el actual presidente de Venezuela, Hugo Chávez. El escritor argentino, Adolfo Bioy Casares, ya fallecido, dijo en una entrevista que la maldad no es inteligente. Confíemos en que la verdad es como el aceite, siempre flota arriba, lo decía Cervantes. Saludos de todo corazón y comprendo y apoyo tu causa, aunque sea en la lejanía del otro lado del charco, estoy con los tuyos. Saludos, compañero.
Respetado amigo Martín Bolívar,¡Gracias! por tus estimulantes palabras y buenos deseos.
Un gran saludo hermano.
Derrotando al "Grinch"
por Alfredo Michelena
miércoles, 26 diciembre 2007
A pesar de haber ganado el referéndum del 2 de diciembre, la mayoría demócrata del país no ha apreciado ni disfrutado su victoria. El mismo día de las votaciones, después de la primeras horas de pesadumbre y una tarde de confusión que se despejaba a favor del NO, llegaba con perplejidad la noticia de haber derrotado al socialismo del siglo XXI en el referéndum y a Chávez en su plebiscito, pero la duda seguía sobre si el triunfo sería proclamado y aceptado sin violencia física. Millones de espectadores que esperaban el resultado frente a sus televisores recibieron la buena nueva, pero pareciera que aún no han expresado su alegría ni su optimismo ha teñido a la sociedad como un todo, diera la impresión que se siguen preguntando si esto no es más que un sueño navideño.
La psicología nos ha enseñado que después de cada pérdida hace falta un período de duelo y la religión que después del pecado debe venir el arrepentimiento. Estos procesos son fundamentales para seguir adelante, para evolucionar, para triunfar, en caso contrario seguiremos atados al pasado y será difícil que encontremos paz y alegría. Del mismo modo frente a un triunfo, es necesario disfrutarlo, exteriorizarlo e interiorizarlo para poder montarse sobre él y proseguir la vida o en este caso la lucha política. Una victoria bien cobrada al nivel personal supone que nuestro propia valoración aumenta, nuestro ego crece y nuestra visión del futuro es mucho más positiva. Pero así como llorar en un duelo es esperado, gritar, reír, disfrutar y compartir son emociones que, teóricamente, son necesarias para que podamos, como se dice en política, cobrar la victoria. Esto, en general no se ha dado entre nosotros.
Chávez en su papel del el "Grinch", personaje patético que disfruta robando la navidad a los niños, nos ha amenazado con volver por su fueros con la "Reforma", aumenta la persecución de nuestros lideres, descalifica nuestra victoria y promete medidas revolucionarias más tajantes. Sus muchachos descartan nuestra mano extendida en búsqueda de una reconciliación y se preparan para la guerra. Aún en nuestra propias filas las dudas, las divisiones, la crítica malsana y las acusaciones de "chanchullo" y componendas, empañan el triunfo y no se nos permite atesorar nuestra propia fuerza.
Las llamadas acertadas y constantes de Baduel de que el "Grinch", está listo para atacar y que no se debe bajar la guardia en navidad y estar preparados para el contraataque, nos ponen en ascuas.
No hay duda que la lucha continúa y que debemos estar preparados para los retos del 2008, que no hay que dormirse en los laureles y que falta mucho por conquistar al interior de la mayoría democrática que aún permanece desunida por la desconfianza. Pero todo esto será más fácil si nuestros dirigentes nos dan una señal más clara y concreta de que nuestra victoria merece una celebración incluyente y sin arrogancia, que debemos estar contentos y profesar un optimismo realista, y que a pesar de las dificultades hemos contenido al despotismo y estamos en una mejor posición para avanzar y reconquistar los espacios de poder que perdimos por nuestra propia torpeza, y así seguir procurando nuevas pero difíciles victorias para la democracia frente al totalitarismo estatal. En nuestra necesaria celebración debemos recordar a Churchill cuando dijo después de la victoria frente a Hitler en Stalingrado: "no es el fin; ni siquiera es el comienzo del fin; sino que quizás sea el fin del comienzo".
PS. Los 50 años del 23 de enero son un motivo para celebrar ésta como otra de las victorias de la democracia venezolana
alfredomichelena@gmail.com
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